Capítulo 17
Capítulo 17.- Compañía chilena.
MERCOSUR:¡¿Te fuiste con él?!.
Chile:No es como si yo lo hubiera querido.
Respondió, apretando el teléfono que mantenía en altavoz en una de sus manos mientras que la otra apretaba la manita del niño junto a él. Seguían sin saber en dónde habían terminado, así que quería evitar que el pequeño se fuera de ahí.
El supuesto asesino los había teletransportado a algún sitio en uno de sus intentos de asesinato hacia ONU. Chile había sido espectador de ese momento en la sede así que, queriendo evitarlo, se interpuso tomando al pacifista de los hombros en un intento de alejarlo e irse corriendo con él.
No se esperó que, en menos de un parpadeo, estuvieran en un lugar completamente diferente.
Chile:Estuve en un muy mal momento que terminó más o menos bien. Aunque ahora no sé dónde estamos.
MERCOSUR se acercó a la mesa, puso el altavoz del teléfono y lo colocó sobre la superficie de madera.
MERCOSUR:¿Por lo menos puedes describir?.
Chile:Eso creo.
Intentando no moverse mucho, dio un giro sobre su propio eje -soltando momentáneamente a ONU y tomando su manita después-, teniendo una corazonada muy probablemente cierta al verse rodeado por tanta naturaleza.
Chile:Solo ví y veo árboles. Creo que es un bosque en todos sus sentidos.
MERCOSUR:¿Estás seguro?.
Chile:Es lo único que puedo decir además de que se está haciendo de noche. - dijo mientras miraba el cielo de colores naranjos, obviando el atardecer - no me puedo mover mucho porque sino la línea se corta, tardé como 15 minutos en encontrar un punto con señal.
Argentina:Eso explica porqué no podíamos encontrarte - dijo ya un poco más compuesto de la corrida que acababa de hacer.
Chile:Tan sólo quiero que alguien nos saque de donde sea que estemos atrapados - dijo casi en forma de súplica, aunque nadie lo culpaba, estar prácticamente perdido no era lindo.
CIA:No podemos hacer nada si no sabemos dónde estás. - habló en voz ligeramente baja - ¿No hay ninguna forma en la que puedas usar el GPS del celular?.
Chile:No tengo una muy buena señal en donde estoy, apenas los escucho, y me temo que si me muevo del exacto puntito donde estoy la llamada se cortará. ¿Qué podemos hacer?.
Sintió un pequeño tirón en su pantalón, lo que lo hizo bajar la vista. ONU lo estaba mirando.
Chile:¿Qué pasa?.
ONU:Podrías cargarme.
Chile:Um. No es el momento adecuado, ¿Ya lo notaste?.
ONU:No. - negó con la cabeza - me podrías cargar, y yo podría levantar el teléfono más alto. Para mejor señal.
Nadie dijo nada por un momento.
Argentina:¡Ese niño es más listo que todos dentro de esta puta sala!.
ONU sonrió de manera tierna al escuchar eso, soltando una risilla infantil.
Argentina:¡No me miren así! ¡Es la verdad!.
Ahora fue Chile quien rió un poco.
Chile:Bueno, eso parece una muy buena idea.
Levantando el aparato sobre sus cabezas, se puso de cuclillas para que el niño subiera a su espalda. Cuando se acomodó de forma que no iba a caer, se volvió a levantar. Con mucho cuidado, el pacifista tomó el celular entre sus manitas, y las levantó lo más alto que pudo.
Chile:¿Aún nos escuchan?.
CIA:Más fuerte y claro.
El chileno suspiró aliviado por lo dicho, mismo que alcanzó a escuchar con más claridad. La idea de ONU salió muy bien.
CIA:Ahora necesitaré que intenten entrar al GPS del teléfono y verificar dónde están.
Chile:Claro.
Y de ahí, el latino le estuvo diciendo las indicaciones al niño para que encontrara la aplicación de mapas para ver dónde estaban.
ONU:¿Esta?.
Chile:Si, esa.
ONU dio click a la aplicación para entrar, y ambos esperaron a que terminara de cargar para poder ver algo.
CIA:¿Y bien?.
