-Así que vienes a ver a la humana ¿no es así?....-miraba con desconfianza a la invitada.

-S-si, quedamos en hacer una tarea de abominaciones-respondió nerviosa.

-Hmmm, ya veo. Te mantendré vigilada mientras Luz vuelva con Eda, no confío en ti desde que sucedió aquella tragedia-continuó hablando el pequeño demonio.

-¿Tragedia?-preguntó-No se de que hablas.

-Ah, ya no te acuerdas....bien te refrescaré la memoria...fue aquel día de la convención, cuando la retaste a un duelo de brujas con esa actitud tan arrogante.

-¿Huh?....ese día me comporté mal con Luz-su expresión cambió a tristeza mientras recordaba-ese trato, la manera en como la traté con tal de ser superior a ella, no fue nada lindo y me arrepiento de eso; pero yo no te hice nada malo.

-¡¿Segura que no recuerdas lo que me hiciste?!-gritó molesto señalandola con el dedo mientras ella se mostraba sorprendida-¡TU APLASTASTE MI OFRENDA...MI DELICIOSO CUPCAKE!.

-¿Tu cupcake?-preguntó confundida.

-¡SI¡, ese delicioso manjar, con tan buena pinta...destruido por tus finas botas-comenzó a llorar.

-Yo...lo siento King. No sabía que ese cupcake era tan importante para ti.

King no se esperó que Amity le diera un abrazo, por alguna razón su enojo hacia ella se discipó. Al separarse ambos se dedicaron una sonrisa.

-Te daré una docena cuando vuelva otra vez, los comeremos junto con Luz.

-Eso me parece increíble y acepto tus disculpas.

Al llegar la humana vio como Amity y King se encontraban tranquilos sonriendo el uno al otro, confundida pero feliz al ver esa escena.