Wonho se subió en la moto dispuesto a pasar una mañana solitaria para descansar y mantener todos los pensamientos en orden para aclarar su mente y saber qué tendría que hacer con las dos personas que son tan esenciales para él. Hacía mucho tiempo que no cogía la moto pero sabía que si iba andando podría encontrarse con personas no deseadas con las que no quería hablar .

Wonho pisa frenéticamente el pedal de la moto y este ruge con fuerza. En seguida se puso en marcha, sonriendo cuando el aire frío acarició su rostro. Estaba en la carretera principal y agradeció el que no hubiera mucha gente conduciendo porque aunque confiaba en su manejo en la moto, no quería adelantar a nadie porque eso supondría tener que estar centrado en ellos y no en la libertad que sentía en ese momento.

Al ser fin de semana, era obvio que los centros comerciales, tiendas y restaurantes estuvieran repletos de gente, pero Wonho sabía de un sitio que solo él conocía. Cuando era pequeño y sus padres querían pasar el día con él, solían ir siempre a tiendas y juegos recreativos. Uno de esos días, el pequeño Wonho de seis años aprovechó el despiste de sus padres  para escapar de esa tienda tan aburrida. Corriendo y corriendo llegó a la azotea del centro comercial. En la puerta ponía bien claro que el paso estaba prohibido pero apenas había comenzado a aprender a leer así que lo pasó por alto. Aquel sitio estaba desértico. Lleno de trastos viejos, maquinas de juegos  y asientos blanditos de colores donde podía sentarse. Le pareció algo tan diferente que siempre que podía, subía a la azotea para pasar el tiempo solo.

Con cuidado de no ser visto por nadie, cogió el ascensor para subir directo a la azotea. La puerta como siempre, abierta y el cartel a medio despegar por el paso de los años. El sitio seguía igual. Solo cambiaba el hecho de que Wonho lo ordenó un poco más y añadió unas cuantas lucecitas blancas para darle más ambiente de hogar. Sentándose en uno de los puffs, se quitó la chaqueta de cuero y abrió una lata de cerveza tostada que había comprado. No había encendido el móvil desde que lo apagó en la madrugada así que cuando lo activó, volvieron a saltar los mensajes pendientes que no había abierto de su novia y los nuevos por parte de ella y sus amigos. 

Contestó primero a Jackson diciéndole que estaba bien y que no pasó nada en la fiesta por lo que preocuparse. Después, a Umma. Tenía claro que cualquier excusa sería buena solo para deshacerse de ella y de sus reclamos por lo que, con un simple "no me encontraba bien, volví a casa", contestó a todos los mensajes. Y por último, abrió el de Hyungwon. Él solo le dio los buenos días con un emoticono de corazón como hacía cada día desde que se hicieron inseparables. 

Wonho sonrío al leerlo. Tenía que pensar mucho en lo que habían hecho pero ninguno tenía la culpa. Solo se dejaron llevar y el alcohol, los celos y la ternura hicieron el resto. 

Chat entre Hyungwon y Wonho.

Hyungwon: buenos días <3

Hyungwon: ¿saliste al final?

Wonho: sí

Wonho: ¿mucha resaca? Yo apenas pude pegar ojo 

Hyungwon: ni que lo digas

Hyungwon: no sabía que unas cuantas copas de vino subirían tan rápido a la cabeza 

Wonho dejó pasar el tiempo unos minutos antes de sacar el tema. No quería hablarlo por mensaje porque era de cobardes no afrontar los problemas de frente, pero si le miraba a los ojos tal vez no podría mantenerse fuerte y cuerdo.

Wonho: respecto a lo de anoche... por ahora no se lo contaré a Umma. No ha dejado de enviarme mensajes y no sé como explicárselo porque ni yo sé qué pasó. Por supuesto no estoy molesto contigo, ni voy a alejarme de ti. Pero sabes que esto no puede volver a pasar, ¿no?

Hyungwon: Espera, ¿no vas a dejar a Umma? 

Hoseok: Te dije que no me sería fácil

Hyungwon: Bien.

Wonho frunció el ceño sin comprender del todo si Hyungwon estaba enfadado o de verdad había entendido que no iba a dejar a Umma tan pronto y sin haberlo meditado en profundidad.

Wonho: Esta tarde me pasaré por su casa para hablar pero no te prometo nada.

Hyungwon: Entonces, ¿hoy no nos vemos?

Wonho: No

Hyungwon leyó el mensaje pero no terminó de dar una respuesta. Wonho no quería sonar tan malhumorado pero no lo quedaba de otra. Guardó el móvil en el bolsillo de su pantalón y se reclinó en el puff suspirando. Estaba tenso, intranquilo y enfadado. Pensó en Umma, su novia, a quien había querido mucho pero que constantemente desconfiaba de él. Desde que era pequeño, había visto muchas parejas y no recuerda ninguna que hubiera sido como la de ellos dos. Había más cosas malas que buenas en su relación: discutían por sus injustificados celos hacía sus amistades, solo pensaba en el sexo y las muestras de cariño solo las hacía en público, pocas veces salían a citas y a Wonho le empezaba a dar fatiga su intenso aroma a tabaco. 

"Ah...no puedo pedirle que cambie por mi y si a ella no le nace hacerlo..." dijo mirando el cielo. 

