07

La alarma de mi celular entra por mis oidos de una manera castrante y ruidosa. Son las 6:30 a.m. y ya estoy completamente cansado de este día; mis párpados pesan al querer ser abiertos y estiro un poco mis piernas.

No debí haberme quedado despierto hasta tarde terminando esa canción, de igual manera nadie le prestará atención cuando la cante en el bar. Nadie me escuchará gritar en ese maldito bar que no estoy bien.

Siento un par de lamidas en mi mano, que está colgando sobre la cama, seguido de unas leves mordidas. En lugar de hacerme sentir dolor, sólo me cura el corazón ese cachorro.

Hace que mis días pesados valgan la pena cuando escucho sus patitas caminar torpemente, al igual que esos ruidos que hace, por más extraños que sean, yo los adoro.

Lo levanto del suelo y lo acerco a mi pecho abrazándolo, en este momento no me importa si se me está haciendo tarde para ir a la escuela. Él lame mi mejilla un poco haciéndome reír.

—Sí, buenos días a ti también.

Después de unos minutos más recostados en la cama, mi alarma volvió a sonar así que no tuve más remedio que ir a bañarme y alistarme para la escuela, dándole primero su desayuno a minho. Cuando ambos estamos listos, me detengo en la primera parada a unos pasos en la casa de Chan quién como todas las mañanas me recibe con una sonrisa, he aprendido a devolversela poco a poco.

Sostuvimos una pequeña charla y me dió mi desayuno que constaba de un yogurt con granola y un jugo de manzana. Él siempre me recibía con un «¿Has comido?» Y me di cuenta que es imposible mentirle, así que simplemente le digo la verdad, por lo que todas las mañanas me recibe con un desayuno en las manos.

Al llegar a la escuela todo parece normal, digo, San está igual de insoportable que siempre así que todo sigue normal.

—Te ves horrible Han. - dice empujándome.

Por favor ¿No tiene nada mejor que hacer?

—Dime algo que no sepa. Hazte a un lado, imbécil.

Lo rodeo y sigo mi camino, pero antes de seguir mis pasos él idiota patea el interior de mis rodillas provocando que caiga al suelo. Escucho risas, siento miradas en mi que luego desaparecen y ellos se alejan diciendo cosas desagradables sobre mí.

Sí, todo está normal.

Las clases pasan lento, pero al menos el profesor ha cambiado de tema y ahora se va a pasar otras cinco clases seguidas hablando sobre él. Es un avance.

Llegando el descanso voy primero a mi casillero antes de ir a la cafetería, al llegar veo a un chico de cabello castaño, corto y un poco ondulado, parece perdido buscando su casillero ya que está revisando los números de cada uno. Nunca lo había visto, debe de ser nuevo.

La última vez que me acerqué a alguien nuevo en esta escuela no terminó muy bien que digamos. Simplemente lo pasaré de largo, no estoy interesado en conocer gente, la convivencia con mi perro es suficiente.

Voy a mi casillero y dejo algunas cosas ahí, el chico sigue perdido y puedo ver cómo me observa un poco dudoso, seguro quiere preguntarme en dónde queda su casillero. Pero si lo ayudo de seguro tendré que convivir más con él, decirnos hola y esas cosas, entablar una conversación ya que él no conocerá a nadie más que a mí.

¿Qué estoy diciendo? No soy una persona importante a la cual recordar. Al carajo, lo ayudaré, está bien.

—¿Buscas tu casillero?

Él pareció asustarse un poco ya que abrió sus ojos por un segundo, pero al instante asistió frenéticamente.

—Sí, hyung. Aún no lo encuentro. - dice con un poco de pena.

¿Hyung? Nunca nadie había usado honoríficos conmigo, supongo que es porque no saben que tengo 18, así que él debe de tener 16. Todos en mi generación tienen 17 años, soy el único bicho raro que no encaja en ellos y no lo hará jamás.

De igual manera, usar el término "hyung" es un poco raro para mí, no me gusta así que simplemente no lo uso.

—¿Qué número te dieron?

Él extiende un pequeño papel hacia mi rápidamente.

143

—Llevo un rato buscando, pero no lo encuentro. - dice desanimado.

—Está bien, ven conmigo, te llevaré.

Su casillero queda casi en frente de la cafetería, por lo que simplemente lo dejaré ahí y me iré a comer antes de seguir con mis clases, y ya no nos volveremos a ver ni a dirigir la palabra. Él se conseguirá amigos en su salón y se olvidará completamente de mí.

