72.


—Papi, y ¿cómo conociste a papá Reborn?

—Oh bueno —sonrió—. Yo era un perdedor invisible, muy tímido y torpe.

—¿Y papá?

—Un idiota.

Lambo se aguantó la risa.

—Eso no suena romántico —la pequeña hizo una mueca.

—No lo fue. Tu papá quiso burlarse de mí, pero se resbaló y cayó de cara al suelo a mis pies. Nos reímos de Reborn por un mes.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top