Los caníbales del bosque


Existe una montaña, una montaña dónde de formas misteriosas la gente desaparece, la mayoría no sabe que ocasionan estás desapariciones, pero yo sí.

Muchos dicen que son monstruos, otros dicen que fantasmas, pero esto es ocasionado por algo más real, esto ocurre por caníbales. Los que salen del bosque sin un solo rasguño afirman nunca haber visto algo parecido a personas en el bosque.

En el bosque hay una larga carretera que lo atraviesa, muchas personas entran, pero algunas simplemente no salen, la razón ya la conocen, ¿Pero y el como?

Todo comienza cuando se quedan sin comida, ahí es cuando comienzan a cazar, derrumban árboles para que los coches se detengan a quitarlos, y mientras las personas sacan el tronco del camino, los caníbales aprovechan para usar flechas y matarlos de forma rápida, aunque suceden casos muy raros dónde deciden matarlos a mano propia.

Dejando de lado como los caníbales llevan a cabo su cacería, pasemos a relatar la vez que una persona logro escapar de estos dos animales, son dos, ¿No lo había dicho antes?

Era un día fría, un chico joven de al menos unos 20 años iba de viaje con sus amigos, una chica y dos chicos. Iban tranquilamente en su coche, la felicidad estaba en el aire, atravesaban el bosque mientras cantaban, todos menos aquel joven de 20, se sentía raro, un mal presentimiento que tenía sobre aquel oscuro bosque.

- Eh, oigan, ¿No creen que sería mala idea cruzar este bosque?

- ¿Por qué lo dices?

- Yo... No sé, me siento raro, este bosque me da un mal presentimiento, ¿No sería mejor rodearlo?

- Tal vez, pero por el bosque es más rápido y estamos apurados.

No estaba muy convencido, pero sabiendo que no le iban a hacer caso simplemente suspiró.

- Si... Tienen razón, vamos.

Se adentraron sin pensarlo demasiado, el muchacho seguía con un mal presentimiento, pero al estar en un ambiente tan alegre pronto se le olvidó y decidió seguirle la corriente a sus amigos, el canto y las risas se renaudaron.

Cuando llevaban 40 minutos manejando se detuvieron, un tronco en medio de la vía, todos decidieron salir del auto a quitar el tronco, pero era muy pesado y les resultó imposible de mover.

- Tenemos que hacer algo... ¡Ya sé! -señala al muchacho, que de casualidad era el único con un celular cargado- Ve y adentrate en el bosque a buscar señal, necesitamos que llames a alguien que nos pueda ayudar.

- ¡¿Yo?!.. mira, comprendo que soy el único con un celular con batería, pero, ¿Piensas que iré solo?

Estaba exaltado, entonces el otro chico simplemente señala a la muchacha que los acompaña.

- Ella puede ir contigo.

- Si, no es como que tuviera algún problema con eso.

- Bueno, creo que lo haré.

Comenzó su camino junto a la chica, poco a fueron a lo profundo en el bosque, el chico tenía alzado el celular con la esperanza de agarrar señal. Después de unos minutos de caminata, en una parte sin muchos árboles vieron una cabaña, la pregunta resonaba en sus cabezas, ¿Que hace una cabaña aquí?, Estaba con partes de madera ya podridas y en un estado medianamente malo.

Se quedaron quietos un rato observando la cabaña, discutiendo sobre si acercarse o no, pero la curiosidad les ganó, se fueron poco a poco acercando a la cabaña y un olor leve llegó a sus narices, era asqueroso, como si fuera un pozo séptico, el olor aumentaba mientras se acercaban, y mientras su mente les dijo que se detuvieran, su cuerpo decía lo contrarios.

Abrieron la puerta sin esper que se horrorizarian segundos después, cabezas cortadas y brazos en la mesa, sin contar la gran cantidad de carne picada que había justo al lado. Ya muchos pedazos estaban podridos y tenían insectos devorandolos, otras por su parte estaban en perfecto estado.

El asco y el miedo que sintieron los hizo querer salir, pero cuando estaban por lograr su cometido, un grito de angustia los paralizó, luego un sonido, parecido a el de una grúa, el chico volteó a ver sus alrededores para encontrar algo con lo que defenderse, un rifle entro a su campo de visión, con rapidez lo agarro y apunto a la puerta, esperando a que la abrieran para dar el tiro de gracia.

La puerta se abrió, era uno de los caníbales, alto y robusto, probablemente el más fuerte de los dos, viendo que le apuntaban se quedó paralizado, el muchacho sin verle la cara, disparó, pero no había una sola bala, solo sonó el gatillo.

El canibal al ver que no disparo, inmediatamente fue a atacar al muchacho, quien agarró a la chica y la puso detrás de el mientras usaba el cacha del rifle para dar golpes contundentes al punto de dejarlo desmayado. Lograron regresar al auto, solo para ver qué el tronco no estaba, y sus amigos tampoco.

Ya había llegado la noche, la chica estaba en un ataque de pánico, el chico hizo todo lo posible para calmarla, funcionó, pero justo después algo golpeó el auto. Una flecha estaba enterrada en el maletero del carro, con prisa se fueron corriendo, el miedo los abrumaba y sin pensarlo demasiado huyeron al bosque, la idea de venganza pronto nublo la mente del joven, quien pronto fue en camino a la cabaña, la chica se negaba pero el no le hacía caso.

Estos entraron silenciosamente a la casa, revisando todo con cuidado, fue cuando encontraron el sótano, el ruido de un cuchillo cortando carne inundaba la habitación, entonces trancaron la puerta dejándolos atrapados, ellos se dieron cuenta e inmediatamente intentaron subir, daban patadas y golpes sin tanto éxito.

El joven vio de repente una jarra de gasolina y empezó a regarla por la casa, la chica no podía aguantarlo más, se negó a hacerlo, simplemente quería volver a casa, el chico quería vengarse, pero viendo el estado de su compañera, simplemente decidió irse junto con ella de allí lo más rápido posible.

Se estaban llendo cuando de la nada una grúa salió del bosque, el carro empezó a acelerar en desesperación, el canibal más robusto manejaba y el más delgado dispara flechas, poco a poco la grúa se fue acercando más, el canibal más delgado disparo una flecha que logro darle a la chica, le dió en el hombro, causando que se retuerza de dolor mientras la sangre salía de su brazo sin parar, viendo la condición de su amiga solo puede acelerar más, sabiendo que la grúa ya no podría seguirle el ritmo los terminan perdiendo, por un momento se relajo, creyendo que podría bajar la velocidad, es justo ahí cuando nota el charco de sangre en el piso del carro, su amiga ya se había desmayado y estaba empapada de su sangre, solo pudo seguir manejando a toda velocidad con la esperanza de que logrará llegar a tiempo.

#TerrorDeUnBuenRato

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