Yo tuve una amiga.

Eramos inseparables nos queríamos tanto.

Hacíamos todo juntas.

No nos saparabamos en el colegio nunca.

Todo era risas hasta que entramos al instituto.

Nos prometimos que pasase lo que pasase no nos separaríamos.

Pero un día ella cambió.

Las populares le preguntaron si quería juntarse con ellas.

Ella dijo si.

Se metía conmigo y me decía cosas horribles.

Inútil!

Nadie te quiere!

Estás sola!

Te odio!

Muerete ya quieres!?

Nos gastas oxígeno!

Suicidate ya!

Todas esas palabras me carcomian, me dolían...

Asique un día subí al tejado y ella con su grupito me siguió.

Me senté en el borde y empezó el griterío.

No se va a tirar!

Niña suicida!

Lo haces por atención!

Mientras que escuchaba a los profesores y los de abajo gritar también.

No te tires!

Esa no es la manera!

Por favor no lo hagas!

Esta no es la solución!

Cariño no lo hagas podremos arreglarlo!

Solo una lagrima cayó y pronuncie mis últimas palabras mirando atras:

Adiós...amiga...

Me tire al vacío y lo último que escuche fue un grito y mis huesos romperse.

Aunque ella me hizo daño siempre la considere mi amiga.

Aquí una imagen: