02

Hoy es viernes, muchos se van de fiesta este día y no la terminan hasta el domingo por la noche, otros se quedan en sus casas leyendo un buen libro, viendo su película favorita, o una serie que se encontraron por ahí. Algunos van a un pequeño viaje familiar a un lugar cercano.

Pero lamentablemente yo no formo parte de ninguno de esos grupos, ni siquiera de los que solamente se quedan tirados en sus casas sin hacer nada.

Después de mi perfecta huida de la escuela, y con perfecta quiero decir que me fui antes fingiendo que me sentía mal; estoy alistándome para ir a trabajar. Toco la guitarra en un pequeño bar en el centro de la ciudad, al menos hago algo que me gusta, puedo ir a tocar mi música ahí. Pero se alguna manera sigo sintiéndome vacío y sin animos de ir.

Mi música no es tan buena, si los clientes se quedan es por la compañía que tienen, realmente el verdadero espectáculo viene después del mío.

Voy caminando hacia la parada de autobús cuando se repente siento que algo jala mi pantalón, no es tan fuerte, pero lo siento. Doy la vuelta y al principio no veo nada, pero al bajar mi mirada puedo ver a una pequeña bolita color café, muy entretenida con el dobladillo de mi pantalón.

—Oye, ¿Qué haces? Suéltame. - digo moviendo mi pie ligeramente, pero la bolita solamente mordió con más fuerza. —No puedo jugar ahora, ve con tú mamá.

Sin embargo no hace caso.

Me veo en la obligación de agacharme y tomar al pequeño cachorro en mis manos, quien lucha por liberarse tratando de morder mi dedo.

—Vamos, no hagas eso. - el perro chilla un poco. —¿Tienes hambre? Supongo que sí, tendrás que perdonarme ya que no tengo mucho dinero ahora. Pero si no me sigues y esperas aquí, cuando regrese te traeré algo rico.

Bajo al pequeño quien parece seguir queriendo morder mi pantalón, así que no me queda de otra que tomar una pequeña piedra del suelo y lanzarla lejos. Eso lo pudo distraer ya que fue corriendo tras ella y yo aproveché para irme de igual manera.

Me forcé a no mirar atrás por un tiempo hasta que estuve en la parada, el cachorro se había ido, me pregunto si seguirá ahí después de lo que le dije ¿Me esperaría? Realmente no lo creo, es sólo un bebé, de seguro alguien lo tomará y se lo llevará para darle una buena vida, no tiene por qué esperarme.

Al llegar a mi lugar de trabajo saludo a unos cuantos meseros quien ya estaban sirviendo a algunos clientes. Me acerco a la barra y sale el dueño del lugar.

—Hola Jisung, llegas justo a tiempo. El equipo ya está preparando las bocinas y todas esas cosas que necesitas. - dice mientras me da una sonrisa.

—Está bien, entonces iré a prepararme.

—Espera ¿Por qué primero no te tomas un trago? Para calmar los nervios. - dice sirviendo un trago de tequila.

—Sabes que no tomo Changbin, y ni siquiera hay mucha gente ahora, no hay por qué sentirse nervioso.

Él simplemente sonríe negando un poco con la cabeza.

—Eres de los pocos adolescentes que no toman, eso es demasiado raro. Ya eres mayor de edad.

—Bueno, tú tampoco tomas y eres dueño de un bar, creo que es más raro.

Changbin levanta sus manos en señal de paz riendo un poco.

Changbin también es perfecto, es un hombre responsable, maduro, y que hace ejercicio, su cuerpo es realmente increíble y grande, pero definitivamente su personalidad no coincide con la primera impresión que te llevas de él.

Yo también quisiera un cuerpo así de increíble, realmente no tengo músculos por más que quiera obtenerlos, pero soy muy flojo para hacer ejercicio.

—Jisung, ya está todo listo. - dice uno de los chicos del equipo de sonido.

—De acuerdo, ya subo.

Subo al pequeño escenario y puedo ver desde donde estoy a varias personas ya un poco pasadas de copas. Apenas son las 6 de la tarde, por dios.

—Suerte, lo harás muy bien.

—Gracias.

Bien, es hora Jisung, sólo imagina que no hay nadie viéndote.

De esa manera las horas pasan más rápido, cuando termino una canción y abro los ojos sólo para decir el nombre de la siguiente, así continuo hasta entradas las ocho de la noche, en dónde doy mi último aliento a un público que realmente no prestó atención a ninguno de mis sentimientos plasmados en cada letra.

—Gracias por su atención, eso es todo por hoy. Que tengan linda noche. - con eso se escuchan varios aplausos desganados.

Bajo del escenario para ir a la barra nuevamente, a esperar mi paga.

