Mi mente dejó de ser un lío por el momento en el que estuve inconsciente, eso me alegró y me hizo sentir bien a pesar de todos los golpes que aún sentía en mi cuerpo. Al menos ya no pensaba en nada y mi mente estaba completamente en blanco, como si estuviera flotando.

Me costó levantarme, pero aquí estoy, sentado en el duro concreto del parque, tratando de averiguar en dónde carajo está mi cartera. Esos malditos me la robaron, ¿Ahora cómo comparé la comida del cachorro? Esto no puede ir peor.

Una mujer pasa junto a su hija y al verme, su cara se transforma en una expresión de asombro, casi de terror.

—Hija, vamonos por aquí. - dice jaloneando del brazo de su hija.

Van por otro camino, lejos de mí.

Mi aspecto debe ser un asco, ya que aquella niña solamente quiso esconderse detrás de su mamá. Cuando se fueron me dió una última mirada, sólo había una expresión de confusión en ella.

La gente siempre me miraría de esa forma.

¿A quién engaño? Ni siquiera me voltearian a ver si no es de esta manera.

Mi cuerpo duele como la mierda, se siente horrible todo este dolor en mis costillas, mi cara se siente parchosa por la tierra y la sangre seca. Pero todo eso no importa cuando tengo un cachorro esperando para alimentarlo.

Me pongo de pie obligando a mis piernas a no derrumbarse, mis pasos son lentos, pero a medida que voy avanzando me acostumbro al dolor y se hace más fácil el camino de regreso a casa. Lamentablemente mi mochila ha desaparecido, todos mis libros estaban ahí, genial.

Sin cartera, sin mochila, hecho mierda por dentro y por fuera. Eres genial Han Jisung.

Afortunadamente no tenía que tomar ningún autobús, sólo tenía que caminar unas cuadras para llegar. Arrastrando mis pies por la calle, con mi estómago rugiendo por comida, muriendo del sueño y mi cara hecha un asco, así es como llego a casa.

Y él está acostado, tomando una siesta en la sombra que da el árbol plantado afuera de mi casa, ese que me gusta tanto porque sus flores parecen nunca marchitarse. Me acerco poco a poco y él se despierta, dirige su ojos hacia a mí y corre rápido, se para en dos patas y se apoya en mi pantalón.

—Hola pequeño. - él chilló un poco. —Lamento no traer nada hoy, hubo un pequeño accidente.

No puedo evitar que las lágrimas salgan de mis ojos, el escucharlo llorar hace que yo también lo haga, sé que tiene hambre y odio no tener comida para él. La poca comida que tengo no es apta para su estómago, pero yo solo quiero que él coma, es lo único que quiero.

Me siento una total basura en este momento.

Caigo sobre mis rodillas y él lame mi mano, trata de subirse para que lo acaricie pero aún es muy pequeño y no alcanza, por lo que opto por levantarlo.

Murmuro un "Lo lamento" mientras lo acarició, mis lágrimas siguen cayendo, no me importa si arden en mis heridas, sólo quiero llorar hasta que no salgan más y no pueda derramar ni una sola gota, hasta que no pueda volver a sentir nunca.

Ya no quiero sentir, lo odio.

—¿Jisung? - escucho una voz. —¿Qué haces ahí tirado? ¿Estás bien?

Levanto mi cabeza importandome poco el cómo me veo en ese momento y puedo ver a mi vecino de a lado, Bang Chan, con su perrita Berry. Al parecer regresaban de un paseo.

—Oh, yo...yo sólo...no lo sé.

Simplemente no sé nada.

—Por dios ¿Qué te pasó? Estás terrible - se acerca a mí agachándose a mi altura. —Oh, parece que tienes un amigo.

Es tan pequeñito que no lo había visto.

—Sí, él tiene hambre, pero yo...no tengo comida para darle.

Chan me mira por un momento, luego baja su mirada al cachorrito, y después vuelve a mí y me da una ligera sonrisa.

—Ven, pasa a mi casa, voy a curarte y le daremos de comer a tu amigo. A berry le da hambre después de un paseo y le gusta hacer amigos.

Me limito a asentir con la cabeza y sin soltar a mi amigo de mis brazos, con la ayuda de Chan me levanto del suelo y nos dirigimos a su casa.

Al entrar puedo ver qué está todo muy bien ordenado, tiene varios instrumentos y una consola de audio pequeña, realmente toda su casa parece un estudio de grabación. No sabía que se dedicaba a esto, supongo que no presto mucha atención a mis vecinos.

Veo como vacía la comida en los platos para los perritos y ambos lo observan emocionados moviendo sus colitas. Él ríe un poco y después le ordena a berry que se siente, esta obedece al instante y es cuando baja su plato y empieza a comer; en cambio con mi amigo simplemente le da su comida y empieza a devorar todo.

Me siento terrible por haberlo hecho esperar tanto.

—Gracias, realmente no sabía que hacer. - digo sin atreverme a mirarlo.

—Está bien Jisung, ahora vamos a curarte, debe de doler mucho. Toma asiento - señala el sofá detrás de mí.

Antes de que pudiera sentarme siento una punzada en mis costillas. Dios, realmente duele horrible y él pareció notarlo.

—Estoy bien.

Miento, pero es que realmente no quiero molestarlo con mis problemas.

—No pareces del todo bien. ¿Quién te hizo todo eso? - me quedo callado, en completo silencio no quiero hablar por nada del mundo porque sólo voy a causar problemas. Él parece rendirse ante mi silencio después de unos minutos. —Está bien, no te voy a presionar, estás en tu derecho de no contarme.

—Gracias. - murmuro.

