Capítulo 14:

—En efecto, rockerito. No tengo idea en qué lugar naciste, pero en el planeta tierra existen redes de prostitución y drogas en cada esquina comercial de las más grandes ciudades del mundo. Memorízalo en esa cabecita rubia que tienes —Dorian bebió su café alzando su dedo meñique, enseñando a la vez la perfecta manicura que presumía sin tomar en cuenta la crueldad de sus palabras—. Por otro lado, escapar de casa no habla bien de tu persona, espero que tengas motivos suficientes para justificar semejante estupidez, ¿llamaste a tu madre? Aquella mujer debe estar muerta de la angustia, a una madre no se le puede causar lágrimas, ¡sacrilege! 

—De acuerdo, no puedo refutar eso. Fue algo estúpido de mi parte, lo sé... Pero tengo la cabeza vuelta un embrollo, ¿qué le preguntaría? ¿Qué tuviste que ver con un psicópata ruso? ¿Por qué nos persigue una mafia extranjera? Fíjate mamá que tu amigo se estuvo masturbando semanas enteras conmigo, ¡mándale mis malditos saludos! —Sus cejas se elevaron exageradamente y me animó a probar los postres.

—Eso parece sacado de alguna película pornográfica de sicarios.

—Exacto... ¿Qué me cuenta usted? ¿Vive en París como aseguran en las revistas?

—C est la vie. Soy de París la ciudad del amor —abrí mis ojos sorprendida, mientras él se acariciaba la barbilla concentrado en su teléfono celular de última generación—. Muy pronto volveré a manejar mi prestigiosa empresa que fundé junto a la mejor y más frívola diosa de la moda. Ahora que al fin terminé la tediosa odisea que me encomendó, ¡una misión imposible! Puedo relajarme unas semanas antes de volver a sumergirme en mi burbuja estresante de absurda perfección...

—¿Imposible? ¿Acaso le encargaron encontrar el Santo Grial? No sé qué tan imposible puede ser para alguien como usted...—Dorian apartó la vista de la pantalla de su teléfono sólo para observarme molesto—. Es decir, cualquier cosa en este mundo se consigue con dinero, es un hecho... Todo tiene un precio, esa es la razón de mi comentario, yo no...

—Te sorprendería descubrir lo que no se puede comprar con dinero, señorita. Pero eres demasiado joven para entenderlo...

—Entonces... Usted me compró para... Ya sabe... Esas cosas que hace Claver. Quiero saber qué piensa hacer conmigo... —una burbuja de esperanza volvió a inflarse en mi pecho mientras su sonrisa burlona me inquietaba, ese hombre realmente es bello, extravagantemente hermoso.

—Te voy a entregar como regalo a mi maldito exnovio —y de pronto mi burbuja de esperanza explotó en mi jodida cara, dándome una cachetada mental—. Serás su tierno y lindo gato. 

—¡¿GATO!? ¿Qué significa eso? —Me quedé mirándolo ofuscada, pero Dorian volvió a concentrarse en la pantalla de su teléfono, todo era demasiado perfecto para ser verdad. Me levanté algo indignado, decidí dejar ese hotel de lujo y a ese gran divo de la moda que me había ayudado más que nadie en el mundo, pero al mismo tiempo me había herido demasiado—. Eso es imposible, señor Leroy. Soy lesbiana, no me gustan los hombres.

—Pero aparentas ser un hombre a la perfección, Andy. Eso es suficiente para hacerlo pagar.

—¡¿Qué...!? Es que... ¡Dios, no! Yo no puedo acostarme con un hombre, me daría asco cuando él quiera... ¡Ahg! ¡Su exnovio me echará a la jodida calle...!

—Esa será mi perfecta venganza...—la sonrisa siniestra de Dorian me causó temor, parecía que había perdido la cordura, luego rompió en carcajadas—. El maldito infeliz te aceptará porque pensará que eres un hombre, pero cuando intente tocarte se dará cuenta que eres una mujer.

—Puede que no le importe pero sigo siendo un ser humano, ¿entiende? Dios lo bendiga, Dorian Leroy. Gracias por salvarme de un bastardo para entregarme a otro sin el menor escrúpulo. 

Me coloqué la capucha, y le estreché la mano firmemente ante su mirada consternada. Le sonreí agradecida, y luego me apresuré a encerrarme en alguna habitación antes de que me viera llorando como un tonto niño abandonado a su suerte... Un gato, mi vida tenía menos valor que un perro para esa persona adinerada. Definitivamente Leroy no era mejor que Claver, comprendí por qué eran amigos. Caminé apresuradamente hacia la puerta color marfil sin hacer caso a su llamado, en verdad pensaba que podía encontrar una esperanza, que dios había escuchado mis plegarias al fin y me había mandado a un ángel de la guarda para salvarme de la tempestad, pero fue estúpido de mi parte creer que podía cumplir mi sueño. Dorian sólo me compró como un obsequio bizarro, no existen buenos samaritanos en el mundo... 