Chile:Espera un poco, recuerda que apenas tenemos señal telefónica y no hay Internet. De seguro los datos móviles ni siquiera funcionan - murmuró la última frase, observando la pantalla.
Pasaron como unos dos minutos mientras esperaban a que la aplicación cargara, cuando finalmente pudieron ver el puntito azul que marcaba su ubicación.
Chile:¡Jaja! ¡Funcionó! - celebró con una sonrisa, los demás del otro lado de la línea sonrieron también.
OTAN:¿Puedes descubrir dónde están?.
Chile:Pellizca la pantalla para poder ver los nombres.
El niño inmediatamente hizo lo que dijo, y alejó el pequeño mapa virtual. En unos momentos pudieron ver los nombres de las áreas cercanas a ellos.
Chile:Espera. - ONU se detuvo - chicos, creo que encontré el nombre del lugar donde estamos.
Argentina:¿Y cuál es?.
Chile:No lo sé, está muy raro. - entrecerró los ojos mirando el nombre - ¿g-gr-gru-gruni-grone? Agh - se rindió muy prontamente - ¿Y si tomamos una captura de pantalla y la enviamos?.
CIA:Como quieras.
El pacifista tomó una captura a la pantalla para enviarla después de la llamada.
CIA:¿Puedes ver en qué país terminaste?.
Chile:Bien.
Y el niño volvió a pellizcar la pantalla para ver más nombres.
Chile:Tan solo espero no estar fuera del continente.
Argentina:Esperamos lo mismo.
En unos pocos segundos, todos los nombres comenzaron a desaparecer hasta quedar uno solo, el nombre del país en el cual terminaron.
Desgraciadamente no salió como querían.
Chile:¡¡¿Alemania?!!.
Polonia:Espera ¿Qué?.
Soltó sorprendido por lo dicho por las personas frente a él.
UNPO y MERCOSUR habían detenido al polaco y al alemán antes de que Polonia -quien cargaba a un dormido Alemania en su espalda- saliera del edificio, ya listos para el traslado, diciendo que necesitaban que fueran al territorio del tricolor por el asunto de Chile y ONU.
Así que allí estaban, Polonia sentado en una de las sillas con Alemania aún dormido sentado sobre sus piernas, acurrucado en el pecho del de bandera bicolor, ambos rodeados por los demás que ya se encontraban en la sala.
Polonia:¿El asesino los teletransportó ahí? - preguntó algo sorprendido.
CIA:Me temo que si, y pues sabrás que eso los pone a ambos en riesgo.
El Country asintió, estando de acuerdo con ello.
CIA:Asi que necesitaremos que vayan a buscarlos.
Polonia:De acuerdo.
CIA:Pero.
Polonia:¿Uh?.
El espía se acercó al par de Countries con una mirada que hizo que Polonia tuviera un escalofrío por toda su columna.
CIA:Irán ustedes dos, pero no quiero que pierdas a Alemania de vista.
Polonia:¿Eh?. ¿Perderlo de vista? ¿Porqué?.
CIA:Solo te pido que no lo pierdas de vista.
Polonia:¿Acaso algo pasa con él?.
El estadounidense tuvo que evitar refunfuñar por los rastros de terquedad del europeo, no los tuvo en mente para lo que iban a hacer.
CIA:Es algo confidencial.
Polonia:"Confidencial" dices.
CIA:Si.
Polonia frunció el ceño con esa respuesta. Todos hicieron silencio por un momento hasta que volvió a hablar.
Polonia:Es mi prometido, ¿Sabían?.
Aun cuando no lo mostrara, CIA no se había esperado esa respuesta, quedando muy sorprendido.
Polonia:Si algo malo le ocurre, creo que tengo el derecho de saberlo, ¿No es así?.
Hubo silencio por un momento. Ambos se miraban fijamente hasta que el espía finalmente cedió.
CIA:Bien.
Se acercó un poco más, acercó una silla colocándola delante del par, y se sentó frente a frente, en una forma de demostrarle la seriedad de lo que iba a decir.
CIA:Es tu futuro esposo. Así que seré lo más honesto posible con la situación.
Polonia asintió. CIA se encorvó apoyando sus codos en sus rodillas, y miró al Country a los ojos.
CIA:Alemania es un sospechoso de los intentos de asesinato hacia ONU.
