Taehyung suspiró nervioso e ignoró los quejidos que Hoseok soltaba porque estaba prefiriendo irse con Jeongguk antes que con él y Namjoon. Se colgó el bolso pequeño de color negro en donde llevaba todo lo necesario y le hizo burla a Hobi antes de salir de la habitación porque Jeon estaba esperándolo abajo.

Cuando bajó a la recepción y salió del hotel, saludó con su mano y una sonrisa a Gguk. El streamer pareció robarle el aliento como estaba vestido, una remera negra con el logo de Balenciaga, un jean ancho y unas botas negras. La mitad de su rostro estaba tapado por un barbijo blanco, pero Tae pudo ver los lindos ojitos que el otro tenía, brillando tan lindos.

—Hola—Dijo Kim cuando Gguk le abrió la puerta de la camioneta para que subiera.

—Hola, ¿todo bien?—Preguntó poniendo el automóvil en marcha. Aún no se había animado a preguntar qué había sucedido con su novio, había visto algunos tweets que el muchacho había puesto el día anterior como que el tal Hoseok (que él creía que era quien le había mandado la fotografía) no lo dejaba entrar a la habitación por infiel. ¿Acaso él...? ¿Acaso él le había contado?—. Lamento si cause algún problema con tu novio—Taehyung que había terminado de abrochar su cinturón se lo quedó mirando fijamente antes de soltar una fuerte carcajada y negar con su cabeza.

— ¿Qué? ¿Novio?—La risa era demasiada y Jeongguk se sintió avergonzado con sus mejillas tomando un tierno color rosa—. Espera, ¿quién crees que es mi novio?—Seguía riéndose y a pesar de que tenía una muy linda risa, Gguk no podía estar más rojo.

—El tipo que me mandó mensaje—Murmuró parando en un semáforo en rojo, mirando un momento a Taehyung cuando paró su risa repentinamente.

— ¿Qué tipo? ¿Te mandaron mensaje desde mi celular?—Jeongguk asintió buscando el suyo y buscando el mensaje rápidamente antes de que el semáforo cambiara de color.

—Mira, acá—Le pasó su celular y Tae lo agarró con cuidado.

—Es un idiota—Murmuró con la mandíbula apretada—. No tengo novio. Es mi mejor amigo y no debes de hacerle caso a las cosas que dice. Lo que si me parece extraño es que esos mensajes fueron enviados de mi celular y yo no tengo esos mensajes—Dijo mirando a Jeon. Le devolvió su celular y le mostró los mensajes en el suyo, los cuales solo mostraban a los que Tae había contestado, no aparecía ninguna foto ni cualquier otra cosa—. Aish, ese idiota—Pasó una de sus manos por todo su rostro y Jeon negó con su cabeza divertido—. Bueno, no importa. ¿Adónde vamos?

—Creí que ir al acuario de Busan sería buena idea—A Taehyung pareció brillarle los ojitos mientras asentía con su cabeza—. Luego podemos recorrer el centro y por último visitar la playa Haeundae o la torre de Busan—Encogió sus hombros restándole importancia, pero la realidad era que estaba muriéndose de los nervios porque había hecho una pequeña lista la noche anterior en donde solo había agregado pocos lugares que su olvidadizo cerebro había podido recordar.

Lo estaba asimilando, no tan rápido como tal vez quería, pero daba pequeños pasitos de bebé tratando de comprender toda la situación en la que se había metido. En este momento solo podía pensar en como de bien se sentirían los labios de Tae contra los suyos o como de bien sonaría su voz susurrando cosas en su oído. Era malo, pero quería entenderlo para no odiar ese sentimiento que le hacía sentir burbujas en su estómago y que una calidez le calentara todo el pecho cada vez que sus ojos se encontraban con la peculiar sonrisa de Tae.

—Además de Tae, ¿tienes algún otro apodo?—Preguntó Jeongguk, la vista del contrario perdida en el borrón de colores que era el paisaje afuera.

—Hobi y mis suscriptores me dicen Tete—Lo había dicho sin pensarlo, pero tampoco había prestado mucha atención—. ¿Tú?—Se colocó en una posición que lo dejara ver mejor a Jeongguk, tanto así que había visto cuando había tragado duramente y había apretado el volante entre sus manos hasta volver sus nudillos blancos.

—Algunos. Jeon, Gguk, Jeonggukie.

— ¿Ggukie? Es lindo—Parecía distraído, pero no lo estaba, simplemente estaba tratando de restarle importancia a todas las palabras que en algún momento hubiera gritado de la emoción.

