Un encuentro inusual.
-¡Ahh por favor no me haga daño, soy inofensiva!-comentó aquella criatura aterrada al ver a la humana estar cerca de su escondite.
-Vaya nunca me habia encontrado algo semejante a ti!-por alguna razón le recordó algo que vió en un documental y le causó curiosidad- ¿Estas perdida?.
-¿N-no me tiene miedo?-lentamente bajó sus manos y levantó levemente la mirada al verla tan tranquila.
-¿Porque debería de temerle a algo adorablemente extraño?-se puso de cuclillas para estar a su nivel. Miraba aquel ser de escamas brillantes que se encontraba muy triste y eso le partía el corazón. Deseaba conocerla más.
-Es que desde que llegué a este reino después de vivir un tormento en la tierra de los demonios me han tratado con miedo y repulsión. Los seres de por aquí son muy hostiles.
-Yo soy diferente pequeña ¿cual es tu nombre?-esbozó una sonrisa y eso hizo que dejara de estremecerse del miedo.
-Epsilon, ese es el nombre que me puso mi creador y este grillete es lo que me identificaba de los demás-suspiró de tristeza-desde el día en que nací fui llamada de esa manera y me daba mucho terror cuando alzaban la voz al pronunciarlo.
-¿Epsilon? mmm creo que es el nombre de una letra griega creo recordar-le pareció extraño que existiera aquel idioma en su mundo pero aún necesitaba saber más sobre ella-¿Como fue que llegaste aquí?.
-Mis hermanos y hermanas tenían nombres así. Gamma y Beta me ayudaron a escapar de mi celda pero ellos no pudieron seguirme el paso al ser atacados por soldados del Emperador. Con todas mis fuerzas fui andando sin dirección hasta que una luz me cegó. Cuando mi vista volvió estaba en este extraño y ruidoso sitio. Avancé con todas mis fuerzas hasta llegar a este bosque para descansar ya que me sentía muy agotada.
-¡Eso es terrible pequeña!-exclamó aún no podía creer que algo tan perverso le haya pasado a alguien tan joven.-Yo se como te sientes Epsilon, es duro perder a un ser amado.
-¿Qué le pasó señora?-dijo curiosa, ella deseaba saber más.
-Es algo duro de explicar pero como tu ya te abriste y sinceraste te lo voy a contar. Hace mucho tiempo tenia una hija. Su nombre era Lucía. Ella solía meterse en problemas en la escuela y fuera de esta. Un día...-los recuerdos comenzaron a bombardeala abrumandola y rompiéndo en llanto.
-Por favor no llore...-se acercó y le puso una pata en su hombro para que se tranquilizara. Vió como la miró sorprendida con ese gesto. Aterrada retrocedió un poco pero por dentro estaba feliz de que dejara de llorar aunque aun se sentía esa aura de melancolía.
-Discúlpame pero me pongo sentimental cuando cuento esto-usó su brazo para secar sus lágrimas -es solo que ella ya no volvió nunca a casa. Es como si la tierra se la hubiera tragado. Desde ese momento algo en mí cambió, por alguna razón trato de imitar como era, eso a mi ex esposo no le agradó, ahora vivo sola-suspiró de tristeza.
-Ya no estará sola señora-la humana abrió sus ojos de la sorpresa, no esperaba tales palabras-quiero decir que si me acepta puedo vivir a su lado. Por alguna razón siento que nos necesitamos mutuamente. ¿Qué dice?.
-¿Vivir contigo?, me gustaría pero creo que eso podría meterme en problemas con tu apariencia pequeña.
-Oh no se preocupe por eso señora, mi especie es experta en cambiar de forma aunque necesito magia para mantenerla.
-¿Un reptil transformador? vaya que cosa más interesante me he encontrado hoy-soltó una risita.
-Soy una basilisco señora y estoy orgullosa de serlo.
-Llámame Carolina-sonrió.
-Esta bien seño- quiero decir Carolina-repitió la acción de la mayor.
-Ahora vamos que está empezando a helar. Pero primero deberás transformarte en algo que no hay que llamar la atención de algún curioso.
-Gracias por aceptar mi propuesta Carolina-dijo alegre.
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Después de aquel encuentro juré ser aquella hija que el destino le arrebató. Aunque anteriormente ya la había visto por el reino de los demonios liderando una redada en contra del Emperador junto a brujas salvajes. Pero no creo que sea conveniente decirle eso a la que es ahora mi madre, no deseo sembrarle algún tipo de esperanza por volver a ver a Lucia la humana. No deseo que regrese aquella tristeza que tanto la agobiaba. Por ahora mantendré mi secreto.
Nota de la autora:
Desde ayer se me ocurrió hacer la versión Beta de Vee y hoy intenté hacer la de Camila. Al momento de publicar un avance de un dibujo que tengo como portada se me ocurrió esta historia de repente. Espero les guste.
Les dejo un dibujo de Vee Beta.
Antes de que se me olvidara. Epsilon es la quinta letra del alfabeto griego, hoy lo descubrí jaja.
Saludos a todos.
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