La pequeña Luz decidió preparar unos chocolates para su novia espectacular.

Usó ingredientes muy raros pero procuró que no estuvieran muy caros.

Se la pasó todo el día en la cocina pensando si a su novia las cosas dulces le fascinan.

Alegre y exhausta la muchacha acabó ahora era momento de limpiar cantando una extraña canción.

A mi novia linda le daré chocolates que yo misma realicé, solo espero que le agrade mis golosinas y llenarla de besos hasta el medio día.

Después de limpiar se preparó a dormir porque mañana a la escuela temprano debía de ir.

Al día siguiente apresurada se preparó y sus dulces cuidadosamente en una cajita metió.

King y Eda les parecía extraño su actuar pero mejor pensaron que era mejor dejarlo pasar.

Contenta pensaba en su expresión de felicidad es lo que anhelaba ver de verdad.

Llegó minutos después a su institución, allí estaba amity tranquila sin esperar lo que ocurriría a continuación.

Emocionada corrió hacia ella, su diosa amada pelimenta.

Chilló asustada al sentir a Luz tiernamente abrazarla, le correspondió el afecto pero aún confundida estaba al verla tan temprano entusiasmada.

Le preguntó porque estaba así y ella sacó una cajita color gris.

Es chocolate, dijo la humana, espero que te gusten que empecé ayer por la mañana.

Tomó una pieza de chocolate, con detenimiento lo observó, a penas se notaba que tenía forma de corazón.

Después de un rato a su boca lo metió, tardó unos minutos en sentir aquel dulce sabor.

Dulce postre hecho con manos divinas, pensaba a cada rato cuando a las piezas se los comía a mordidas.

Luz a Amity tranquilamente observaba como los chocolates poco a poco se acababa.

La peliverde al terminar una sonrisa mostró, cubierta del chocolate quedó.

Amity avergonzada se quedó  al ver el desastre que ocasionó.

En ese instante ambas murieron de la risa  pero horas después Amity se encontraba quejandose en la enfermería.