Hogar.

Había mucho bullicio en la casa de las Noceda. Los peatones que pasaban miraban de reojo el lugar y continuaban su camino.

-Pero mamá-suplicaba Luz.

-Sin peros jovencita, tu te quedarás a mi lado-jaló a la pequeña con brusquedad y la puso a su lado, intentando protegerla de la que consideraba intrusa.

-Escuche, ella estará bien conmigo en mi mundo-dijo la dama búho algo alterada-ademas ¿usted que sabe sobre cuidarla?.

-¡Ella es mi hija y yo se que es lo mejor para ella!-levantó la voz asustando un poco a Luz quien comenzaba a temblar.

-¡Si claro!-comenzó a burlarse-mi niña humana ha sufrido demasiado en este mundo tan cruel, la han tratado de cambiar a su antojo, no sabe lo angustiada que se encontraba cuando intentaba decirle en donde estaba realmente-comenzaba a quebrarse la voz y sus ojos empezaban a asomarse unas lagrimas- ella me recuerda a mi cuando tenía su edad y no quiero que sufra como yo. Mirela ahora, esta temblando.

Camila no sabía que responder. Pensaba que hacía lo correcto al mandarla a ese campamento que le habían recomendado por el director de la escuela. Se acercó a su pequeña y la abrazó. Comenzó a llorar y a pedir perdón a Luz y se quedó unos momentos junto a ella. Eda les dio espacio y salió de la pequeña casa. Al poco rato sintió una mano en su hombro, era la madre de la humana.

-Estuve platicando con Luz y llegamos a un acuerdo de que si en un mes no se llegara a acoplar en la Tierra, la dejaría vivir contigo, aunque no estoy muy convencida de todo esto pero solo deseo que mi hija sea muy feliz.

-Y lo será aunque si quieres igual puedes vivir allá-sonrió.

-Oh no, mi vida se encuentra aquí, quizás las visitaría en los fines de semana o en vacaciones. No quiero abandonarla.

-Lamento decir que no eras una buena madre, es solo que me encariñé con la pequeña y como siempre digo los raros hay que apoyarnos.

A Camila le pareció curiosa la frase. Quizás ella igual pertenecería con ellos, ya que ninguna madre dejaría a su retoño con una extraña mujer pero ella vio que no era mala solo incomprendida como Luz y comenzaba a agradarle. Luz salió para acompañarlas, ahora todo estaba tranquilo y lleno de paz.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top