Chae HyungWon, ¡Me Gustas!
- ¡Fue increíble! La manera en que Zoro usó el Haoshoku Haki fue increíble ¿No lo crees, cariño? - Hyungwon dejó de escribir en su computadora para ver hacia el hombre musculoso que permanecía tendido en su cama, el mismo tenía el cabello color violeta y su cuerpo esbelto era cubierto por las sábanas blancas.
- Jum, sí... - Volvió a su computadora intentando concentrarse, sus ojos enfocaban las palabras en la pantalla sin obtener de ellas un significado real y algunas letras se habían plasmado al azar una vez se centró en ver la figura del que era su novio; sin darse cuenta su mano presionó el teclado con insistencia hasta obtener algo sin sentido.
7 años enteros habían pasado desde que sostenían una hermosa relación, y muy contrario a ello, los primeros meses fueron difíciles debido a su condición e imposibilidad de expresar sus sentimientos tan abiertamente; totalmente opuesto a Hoseok, Hyungwon era mucho más reservado, sereno y consciente, pero desde hace un tiempo no sabía qué era lo que le sucedía exactamente.
Era difícil de sobrellevar ya.
Desde que el sol se asomaba hasta que se escondía, Hyungwon no paraba de desear estar junto a ese tren en descarrilamiento, incluso cuando su trabajo se había vuelto pesado, aunque los día eran estresantes en el bufete de abogados, y sin importar que Hoseok como médico también tuviera sus deberes que lo mantenían demasiado ocupado, sin importar nada, Hyungwon no podía evitar desear tenerlo entre sus brazos, cerca; mucho más. Ese día fue como un milagro tenerlo ahí con el, por lo que no estaba manejando las cosas muy bien, se sentía ansioso y quería lograr centrarse para terminar lo más pronto posible el informe que su jefe le pidió de última hora.
- ¿Hyungwon? - Lo escuchó llamarlo, pero en lugar de escucharlo intentó de nuevo mover sus dedos sobre el teclado. Pensó en lo que debería estar haciendo en ese mismo momento y no en lo que realmente quería, más no logró hacer mucho antes de escucharlo de nuevo hablar - Chae Hyungwon... - De nuevo dijo su nombre. A esa altura tuvo que barrer su cabello rojizo hacia atrás para ayudarse a ignorar el hecho de que quería ceder ante él de manera casi loca; tan loca como él. - ¡Chae Hyungwon, me gustas!
Cerró los ojos frustrado consigo mismo porque no podía contra eso, porque lo amaba tanto que incluso esas simples palabras lo hacían caer ante él que era tan invasivo e intenso.
-Ya entendí... - Le dijo pretendiendo pocas ganas, cerró el laptop y se quedó mirando la cubierta con algunos stickers de Star Wars y otras más de X-MEN, pensando así escuchó un "Tilin Tilin" venir hacia el y unos pasos pesados que le decían que su locomotora se acercaba.
- ¿Por qué estás así? - Le preguntó rodeando su cuello con sus musculosos brazos; al menos ahora ya no lo asfixiaba hasta la casi muerte, en eso había mejorado. - ¿Quieres algo de mantequilla de maní, mermelada con café y queso? - Le preguntó con su tono de voz que por mucho era masculina y firme, le gustaba hasta eso. - Sabes que siempre, siempre, siempre voy a hacer lo que quieras, así que sólo dímelo.
Ah, en serio...
Hyungwon se quedó quieto simplemente sintiendo.
Evitó ver su rostro, pero acarició sus fuertes brazos mientras recibía besos en su cabeza. Extrañamente se sintió nostálgico sobre esos días en lo que Hoseok corría de un lado a otro diciéndole cuanta cosa se le ocurriera y lo raro de su relación; no todos eran así
¿O sí?
La verdad es que pensaba que muchos no entenderían, ni siquiera podrían saber cuánto amor albergaba en su pecho hacia ese tren enloquecido que siempre buscaba la forma de hacerlo perder la razón. Desear, amar y atesorar, eran cosas que sólo había aprendido junto a él que era tan comprensivo y cariñoso.
Con eso en la mente movió los labios
- Lee...- Hoseok asomó la cabeza por un costado y Hyungwon tuvo la valía de darle frente, incluso cuando le era imposible reconocer su rostro; ya no importaba demasiado. - ¿Sabes? Eres como el One Piece para mi, y...Verás...- No halló las palabras rápidamente, en su lugar se frustró por que le era difícil expresar lo que en su mente estaba.
- Claro que acepto, cariño. Quiero estar contigo. No importa si es aquí o en otra parte del mundo, quiero estar siempre contigo. Te amo mucho, Hyungwon. - El hombre delgado de cabello negro sonrió y asintió la cabeza feliz. Amaba a Hoseok porque lo entendía sin mucho esfuerzo, siempre lo entendía.
Ahora comenzaría algo nuevo junto a él.
One Piece - Arco de Wano-ku-ni
Star Wars
X-Men '97
___________________________
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top