Él vuelve a sonreír y veo como se pierde por el pasillo por unos minutos, para después volver con un pequeño botiquín de auxilios. Empieza primero limpiando mi rostro con un algodón y agua, para después desinfectar mis heridas; por un momento me siento cálido, cierro mis ojos dejando que cure las heridas de mi frente y mi mente se queda en blanco pero está vez es diferente, esta vez es más tranquilo porque el ambiente es acogedor.

—Jisung, ¿Eres menor de edad?

La pregunta me confunde un poco, sin embargo él se ve tranquilo. Así que respondo.

—No, tengo 18.

Él abre un poco sus ojos, como si mi respuesta le hubiera sorprendido demasiado.

—Wow, en serio te ves menor. - ríe un poco. —Como sea, iba aplicarte esta crema para el dolor, pero creo que es mejor que lo hagas tu mismo, no quiero incomodarte. - dice extendiendo el pequeño tubo hacia mí.

—Oh, gracias, lo haré.

Chan terminó de guardar las demás cosas y tirar algunas otras utilizadas y volteó a ver a los perritos quienes se encontraban jugando, bueno; berry se encontraba acostada mientras que el otro sólo saltaba y jugaba con sus orejas.

—Es lindo. ¿Cómo se llama?

—No tiene nombre, en realidad no es mío, no puedo cuidarlo. Así que estoy en espera de que alguien pueda hacerlo.

Chan emite un sonido que realmente no sé cómo tomarlo.

—Pero parece que se ha apegado a ti.

—Bueno, él realmente... simplemente no se ha despegado de mí desde que mordió mi pantalón un día. - suspiro.

Chan sonrió un poco.

—Entonces él te ha elegido, es un privilegio que un animalito te elija Jisung.

Vuelvo a suspirar.

—Pero realmente no puedo cuidarlo.

—Puedo ayudarte.

—¿Qué? - lo miro confundido.

Apenas hemos entablado una conversación el día de hoy, ni siquiera nos conocemos bien, ¿Por qué quiere ayudarme?

—Trabajo en las tardes, puedes dejarlo aquí en las mañanas y recogerlo antes de que me vaya. Sé lo difícil que es cuidar a un cachorro.

—No lo sé, no tengo mucho dinero para mantenerlo, y parece que quiere comer cada segundo.

—También puedo ayudar con eso, gano lo suficiente como para sustentar los gastos básicos. ¿Qué te parece esto? Yo me encargo de los gastos del veterinario y tú de la comida y las necesidades.

Wow, esto va muy rápido, pero realmente es la única ayuda que me han ofrecido hasta ahora, desde que llegué aquí.

Es una gran persona, parece que tiene toda su vida en orden, sin ningún tipo de preocupación porque hasta se ofrece a ayudar a los demás a pesar de tener sus propias responsabilidades. Quisiera ser así de ordenado con mi vida y no ser simplemente un caos a donde sea que vaya.

—Bueno, tengo que pensarlo.

Él sonríe.

—Está bien, sólo es una opción por si quieres quedartelo, sino yo te ayudaré a encontrarle un hogar.

Yo asiento con la cabeza sonriendo un poco en forma de respuesta.

Ahora tengo algo más en que pensar.

🐶🐶🐶

El resto de la tarde la pasé en casa de Chan, después de esa pequeña plática preparó algo de comer y estuvimos un rato descubriendo más del otro.

Descubrí que es de Australia, tiene dos hermanos, y trabaja en un estudio de grabación produciendo y componiendo canciones para varios artistas. También me contó que tiene algunas canciones grabadas, pero que no se ha atrevido a lanzarlas porque aún necesitan arreglos y está ocupado con muchas cosas más.

Más tarde me di cuenta que está viviendo la vida que yo alguna vez quise. Pero supongo que en este momento es imposible lograrlo.

Realmente no aporté mucho en esa conversación, mi vida no es algo emocionante, a menos de que un grupo de idiotas te acosen lo sea. Pero en realidad solamente dije lo básico.

Tengo 18 años, vivo en la casa de mis difuntos abuelos mientras que mis padres están en Malasia, vine aquí por un estúpido sueño que al final resultó sólo ser eso y tuve que quedarme para seguir mis estudios porque mi padre quería que fuera un hombre independiente.

«Pero aún eres un niño» fue lo que dijo Chan en ese momento.

Y yo sólo reí.

Me volví a reír de lo idiota que fue el Jisung de 16 años al audicionar en esa empresa, de lo nervioso que estaba y de todos los errores que cometió.

Del talento que pienso que tengo.

Lo único que puedo hacer es suspirar una y otra vez mientras que el cachorrito está acostado sobre mi estómago, no puedo moverme mucho ya que lo despertaré.

Una notificación me saca de mis pensamientos y veo como la pantalla de mi celular se enciende avisando un nuevo mensaje. Lo desbloqueo y veo que se trata acerca de él.

Hey, ¿Aún está disponible?

Leo el mensaje, y no puedo creer lo que estoy viendo ¿Disponible?

No es un puto objeto.

Las palabras de Chan resuenan en mi mente una y otra vez. "Él te ha elegido"

¿Por qué yo? Sólo le dije que esperara, no pensé que realmente fuera a entender.

Observo al cachorro, aún sigue dormido.

—¿Realmente me elegiste?

Y él emite un sonido, quizás haya sido por un malestar, o por cualquier otra cosa, pero una parte de mi simplemente lo tomo como un "Sí, te he elegido".

           No, ya consiguió un hogar.

Después cierro el chat y busco el número de Chan para enviarle un mensaje.

Voy a quedármelo.