11

Al parecer Minho tomó en serio lo que le dije de su cabello, ya que ha llegado a la escuela luciendo las pequeñas pero notables ondas en él. Como era de esperarse, todos ya están hablando sobre eso y lo bien que luce con su cabello natural.

—Me pregunto que habrá pasado para que dejara de alaciarse el cabello. - dice Seungmin a mi lado.

Nuevamente me mira de esa forma tan extraña, como si supiera algo.

—¿Por qué me miras así?

—Por nada en especial.

Ahora se va acercando más a mí, mirándome aun más extraño, me siento más incómodo que antes sintiendo su mirada totalmente acosadora y sus ojos entrecerrados. Estoy seguro de que sabe algo, sabe demasiadas cosas y algo me dice que Minho es quien está detrás de eso.

De repente siento otra mirada a mi otro lado y veo a Jeongin igual de cerca que Seungmin mirándome de la misma manera.

—¿Qué haces?

—Oh, Seungmin te está mirando, así que hago lo mismo.

Genial, ahora son dos miradas acosadoras que siento encima de mí.

—Háganse a un lado. - alejo sus rostros de mi cara.

Ambos rien un poco alejándose por completo de mí, por fin siento el aire circular de manera correcta. Después de un rato decidimos acompañar a Jeongin a su salón para asegurarnos de que no se saltara sus clases, a veces es un poco irresponsable y se la pasa comiendo en la cafetería.

Me hace sentir un poco especial que Minho tomara en cuenta lo que había dicho acerca de su cabello, él mismo había dicho que no le gustaba que fuera ondulado, pero cuando mencioné que se veía bien apareció de esa manera el día de hoy.

—Jisung.

Estaba a punto de entrar a mi salón cuando la voz de Minho me detiene.

—Hola ¿Qué pasa?

Él pasa una mano por su cabello de manera nerviosa, mueve sus pies balanceadoce sobre ellos de manera frenética y sonríe de una manera estúpidamente tierna.

—Mi cabello...lo cambié.

Sonrio por lo nervioso que se ve ¿Por qué está así?

—Sí, lo noté.

—Y...¿Qué opinas? ¿Se ve bien?

¿Se acercó sólo para preguntarme si su cabello se ve bien? Él ya debe de saberlo, toda la escuela ya le ha hecho miles de elogios sobre eso, creo que es sumamente obvio que se ve perfecto como siempre.

—Se ve muy bien, me gusta.

Él sonríe ampliamente poniendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.

—Bien, me alegro.

Su sonrisa es contagiosa, no puedo evitar sonreír de la misma manera que él.

Creo que ninguno de nosotros quiere despedirse, porque ambos nos quedamos enfrente del otro sin saber que decir, simplemente haciendo contacto visual por pequeños ratos antes de desviar la mirada porque al parecer no puedo mantener la mirada con él por más de dos minutos seguidos o sino mi cara empieza a ponerse caliente.

Debo de entrar a clase o sino la maestra me regañara por faltar dos días seguidos, pero en serio mis pies no parecer querer moverse de lugar.

—Joven Han. - la voz de la maestra se hace presente. —¿Va a entrar al salón o se quedará afuera?

Creo que no tengo más remedio que entrar.

—Oh, voy a entrar. - me dirigo a Minho antes de pasar. —Nos vemos.

—Sí, nos vemos.

Al entrar al salón puedo notar unas miradas encima mío, creo que es porque nunca han visto a alguien tan insignificante hablar con Minho. Trato de ignorar todas las vistas y simplemente voy a mi asiento para tomar la clase la cual en realidad no puedo prestar mucha atención ya que aquella sonrisa tan estúpidamente tierna y linda de Minho sigue en mi mente desde hace un rato.

¿Qué está pasando conmigo? ¿Por qué de repente estoy pensando tanto en él? Todo en mi vida parecía estar "tranquilo" sin tener que lidiar con tantos sentimientos encontrados cada vez que me cruzo con él, simplemente lo veía pasar y era todo, no cruzabamos miradas y mucho menos palabras, ahora parece que nuestras miradas se atraen como imanes cada vez que estamos cerca, aunque sea por unos segundos. ¿Cómo llegamos a esto?

Sin embargo me gusta, aunque aún esté esa distancia de siempre, a veces siento que sólo somos él y yo en un espacio pequeño, estamos separados pero estamos solos y eso hace que me sienta bien, es suficiente para mí.

Sé que no puedo alcanzar a las estrellas, sé que no pueden bajar hacia mí, pero me gusta admirarlas desde donde estoy porque sé que si llego a tocar una podré quemarme, así que estoy bien así. La tierra y el cielo están muy lejos del otro, pero ambos están bien viéndose de lejos, lo malo es que la tierra cada vez está peor de contaminación y el cielo siempre será hermoso, por lo que la tierra tiene miedo de contaminar al cielo o simplemente este se canse de verla y se aleje dejando a la tierra en un hoyo negro.

Tengo miedo de lo que sea que tengamos Minho y yo se desvanezca, por más que no sepa que es lo que siento, me gusta sentirlo, y espero que Minho no se aburra de mí al conocerme mejor. Aunque la verdad ni yo mismo me conozco bien.

🐶🐶🐶

Tan pronto terminó mi clase me encontré siendo arrastrado por Jeongin al patio trasero de la escuela.

—¿Por qué estamos yendo hacia allá?

—No lo sé, simplemente ví que todos estaban yendo y no quería ir solo.

Cuando llegamos estaba una gran cantidad de gente amontonada rodeando un punto en específico, se escuchaba unas ruedas de patineta y eso hizo que Jeongin se emocionara, así que me arrastró hasta el frente para observar mejor lo que estaba pasando. ¿Qué hacían patinando en la escuela? ¿Si acaso estaba permitido? Realmente no lo creo, si nos ven aquí estaremos en problemas.

Minho estaba con los chicos que tenían las patinetas, estaban animandolo a subirse mientras él negaba mientras decía que no quería meterse en problemas por si llegaba un profesor.

—¡Nadie vendrá! Vamos Minho, de seguro eres genial patinando. Sorprendenos a todos.

Él se ve un poco inseguro, no parece querer hacerlo realmente, sin embargo todos están esperando a que demuestre el talento que tiene dominando la patineta.

—¡Oigan! - Jeongin llama su atención. —Yo sé patinar ¿Puedo usar una?

—Ahora no niño, Minho va hacerlo, vete a otro lado.

Jeongin regresa a mí con una expresión desepcionada, yo sólo puedo darle un par de palmaditas en su espalda como consuelo.

Todos seguían presionando a Minho para que subiera a la patineta, él solo veía a todos lados como si buscara alguna ayuda, pero al no encontrarla decidió por subirse, todos aplaudieron y comenzaron a sacar sus teléfonos para grabar lo sucedido. ¿En serio se lo toman como algo importante? Sólo va a patinar un poco. Sus pies no estaban acomodados de forma correcta, sus piernas temblaban mucho y y sus brazos estaban levemente extendidos tratando de mantener el equilibrio.

¿Minho no sabe patinar? ¿Por qué simplemente no lo dijo desde un principio?

Cuando intentó tomar impulso para avanzar, se tambaleó de manera brusca lo que provocó que cayera al suelo, afortunadamente logró poner sus manos a tiempo para no golpearse tan fuerte, pero aún así sus manos lograron tener algunos raspones.

Todo quedó en silencio, su rostro se había tornado de un fuerte rojo vivo y mantenía su mirada agachada, todos dejaron de grabar en ese momento y se miraraban entre ellos murmurando un par de cosas «¿Cómo es que no sabe patinar?» las voces cada vez aumentaban más.

—Minho...¿Estás bien? - pregunta uno de los chicos.

Él simplemente se levanta del suelo sacudiendo un poco su uniforme y se abre paso entre todas las personas para salir corriendo. Creo que no está bien, tengo muchas ganas de ir con él en este momento pero no sé si sea lo correcto.

—Eso fue muy inesperado. - dice Jeongin. —Me pregunto si estará bien.

En serio quiero ir con él, pero no estoy tan seguro de hacerlo ¿Y si necesita a alguien con quién hablar? Debe sentirse solo ahora.

Bien, iré con él.

—Tengo que hacer algo, nos vemos luego.

Me despido de Jeongin y salgo en busca de Minho, quien realmente no sé en dónde esté ahora, el salón de teatro está ocupado por la presentación de una obra por lo que es obvio que no está ahí, busco en la cafetería y tampoco está ¿En dónde se ha metido? ¿Quizás fui muy lento al ir detrás de él? Me siento mal por no poder estar ahí para él, aunque quizás alguien ya se me haya adelantado, hay mucha gente que se preocupa por él y lo aprecia, supongo que ya no tengo que preocuparme tanto si alguien ya está consolandolo.

Apenas iba a rendirme volviendo en mis pasos cuando escucho un leve sollozo provenir de uno de los salones vacios que ya no se usan desde hace tiempo ¿Será que...? Bueno, sólo verificaré un poco.

Ahí estaba, Minho estaba sentado en el piso del salón con sus piernas flexionadas sobre su pecho, escondiendo su cara entre ellas. Estaba llorando.

Eso hizo que mi corazón se apachurrara por completo, él está llorando completamente solo, sin nadie que lo consuele. Ahora yo también quiero llorar.

—Hey, ¿Estás bien? - digo acercándome a él.

Creo que mi pregunta es demasiado tonta, es claro que no está bien, soy pésimo para esto, en serio no sé que más decir, sólo quiero que deje de llorar para que mi corazón pueda dejar de sentirse con esa presión tan dolorosa.

Pasa un tiempo en el que no me responde, ni siquiera voltea a verme, simplemente se queda llorando con la cara entre sus rodillas sorbiendo su nariz de vez en cuando. Después de unos cuantos minutos en los que yo espero pacientemente a su lado, él decide responder.

—Hice el ridículo en frente de todos, soy un fracaso. - su voz suena entrecortada.

—Ellos te obligaron a hacerlo, no es tu culpa.

—Pero todos esperaban lo mejor de mí y yo lo hice terrible.

A él en serio le importa mucho la opinión de los demás, creo que han puesto mucha presión sobre sus hombros en todo este tiempo.

—No siempre tienes que ser el chico perfecto. A veces simplemente puedes ser Minho y eso está bien.

Él por fin levanta su mirada y veo sus ojos llenos de lágrimas, rojizos y un poco hinchados junto con su nariz roja. Mis manos pican por limpiar las lágrimas de sus mejillas, pero hago lo posible por evitarlo, no quiero hacerlo sentir incómodo.

—Es que...en serio trato de hacer todo bien, así nadie estará desepcionado de mí. Pero creo que no tomé en cuenta esto, ahora todos se burlarán de mí por no saber andar en patineta.

Al final, hay algo en lo que Minho no es bueno, pero aún así eso no quita que siga siendo alguien inalcanzable.

—Yo no sé hacer muchas cosas, pero me he dado cuenta que puedo hacer cosas que algunas personas no pueden y eso me hace sentir un poco mejor. Tú bailas increíble, no muchos tienen ese talento; cualquiera puede bailar, pero no transmitir lo que tú transmites cuando bailas...hipnotizas a cualquiera cuando bailas.

O simplemente yo quedo hipnotizado cuando lo veo bailar, pero soy demasiado cobarde para decirlo de esa manera.

—¿En serio crees eso?

—En serio. Quizás te cueste aceptar que no puedes ser bueno en todo, pero la verdad es que la misma gente que critica lo que no puedes hacer, ellos tampoco pueden hacerlo, así que su única opción para no sentirse mal es burlarse de otras personas cuando en realidad también se están burlando de si mismos.

Su mirada se perdió en algún punto del suelo, sus ojos habían dejado de botar lágrimas y eso logró que pudiera sentirme más tranquilo, no pensé que verlo llorar me haría sentirme tan terrible. Después de unos segundos sonrió levemente y volvió su mirada a mí.

—Gracias Jisung.

¿Por qué me agradece? No creo haber ayudado mucho, sólo hice lo que pude.

—De nada.

De todas formas, esa sonrisa ha vuelto a su rostro y eso me alegra, supongo que al final de todo sí hice algo bueno.

🐶🐶🐶

El día del festival ha llegado, todos están tan emocionados yendo de aquí para allá, yo realmente no quería venir, no quiero estar aquí ni un segundo más, pero Minho está a punto de presentarse y quiero verlo brillar de nuevo como aquella vez en el salón de teatro. Realmente sólo vine por eso, tan pronto como termine me iré a casa a descansar y a pasar el resto del día con mi perro jugando.

Todos gritan de manera efusiva al ver a Minho hacer acto de presencia en el escenario, yo estoy hasta atrás en un lugar donde no hay mucha gente, aún así la vista es buena, aunque me siento un poco celoso de aquellas personas que sí pueden verlo en primera fila para poder detallar cada gesto de su cara a la perfección. Lo único que me queda es conformarme con ser un espectador más dentro del montón, aunque él y yo ya nos vayamos acercando cada vez más, me siento afortunado de ser el primero que vió esa coreografía; quizás deba felicitarlo después de su presentación, lo pensaré después.

La música ha empezado a sonar, de nuevo esa sensación se instala en mi pecho al verlo fluir como el agua sobre el escenario, hay gritos por todos lados y elogios que puedo escuchar a lo lejos. Yo estoy aquí, desde mi lugar a lo lejos viéndolo brillar y mi corazón se siente satisfecho con sólo observar lo mucho que disfruta estar en el escenario dando ese magnífico espectáculo, hace que mis latidos vayan de una manera retumbante y pueda sentir cada uno de ellos cada vez más fuerte.

Espero verlo bailar por mucho tiempo, porque se vuelve una persona diferente al subirse al escenario, me gusta como parece no pensar en nada más que en la música, él realmente ama esto.

Su presentación terminó de una manera perfecta y todos gritaron de nuevo al ver su sonrisa agradeciendo los aplausos.

—¡Eso ha sido increíble! Gracias Minho por darnos este maravilloso espectáculo. - dice el alumno encargado de presentar el show.

Al bajar del escenario todos se acercan a él para darle un montón de regalos y llenarlo de palabras bonitas, yo también quiero decirle que lo ha hecho perfecto, pero no creo que pueda pasar entre toda esa gente alrededor de él, además no puedo llegar con las manos vacías, creo que sería grosero de mi parte si sólo llegó y lo felicito considerando todos los regalos que le han dado.

¿Debería comprarle algo? ¿Qué podría darle? Creo que unos chocolates estarían bien, pero ya ha recibido demasiados. Casi no tiene flores, supongo que unas flores estarían bien ¿Será alérgico a algunas en especial? Creo que unas margaritas estarían bien, son sencillas y bonitas.

Bien, unas margaritas será, iré a comprarlas ahora y regresaré para dárselas, espero que cuando esté de vuelta ya no esté rodeado de muchas personas para que no tenga que lidiar con un dolor de cabeza debido al estrés.

—Oye, alien. - escucho la voz de San detrás de mí.

¿Ahora que carajos quiere? Tengo que llegar rápido a comprar las flores o sino ya se habrán acabado.

—¿Qué quieres? No tengo tiempo.

Él ríe un poco, de repente siento como sus amigos me rodean del otro lado acercandose más a mí y él también mi hace. Que no sea lo que estoy pensando por favor.

¿Ahora qué hice?

—¿Crees que no notaríamos como el miras a Minho? Dios, parecías tan estúpidamente enamorado. Debí imaginar que eras de esa manera, tan asqueroso.

—¿A qué te refieres?

—La gente como tú sólo da asco.

Siento como sus amigos sujetan mis brazos de manera fuerte, mi corazón comienza a latir desesperadamente pero esta vez no me gusta la sensación que estoy sintiendo, no es agradable, no es para nada agradable. No quiero esto.

—No te acerques, déjame ir. Te lo ruego.

No hay nadie al rededor, sólo somos nosotros, no hay nadie que venga a ver lo que está pasando, y si lo hay probablemente lo ignore y siga con lo suyo porque están tan acostumbrados a ver este tipo de situaciones en esta maldita escuela. Esta vez nadie vendrá.

—¿Crees que Minho si acaso se fijaría en tí? Él no es como tú, de seguro le darías asco si se entera de lo que eres.

El primer golpe llega sin previo aviso, mis lágrimas no pueden ser retindas por más tiempo, siento nuevamente otro golpe y no me queda de otra más que aguantar todo, sólo quiero que esto termine lo más pronto posible. Al final de todo un sigo siendo un saco de boxeo, por más que lo evite, siempre habrá algo que cause alguna desgracia en mi vida, no importa si está tomando un buen rumbo, siempre habrá un espacio para el dolor, creo que nunca podré ser completamente feliz.

¿Qué estoy haciendo mal?

Después de unos minutos y varios golpes más en el que mi cuerpo sólo pedía descansar, me dejan por fin en paz simplemente dejándome en el duro pavimento. Al menos esta vez fue un poco mejor que la anterior ya que mis costillas no duelen tanto, pero de igual manera no puedo quedarme mucho tiempo aquí. Así que reúno todas mis fuerzas para levantarme y caminar a paso lento en dirección al puesto de flores más cercano, quizás se las dé a Minho en otra ocasión cuando mi cara no sea un desastre y pueda verme más presentable. Cuidaré bien de ellas para que no se marchiten pronto y puedan durar mucho tiempo.

Sin embargo cuando por fin logro llegar ya no estaba, ahora me siento peor que antes. No me queda más remedio que volver a casa; me siento tan frustrado e impotente por permitir que pasara esto, por no poder ponerle un alto de manera rápida, si quizás hubiera corrido a tiempo hubiera llegado a comprar las flores y entregárselas.

Ahora sólo quiero llegar a casa y abrazar a minho tan fuerte hasta que olvide el dolor que siento en mi cuerpo, quiero sentir la calidez de su pelaje en mis manos y sentir que todo va a estar bien.

Me tomó un tiempo llegar, pero cuando lo hice, toqué la puerta de Chan un par de veces hasta que salió, la pequeña y amable sonrisa de su rostro se desvaneció casi al instante.

—Por dios, Jisung ¿Qué te pasó? ¿Estás bien? ¿Quién te hizo esto? - dice acercándose un poco a mí inspeccionando mi cara.

—Sólo dame a minho, estoy cansado.

Realmente estoy cansado, no quiero tener que dar ninguna explicación, sólo quiero llegar a mi cama y dormir profundamente mientras abrazo a mi perro.

—Pero estás completamente lastimado, necesito curarte. No puedes estar así.

—Tienes que ir a trabajar, se te hará tarde. Dame a minho y me iré a casa, yo mismo me encargaré.

En serio traté de convencerlo de que me dejara irme a casa, pero él simplemente me arrastró hacia adentro y me sentó en el sofá para comenzar a curarme.

Estoy comenzando a perder la paciencia en este momento.

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