Día 14
Arco 1: En busca del propósito
Eran las 10 de la noche; Candy estaba caminando hacia la casa de Ale, de regreso al granero para descansar, la leve borrachera que tenía se podía notar un poco en su caminar, ya que no podía hacerlo en linea recta sin tambalearse un poco hacia los lados. Al pasar cerca de la única ventana del cuarto de Ale, ubicada en la parte trasera, en dirección al granero, Candy nota que estaba cubierta por telarañas, unas demasiado grandes, motivo por el que se asoma un poco, viendo que Bell estaba encima de Ale, en lo que parecía que le estaba comiendo el rostro o succionando el cerebro, por lo que sale corriendo a dar la vuelta, pero como estaba bajo los efectos del alcohol no se le ocurrió simplemente entrar rompiendo la ventana. Bell realmente estaba dándole una especie de beso, algo perturbador por la boca que ella tenía, llenando con su baba caliente la cara de Ale, quien no despertaba, aunque antes poder llegar más lejos sin interrumpidos ya que la puerta es derribada por Candy, quien irrumpe en la habitación tomando por sorpresa a Bell, la cual salta del susto, dando la vuelta y dejando su abdomen sobre la cara de Ale, quien ha respondido al intentar quitarse a Bell de en cima, cosa que no puede estando dormido y borracho.
–Tranquilo querido, me tendrás muy pronto, no te desesperes –le dijo Bell a Ale, algo molesta por la llegada de Candy.
Candy comienza a insultar a Bell, haciendo referencia a lo que estaba haciendo con Ale mientras que este estaba inconsciente, también hace mención que siempre le había parecido alguien con intenciones ocultas, a lo que Bell simplemente responde con un disparo de bola de fuego, del cual Candy logra reaccionar y saca una espada de madera, cubriéndose, pero siendo arrastrada hasta ser sacada de la casa, allí a fuera Bell le dice que estando allí no dañarían la casa de su prometido, Candy le reprocha que ellos no eran absolutamente nada, ni siquiera habían salido antes; Candy se lanza al ataque con su espada de madera, pero por sus movimientos el los tragos habían entorpecido enormemente su forma de luchar, por lo que a Bell no se le hacía tan complicado luchar contra ella pese a ser casi 5 niveles inferior. En la lucha ambas hablaban, Bell se burlaba de Candy y esta le decía insultos cada vez que era golpeada o esquivada, aunque en uno de sus frases logró afectar a Bell, y era en el hecho de que Ale las había tocado más que a ella, refiriéndose a cuando las ordeñaba y cuando estas, a veces, lo amamantaban, palabras que desconcentran a Bell, haciendo que reciba una fuerte patada por parte de Candy, haciendo que derrapa por el suelo hasta chocar contra la casa de Ale; Candy sigue reprochando le cosas, como que ella era un bicho horrible, que si Ale sintiera alguna atracción hacia ellas, las habría tomado a todas hace mucho tiempo, pero sin duda jamás iba a sentir nada por ella.
Candy se lanza nuevamente al ataque, usando la baja guardia que estaba sufriendo Bell, acertando un golpe con su espada de madera, pero no pudo dar otro debido a que Bell había llamado a su báculo, con el cual bloquea la espada de Candy antes de generar una fuerte explosión que la manda a volar hacia atrás, dejándole muchos daños en el cuerpo, sin embargo vuelve a levantarse con la guardia alta. Bell presume un poco con su báculo, haciéndolo girar a gran velocidad, pasando lo por todas sus patas antes de apuntarlo hacia Candy, disparando bola de fuego que esta logra esquivar, incluso llega a devolverle una, pero con un simple movimiento Bell hace de que se detenga y se extinga, no obstante, luchar contra una araña de fuego con espada de madera hace notar las consecuencias, ya que la espada comenzó a arder, motivo por el que Candy la suelta, quedándose sin armas, recibiendo una poderosa bola de fuego cuya explosión, directa, la estrella contra una farola de madera, destruyéndola.
Bell camina hacia la derrotada Candy, diciéndole que era cuestión de tiempo para que Ale la comenzara a amar, y que si no ocurría, solo necesitaba darle un pequeño empujón, aún si eso significaba quitarlas a ellas del camino; Bell había cometido un error al acercarse a Candy, esta no estaba derrotada del todo, en realidad estaba esperando ese momento para sujetar a Bell por una de sus patas y batirla violentamente contra todo como un trapo polvoriento, siendo soltada cuando empezó a calentar su cuerpo a altas temperaturas, momento en que es lanzada lejos antes de que Candy caiga agotada, dejando a Bell con heridas sangrantes y 3 patas rotas y las otras muy dañadas. La pelea había estado siendo observada por algunos parlantes que estaban de paso o estaban durmiendo y fueron despertados por las explosiones, algunos de ellos habían ido a buscar a los guardias para que hicieran algo, pero era muy tarde cuando llegaron puesto a que la batalla había terminado, Bell sin embargo se había marchado de la escena, por lo que los guardias, siendo estos hombres cerdos zombis con armaduras de oro, se encargaron de ayudar a Candy.
Era la mañana del siguiente día; Ale se estaba despertando con algo de dificultad sin poder recordar mucho lo que había ocurrido la noche anterior, solo recordaba que salió a comer con sus amigas y tomó un trago, pero se queda un poco confundido al ver que todo estaba lleno de telarañas, pensando que estaba en la casa de alguien más, aunque tocan su puerta, motivo por el que se levanta y va a atender; Flor había ido a verlo debido al incidente entre Candy y Bell, y preocupada, ella le pregunta a Ale si estaba bien, él le responde que se había equivocado de casa, pero Flor le dice que esa era su casa, un momento después, Flor y Ale estaban sentados en el sofá, ella le había explicado lo que había pasado, lo cual dejó preocupado a Ale, quien pregunta por el estado de Candy, Flor le cuenta que ella ya estaba mejor, pero que nadie sabía nada de Bell, salvo que salió del pueblo hacia el bosque.
