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Era una mañana de primavera en Ponyville y todos los ponis estaban dando vueltas en la pequeña y bulliciosa ciudad. Los ponis corrían y jugaban por todas partes. Los vendedores estaban vendiendo sus productos a los ponis locales y todo fue perfecto. Dentro de la boutique de carrusel de la tienda de ropa local, Rarity, un unicornio blanco, sonrió tortuosamente para sí misma. Si bien era la más hermosa de los unicornios y una modista asombrosa, Rarity tenía un fetiche bastante pervertido. Normalmente, incluso una mota de suciedad en uno de sus vestidos haría que la pony de la moda se pusiera histérica, pero lo que más disfrutaba era devorar ponis y defecar los restos. La sensación de que un pony, una vez entero, se deslizara lentamente fuera de su prístino y redondo trasero hacia su baño hecho a medida fue pura felicidad para ella. Y con su buena apariencia, nunca le faltaron voluntarios para satisfacer sus necesidades diarias. Y hoy no sería diferente. De hecho, su última comida llegaría en cualquier momento y ésta era muy especial.

Mientras Rarity comenzaba a preparar su cama, escuchó un tintineo familiar cuando se abrían las puertas de su tienda y de su casa. Con un apretón, corrió escaleras abajo y sonrió de oreja a oreja. ¡Allí estaba Pinkie Pie! Una de sus mejores amigas y su próxima comida. "¡Oh Pinkie, estoy tan contenta de que hayas aceptado esto!" dijo Rarity felizmente. Pinkie, así como la mayoría de los ponis del pueblo, sabían sobre el amor de Rarity por devorar ponis. Para muchos, el final ideal para ellos era ser empujados lentamente fuera del trasero de la sexy yegua. "¡Sí! ¡Y estoy súper feliz de que me hayas aceptado!" Dijo Pinkie con un salto en su paso. La joven Mare fue probablemente una de las primeras ponis que no terminó en la alcantarilla para enterarse de las comidas especiales de Rarity y a menudo estaba allí para frotar el vientre de Rarity mientras la yegua o el semental afortunado era arrastrado. ¡Finalmente decidió que quería hacer el viaje ella misma!

Rarity no pudo evitar sonrojarse ligeramente mientras conducía al pony saltador escaleras arriba. Esta era la primera vez que se comería a un amigo cercano y eso la convertía aún más en uno. "Entonces, Pinkie, ¿estás segura de esto? Sabes que una vez que te comen, la única manera de salir es después de que estés lista para convertirte en un montón de caca en mi baño, cariño..." A pesar de su excitación y hambre, ella se preocupaba profundamente por Pinkie y, a diferencia de cualquier pony anterior a ella, Rarity se estaba asegurando de que esto fuera lo que Pinkie quería.

Pinkie se rió y saltó ansiosamente mientras se sentaba en la cama de Rarity. "¡Sí, estoy segura, Rarity! ¡Es hora de que Pinkie Pie se convierta en Pinkie Poop!" Rarity no pudo evitar sonrojarse en un tono carmesí aún más profundo cuando escuchó a Pinkie decir esto. "E-Muy bien Pinkie." dijo Rareza. "Te extrañaré, poni loco de fiesta." Ella dijo con una sonrisa. Inclinándose, le dio a Pinkie un beso en los labios, tomando a Pinkie con la guardia baja. Los ojos de ambos ponis se cerraron de felicidad y mantuvieron el beso durante unos buenos segundos.

Al abrir los ojos, Pinkie vio la boca de Rarity comenzar a deslizarse por su rostro. "Te amo Rarity." Dijo Pinkie antes de quedarse en silencio. Rarity prefería que una vez que comenzara a comer su comida permaneciera en silencio como debería hacerlo la buena comida.

Afuera, Rarity había logrado meter toda la cabeza de Pinkie en su boca y tomó un trago fuerte arrastrando la cabeza del pony rosa hacia su garganta, sus ojos parpadearon de placer cuando comenzó a tomar el pecho y los cascos delanteros de Pinkie en su boca. No pudo evitar soltar un gemido ante el sabor de su comida. ¡Pinkie era la comida más divina que había devorado hasta ahora! Deseaba poder saborear su comida por más tiempo, pero su vientre gruñó fuertemente exigiéndole que acelerara las cosas.

Rarity comenzó a concentrar su cuerno brillando de un blanco brillante. El cuerpo de Pinkie fue rápidamente levantado de la cama y constantemente fue alimentado por la garganta de Rarity. Cuando la yegua de Pinkie pasó a la boca de Rarity, Rarity no pudo evitar sentirse un poco traviesa mientras lamía durante unos breves segundos el coño de Pinkie antes de continuar tragándola. Mientras la cutie mark de Pinkie desaparecía en su garganta, Rarity dejó caer su hechizo. Chupando con fuerza las pezuñas traseras y la cola de Pinkie fueron tragadas como un puñetazo en una fiesta.

