29
-Ugh- Koko gruñe, hundiendo su cara en una de las tantas almohadas rellenas de plumas que tiene, ahogando cierta frustración...
El tesorero de Bonten todavía esta dirigiendo las noticias, a su modo - pensó en buscar consejo con Inupi, e incluso Taiju, pero incluso antes de hablar con los dos...Kokonoi ya se dio cuenta de que sería una perdida de tiempo.
Incluso si ambos habían descubierto también hace poco que tenían unos niños...
Inupi puede ser más o menos bueno tratando con mujeres y niños (en comparación a un montón de miembros de Bonten), pero es muy estoico como para lidiar con el estrés de Koko y la reunión...
Y Taiju es Taiju, es decir, no de mucha ayuda realmente.
...
-Oi Inupi ¿Como te fue reuniéndote con tu hija?- Koko pregunta de nuevo a su mejor amigo, porque no es la primera vez. Esta vez el hombre de rasgos algo felinos pregunta por teléfono - habían pasado unos días, y quizás ahora el hombre de la cicatriz y ojos verdes querría hablar un poco más acerca de lo sucedido...
-...- Inupi se queda en silencio, e incluso a través de la linea telefónica, Koko puede entender que trata de comunicar el hombre - es casi telepatía entre ellos dos para este punto.
-Ya veo...- Koko acepta prontamente, ligeramente frustrado, porque significa que Inupi no puede darle ningún consejo.
El tesorero de Bonten se masajea un poco la sien.
-Ella me dijo problemático...- Inupi se lamenta (de nuevo), y se nota todavía un poco afectado por las palabras de su hija de 11 años...
A Koko le gustaría reírse, pero seguramente no sea buena idea hacerlo, no vaya a ser que el karma le muerda el trasero en unos años - o que su mejor amigo se enfade por estar sensible.
Cierto que hay una abismal diferencia entre una niña de 2 y una de 11, pero de todas formas Koko realmente no sabe como pueden ir las cosas.
-¿Como de exigente tiene que ser esa niña?- Koko menciona, hablando acerca de la hija de Inupi - pronto el hombre de la cicatriz esta quejándose...de Koko, por hablar así de su niña. A pesar de estar lamentándose hace solo unos momentos.
El tesorero simplemente lo deja hablar, hasta que se aburre y le corta la llamada.
***
Al día siguiente...
Koko respira un poco, acariciando uno de los anillos en su mano, antes de que finalmente entre Kisaki en el apartamento, seguida por Takemichi y la niña de 2 años, que esta agarrando la mano de su mamá (trayendo como mucho, un par de juguetes).
Hay un marcado contraste, con Koko vistiendo más elegante y trayendo un maletín...
-¡Hola!- Takemichi saluda al hombre de rasgos felinos, cuyo corazón casi se detiene un momento.
Pronto Takemichi intenta motivar a Enri a saludar al hombre, aunque la niña se resiste un poco al inicio - como suele pasar con un montón de desconocidos.
Kokonoi toma un poco de aire, antes de saludar de regreso...
-Es una niña...No sé como ponerlo- Koko menciona, con Enri sentada mientras sacude un poco un oso de peluche alegremente -¿Simple?¿Tranquila?- Kokonoi intenta hablar suavemente, aunque acaba saliendo más bien torpe.
-Tiene dos años. ¿Que esperabas?- Takemichi responde tranquilamente, siendo amable con el hombre de rasgos felinos.
Koko se siente un poco avergonzado ante los ojos azules de la mujer -Lo siento, realmente nunca he sabido muy bien como tratar con niños.- Kokonoi menciona, haciendo sudar a Kisaki un poco - porque definitivamente parece mala idea decirle algo como eso a Takemichi.
En defensa de Koko, él suele tratar con gente de su edad o relativamente madura (manipulables, o socios de negocios - mejor si son ambos en realidad) - y cualquier problema que haya podido tener, puede solucionarse a golpe de cartera, o violencia.
-Ya sabes, necesitan atención y protección. Afecto, comida, cama, cambios de ropa.- Takemichi menciona (y la lista podría seguir sin problemas), mimando a su hija, acariciando su cabello negro revoltoso - Enri como todos los niños de Takemichi, es recíproca con el afecto de su mamá.
Koko no puede evitar notar...algún rastro de su propio aspecto 'felino' en la niña, como los ojos un poco más afilados (aunque los de Enri son de color azul).
Con un montón de niños, Takemichi tiene su vida dedicada a sus hijos - no hay punto en discutirlo.
Una vida bastante diferente a la de Koko, más centrada en el dinero...
