Día 7

Arco 1: En busca del propósito

Todo estaba oscuro, solo se podía escuchar a lo lejos un llanto, el cual se hacía cada vez más intenso, hasta que finalmente Ale abre los ojos; Ale estaba afuera de la mina, recostado la parte más suave de Tisa, sus ubres, ella era quién hacía el llanto, lloraba muy aterrada porque Ale no vuelva a abrir los ojos, este sin embargo tenía herias y quemaduras en todo el cuerpo y estaba en su estado base; Tisa al verlo despierto se alivia un poco, pero aún tenían que atender sus heridas, pero ella no quería dejarlo allí solo.

Ale le pregunta a Tisa sobre lo que había ocurrido, esta le dice que tras escuchar el estruendo proveniente de la mina, ella salió corriendo hacia en su búsqueda, encontrando muchos monstruos calcinados en el camino, hasta llegar a la zona de la explosión, lugar donde hacía un gran calor y se encontraba el el gran dragón de carbón, por un lado estaba Ale debajo de unos escombros con heridas muy graves en todo el cuerpo e inconsciente.

–Criatura nacida de la poca bondad del mundo, ¿qué haces en mis dominios? –le preguntó el dragón de carbón a Tisa.

Tisa solo corre para ayudar a Ale, quitando los escombros de en cima de él, cosa que irrita al dragón, quien utilizando su cola golpea el suelo violentamente, generando un fuerte temblor en la zona, llamando así la atención de Tisa, mencionando que ella era una esclava de los humanos, que se hiciera a un lado para terminar el trabajo y liberarla, cosa que Tisa se niega diciéndole que Ale era un hermano de aparición, el dragón toma eso como una mentira muy descarada, lo que lo enoja a tal punto de volver a encenderse, encarnando en ella visiones de lo que los humanos del reino hicieron al bosque y a sus monstruos, usándolos de esclavos hasta la muerte en esa misma mina, tras eso este prepara su ataque nuevamente, esta vez los calcinaría a ambos, preguntándole si arriesgaría su vida por Ale luego de lo que vio, dudando un poco, pero decide proteger a Ale puesto a que ella nació de su bondad y el poco tiempo que tiene consciente Ale nunca le había hecho daño, ni cuando era un simple animal, motivo por el que lo abraza y cierra los ojos; el dragón exhala de su boca su aliento de fuego, Tisa asustada espera lo peor, pero solo aparece afuera de la mina, mientras que cientos de chispas ardientes volaban por los aires; el dragón había revisado las cosas de Ale, las que había dejado caer, entre ellas no tenía ninguna clase de arma, o equipo, siquiera armadura, su nivel también era muy bajo para ser un guerrero, lo que le llamó más atención fue el carbón que estaba fabricando en la mesa de trabajo, el cual comienza a comer, al lado de la mesa estaba el mapa de Ale.

Tisa estaba indecisa, tenía que ir por ayuda, pero no quería dejar a Ale allí en ese estado, ante eso Ale le dice que él estaba bien, que solo necesitaba comer un poco y se pondría mejor, siempre le ha funcionado eso, sin embargo aquel ataque del dragón calcinó toda su comida aún estando dentro de su inventario, sobreviviendo unicamente los bloques de carbón; Ale le pregunta a Tisa si ella tenía algo de comida, siendo que ella solo tenía heno. Observando a la distancia, una criatura verde muy pequeña un poco más grande que una rata, estaba observando a Ale y a Tisa, luego simplemente se va corriendo a una gran velocidad. Tisa aún estaba pensando, mientras que Ale se había quedado dormido por lo débil que estaba, ante su impotencia solo llora un poco, sus lagrimas caen en la cara de Ale, aunque una de ellas cae sobre una de sus ubres, escurriéndose hasta llegar a la punta de la mismas, Tisa al ver eso recuerda algunos momentos cuando Ale la había ordeñado, siembre quedaban algunas gotas de leche en sus ubres que él limpiaba con un pañuelo, eso le da una idea. . .

Un momento después; Tisa había utilizado su heno para hacer una especie de cama y almohada para Ale, posteriormente ella acerca sus ubres a su cara, lo cual lo despierta, aunque seguía débil por sus heridas y el hambre que sentía, mira a Tisa a la cara y esta le dice que por favor beba de su leche, que era todo lo que ella podía hacer por él; este no responde, estaba muy débil para poder hablar o permanecer despierto más tiempo, por lo que solo atrapa una de las ubres de Tisa con la boca, empezando a succionarla, sacando rápidamente la leche de esta antes de volver a caer dormido, Tisa se disculpa por no ser de más utilidad.

