53.
Reborn miraba a Tsuna caminar despacio, con porte y garbo.
—Si la vida te da la espalda, tócale las...
—Atrévete a ponerme un dedo encima, Reborn... Y te quedas sin mano.
—Uhhh, el jefe se puso rudo.
—Para tu información y para recordarte... —entrecerró sus ojos en amenaza—. No soy Tsuna.
—Ah.
—Kufufufu, ¿ya olvidaste el plan?
—¿Cómo lograste imitar el trasero de...?
—¡Aleja tus manos y miradas de mí!
Mukurojamás volvería a suplantar a Tsuna cuando Reborn fuera su escolta. Lo juraba.
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