Las chicas estuvieron por horas buscando información pero no encontraron mucha información. Decepcionadas las jóvenes tuvieron la idea de ir a la Tierra de inmediato ya que su búsqueda había sido un fracaso y Luz estaba más inquieta que nunca. Al llegar pusieron en contexto a todos en la casa búho. Luz abrió el portal al instante. Decidió ir con Amity ya que se encontraba nerviosa al cruzarlo. Hooty se quedó en la puerta y King se colocó dentro del cabello de Eda por seguridad. Todos cruzaron en ese brillante portal. Al pasar vieron el lugar destruido. King dió un brinco y comenzó a olisquear por todo el lugar como si de un perro se tratase. Amity leía las notas que se encontraba en el suelo, estaba curiosa por saber de todas aquellas noticias humanas. Eda frotaba sus manos al encontrar un joyero que no había visto antes mientras revisaba el lugar y lo metió en su frondosa cabellera.

-¡Chicos recuerden porque están aquí!-gritó molesta al ver a todos distraídos-tenemos que ir a mi casa en este instante, mi madre aun está con esta cosa.

-Yo, lo siento Luz-dijo apenada la bruja de ojos dorados.

-Si, tienes razón Luz, me dejé llevar por esos singulares olores que hay por todo el lugar-dijo apenado King al volver donde estaba la humana.

-Bueno niños despues de este detallado he pensado en un plan. Primero tenemos que pasar desapercibidos. Tu niña peliverde usa tu capucha de tu uniforme para tapar tus orejas-señaló a la bruja de cabellos mentolados y lo hizo de inmediato luego tomó a King desprevenido quien se quejaba por la forma en como lo agarrado y le puso una peluca de payaso para ocultar sus cuernos-tu actuarás como un animal de por aquí por lo que no hablaras y caminarás siempre en cuatro patas y si alguien pregunta por lo que tienes en tu cabeza diré que te protege del frío.

-Me niego a usar esta cosa-tomó el accesorio y lo arrojó al suelo con furia-un rey no debe usar cosas que lo hacen ver ridículo.

-Es eso o que te vista de bebé-sacó un gorrito de su cabello haciendo que chillara asustado y volvió a colocarse la peluca hasta ocultar sus cuernos.

-Vaya Eda si que estás bien preparadapara esta situación-habló con asombro.

-Niña he vivido aquí por muchos años y se como funcionan cosas de tu mundo-se colocó una pañueleta ocultando sus picudas orejas y sacó algo más-ahora faltas tu Luz, como tienes una doble debes usar otra ropa y que mejor que la de Hexside, por suerte la traje. Puedes ir a cambiarte en la casa búho o en alguna habitación de esta casa porque no creo que la chica Blight soporte verte hacerlo aquí -soltó una risa al ver la reacción de la brujita.

La pequeña humana dudó de las palabras ya que ha hecho cosas inusuales con cosas cotidianas de su mundo como usar una bañera como bote o vender desodorantes en barra como si fueran dulces pero aún así confiaba en lo que sea que esté planeando. Sin más tiempo que perder buscó una habitación y se puso el uniforme. Al volver le entregó sus prendas y las guardó en su cabellera. Los cuatro salieron de la casa minutos después asegurándose antes que ningún curioso estuviera cerca.

Luz condujo a todos por la vereda semi oscura por el anochecer y porque las farolas fallaban un poco. Amity miraba todo y le preguntaba a Luz cada cosa que veía y ella le respondía amablemente. A Eda le pareció cursi su interacción de las jóvenes y prefirió vigilar a King de que no hiciera algo estúpido.

-¡Allí es!-señaló una pequeña casa blanca con tejado color azul y detalles de otros colores que se distinguía un poco.

-Tu hogar es muy pequeño-soltó sinceramente Amity-p-pero es muy bonito-dijo avergonzada tratando de reparar lo que había dicho ya que lo consideró como una falta de respeto de su parte.

-¿Tu crees Amity?. Sinceramente es una casa como las demás pero agradezco que lo veas de esa manera.

Las chicas se miraron y sus mejillas quedaron coloradas. Eda le pareció tierno pero no era el momento para ponerse así por lo que decidió llamarles la atención.

-Si ya terminaron con su romance niñas atolondradas vamos a ver como viven ellas dos, que tengo curiosidad.

-Eda tiene razón vamos a terminar con todo esto que me estoy perdiendo de mi novela favorita-habló cansado el pequeño demonio quien poco después recibió una patada de Eda por lo que había hecho.

Silenciosamente se escabulleron hacia el interior del patio. Se escuchaba el ruido del televisor y risas de la mayor. Luz sabía que veían su programa favorito por como estaba su madre. Desafortunadamente no había rastro de su doble, algo extraño dada la hora.

Luz aprovechó para acercarse a una ventana para ver a su madre quien se encontraba divertida. En eso el timbre se escuchó. Camila no se mostraba sorprendida ante este hecho sino feliz al ver que la doble había llegado con una gran mochila. Luz estaba al pendiente y les hizo una ademán para que vinieran a ver.

-Mija ya volviste de la práctica escolar, bienvenida cariño-se levantó y le dió muchos besos y un abrazo.

-Si y me alegro de que haya acabado, me siento muy cansada. La práctica de teatro es tediosa pero me satisface que todos alaben mi creatividad al momento de interpretar los papeles que me dan. Los chicos dicen que tengo un don para camuflarme y que parezco alguien distinto cuando porto los disfraces-soltó una risilla.

-Y yo creo lo mismo, lo haces muy bien mija que enserio pareces alguien más cuando estás en tu papel-esbozó una sonrisa-ahora vamos a cenar pizza, discúlpame si no hice nada hoy pero tuve cirugías y varias consultas por lo que terminé agotada.

-No te preocupes mamá lo entiendo. Y me muero de hambre, espero que sea mi favorita-chilló de la felicidad.

-Claro que si Luz-le revolvió la cabellera-vamos que se enfría.

Ambas se fueron al comedor y se fueron del campo de la visión de todos. Luz se sentía muy triste. Su madre le hacía cosas agradables a un ser desconocido. Se separó de la ventana y comenzó a irse del lugar. Todos se percataron de ello y fueron a seguirla.

-¡Luz esperamos!-gritaba Amity quien se encontraba a unos metros de ella. Ella le hizo caso y se detuvo pero no volteó la mirada.

-Niña yo se que fue duro ver esa escena pero lo vamos a solucionar.

-¿Para qué hacerlo? ella es feliz-su voz comenzó a quebrarse-mi mamá jamás me extrañó y ahora tiene una hija ejemplar ¡No me necesita!.

Las lágrimas brotaron como cataratas inundando aquellos ojos de chocolate que solían estar alegres todo el tiempo. Quería huir pero estaba congelada. Sintió la presencia de sus acompañantes y fue rodeada por sus brazos. Ahora todos lloraban con ella en silencio en la oscuridad.