Llegamos por fin a su casillero y él sonrió ampliamente dejando ver sus dientes con brackets, se me hizo tierno ver su sonrisa así.

—Gracias hyung, eres muy amable.

No lo creo, pero de igual manera hago un sonido de afirmación solamente para terminar la conversación. Él hace una gran reverencia, wow, creo que está exagerando un poco al mostrarme respeto.

Yo me alejo sin despedirme, dejando a aquel niño concentrado en guardar sus cosas. Así que ahora estoy en la fila de la cafetería esperando a que sirvan mi comida en la bandeja que tengo en las manos, cuando por fin la tengo me paseo por toda el área tratando de encontrar una mesa que esté vacía, pero al parecer todos están en un grupo.

Cuando recién entré aquí, realmente quería ser parte de un grupo, quería poder volver a sentir que tenía amigos y reírme hasta que mis costillas duelan con ellos. Me imaginaba tomando clases juntos y molestandonos entre nosotros a forma de broma, yendo juntos a todos lados; en serio quería tanto unos amigos.

Pero después de lo que pasó la primera vez que traté de hacer uno...ya no volvió a ser lo mismo. Me di cuenta que siempre he sido invisible ante la vista de todos, y llegué al punto en el que ya no quiero hablar con nadie en este escuela.

—Oye, ¿A dónde vas?

Pero al parecer, algunas personas se empeñan en querer hablar conmigo. ¿Por qué?

Seungmin está sentado picando un poco su comida antes de llevarla a su boca. Está sentado solo, él tuvo suerte de encontrar mesa antes que yo.

—Estoy buscando dónde sentarme.

Él simplemente señala la pequeña banca enfrente de mí mientras sigue masticando.

—Siéntate aquí.

Lo dudo un poco, pero realmente es la única mesa que está casi disponible en su totalidad, aparte él es una persona agradable. Le doy las gracias y empiezo a comer en silencio, de nuevo ninguno dice nada, pero creo que los dos estamos bien con eso. Es como si estuviera solo, pero sé que si quiero hablar sobre algo habrá alguien para responderme.

Es agradable.

Siento una mirada sobre mí desde hace unos minutos, pero al voltear no veo a nadie que esté viéndome. Justo antes de volver a mi comida, puedo ver a aquel chico al que ayudé hace apenas unos minutos, también está buscando donde sentarse.

No, no, no. Ya hice demasiado, él va a encontrar a alguien mejor que yo para convivir, alguien que sí pueda hablar sin decir una grosería de por medio, o que simplemente sí pueda hablar fluidamente todo el tiempo. Alguien que sí valga la pena conocer.

Espera. ¿Ese es San? ¿Invitándolo a su mesa?

Oh no, te permito juntarte con cualquier idiota, menos con ese hijo de puta.

—Ahora regreso, tengo que hacer algo. - le digo a Seungmin rápidamente.

Él se queda confundido ante mi repentina actitud, me levanté rápidamente de la banca y corrí hacía dónde estaba la mesa de San, aquel chico se veía emocionado por hacer amigos, pero si lo dejo sentarse en esa mesa en unos meses sus brazos tendrán moretones, su sonrisa desaparecerá, y sus ojos perderán ese brillo que tienen, no querrá volver más. No puedo permitir eso, yo puedo soportarlo ya que aprendí a hacerlo, pero no creo que él pueda hacer lo mismo.

Tomo rápidamente su brazo con cuidado de que su bandeja no caiga al suelo y lo arrastró conmigo, él se ve muy confundido y escuché a San maldecir.

—¿Hyung, qué estás haciendo? Estaba a punto de sentarme.

No digo nada hasta llegar a la mesa, le ordeno que se siente y Seungmin me mira extrañado, después lo mira a él arrugando sus cejas.

—¿Quién es él? - pregunta señaladolo.

—Oh, soy Yang Jeongin. Soy nuevo. - vuelve a mostrar su sonrisa con brackets.

—Ya veo. Yo soy Seungmin. - ahora se dirige hacia mí. —¿Pasó algo?

—Sólo no tenía donde sentarse.

Seungmin asiente con su cabeza, volviendo a comer. Al parecer Jeongin parece olvidarse que literalmente lo acabo de arrastrar conmigo cuando empieza a comer rápidamente.

—Por cierto, hyung. - se dirige a mí después de pasar la comida. —¿Cómo te llamas?

—Han Jisung. - respondo simple.

—¡Es un nombre genial! Suena como si fuera de artista. ¿Eres artista?, ¿Cantante?, ¿Pintor?, ¿Bailarín?