—Lo hiciste bien Jisung. - dice Changbin extendiendo un pequeño sobre con el dinero.

—Oye, realmente ¿No has pensado en dejar de hacer tus canciones menos depresivas? - escucho una estruendosa voz a mis espaldas.

—No es asunto tuyo, Hyunjin.

Ese mocoso, realmente es como una espinilla en el culo.

—Lo digo en serio, además desafinaste un poco en la última canción. Deberías de mejorar eso Han.

¿Puede alguien ser tan irritante? Sólo quiero irme a casa.

—Tú también deberías de mejorar, no siempre se ve un espectáculo de baile en un bar, ¿Y se te ocurre improvisar? No es como si fueras el mejor Hwang, así que baja de tu nube.

Él sabe que lo que digo no es verdad, él realmente sabe lo que hace y está seguro de que lo hace bien, y yo no puedo negarlo. Pero simplemente no voy a dejar que venga a criticar lo único que creo que puedo hacer bien y me mantiene de pie.

—Si de improvisar hablamos, entonces tú debes de mejorar mucho más que yo. Ese rap que hiciste la vez pasada estuvo...

Lo voy a golpear, claro que lo voy a golpear.

—¡Chicos, basta! - la voz de Changbin detuvo nuestra discusión. —Ya no están en primaria, dejen de hacer tanto escándalo.

—¡Él empezó! - apunté a Hyunjin.

—¡¿Realmente empecé yo Jisung?!

No.

Yo inicié todo, si tan sólo el día que Hyunjin entró e hizo su primera presentación yo lo hubiera felicitado todo estaría bien ahora. Si tan sólo le hubiera dicho que fue el mejor espectáculo del bar porque todos estaban gritando y aplaudiendo, ahora no estaríamos en esta situación.

Si tan sólo yo no hubiera sentido celos de que a los clientes les gustara más la presentación de Hyunjin que la mía.

Mi vida no sería tan miserable.

—No quiero seguir viéndote, me largo.

Guardo bien el sobre que Changbin me dió y sostengo bien el estuche de mi guitarra. Cuando salgo del bar siento que puedo respirar mejor, el aire de ahí adentro realmente me abruma.

Dejo que mis pulmones se llenen con aire limpio y mi mente se despeje un rato, al mismo tiempo que mis ojos permiten caer lágrimas.

¿En serio Jisung? ¿De qué sirve llorar? Solamente atraes problemas, no puedes hacer nada bien.

Antes de dar un lado al frente puedo escuchar los gritos y aplausos de las personas en el bar, Hyunjin ha subido al escenario. Puedo ver cómo todos quedan fascinados al ver si manera de moverse, sus ojos clavados en el espectáculo sin perderse ni un segundo de este.

¿Qué se sentirá?

Supongo que nunca mi sabré, así que con pesadez obligo a mis pies cansados a arrastrarse para ir camino a casa. El trayecto de regreso es más agotador, miles de pensamientos pasan por mi mente como un torbellino mientras la música que se reproduce desde mi celular y es transportada por mis audífonos se abre un espacio en mis oidos permitiendome tararear un poco la canción que estoy escuchando.

¿Algún día podré cumplir aunque sea una de mis metas?

Realmente quisiera que la música nublara todos mis pensamientos, pero sólo lo logra un poco. Mientras sigo caminando paso por una tienda de conveniencia que tenía afuera un pequeño anuncio de descuento en comida para perros.

Ese cachorro, ¿Seguirá esperando? ¿Aún tendrá hambre?

Creo que nunca lo sabré si para empezar no llego a casa, así que opto por entrar a la tienda y comprar 2 sobres de comida para cachorro. Si lo encuentro le daré uno y el otro me lo quedaré por si lo vuelvo a ver, pero si ya no está simplemente los tiro a la basura.

Sigo mi camino hasta llegar a la calle donde vivo, empiezo a caminar más lento ajustando mi vista a la poca luz que hay, hago ruidos extraños conmigo boca tratando de llamar al perrito, pero no aparece por ningún lado.

Fue tonto de mi parte pedirle que esperara, sólo es un bebé, obviamente no va a entender.

¿Quién querría esperar a una persona como yo?

Cuando estaba a punto de tirar los sobres al bote de basura más cercano siento de nuevo ese tirón en mi pantalón, acompañado de un pequeño gruñido.

Y ahí estaba. Realmente había esperado.

🐶🐶🐶

Habían pasado unos días y el cachorro y yo nos habiamos vuelto amigos, comíamos juntos, me acompañaba a la tienda y creo que le gusta escuchar cuando toco la guitarra, aunque a veces desaparecía, volvía para cuando yo regresaba de la escuela y le daba de comer. Lamentablemente no puedo adoptarlo, muy apenas puedo mantenerme a mi mismo y comprarle unos cuantos sobres de comida con descuento ¿Cómo sería cuándo creciera?

No puedo darle una vida digna, ni si quiera puedo darme una vida digna a mi mismo.

Así que mejor decidí tomarle unas buenas fotos y publicarlas en la página de vecinos, no tardaría alguien en estar interesado, así que esperaré a que tenga un buen hogar.

—Oye Han. - escucho la voz de San detrás de mí.

Mierda, ¿Por qué mis audífonos no pueden tener cancelación de ruido? O simplemente asilar la voz de los idiotas.

—¿Se te ofrece algo? - digo volteando a su dirección.

Espera, ahora son más idiotas de lo usal.

—Tú y yo no hemos arreglado cuentas, te has estado escapando como una puta liebre.

Creo que es momento de correr.

—Bueno, pueden usar ese apodo de ahora en adelante.

Comencé a correr, sin rumbo alguno, solamente corrí por mi vida esperando perderlos de vista, tomaba caminos difíciles, me iba entre calles y no siempre iba en línea recta, pero aún así los idiotas seguían detrás de mí. Mi mochila pesaba y terminé lanzandola en algún punto del camino, aunque debido a eso mi equilibrio falló y caí al suelo.

Estaba en un pequeño parque que se veía un poco abandonado, a ellos aún les faltaban unos metros para llegar hacia mi.

Creí que lo lograría.

—¿A dónde vas maldita liebre? - siento un tirón en mi cabello justo cuando me agachó a recoger mi mochila.

No, no, no, no por favor.

—Déjame ir por esta vez ¿Sí?

Él solamente ríe.

—¿Por qué la prisa? Vamos a divertirnos un rato.

Tironea más mi cabello y eso me hace soltar un quejido, siento como mi sangre hierve, pero mi cuerpo se congela al mismo tiempo.

—Es que... él aún no ha comido.

Debe estar esperando afuera de mi casa, dando vueltas por todos lados, entrteniendose con una pelota que le dí para que jugara. Esperando a que yo llegue.

—Que estúpido. - dice soltando mi cabello.

Lo ví como una oportunidad para escapar, pero uno de ellos, si mal no recuerdo su nombre, Yeonjun soltó un golpe en mi cara.

—Alto ahí, libre.

Bien, creo que es momento de sacar de nuevo lo aprendido en mis clases de boxeo de cuando era niño. Cosa que no me sirvió de nada porque la última vez que lo intenté sólo fue peor.

Pero si con eso logro distraerlos un poco para salir corriendo, lo haré. No dejaré a ese cachorro esperando por mí tanto tiempo.

Cuando Yeonjun se volteó a los demás para burlarse de mí, lancé un golpe a sus costillas, pareció no dolerle mucho ya que sólo tocó el área un poco.

Mierda, tengo que hacer ejercicio.

Antes de que pudiera recibir otro golpe, San lo detuvo tomando su hombro, después se dirigió hacia a mí con esa maldita mirada de psicópata.

—Dios, haces todo tan complicado.

Lo siguiente fue una patada directo a mi estómago, seguido de varios golpes a mi rostro cuando tomó el cuello de mi camisa.

Mi piel arde con cada golpe, mi cabeza sólo está dando vueltas y vueltas al igual que mi estómago. Siento un sabor metálico en mi boca.

Me siento un completo saco de boxeo ahora mismo, que sólo está para cuando alguien quiere descargar su ira y eso es lo único que está a su alcancé. Soy un saco de boxeo que sangra, que tiene moretones, que siente cada golpe más fuerte que el anterior, que le duele como la mierda todo el cuerpo, pero que no emite ningún sonido de dolor.

Porque un saco de boxeo no es más que solo un objeto, es materia, no tiene emociones ni sentimientos, no tiene vida.

Está vacío.

Justo como lo estoy ahora.

No sé cuánto tiempo ha pasado, mi cabeza está a punto de explotar y no parecen querer detenerse. Estoy seguro que están grabando mi sufrimiento ahora mismo.

—¡Miren! Ahí está Minho. - dejaron de golpearme para voltearse a ver al nombrado y automáticamente empezaron a cuchichear sobre él.

Mis ojos se sentían pesados, mi vista se nubló por completo hasta que sólo ví completamente manchas negras.

—¡Vamos con él! Deja a ese idiota ahí, está a punto de desmayarse ¡Minho, Minho!

Cuando mis ojos se cerraron, eso fue lo único que escuché en mi cabeza.

Minho.


🐶🐶🐶

holaa, aquí los primeros dos caps, qué tal les va pareciendo? Acepto cualquier tipo de comentario, me pueden insultar y todo si les nace del corazón sljsksksjns.

nos vemos luego, besitos 😽💗

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