40.


—Dicen que si hueles esta poción mágica, el aroma asemejará a la de tu ser amado —I‐pin sonrió.

—¡Voy primero! —Lambo olfateó—. Huele a leche con chocolate.

—Yo huelo a fresas con crema —susurró Fuuta.

—Tsuna, ¿quieres intentar?

—Sí —el castaño olfateó—. Huele a café... y... fósforos.

—¿Fósforos?

—Tal vez el amor de tu vida es pirómano —rio Lambo.

—Entonces el destino me odia —suspiró Tsuna.

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