Pasados algunos minutos Ale suelta la cuarta ubre de Tisa, momento en el que este regresa a su tamaño normal sin llegar a despertarse, eso le indicó a ella que él estaba lleno y que por lo menos resistiría más tiempo, por lo que no se entretiene más y sale corriendo devuelta a la aldea, momentos después, al lugar donde estaba Ale llegan 3 siluetas conocidas, eran 3 creepers, uno adulto que por su aspecto era hembra y tenía dos flores en su cabeza y un bolso a un costado, uno de la mitad del taño que el adulto, que además tenía un casco de hierro y la pequeña criatura de antes, entre esta y el adulto hablan en su propio idioma, el cual eran unas especie de siseo, en lo que parecía que el pequeño quería ayudar a Ale, a lo que el adulto con dudas acepta, sacando del bolso una poción roja, la cual vierte sobre el cuerpo de Ale utilizando una especie de poderes psíquicos con los cuales movía objetos a distancias; las heridas de Ale empieza a emitir mucho vapor, desapareciendo lentamente de su cuerpo, aunque antes de eso la creeper adulta hace un siseo, indicando que tenían que irse, comenzando a caminar, siendo seguida por los otros dos.

Se hace de noche; Ale se despierta nuevamente, esta vez lo hace dentro de su casa, a su lado estaba Tisa y las otras 9 vacas parlantes; horas atrás, mientras que Tisa corría de regreso al pueblo, se había encontrado con Flor, que corría en cuatro patas, y Yiro, quien iba a caballo, Tisa los lleva hasta donde estaba Ale y allí se lo llevaron devuelta al pueblo. Luego de despertar Ale se sienta, llamando la atención de todas las vacas; en la sala estaba Flor y una araña rosada, una médica enviada por Liz, la cual había terminado de atender las heridas restantes de Ale, segundos después se oyen fuertes golpes en la habitación, por lo que Flor sale corriendo para ver, encontrando a todas las vacas encima de Ale, dándole lamidas en la cara y el cabello, ante tal escena Flor las reprende a todas, diciéndoles que dejaran que Ale descansara, en pocos segundos todas salen de la casa de Ale y se marchan hacia su casa, ya con el cuarto despejado, Flor se acerca para a Ale que se acueste, arropándolo y dándole un beso en la frente antes de marcharse, cerrando la puerta.

A la mañana siguiente Ale, una vez completamente recuperado, sale de su casa y se dirige a la herrería para buscar al Minotauro, viendo que estaba cerrada la herrería, aunque de igual forma entra, encontrando al Minotauro sentado allí dentro tomando algo de alcohol, tras ver a Ale lo invita a sentarse, disculpándose con él y diciendo que cerraron su herrería por un mes por lo ocurrido y que no la demolieron porque Ale no quiso ningún castigo para él, cosa que le agradece; Ale le comenta que tiene todo lo que había pedido, algo que sorprende al Minotauro; Ale saca de su inventario toda la madera y los bloques de carbón, sorprendiéndolo aún más al ver que era carbón refinado y muy puro, este el termina entregando una recompensa de 500 monedas de plata por todos los problemas causados.

Unos días pasaron desde aquel incidente, Ale con las monedas de plata había construido un pequeño granero en la parte trasera de su casa, lugar donde ordeñaba a todas las vacas, estas tenían varias tareas en el pueblo, en su mayoría d limpieza y desmalezar cultivos; Tisa siempre era la última en ser ordeñada, aunque ella lo hacía intencionalmente para poder quedar sola con Ale, este la ordeñaba como a todas las demás, aunque no lo hacía completamente ya que ella lo detenía.

–¿Tienes sed? –le preguntaba Tisa a Ale.

Posteriormente Tisa le permitía constantemente a Ale tomar la leche de sus ubres a escondidas, cosa que Ale no entendía el porqué lo hacía de esa forma, pero era porque ella no quería que las demás vacas se enteraran de lo que hacía, aunque su secreto no duraría mucho debido a que los dos pasaban bastante tiempo juntos o desaparecían del pueblo a la misma hora todos los días, lo cual llamó la atención de las otras vacas, en una oportunidad casi los descubren, Ale estaba por saludar a las demás, pero Tisa rápidamente lo cubre de heno, empezando a comer para disimular, logrando engañar a las demás.

Era la mañana del día 26 desde que Ale estaba en ese mundo, este estaba yendo a ver a Flor para pedirle unos baldes, momento que ella le pregunta acerca de Tisa y su relación, ya que había escuchado rumores, entre las demás vacas, que ambos desaparecía y reaparecían tiempo después, Ale le cuenta todo con normalidad, mencionando lo que hacían ellos dos realmente, cosa que hace reír a Flor, diciéndole a Ale que era todo un pimpollo, acariciándole el cabello hasta dejarlo despeinado, ella también le dice que las demás estarán muy celosas y que será mejor que se los cuente, ya que podría ser peor para él si los descubren, luego de eso Flor se marcha a cuidar de su ganado. La siguiente vez que Ale estuvo ordeñando, les confesó lo que él y Tisa hacían, al principio todas estuvieron sorprendidas, pero luego las miradas se centraron en Tisa, siendo criticada por siempre querer ser la ultima para quedarse sola con Ale, pero para el momento Ale ya las había ordeñado a todas, en ese instante llega Flor para decirles a todos que no le causen problemas a Ale, y que lo hagan de vez en cuando, aunque por la mirada de todas parecía que los problemas apenas comenzaban.

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