Rarity levantó un casco hasta su garganta y lo frotó sintiendo lo último de Pinkie deslizarse por su garganta hasta su vientre. Ella sonrió y comenzó a frotarse el vientre mientras éste gorgoteaba y gemía. Justo cuando iba a hablar, un gran eructo escapó de su boca y se sonrojó al escuchar un ataque de risas salir de su vientre. "¡Oh Pinkie, estuviste simplemente divina! ¡Y me alivia que fueras la única pony que pudo escuchar eso!" dijo con una sonrisa mientras frotaba el vientre del tamaño de una pelota de playa que tenía delante. "Oh, Pinkie, me alegro mucho de que estuvieras tan dispuesta a ayudarme a darme un capricho y espero que el resto de nuestros amigos se unan a ti pronto. ¡Pero comerte me ha pasado factura y simplemente debo dormir bien!" Dijo Rarity mientras se giraba hacia su lado causando que Pinkie, ahora desmayada, cayera dentro de ella. "Es una pena que ahora no tenga a nadie que me frote la barriga mientras duermo. "Bosteza" Pero de todos modos te veré en la mañana, Pinkie". Dijo Rarity antes de quedarse dormido.

Mientras Rarity dormía, su increíblemente fuerte metabolismo se hizo cargo. Pinkie no fue la primera pony a la que la fashionista derribó y ciertamente no sería la última. A mitad de la noche de Luna, Pinkie ya había sido reducida a una espesa sopa rosada y estaba siendo alimentada a los intestinos de Rarity. La pegajosa mezcla de pony fue absorbida con entusiasmo mientras fluía a través de los intestinos delgado y grueso de Rarity. Al final de la noche todo lo que era útil había sido arrebatado y lo único que quedaba de Pinkie era otro excremento perfectamente formado, una gran cantidad de gas y una vejiga llena de orina dorada para que Rarity pudiera deshacerse de ella a voluntad.

Cuando el sol de Celestia comenzó a salir, Rarity se sentó en su cama y se estiró con un fuerte bostezo. Miró su vientre ahora esbelto y sonrió mientras lo acariciaba. Pinkie ya no estaba, era sólo otra comida para ella. No pudo evitar reírse mientras corría hacia el baño ansiosa por hacer sus necesidades. Se sentó en el inodoro y se rió mientras gruñía tiernamente y un gran pedo salpicó algo de Pinkie dentro de su inodoro. "¡Cariño, ahora hueles simplemente divino!" Dijo Rarity mientras el olor comenzaba a llenar su pequeño baño. Con un gruñido chirriante pero femenino, comenzó a empujar y la punta de un excremento pegajoso de color marrón claro asomó por su arrugado agujero de cola blanco. "Oh, Pinkie, te sientes absolutamente maravillosa al salir del armario". Rarity gimió. Mientras Pinkie lentamente comenzaba a deslizarse fuera de su trasero, Rarity no pudo evitar sumergir su casco entre tus piernas y comenzar a frotar su ahora babeante yegua. Después de no poder revivir anoche, sabía que no duraría mucho, pero esperaba poder salvar su orgasmo cuando la última parte de Pinkie fue expulsada de su trasero y enviada al inodoro de abajo.

"¡¡P-Pinkie!! ¡Me estoy acabando!" gritó Rarity mientras comenzaba a mover las caderas. Su Marehood soltó un chorrito de semen en la taza del inodoro debajo de ella, goteando sobre la mierda apestosa que sobresalía parcialmente del agua. Cuando su orgasmo comenzó a desvanecerse y su cuerpo se relajó, logró apretar una última vez mientras un montón de caca suave y esponjosa inundaba su cuenco enterrando el excremento grande y firme anterior. Su vejiga, incapaz de contenerse, comenzó a llover una lluvia dorada sobre la mierda de abajo, llenando aún más el recipiente.

Rarity sonrió para sí misma mientras alcanzaba su papel higiénico. No pudo evitar disfrutar del resplandor de su orgasmo mientras se limpiaba el pony rosa de su trasero y dejaba que el papel manchado cayera al agua. Levantándose, se dio la vuelta y sonrió al cuenco lleno de desechos que había debajo. "Adiós Pinkie. Enviaré a nuestros amigos pronto, ¡lo prometo!" Con eso, Rarity tiró de la cadena y se rió como una potra de la escuela mientras veía la caca fluir hacia las alcantarillas debajo de Ponyville, donde sería arrastrada como debería ser cualquier caca.

Eso fue todo, lamentó la tardanza pero espero que lo hayan disfrutado!! Hasta luego!!