Con eso, la compostura firme del país se fue.
Polonia:¿Co?. - soltó sorprendido - ¿Están hablando en serio?.
CIA:Si.
Antes de que el europeo hablara otra vez, el americano lo detuvo.
CIA:Ahora no es tiempo para hablar de esto. - se levantó de la silla - seguimos con el pendiente de Chile y ONU en territorio alemán.
Polonia:Bien. - murmuró bajando los ojos, no tardando en mirar a los demás otra vez - ¿Y ya saben dónde están?.
Argentina:Tenemos esta foto.
Le mostró la captura de pantalla en su teléfono, la cual era una mancha verde que sería el bosque que el chileno había dicho. Ligeramente más arriba del centro, estaba el nombre del lugar.
Argentina:Según Chile, están allí, en gu..
Frunció el ceño por el nombre, sin notar la sonrisilla divertida y la risa ahogada del polaco.
Argentina:Gru-grone-gruni-grunewo-
Alemania:Se pronuncia Grunewald.
Argentina dió un brinquito por el susto al igual que Polonia, ninguno había notado cuando Alemania despertó, mirando al latino con las mejillas infladas en un puchero.
Alemania:Es un bosque en el territorio de Berlín. El nombre no es difícil, que exagerados son.
Argentina:Lo siento.
Alemania:Claro. - miró a su pareja mientras frotaba uno de sus ojos - ¿Qué está pasando?.
Polonia:Bueno. - sonrió un poco al ver al alemán bostezar mientras aún frotaba su ojo, para él fue tierno - tendremos que ir a ese lugar.
El tricolor lo miró un momento, y después pasó su vista por los demás, mismos que lo miraban devuelta.
Alemania:¿Eh?.
Chile:Vamos, deja te bajo.
Le dijo al niño cuando la llamada terminó -y enviado la fotografía-, ya habiendo guardado el teléfono. Se puso de rodillas en el piso para dejar que ONU se bajara, y ya hecho eso, se volvió a levantar.
Chile:Bien. Ahora, debemos salir de aquí. Puede que estemos cerca de la ciudad, tan solo falta caminar y buscar. — miró al cielo — hay que intentar apresurarnos, se está haciendo de noche.
ONU:Si.
El chileno tomó la mano de ONU y comenzaron a caminar. Mientras tanto, el mayor de ambos miraba seguidamente hacia su alrededor, teniendo cuidado con cualquier cosa. Sabiendo que fueron mandados ahí por aquel que quería lastimar al niño, era preferible estar con la guardia alta.
Frunció los labios en una fina línea. No pudo evitar recordar el momento en que los encontró.
—:¡¡No!!.
Aquel agudo grito exaltó al chileno, quien había estado caminando por uno de los pasillos del tercer piso de la sede.
Prestó atención de inmediato. Ese grito era demasiado chillón como para ser de un adulto, o de una mujer con voz muy aguda. Podría decir que era similar a la voz de un niño pequeño...
Cuando entrelazó todo, sin pensarlo dos veces corrió hacia el sitio donde escuchó el grito.
Llegó a un pasillo perpendicular al cual se había encontrado, y observó en su interior. Cerca de la mitad del camino, estaba ONU, con uno de sus bracitos extendido en el aire mientras que con el otro lo sujetaba, resbalando sus pies por el suelo al estar dando pasos hacia atrás, pero algo tiraba de él hacia enfrente, sin poder ver qué era. Repetidas veces, gritaba las palabras y frases "no", "aléjate", "déjame en paz", "me lastimas", "ayúdenme".
"El asesino", fue lo primero que cruzó por la mente del sudamericano. Con un instinto protector activo gracias al momento, corrió lo más rápido que pudo hasta el niño, lo tomó por los hombros, y tiró de él hacia sí. Inmediatamente se dio media vuelta con la intención de correr lejos.
Pero en cuanto parpadeó, las blancas paredes de cerámica de la sede fueron sustituidas por lo que en el momento creyó largos pilares marrones y verdes, tropezando con algo que nunca vio, cayendo de bruces contra el suelo, abrazando al niño en forma de protección, golpeándose fuertemente la cabeza al no ser capaz de amortiguar.
