Quería sorprenderlos a todos en Hexside como siempre, esforzándome por ser la mejor.

Crear el abominable perfecto. Uno que fuera listo y fuerte ese era mi propósito.

Pero todo salió mal con el hechizo que utilicé. Quizás era algo avanzado para mi pero ya era tarde para lamentarlo.

Agonicé de dolor cuando sentía que el abominable se mezclaba en mi ser. Sentía esa masa viscosa recorriendo mis entrañas dejándome una apariencia horrorosa.

Tuve que huir del bosque por el temor de que me vieran en esta penosa condición. Vagué hasta llegar al centro, bueno eso pensé cuando vi a ese molesto búho quien notó mi presencia.

Asustada corrí lo más que pude pero no contaba con que me resbalara con mi propia baba y cayera al suelo, llenandome de hojas y ramas, que mala jugada.

El ya se encontraba frente a mi y estaba hablando de tonterías. Molesta por ello sentí como mi cuerpo crecía y cambiaba de forma. Le lanzaba grandes cantidades de mi pegajoso ser pero lo esquivaba como si de un juego se tratase.

Furiosa y sonando lo más amenazante posible, gracias a que mi voz se hizo grave lo logré tomando por sorpresa, le dije que no dijera nada a nadie que me había visto porque sino le iría mal.

Me di la media vuelta alejándome de ese lugar. Ya más calmada mi cuerpo volvió a lo que ahora iba a ser lo normal. Me hice un ovillo y comencé a llorar amargamente.

Horas después escuché que alguien me llamaba. Sigilosamente me acerqué y observé donde venía el sonido. Era Luz.

Como pude traté de cambiar mi apariencia para que no se diera cuenta que era a quien buscaba.

Sin querer había pisado una rama haciendo ruido delatando mi ubicación, ella se volteó hacia donde estaba. Nuestras miradas se cruzaron. Ella se acercaba lentamente mientras que yo lanzaba gruñidos y retrocedía a la misma velocidad.

Afortunadamente vino ese pájaro tubo y comenzó a molestarla lo que me dió oportunidad de escapar.

Años ha pasado desde ese encuentro. Por momentos visito la casa Búho desde lejos. La veo entrenar su magia junto a Eda,Willow, Gus y mis hermanos. Me da mucha felicidad que estén bien pero a la vez mucha tristeza que no sepan como me siento y que los extraño.

Cuando Luz se enteró de que posiblemente haya muerto quedó devastada. Ella juraba que estaba viva y a salvo lo cual es cierto y que no descansaría hasta encontrarme lo cual no quiero que pase nunca, con el dolor de mi corazón, no quiero que me vea así.

Ahora soy una criatura salvaje en este bosque, mi hogar. Desde ese día fatídico nació Abomity, un espíritu libre pero protector de quien lo necesite pero principalmente a mis seres queridos aunque desafortunadamente ellos no sepan que soy yo, Amity Blight.