Y luego pensó en Hyungwon. Le conocía de hacía poco pero desde el primer día ya quiso ser cercano a él. Se ayudaban mutuamente, podían hablar de cualquier cosa y le gustaba protegerle de lo que él consideraba perjudicial. También se peleaban pero por cosas triviales sin importancia. Hyungwon era un chico, sí. Pero ese beso tan lascivo, tener su cuerpo encima de él y atraerlo con sus propias manos, escuchar sus suaves jadeos, el sabor a cereza de sus labios y el aroma tan deliciosos que desprendía le volvía loco. Y ademas de eso, al ser buenos amigos y ayudarse, les iba muy bien en los estudios. ¿Qué había de malo en lo que habían hecho? 

"No quiero estropear lo que tenemos y mandarlo todo a la mierda, joder"

Se terminó la lata de cerveza y la lanzó hasta la caja de madera que había a unos pasos de distancia, encestando en el tiro. Ahora algo más decidido, creía saber lo que tenía que hacer. Bajó hasta el parking y condujo hasta la casa de Umma. Vio que la ventana de su habitación estaba abierta, por lo que tenía que encontrarse en casa. 

No tuvo que esperar mucho a que ella le recibiera con los brazos abiertos y un grito de alegría. 

"¿Por qué no me has avisado?" cerró la puerta y le quitó la chaqueta a Wonho tirándola al suelo que, a simple vista, no parecía estar muy limpio. "Vamos a mi cuarto" sonrió con picardía.

"No he venido a follar" se separó de ella con mala gana. "Tenemos que hablar".

"¿Hablar? Vale, pero en mi habitación se está más cómodo..." 

"¡Qué no, joder! Umma no podemos seguir así. Esto no es lo que había imaginado al tener novia. No...no somos compatibles en nada y discutimos a cada rato" se frotó las sienes para evitar el dolor de cabeza. 

"¿Pero qué coño estás diciendo, Hoseok? Nosotros estamos bien. Nos gustamos y es normal discutir con la persona que quieres" soltó una risa nerviosa.

"¡Por supuesto que no! Escuchame, Umma... Ni creas que esto es fácil para mi. No puedo seguir siendo tu novio. No podré soportar más tus berrinches de niña pequeña, ni tus celos desmedidos, ni tus gritos, ni que desconfíes de mi"

"Yo no desconfío de ti... Pero no me gusta que estes con ese amigo tuyo tanto tiempo". Se cruzó de brazos y habló desinteresadamente.

"Ese es tu problema. ¿Qué te pasa con Hyungwon?" 

"No creo que sea quien dice ser. Solo eso" alzó los hombros. "Es el chico nuevo, el más vulnerable por su trágico suceso familiar y ya están todos comiendo de su mano. No me lo creo". 

"¿Cómo tienes la sangre fría de decir eso? Su madre falleció cuando era solo un niño. Tanto su padre como él lo han pasado mal y tú solo dices que está mintiendo". 

Wonho quiso acabar la conversación sin embargo Umma, le agarró del brazo y tirando de él con torpeza, le besó. Ella intentaba hacerle cambiar de opinión pero no lo consiguió porque a los segundos y con un sonoro beso, Wonho se separó de ella enfadado.

"Lo nuestro ha terminado".

Recogió su chaqueta del suelo y salió de la casa.

Al caer la noche, Wonho ya se encontraba hecho un lío de emociones. Por un lado, quería golpear todo lo que tenía por delante. Su primera relación seria y tenía que acabar de esa forma. Definitivamente, estaba enfurecido con la morena; y por otro lado quería echarse a llorar por perderla. Se seguía preguntando si había sido lo correcto. 

Para no perder los papeles y mantener la decisión que había tomado sin tener en cuenta cómo se encontraría Umma, se puso cómodo para pasar la noche solo.

Su móvil empezó a sonar. Era Hyungwon quien le llamaba. Sin mucha dilación, atendió la llamada. Tal vez, su ánimo podría cambiar hablando con el menor.

"Hola...sé que es tarde para llamar pero sentí la necesidad de hacerlo. ¿Cómo ha estado tu día?"

"Vaya, o tienes una intuición increíble o me has estado siguiendo a escondidas" rió. "Hyungwonie...tú tenías razón. Bueno, todos los que me conocéis" se sentó en el sofá dejando caer la cabeza en el respaldo.

"¿Sobre qué exactamente?" 

"Lo he dejado todo con Umma... y desconozco si llegaremos a tener una relación cordial algún día" se pasó la mano por la cara por el cansancio. 

"Wonho, es lo mejor que podrías haber hecho. Ella no es buena para ti...además ya tienes a mucha gente que te quiere" murmuró tímido.

Wonho rió por la timidez tan notoria del menor. "Sí, yo lo sé. Te tengo a ti. Gracias por llamarme, iba a descargar mi furia con toda la casa"

"Ya te dije que presentía algo y así era. ¡Ah! por cierto, mi padre estará mañana en el invernadero trabajando. Podrías venir y ayudarnos" propuso con entusiasmo en su voz.

Wonho aceptó encantado. Le gustaba la compañía y el padre del menor era muy entrañable. Siguieron platicando un par de horas hasta que el hambre de cena y el sueño les venció. Al colgar, la tensión en la mandíbula y en sus músculos desapareció. Hyungwon era como el sol después de la tormenta y estaba feliz de que su amistad no se viera afectada por ese beso. 

Hyungwon era bueno para él. 

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Pequeña aclaración! ✨
Respecto a la parte donde se narran los mensajes, siempre que yo (como escritora) lo haga, los nombres de quienes estén en el chat serán los normales. O sea lo de ellos; mientras que cuando esté narrando uno de los chicos, el nombre de contacto será como ellos se tengan agendados.

Espero a ver sido clara. 💗