Habían pasado unos días desde el incidente, las cosas iban como de costumbre, sin embargo Ale seguía estando algo preocupado por Bell ya que nadie conocía su paradero, pero las demás vacas lo animan al comentarle que Bell era una fuerte usuaria de magia de fuego, por lo que podría sobrevivir sin problemas, aún así sus preocupaciones no desaparecían del todo. Candy ha estado entrenando arduamente, consiguiendo el nivel 8, siendo supervisada por Yiro. En la casa de Lix, Liz y él estaban teniendo una conversación acerca de Bell, ya que Liz era la responsable de ella, Liz le comenta a Lix que posiblemente se haya inspirado en un cuento donde dos pueblerinos, una mujer y un hombre, se escapaban de un injusto pueblo para así formar una familia y su propio pueblo, posteriormente llegaron a construir un reino donde todos sus ciudadanos eran felices, Liz respalda la hipótesis con el hecho de que a Bell le gustaba leer historias, aparte de que arañas hembras ella y Liz eran las únicas en el pueblo; Lix le dice, en un tono que sonó más como una orden, que se encargara de encontrar a Bell, ya que al fin y al cabo era una habitante y era su responsabilidad lo que le ocurriera.
Ale, como ya era costumbre, ordeñaba a las vacas en su granero, donde las que estaban en espera comía algo de pasto y verduras, siendo interrumpidas por Candy, quien estaba llegando de su entrenamiento, el cual la había dejado muy sudad y cansada, ella sin decir nada simplemente entró al granero apartó del lugar a la vaca que Ale ordeñaba para tomar su lugar, abriendo las piernas para que la ordeñen, aunque Ale le dice que estaba ordeñando a la otra vaca y que ella debía esperar como las demás, aunque no pudo decir una palabra más ya que Candy lo ignora y lo agarra por la mano para forzarlo a sostenerle las ubres, cosa a la que Ale se niega ya que no era su turno y le pide que por favor esperara como las demás, lo cual la molesta mucho, al punto de lo derriba con una patada en el pecho, posteriormente lo somete sin esfuerzo al sujetarlo por el cuello, pisándole el pecho.
–¡¿Por qué eres tan suave?, ¿por qué no te defiendes y demuestras autoridad?! –Por primera vez Candy estaba hablando, reclamándole muy molesta a Ale el motivo de que él no hacía nada ante tal situación.
Ale solo le dice que no quiere lastimar la porque ella era su amiga; Candy lo levanta violentamente sujetándolo del cuello y lo arroja contra uno de los pilaras de madera del granero, mientras que Ale se recuperaba, Candy le reclamaba al decir que Bell hizo lo que hizo por su culpa, ya que jamás demostró autoridad ni quién mandaba en el granero, aún cuando lucharon el otro día, él se estaba conteniendo y se preocupaba por ella de no lastimar la y sus golpes no tenían fuerza; ella lo estaba golpeando con sus puños mientras le gritaba. Las otras vacas solo podían ver alarmadas cómo Ale era apaleado. Candy termina arrojando a Ale contra el suelo, tras causarle varias heridas y hacer que escupiera algo de sangre, diciendo le que él tenía la fuerza para defenderse, para tener todo controlado, pero que de todas formas no hacía nada, posteriormente sujeta con fuerza a Ale y empieza a estrangularlo, exigiéndole que se defendiera, las demás vacas, asustadas, le ruegan a Candy detenerse, aunque esta no las escucha; Candy continua con sus reclamos al preguntar el cómo él las iba a proteger si ni siquiera podría protegerse él mismo. Las palabras de Candy llegaron a Ale, por lo que este finalmente reacciona al sujetarle las manos y apartándolas de su cuello, lo que la deja sorprendida por la facilidad con la cual lo hizo, aunque luego, de una patada, Ale la saca del granero atravesando el techo del mismo, Candy a los pocos segundos cae de cabeza contra el suelo, quedando aturdida y desorientada mientras sangraba por la cabeza, como tal la patada no le había hecho daño, pero sí la caída. Ale cae en llanto, disculpándose con todas por no poder protegerlas; las vacas en respuestas van a consolarlo, aunque se apartan al ver a Candy volver a acercarse, con la cara ensangrentada, las otras vacas intentan ganar algo de valor al tomar una pala y algunas tablas de madera para tratar de ayudar a Ale, pero simplemente no se atreven a dar siquiera un paso. Candy se detiene una vez más delante de Ale, agachándose para sujetarle la mejilla, luego hace que este la mire y posteriormente le limpia las lagrimas con sus dedos y le da un beso en la frente.
–Lucha por ellas como lo has hecho ahora –le dijo Candy a Ale, antes de volverse a poner de pie, caminando hacia la pila de heno donde se deja caer, acostándose sobre esta, allí empieza a comer un poco de heno y una zanahoria.
Ale quería disculparse con ella, pero es rápidamente interrumpido, Candy le dice que por proteger a otros nunca debe disculparse, regresando así a hacer mugidos en lugar de usar palabras. Ale aún estaba triste y algo preocupado por Candy, aunque entiende lo que estaba diciendo; las otras vacas se acercan a él para terminar de consolarlo con abrazos y lamidas, una de ellas por lo menos fue a llevarle agua a Candy y un pañuelo para que se limpiara.
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