Chile:Agh.
Se quejó por el dolor de la caída, habiendo cerrado los ojos por instinto. Al abrirlos, pudo cerciorarse de que realmente habían desaparecido de la sede.
Chile:Tsk.
Un sollozo lo hizo mirar entre sus brazos. ONU estaba abrazado a él, ocultando su carita en su pecho. Estaba temblando.
Chile:Hey.
Le dijo lo más suave que pudo, tomando una de sus pequeñas mejillas y haciendo que lo mire. Ahí logró ver las lágrimas que recorrían su rostro, al igual que su expresión de temor.
Estaba llorando. Tuvo miedo.
Chile:Hey tranquilo.
Lo abrazó otra vez, sintiendo las manitas de ONU arrugar su chaqueta, llorando e hipando con mucha más fuerza. El pacifista frunció sus ojitos, temblando a causa del llanto.
Tal y como un niño lo haría.
Chile:Aquí estoy... Aquí estoy.
Nunca había visto a ONU tan asustado en todo el tiempo que llevaba siendo un niño, y eso realmente lo preocupó.
Eso podría significar que empezaba a tener conciencia de toda la situación, causándole estrés y miedo constante.
Eso sería un problema. Si continuaba así, podría afectarle mentalmente, y si volvía a ser un adulto no sabrían cómo sería su vida a partir de entonces.
Necesitaban descubrir al asesino, y rápido.
Caminaron hasta que la noche llegó. El Country estaba algo frustrado porque poco a poco dejaban de tener luz natural a su alrededor, y seguían sin encontrar alguna pista o señal de que estuvieran cerca de la ciudad.
Chile:Maldita sea. — murmuró en su idioma natal esperando que el niño no le entendiera — ¿Realmente estamos tan perdidos como para no encontrar otra cosa que no sean plantas?.
Miró al cielo otra vez, ahora era oficialmente de noche. Chasqueó la lengua, molesto.
Chile:Si seguimos así parece que dormiremos al aire libre.
ONU:¿Como acampar?.
El mayor sonrió por la pregunta con aires inocentes del niño.
Chile:Si, como acampar. — lo miró un momento antes de ver al frente otra vez — ¿Ya has ido a acampar alguna vez?.
ONU:Nop.
Chile:¿Seguro?.
ONU:Sip. Mis hermanos ya han ido a acampar, pero yo no puedo.
Chile:¿Y porqué?.
ONU:Porque dicen que debo hacer cosas importantes, y que no debo distraerme.
Chile:... Entiendo.
Y guardaron silencio. Esa pequeña conversación puso varias preguntas en la mente del chileno. ¿Cuánto tiempo libre tiene ONU?, si tiene tiempo libre ¿Verdad?, ¿Qué es lo que hace para entretenerse?, ¿Desde niño le decían que era mucho más importante su trabajo que otra cosa?.
Chile:°Qué bonita infancia° pensó sarcástico.
Salió de sus pensamientos al escuchar un bostezo. Miró hacia abajo, ONU estaba frotando uno de sus ojitos.
Chile:¿Tienes sueño?.
ONU:Si.
Chile:Bueno, llevamos caminando horas. Me sorprende que no te duelan los pies. Ven.
Se detuvo y cargó al pequeño en brazos.
Chile:Duerme un poco, si llegamos a algún sitio te despierto.
ONU asintió. Se abrazó al cuello del Country, apoyó su cabeza en su hombro y cerró sus ojos, no tardando en quedarse dormido.
Chile rió un poco por lo lindo que se veía descansando. Lo acomodó bien de forma que no fuera a caer, y continuó.
Más tarde, los efectos del sueño comenzaron a aparecer en él también, haciéndolo bostezar y poco a poco sentirse más cansado.
Chile:Weon, ¿Porqué no puedo encontrar nada todavía?. — se preguntó prácticamente a sí mismo antes de volver a bostezar — creo que si tendré que parar y descansar un poco.
Detuvo su andar y miró alrededor en un intento de encontrar un buen sitio para por lo menos sentarse un rato. A unos cuantos metros había un árbol un tanto más grande y frondoso, la copa daba el aspecto de un techo, parecía una casita natural. Se le hizo muy curiosa la forma que había tomado, y también un buen lugar para recargar energías.