Seungmin y yo reímos un poco, no han pasado ni cinco minutos y ya ha pronunciado más palabras que nosostros dos juntos en este día.

—Bueno, no soy un artista, pero toco la guitarra en un pequeño bar en el centro. Aunque no es nada importante.

Al mencionar eso, Seungmin parece más interesado en la conversación, apoya sus codos sobre la mesa prestando atención a lo que sea que diga.

Jeongin abre sus ojos como si estuviera completamente sorprendido.

—¡Eso es genial! ¿Qué canciones tocas? ¿Tocas un sólo género o vas variando? ¿Haces covers o tú las compones? Creo que es muy cool de tu parte si compones canciones.

Vuelvo a reír por lo hiperactivo que es, parece tener mucha energía.

—Haz una pregunta a la vez o no hagas ninguna. - dice Seungmin. —¿Cuál es la dirección del bar?

Su pregunta me deja confundido.

—¿Por qué quieres saber?

Él encoge sus hombros.

—Por si quiero ir a verte cantar o simplemente tomar un trago, yo que sé.

—¡Yo también quiero! - dice Jeongin.

—Primero deja de ser un niño. No te dejarán pasar.

La cara de decepción que puso me hizo reír otra vez.

—No dejarán entrar a ninguno, son menores de edad.

Seungmin entrecierra sus ojos un poco, dándome una mirada acusadora.

—¿Y cómo es que te dejan entrar a ti? También eres menor.

—¡Cierto! Es injusto.

Jeongin realmente parece un bebé haciendo berrinche.

—Soy mayor de edad, tengo 18.

Ambos quedaron sorprendidos por mi respuesta, creo que no se lo esperaban al igual que Chan el primer día que hablamos.

La conversación se desvió ya que Jeongin empezó a decir de lo genial que era tener 18 años, que debe ser estupendo llegar a esa edad y que le emocionaba mucho estar cada vez más cerca de cumplirla.

Yo realmente no le quiero arruinar su emoción, que mi vida sea una mierda, no significa que la suya también lo sea. Espero que él viva una buena vida y cumpla todo lo que quiera, que no deje que la tristeza lo consuma y que esté sonriente todo el tiempo; espero que su brillo no se apague nunca.

Él me recuerda tanto a mí yo de aquel entonces.

🐶🐶🐶

Llegando a casa de Chan sólo me dedico a jugar con minho y berry, abrazarlo y decirle lo mucho que lo extrañé; comer y dormir en el sofá de su sala de estar. Dijo que hoy tenía el día libre por lo que podía quedarme un rato más y se la ha estado pasando alimentandome con pequeños snacks aparte de la comida que había preparado.

Siento un peso extra en el sofá cuando voy despertando de mi siesta, él trae a berry en brazos acariciándola suavemente.

—Despierta, ¿No tienes tarea?

Yo estiro mis brazos un poco.

—La haré mañana. - digo con flojera.

Él asiente un poco.

—¿Para cuando es?

—Para mañana.

Chan hace un sonido de sorpresa al escuchar mi respuesta.

Después escucho a minho llorar un poco, ya se ha despertado de su siesta y al ver que berry está siendo cargada él también quiere estarlo así que me acomodo en el sillon para quedar hacerle un espacio y levantarlo. Es un berrinchudo, pero realmente no me importa, le daré lo que quiera.

—¿Por qué lo dejas para último momento?, ¿De qué materia es? Puedo ayudarte a hacerla.

En serio no sé por qué se esfuerza tanto en ayudarme, simplemente lo haré mañana.

Realmente no creo merecer tanta ayuda.

—Puedo hacerla solo.

—¿Estás seguro? No tengo ningún problema en ayudarte.

Chan, deja de ayudarme por un momento y simplemente olvídate de mí, no soy tan bueno como crees que soy. Aprecio todo lo que has hecho y tus intenciones, pero siempre he estado solo y sin recibir ayuda.

No quiero acostumbrarme a buscar a Chan cada vez que tenga un problema, porque cuando sea momento de que él me abandone ya no tendré a quien buscar y me sentiré peor de lo que estoy ahora.

—Seguro.

Nos quedamos un rato jugando con los perritos, berry a pesar de estar más grande que minho sigue teniendo energía aunque a veces se canse rápido, hay algunas veces en las que realmente no puedes calmarla y tanto ella como minho se la pasan jugando por horas hasta que ambos terminan muy cansados y toman una siesta juntos, con mi cachorro acurrucado hecho bolita cerca de su cuerpo.