-Ya veo...- Koko pronuncia, al menos él cree entender...
El hombre pronto pone su maletín sobre sus rodillas, para curiosidad de Enri y Takemichi.
Cuando Koko abre su maletín, revela una cantidad asquerosa de dinero.
Que hace que el alma de Takemichi casi salga de su cuerpo - Kisaki, siendo ella, esta más complacida.
Enri por otro lado, todavía no tiene ni idea de que es dinero para empezar.
-¿Cuanto sería suficiente?- Koko sigue haciendo algunas cuentas (aunque por supuesto, esta dispuesto a aceptar peticiones de la mujer de ojos azules), queriendo obligar a Takemichi a aceptar algo de dinero como resultado de su ausencia.
-K-Koko-kun- Takemichi intenta hablar, pero tímida como puede ser a veces, su voz se tranca un poco.
Para Takemichi, la personalidad de Koko es más bien tosca, por ponerlo de alguna forma.
-Solo acepta.- Kisaki menciona fríamente, asomando la cabeza desde detrás de su hermana.
-P-pero- Takemichi tartamudea, algunas gotas de sudor bajando por su rostro.
-Piensa en la niña.- La hermana menor (al menos intenta) manipular a la mujer de revoltoso cabello negro...
-...Estaría feliz con que te interesaras en Enri.- Takemichi le insiste a Koko, bajando un poco más sus hombros, lo cual no ayuda a su pequeña estatura y apariencia algo frágil...
Koko casi se cae de cara al suelo, ante la mirada curiosa de Enri -¿K-Koko-kun?- Takemichi exclama preocupada por el hombre, inclinándose un poco para ayudarlo...
-¿Él esta bien mami?- Enri pregunta con curiosidad, mientras que parece que vapor sale de la cabeza de Kokonoi - Takemichi intenta acomodar un poco al hombre para que se sienta mejor.
Takemichi es débil en muchos sentidos, uno, que no puede evitar ayudar o mimar al hombre que acaba de casi caer frente a ella...
Kisaki nota que Koko parece haber caído igual que el resto, pero parece que Takemichi es quién necesita ser convencida un poco más - una reunión o dos definitivamente no serán suficientes.
Kisaki no tiene en muy alta estima a Hakkai, por una mezcla de factores, como puede ser el hombre de cabello azulado siendo bastante sensible, tímido e inocente en muchas ocasiones...Ahora que ella lo piensa, Hakkai es muy parecido a Takemichi realmente...
Quizás eso explica algunas cosas.
-...¿Kisaki-chan, sucede algo?- Hakkai pregunta en voz baja, asomando un poco por la puerta después de que Kisaki lo llamara hace unos momentos.
A Hakkai personalmente no le gusta lidiar con Kisaki porque bueno...ella es aterradora.
Aterradora en un sentido diferente a Taiju u otros, pero aterradora al fin y al cabo.
-Lee esto.- Kisaki ordena al hombre de cabello azul, que suspira finalmente entrando en la oficina de Kisaki, para agarrar los papeles que ella le presenta.
Hakkai toma tranquilamente los papeles, empezando a leer a un ritmo decente...
Hasta que se queda congelado.
-¡¿Uh?!- Hakkai exclama confundido, su rostro echando vapor - realmente él no puede creerse que sea padre.
Kisaki se siente relativamente tranquila, aunque todavía decepcionada, por lo menos ahora solo falta Hakkai y Mitsuya, eso es algo.
***
-¡Yuzuha-chan!- Hakkai llama, después de casi estrellarse contra la puerta de la casa de su hermana, a altas horas de la noche...
...
-¡¿Que sucede?!- Yuzuha pregunta enojada, abriendo la ventana de su habitación de par en par - Yuzuha adora a Hakkai, pero sigue siendo de noche, y ella tiene trabajo (casi todos los días realmente).
Ahora Hakkai esta aterrado de su hermana enojada... - pero de todas formas le comparte las noticias.
Entre tanto, Mitsuya dormía...hasta que Yuzuha casi se desmaya, y entonces empieza a hablar fuerte con Hakkai por la sorpresa.
El ex-capitán de la antigua segunda división de la Toman esta honestamente sorprendido de que el tímido Hakkai se haya acostado con una mujer en un asunto de una noche, y más aun que la mujer y él hayan tenido una hija al parecer.
-Buenas noches.- De todas formas, Mitsuya, el siempre trabajador amo de casa y diseñador, se vuelve a dormir.
Los hermanos Shiba estaban muy ocupados hablando entre ellos, afortunadamente, como para regañar al hombre de cabello lila-plateado.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top