Caminó hacia el árbol y se sentó en la base, acomodando al aun dormido niño sobre sus piernas, y lo abrazó. ONU, entre sueños, se acurrucó contra el pecho del chileno, y con una de sus manitas tomó el dedo pulgar del mayor, quedando en esa posición.
Al ver eso, Chile sonrió enternecido y algo nostálgico. Esas pequeñas acciones le hacía recordar a cuando cuidaba a sus hijos, cuando eran niños. Recuerda cuando no podían dormir en las noches por cualquier cosa, e iban a dormir con él porque era donde se sentían más seguros. Esos eran unos de los mejores momentos que podía pasar con ellos. Lástima que mientras más crecían, menos necesitaban esa protección. Los que usualmente lo hacían, Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Ñuble, poco a poco crecían y dejaban de necesitar esa compañía nocturna.
No le molestaba o le enojaba, ni le entristecía, ¿Porqué debería?, sus hijos ahora son adultos capaces de cuidarse a sí mismos y de los niños que tienen bajo sus cuidados, sin importar el desastre, accidente, manifestación, nada, ellos podían. Y eso lo hacía realmente feliz.
Tan solo. Tener a un niño bajo su cuidado otra vez. Aunque sea por tan solo unas horas.. Se sentía bien.
Miró al pequeño, instintivamente acarició su cabecita, y le dio un besito en la frente. Por lo menos podía darle las buenas noches.
Volvió a mirar al estrellado cielo sobre ellos con su mente llena de todos aquellos pensamientos. Aunque pasados los minutos, sus ojos comenzaron a cerrarse involuntariamente, y no pudo evitar quedarse dormido.
Tomó una bocanada de aire, la más grande que sus pulmones le permitieran, y casi inmediatamente comenzó a toser desesperadamente.
Cuando finalmente pudo tranquilizarse, abrió los ojos, los cuales tenían unas cuantas lágrimas por el ataque de tos. No había tanta luz, pero aún así no pudo evitar fruncir el ceño por la que llegaba a su rostro.
Se sentó, su cuerpo se sentía entumido, como si no lo hubiera movido desde hace unas horas. En un intento de quitar esa sensación, comenzó a abrir y cerrar los puños, aunque al verse las manos, pudo notar que estaban llenas de tierra y suciedad.
Decidió mirar hacia el frente de una vez. A su alrededor habían árboles muy altos, la mayor parte del suelo tenía césped, el cielo era azul y completamente despejado, era un lugar muy hermoso.
Pero. ¿Dónde estaba?.
No recordaba estar en un lugar así. Lo último que recordaba era estar en un sitio lleno de nieve. Recuerda...
Por inercia, se tocó la frente, tan solo sintiendo su piel. ¿No debería sentir algo más?.
Miró a sus espaldas. Detrás tenía un gran árbol que le daba la sombra que tuvo desde que abrió los ojos. Al mirar a la base del tronco, pudo ver una cruz bien tallada en la madera, parecía como si fuera hecha hace poco, pero era demasiado profunda como para serlo. Más bien, era como si la hubieran recalcado para que se siguiera notando su forma.
Volvió a mirar hacia el frente, intentando ver si había alguna persona por ahí. Preguntó un "hola" que nunca fue respondido, verificando que estaba desolado.
Se pudo se pie. Sus piernas dolían, también temblaban. ¿Cuánto tiempo estuvo sin moverse?. Todo era tan extraño.
Con las intenciones de investigar el lugar, comenzó a dar pasos temblorosos, y caminar sin destino alguno.
Chile despertó al sentir repetidos toques en su mejilla, haciéndolo soltar un pequeño quejido.
—:Buenos días.
Se removió un poco en su lugar, y sin ver, se estiró mientras soltaba un bostezo, llevando sus manos a sus ojos y frotarlos en un intento de desperezarse. Ya todo eso hecho, abrió los párpados, encontrándose primeramente con ONU, ya despierto.
Chile:Buenos días — le respondió el saludo.
Se enderezó, colocando sus manos en su espalda, arqueándola, escuchando sus huesos tronar. Le dolía un poco por dormir sentado.
Chile:¿Llevas mucho despierto?.
ONU:Cerca de unos 10 minutos.
Chile:Claro. — lo miró, e inmediatamente logró reconocer algo distinto — creciste.
ONU:¿Uh?.
En efecto, ONU ahora era más grande, la diferencia de su altura era notoria, la ropa le quedaba ajustada y corta, también hablaba más rápido y fluido, con más vocabulario también. Chile podría decir que ahora tendría el aspecto de un niño de alrededor de 8 años, mientras que la noche anterior tenía el de uno de 5.
Chile:Creciste mucho.
ONU:Claro. — se miró a sí mismo, bajando un poco la camisa que tenía puesta, ahora podía ver un poco de su estómago — supongo que por eso yo. Entiendo un poco más la situación.
Chile:¿Situación de-
ONU:¿De que quieren matarme?. Si.
Chile:...
ONU:No se preocupe, estoy bien. O bueno.. En lo que cabe.
Chile:Claro.
Callaron, creando un silencio incómodo.
Chile:Bueno. Creo que es mejor seguir y encontrar la salida a la ciudad.
ONU:Si.
Se levantaron, se limpiaron la ropa, y empezaron a caminar.
ONU:Los zapatos me lastiman — le dijo al chileno, deteniéndose y sacándose un poco uno de los zapatos con dificultad. Debajo de la parte visible del tobillo se podía ver una línea roja muy marcada, la costura del zapato.
Chile:Si, me lo imagino, ahora deberías ser una talla mas grande.
Se agachó y tomó su pie para ver la marca, el pacifista se sostuvo del hombro del contrario para no caer.
Chile:Pero si caminas descalzo podrías lastimarte más por el camino. Mmm. — pensó, una idea rápida llegó a su mente momentos después, levantándose — ven, voy a cargarte.
Se dio la vuelta y se volvió a agachar un poco para que ONU se subiera a su espalda a caballito. Ya hecho eso y asegurándose de que ambos estaban bien -además de que ONU se volviera a acomodar con cuidado el zapato-, volvió a caminar.
Chile:Entonces. — habló después de un rato de silencio — ahora... Entiendes más todo lo que pasa.
ONU:Me temo que si, sé un poco más y, también recuerdo todo.
Chile:¿Todo? ¿Incluso de antes de ser un niño?.
ONU:Si.
Chile suspiró, eso era bueno.
ONU:Sé que terminé en esta forma gracias a usted.
Chile:¡Fue un accidente!.
ONU:Eso espero.
El Country rió algo nervioso, haciendo también reír al pacifista.
ONU:Aunque. — la pequeña sonrisa que tenía se borró — eso significa que, también recuerdo lo que ha pasado desde que estoy.. Así.
Chile:¿Desde el comienzo?.
ONU:Si. Desde que me convertí un niño, lo del hijo del señor México, terminar en el desierto, pasarla con la señorita Rusia, quedar atrapado en la ciudad desolada con radiación. Todo lo que ocurrió ayer.
El sudamericano guardaba silencio.
ONU:Que mis hermanas estén muertas. Que la señorita Austria también lo esté. Que el Señor India hubiera estado tan cerca de morir... Y todo por... Por mi.
Chile:... Esto... Nada de esto es culpa tuya.
ONU:Por supuesto que lo es.
Se aferró con un poco más de fuerza al cuello del chileno.
ONU:Todo comenzó porque probablemente hice algo que nunca debí haber hecho. Hice enojar a alguien y ni siquiera sé porqué, pero es algo que tiene que ver conmigo, ¿Qué tienen que ver todos ustedes? ¿Qué tienen que ver mis hermanos?.
Chile no tuvo palabras para responder.
ONU:Todos están perjudicados por mi culpa.
Escondió su rostro en cuello del mayor.
ONU:Todos pueden morir. Yo no quiero que mueran.
Una de sus manos se aferró a la chaqueta del país, arrugándola.
ONU:No quiero que los lastimen. No quiero que me lastimen.
Chile:...
ONU:No quiero morir.
Y calló.
Chile no sabía muy bien qué decirle para animarlo, pues él tampoco sabía cómo responder a alguna de las preguntas que había hecho hace unos momentos. Realmente se notaba que todo le estaba afectando demasiado, tal como había previsto él mismo.