—Por cierto, Sung. Dijiste que compones canciones. - habló Chan de repente.

—Oh sí, pero realmente no son muy buenas. Sólo lo hago para tener algo que tocar en el bar.

Él baja a berry de su regazo, quien ahora se encontraba dormida y la colocó en su camita cerca de nosotros.

—¿Me dejas ver las letras?

No. Definitivamente, un rotundo no.

Chan es un profesional, lleva años de experiencia y si ve las letras de mis canciones, o peor...sí las escucha. Él estará muy decepcionado de mí si ve lo que escribo, así que eso conlleva también a no dejar que me vea en escenario.

—Bueno...es que la verdad no sé dónde las guardé, así que están perdidas.

Sí, buena excusa.

—No te preocupes, vamos y te ayudo a buscarlas.

Estoy jodido.

🐶🐶🐶

Bueno, aquí estoy en mi casa completamente desordenada. Dios, me siento avergonzado de que Chan vea esto, su casa es todo lo contrario a esto, es limpia y bonita.

No puede ser, soy un asco.

Él está buscando en un cajón cerca de mi cama, mientras yo fingo buscar en otro lugar. Sé perfectamente en dónde están, pero no creo que Chan realmente vaya a encontrarlas, así que espero que se rinda en un rato más y regrese a su casa.

—¡Sung, las encontré!

Puta madre.

¿Cómo es que pudo levantar ese mueble con tanta facilidad? Ahorita lo está bajando como si no pesara absolutamente nada.

Aunque ese maldito buró sea pequeño, para mí es la cosa más pesada del mundo, tengo que arrastrarlo para poder moverlo.

—Genial. - fingo una sonrisa.

Él se sienta en la orilla de mi cama y veo como pasa de hoja en hoja inspeccionando cada una. No me atrevo a ir hacia él, así que simplemente me quedo estático en una esquina de mi cuarto. Parece estar analizando letra por letra cada una de las hojas, con las cejas un poco arrugadas y una mano sobre su boca, haciendo sonidos y gestos extraños que realmente no puedo adivinar si son buenos o malos.

¿Y si son malos? ¿Qué es lo que me dirá? "Deberías de enfocarte en otra cosa" creo que es la manera más amable en la que puede decir que soy un completo fracasado para esto.

—Sung.

Mis pensamientos son detenidos en el momento que pronuncia ese apodo que me ha puesto.

—¿Qué pasa?

Su expresión sería no me da muy buena espina, debe ser algo malo.

—Esto es genial. ¡Por dios! ¿En serio escribiste todo esto? ¿Cómo puede tu mente producir letras tan profundas? Y estas rimas, son demasiado buenas.

Él ahora tiene una gran sonrisa, parece estar muy emocionado por alguna razón.

No es mi mente quien produce esas letras, realmente sólo escribo lo que siento, y parece que cada vez me siento peor.

¿En serio son buenas? ¿Él en verdad está diciendo que es genial?

—¿En serio crees eso?

—¡Claro que sí! Ven aquí. - palmea un poco el colchón para que vaya. Voy aún con miedo. —Es demasiado bueno, estoy seguro que a los clientes les encanta.

Está alardeando demasiado.

Aunque me siento halagado de que un profesional esté diciendo que lo que hago esté genial, quisiera poder decir que está mintiendo para hacerme sentir bien...pero no lo hace. Él realmente cree que soy bueno y siento ganas de llorar por eso, mi corazón se siente cálido al escuchar esas palabras.

—Bueno realmente no lo sé, sólo voy y hago lo mío. - él ríe un poco.

—¿Cómo te presentas? Ya sabes, al momento de subir al escenario. ¿Tienes algún nombre u apodo artístico?

—Sólo uso mi nombre normal. No creo que me quede bien un nombre artístico.

Él echa la cabeza para atrás haciendo un quejido.

—¡Vamos! Todos los artistas tienen uno, el mío es CB97. La gente te reconocerá al instante si usas uno.

Bueno, no es como si esto fuera en serio. No pienso hacer esto para siempre, no tiene sentido tener un nombre artístico.

—No creo que sea necesario.

—Lo es. Déjame pensar un momento, te daré un buen nombre. - de repente todo quedó en silencio por unos minutos. Después él tronó sus dedos y volteó a verme con una sonrisa. —¡Ya lo tengo! Jisung, a partir de ahora serás...J.One. ¿Qué te parece?

J.One.

Me gusta.

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