31.


—Está haciendo calor aquí ¿o solo es mi dulce cielo?

—Ah bueno... —Tsuna señaló—. Es porque incendié la cocina.

Reborn soportó la risa que quiso soltar.

—Yamamoto está controlando el fuego hasta que Gokudera encuentre el extintor... —se encogió de hombros—. En fin.

—Yo solo quería...

—¿Qué?

—Nada.

—¿Quieres ayudar a Yamamoto?

—No.

—Reborn.

—¿Sí?

—Recuérdame revisar si hay fugas de gas en las cocinas de la mansión.

Entonces Reborn cubrió sus labios para que el ruido de su risita no fuera tan evidente. 

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