Lo mejor por ahora era decir y tener esperanza de que se encontraría a quien estaba causando tanto alboroto. De ahí si querían y debían saber las intenciones de todo, bien.
Abrió la boca para hablar, querer decirle que todo estaría bien, que todos estarían a salvo.
Sin embargo, nunca pudo decir lo que realmente quiso.
Chile:¡No!.
Hizo que ONU soltara su cuello, quitado cualquier agarre entre ambos cuerpos, e hizo que cayera al suelo de sentón.
ONU:¡Gagh!.
Soltó agudamente por el impacto, sin lograr amortiguar por completo el golpe, cerrando los ojos por reflejo.
Escuchó un grito momentos después de caer, después un sonido muy fuerte de algo impactando contra algo más, haciéndolo abrir los párpados y mirar hacia el sitio donde escuchó aquel último ruido.
A lo lejos, estaba el chileno inmóvil en el suelo.
ONU:¡¡Chile!!.
Se levantó lo más rápido que pudo e intentó acercarse, pero algo golpeó el suelo durante su camino, haciéndolo detenerse y mirar en shock.
Frente a él había una extraña y enorme extremidad, parecía un tentáculo, como los de los pulpos, a excepción de que no tenía ventosas y era completamente liso, de color negro, y no podía ver de dónde provenía exactamente.
Casi al instante llegó a su mente que eso debería ser el poder de algún Country.
El Country que lo quiere matar.
El pánico lo invadió, dio media vuelta, y comenzó a correr en la dirección opuesta a donde aquel extraño tentáculo era visible.
Lo más rápido que podía, avanzaba entre los árboles, escuchando las hojas secas ser aplastadas por sus propios pies, sincronizando el sonido al de su agitada respiración. Los zapatos le lastimaban con cada paso que daba, podía sentir como se creaban raspones en sus talones y justo por debajo de sus tobillos por la fricción, pero no tenía pensado detenerse, por lo menos aún no.
Tenia mucho miedo.
No quería morir y resucitar sin ser capaz de recordar su vida. No quería olvidar nada. No quería morir en primera que nada.
¿Porqué querían matarlo?. De tantas cosas que ha hecho en sus más de 70 años de vida, ¿Qué creó tanto odio en alguien como para que quieran asesinarlo?. No encontraba nada, ni siquiera en lo más antiguo que lograra recordar.
Una roca de mediano tamaño lo sacó de sus pensamientos al hacerlo tropezar y caer de cara al suelo, raspando sus manos con las piedritas y la tierra al querer amortiguar.
Se quedó en el suelo, lo mas quieto que pudo, en un intento de escuchar si había alguien cerca o no. Por suerte sus ropas de colores marrones le ayudaron a esconderse un poco, aunque le preocupaba su color de piel azulino por el contraste contra todo lo demás.
Aguantó la respiración -con un poco de dificultad por lo agitada que era- en un apoyo para sus intenciones anteriores. Al parecer no había nadie cerca.
Eso lo hizo tranquilizarse por lo menos un poco. Lentamente, apoyó las manos en el piso, e intentó levantarse.
Lo cual no pudo voluntariamente.
Fue encontrado. Aquel extraño tentáculo tomó una de sus piernas y comenzó a arrastrarlo hacia atrás. Inmediatamente entró en pánico.
ONU:¡¡No!! ¡¡Suéltame!!.
Rasguñaba el terroso suelo con las manos en su desesperación por alejarse, pero solo terminaba con tierra entre las uñas y heridas en las yemas de los dedos, aún siendo jalado hacia donde el asesino quería.
ONU:¡¡Déjame ir!!.
En un momento inesperado, fue tirado hacia atrás como mucha más fuerza. Sintió cómo dejaba de estar en el suelo y flotaba en el aire, de cabeza, hasta que lo arrojaron hacia atrás, golpeando de lleno contra el tronco de un árbol.
El impacto de su cuerpo contra la sólida superficie cortó su respiración, ahogándolo, haciéndolo escupir sangre. Aquella oscura extremidad lo tomó del cuello antes de caer al piso, y apretó, ahorcándolo.