—Tete también es lindo—Dijo sonriendo—. ¿Color favorito?

— ¿Es un juego de preguntas y respuestas?

—Algo así, tenemos un poco de viaje todavía—Jeongguk redució un poco la velocidad.

—Violeta. Mi color favorito es el violeta. ¿El tuyo?

—Suena muy cliché, pero tengo dos y son el negro y blanco—Se quedó callado unos segundos antes de pensar en otra pregunta que podía hacerle—. ¿Cómo empezaste en YouTube?—Preguntó un momento después y miró unos segundo a Tae antes de seguir con sus ojos en la carretera. Pero Taehyung no se sentía muy seguro de responder esa pregunta, había desviado la mirada y rascado su ceja en un claro signo de que estaba algo incómodo.

—Supongo que quería escapar un poco de toda la situación en mi familia—Dijo bajito y riendo al final, pero Gguk sabía que solo lo hacía para no volver el ambiente demasiado pesado—. ¿Tú?

—Me gustan los videojuegos y jugarlos, supongo que empecé porque me parecía divertido filmarme como estúpido para que los demás vieran. Lo que sí, no creí que llegaría a tanto.

—Felicidades por los diez millones—Jeongguk lo miró un momento—. Perdón, simplemente quería ver el contenido que hacías.

—No hay problema. Tú tienes igualmente más suscriptores que yo—Tae rió y negó con su cabeza—. Tienes linda voz—Ambos se sonrojaron mientras mantenían las miradas fijas en un solo lugar, el cual era al frente porque no se atrevían a mirar a otro lado que no fuera la carretera y los autos que iban delante de ellos.

Jeongguk no iba a admitir que se había pasado toda la noche mirando videos del muchacho y escuchando lo dulce que su voz era, pero lo había hecho hasta muy entrada la madrugada y realmente no se arrepentía de absolutamente nada.

—Gracias—Murmuró muy bajo Tae—. Tu contenido es bueno—Porque no había razón de decir demás, simplemente con que dijera eso estaba bien, sino su boca diría cosas que realmente no iban al caso.

—Gracias, también el tuyo—Y soltó un suspiro de alivio cuando vio el gran cartel del acuario a la lejanía, diciéndole que estaban próximos a llegar al lugar tan esperado.

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—Oh, ¿eres fotógrafo?—Preguntó Tae cuando notó como Jeongguk sacaba una cámara del asiento trasero.

—No uno profesional, simplemente tomo fotos por hobby—Tae asintió con su boquita formando un círculo antes de seguir a Jeon de cerca—. Dime de ti—Murmuró Gguk porque en verdad quería saber de él, quería conocerlo, había buscado información en internet, pero simplemente había salido lo básico; su nombre completo, de dónde venía y en qué fecha había nacido. La demás información no la daba por verdadera, simplemente quería escuchar las cosas de la boca del mismísimo Kim Taehyung—. Hola buen día, soy Jeon Jeongguk. Hice una reservación para retirar los tickets ayer en la tarde—La chica dentro de la cabina sonrió y asintió con su cabeza mientras imprimía dos tickets y se los entregaba al muchacho.

—Que lo disfruten y tengan lindo día—Soltó la muchacha cuando Jeon le pasó el dinero.

—Gracias, igual para ti. Que tu día sea leve—Murmuró Tae mientras empujaba a Jeon por la espalda para que comenzara a caminar porque se había quedado parado mientras hacía no sé qué y las personas que estaban detrás de ellos ya habían comenzado a bufar para que se apuraran.

Ambos con parsimonia entraron al acuario, observando el túnel de acrílico grueso que estaba por encima de sus cabezas con los distintos animales marinos paseándose. A Tae le brillaban los ojos y se sentía como un pequeño niño, no era fanático del mar, pero adoraba las distintas especies que ahí vivían.

—No me has contado de ti—Dijo Jeon mirándolo a los ojos poniendo nervioso al más pequeño.

— ¿Realmente quieres saber?—El más alto hizo un sonido con su garganta mientras enfocaba su cámara a un lugar en particular—. Hum, no creo que quieras saber—Rió incómodo y encogió sus hombros.

—Por algo estoy preguntando, Tae. Estoy interesado en saber de ti—Tenía un aire distraído mientras seguía tomando fotografías, como si lo que había dicho fuera inconscientemente.

