Y nuevamente estoy aquí, encerrada en mi habitación. En este silencioso lugar me siento sola aunque le veo lo positivo, puedo plasmar mis ideas y pensamientos sin interrupciones.

Pero hacer eso todo el tiempo es aburrido ¿no es así?. Alguna veces aunque lo disfrutaba ya que no tenía amigos con quien charlar y los únicos que tenía cerca fueron aquellas amistades impuestas por mis padres, mis hermanos molestos, quienes a base de bromas quieren entrometerce en mi vida y mis padres quienes con una actitud frígida me tratan.

Pero todo eso cambió cuando conocí a Luz la humana quien vino por accidente en las Islas Hirvientes. Ella poco a poco fue ganándose mi confianza y admiración a tal grado que ahora me encuentro aquí por ella.

Ahora se preguntaran ¿de qué estás hablando Amity?, eso es lo que les contaré.

Por estar cerca de Luz y sus amigos me aparté de Boscha y las demás. También descuidé mis estudios por pasarla bien en la casa Búho. Ellos se enteraron e intentaron limitarme pero no contaban con que yo, su pequeña hija a quien dominaron durante muchos años, ahora pueda defenderse, claro que no con magia ya que ellos son brujos poderosos y yo tengo cosas por aprender.

Me encaré con ellos y les dije todo lo que tenía guardado en mi alma. Obviamente eso no les gustó y terminaron encerrandome.

*Suena el seguro de la puerta alertando a la menor*

-¡Psst Mittens, sal ahora que no están!-susurró mi hermano mayor.

-Aqui tengo una mochila, Edric y yo haremos una ilusión de ti así que ve con la humana-siguió mi hermana mayor.

Les hice caso y salí huyendo de ese lugar. Me dijeron que no se preocuparan por mí, que ellos dirían que no me vieron o inventarían una excusa mejor. A veces me alegro que mis hermanos sean entrometidos, me salvan de muchos líos.

Ahora viviré allí. Ya no quiero estar en ese infierno nunca más. Aún siento lástima por mis hermanos quienes se quedaron allí pero se que algún día igual lo harán.