Lágrimas comenzaron a aparecer en sus ojos, con sus manos intentó mover aquello de su cuello, intentaba volver a respirar, sus pies pateaban el árbol intentando alejarse pero sólo arrancaban pedazos de corteza. La desesperación era tanta que no la podía ni medir.
Estaba aterrado. Las lágrimas no tardaron en caer de sus ojos, mojando sus mejillas.
Y comenzó a llorar.
ONU:¿Qué quieres de mi?.
Fue lo único que pudo soltar en medio de un susurro con el oxígeno que se agotaba a una velocidad demasiado rápida.
¿En verdad aquella persona lo lograría?. ¿Moriría?. ¿Justo ahí? ¿Ahí terminaba todo?. ¿Ni siquiera pudo saber porqué?.
Su vista se comenzó a nublar, síntoma del próximo desmayo que tendría si continuaba sin recibir aire en su sistema. Empezaba a realmente caer en la cuenta de que lo estaban matando justo ahí.
Aunque, mientras aún estaba en sus cinco sentidos, sintió un pequeño aire justo a su lado, en su oído derecho.
Una respiración. Y una voz.
—:Wǒ yě cúnzài.
¿Qué quería decir eso?. ¿Qué idioma era?. ¿Le estaba diciendo la razón de todo eso?.
Lo podría saber luego.
Con las fuerzas que le quedaban, dio una patada lo más fuerte que pudo a su costado derecho. Si la voz estuvo de ese lado, significaba que la persona también.
Acertó.
Su pie golpeó contra algo que nunca pudo ver, debió ser el asesino. Su pequeña teoría momentánea se comprobó cuando escuchó un quejido, y fue soltado por el tentáculo, cayendo de bruces al suelo.
No esperó ni un minuto más, y tomó impulso para comenzar a correr. Lo malo fue que, por estar recuperando el oxígeno, no pudo correr mucho.
Fue atrapado otra vez, ahora lo sostuvo por el estómago, elevándolo unos dos metros.
ONU:¡¡No!!.
Se escuchó un sonido de impacto, como un disparo.
—:¡¡Agh!!.
Fue soltado otra vez, cayendo al suelo por lo que creía era la tercera o cuarta vez. Miró hacia atrás, y lo primero que vio fue a alguien más en la escena.
Una mujer había aparecido, dándole la espalda. En su mano tenía una pistola, con la cual disparaba repetidas veces contra aquella extremidad que había querido ahorcarlo hace tan solo unos minutos.
Se arrastró hasta apoyarse en el árbol más cercano, aún observando todo lo que estaba pasando. Ella lo estaba salvando.
Pero. Ella no era normal. Su color de piel no era como el de las personas comunes, oh, por supuesto que no. Nadie normal tenía la piel roja.
Ella era una Country.
Pero, ¿Quién?. Habían tantas países con ese color de piel, Turquía, Vietnam, Kirguistán. Pero, todas estaban a millones de kilómetros de donde él estaba.
Un último disparo y aquel extraño tentáculo finalmente se fue. Todo quedó en silencio cuando ya no hubo movimiento atacante alguno.
La mujer le siguió dando la espalda, mirando alrededor. El pequeño pacifista se mantuvo quieto, mirándola. Aunque. Suponía que sería bueno agradecerle, si es que no lo atacaba a él.
ONU:Um.
Ella se detuvo, prestándole atención.
ONU:Gracias por.. Salvarme.
La Country no lo miró. La pudo ver ladear la cabeza, no sabía porqué lo había hecho.
Finalmente después de alrededor de un minuto, se dio la vuelta para verlo a la cara...
Oh.
—:¿Bist du in Ordnung?.
ONU:...
—:Äh ... ¿Hallo?.
ONU:... Fuck.
Curiosidades, headcanons y aclaraciones
-Grunewald es un bosque de Alemania ubicado al oeste de Berlín. Con una extensión de 3.000 hectáreas, es la zona más verde de la capital alemana.
Actualmente, es reconocido por ser el lugar donde se filmaron escenas para la serie alemana de Netflix, Dark.
-Chile adora pasarla con sus hijos, con todos.
Pero en los últimos años no ha logrado estar mucho tiempo con ellos por lo ocupados que suelen estar, incluyéndose a él mismo.
_Dany_
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