—¡Espera, fille chat! —Su voz suplicante hizo que detuviera mi cometido al llegar al pie de mi vía de escape—. Sé que es difícil de entender, pero desde mi perspectiva convertirte en una mascota es mucho mejor que ser asesinada por la mafia rusa.

—No lo había pensado de esa forma... —balbuceé algo confundido, realmente no entendía a lo que se estaba refiriendo Dorian—. No quiero vivir con el miedo constante de estar siendo perseguido por ese degenerado ruso, sería mi ruina. Y tampoco deseo que usted me eche a la calle y quede en completo abandono, tampoco puedo volver a casa para escuchar los reproches de mi madre y dejar que me encierre de por vida en un convento... Estoy completamente solo en este mundo... No tengo opción...

—Eres como una especie de animal abandonado, Andy. ¡Justo lo que necesito! —Su expresión era de júbilo extremo, se fue acercando lentamente a mí con una amplia sonrisa—. Conozco a un buen policía que te podría ayudar de llegar a convertirte en la mascota de su jefe.

—¿Policía...? 

—El infeliz de mi exnovio es multimillonario, tanto que se da el lujo de tener a un espía militar aguila delta como su estúpido chófer...

—¿Qué...? Mu... Mu... ¿Multimillonario...? Joder...

—¿Ves que ser una mascota no resulta tan malo después de todo?

—Esto... Yo mejor me voy a dormir, toda esta rara historia me está asustando...—apresuré mis pasos para salir lo más rápido de la mirada lunática de ese afeminado y elegante hombre.

—Tengo el agrado de comunicarle que conozco el hogar perfecto para usted, señorita huérfana de la vida. Un lugar donde te brindarán una vida de ensueño, tendrás una mansión de lujo y te cuidarán de no ser asesinada por mafiosos rusos. Tú sueño es ser cantante, ¿cierto? Él podría comprar centenares de disqueras solo para ti —me quedé paralizado al escucharlo, eso no podía ser verdad. 

Un hogar de ensueño, una vida de lujos, y mi carrera como cantante era una combinación de palabras que parecían el mismo paraíso para alguien como yo, alguien que no tenía esperanzas de un mañana mejor. Pero ya me habían estafado antes, no podía creer en semejante patraña. Aunque tal vez... Sólo tal vez…

—¿Realmente deseas ser rica? Pues este es el único camino para conseguir millones, Andy —añadió con firmeza.

—¿Debo tener sexo con su exnovio cuando me entregue en su poder? —Debía asegurarme que no lo fuera o me hubiera podido suicidar justo en ese momento.

—¡Nada que ver! Cuando el maldito descubra que eres una chica te rechazará. El infeliz está buscando una mascota un tanto... Diferente. A la cual cuide, alimente, y folle sin descanso. Vive completamente aislado de las personas en su enorme mansión, es algo verdaderamente triste pero así lo prefiere —Dorian hizo una mueca extraña y triste, yo solo quería escapar de ese hotel, eso no me sonaba tan alentador y no pensaba caer en esos tontos juegos otra vez—. ¡Vamos! A todas luces soy gay y estoy muy orgulloso de pertenecer a esta grandiosa comunidad arcoíris. ¿Crees que mi exnovio sería heterosexual? ¡Claro que no! Parecerás un chico pero necesitas un pene para captar su atención, ¿entiendes? 

—¿Una mascota diferente? —Murmuré quedándome consternado, no quería que me abandone a mi suerte. 

¿Qué extraña persona era esa?

—Debo confesar que ha intentado tener una mascota, incluso su mejor amiga le ha prestado a su Chihuahua pero no funcionó. Él carece de paciencia para lidiar con un ser vivo que no entiende su idioma. Un día sucedió que, mientras estaba en una convención en Japón, llegó a la conclusión que necesitaba una mascota humana; un chico gato. Si bien no eres hombre lo aparentas muy bien —bueno, en eso tenía razón, al menos lo aparento. 

Jamás pensé que tener características andróginas me servirían de algo bueno en la vida.

—Pensándolo bien no es una mala idea, su exnovio es muy inteligente —las palabras salieron solas de mi boca, mi corazón se me quería salir del pecho, aún no podía creer el giro que había dado mi futuro.

¿Qué acababa de hacer?

—No es tan descabellado como se escucha, créeme. Tu nuevo hogar se encuentra en París, viajaremos ni bien se te borren todas esas marcas de abuso. ¿Alguna otra inquietud que quieras compartir conmigo?

—Ninguna, señor Leroy. Como comprenderá no tengo muchas opciones de supervivencia solo y sin nadie que me ampare —agacharse en la derrota era el único camino que me quedaba; resignarme, no me importaba si tenía que simular ser un lagarto—. Viviría en la misma muralla china si allí me dieran techo y comida totalmente gratis. Dorian Leroy usted me compró como si fuera un trozo de carne, déjese de formalismos.

—Carpe Diem, señorita. Ahora que todo está aclarado sólo queda hacer una sesión de fotos y esperar que dé su visto bueno. A todo esto, ¿cómo te apellidas?

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