96.
—¡ME QUITASTE A MI PROMETIDO!
—En mi defensa, Tsuna es lindo.
Mukuro esquivó una bala.
—Y poseer su cuerpo fue mi deseo desde el inicio y a ti no te importó, Reborn.
—Le tocaste... Voy a borrarte de este mundo y después limpiar cada toque en la piel de mi prometido.
—Ay, ¿te da envidia que me robara a tu cielito o que lo haya tocado antes de ti?
—¡Estás muerto!
—Aunque muy casto no era.
—¿Qué?
—¿Qué?
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