—Tengo 25, pero eso debes de saberlo ya. Bueno, sabes que mi color favorito es el violeta y también, hum, mi gusto favorito de helado es... Mascarpone con frutos del bosque—Respiró hondo concentrándose en los peces que estaban frente a él—. Me recibí de maquillador a los veinte así que llevo varios años en esto. Me hubiera gustado estudiar otra carrera, pero no tenía mucho dinero para pagar la matrícula de la universidad, me fui de casa a muy temprana edad—Gguk sorprendido miró al muchacho, pero este tenía su melancólica mirada puesta en el otro lado del acrílico y vio ahí mismo a alguien que podía convertirse en su musa porque Tae tenía una belleza única y exótica, las luces azules le daban un aspecto tan hermoso y esa mirada en sus ojos, Jeongguk quería morir ahí. Pero antes de que pudiera hacer eso, tomó varias fotografías del muchacho frente a él.

— ¿Por qué lo hiciste?—Colgó su cámara en su cuello y comenzó a caminar mirando de vez en cuando para sus costados. Taehyung lo siguió de cerca.

— ¿En serio tenemos que seguir hablando?—Rió y nuevamente era una risa incómoda que a Jeongguk le hizo saber que debía parar con su jueguito de preguntas y respuestas sino quería que Taehyung se pusiera incómodo y prefiriera estar en otro lugar que cerca de él.

—No. Ven, vamos a ver por aquí—Lo tomó de la muñeca y lo llevó con él, corriendo por el lugar, escuchando los murmurllos de las personas que estaban por esparcidas por el espacio—. Mira, nutrias—Murmuró riendo y haciendo un ruido de ternura cuando vio a una mamá nutria cargando con su pequeño bebé.

Pasaron la mayor parte de la mañana en el acuario y salieron cuando ambos decidieron que almorzar algo les vendría bastante bien. Cuando fueron para el centro de la ciudad, caminaban al lado del otro bastante juntos mientras charlaban de trivialidades. Compraron algunas, Jeongguk haciéndole comer cosas típicas de la ciudad mientras Tae se encargaba de comprar algunos souvenirs para adornar la sala de su casa.

La tarde estaba cayendo lentamente mientras ambos se dirigían a la playa Haeundae, pero el destino de Jeongguk realmente no era su lugar. Su lugar estaba en la Isla de Dengobaek Seom, que se encontraba a los costados de la playa Haeundae y tenía lugares muy lindos al igual que una vista preciosa. Por eso hizo que Tae apurara su paso empujándolo suavemente de su espalda baja, haciendo que el mayor riera fuerte y se quejara cuando casi cayó al suelo.

—Eres tonto—Dijo con burla, riendo fuertemente y haciendo que Jeongguk negara con su cabeza divertido.

—Muchas veces, sí lo soy.

Tae abrió su boca sorprendido cuando vio la vista del lugar y como el sol parecía iluminar todo el lugar con un rojo flúor.

—Que precioso—Pero Jeongguk no estaba viendo la vista porque la mejor vista que él tenía era ver a Taehyung con el reflejo del cielo prendido fuego en su rostro, con su piel y esos destellos dorados siendo más intensificados.

¿Taehyung era realmente real? Porque él no lo creía de esa forma, por más vista hermosa que tuviera en frente no se comparaba con la preciosa vista que Tae era en sí porque tener ese recuerdo lo hacía sentir completamente afortunado.

Se sentaron en el suelo y siguieron charlando con Tae y su mirada perdida en el mar mientras que Jeongguk sacaba algunas fotos al paisaje, pero realmente su memoria estaría llena de fotos de Taehyung porque lo merecía.

—Me fui de casa cuando tenía diecisiete—Murmuró jugando con sus manos—. Sentía que ya no pertenecía a ese lugar, Namjoon se había ido a sus diecinueve y cuando él se fue yo me animé a decirle a mis padres que era homosexual. La verdad al principio no pensé en las consecuencias que tendría o algo por el estilo. Ellos comenzaron a odiarme y creían que todo lo solucionarían con insultos y esa mierda. No aguantaba estar en ese lugar en donde me despreciaban y me deseaban la muerte, por eso empecé a hacer videos para YouTube era una escapatoria a la realidad que vivía día a día—Luego de tanto tiempo un peso parecía haberse aflojado en sus hombros. No esperó la reacción de Jeon y mucho menos algún comentario. Pero lo que sí y nunca hubiera esperado es que Gguk hubiera tomado su rostro entre sus manos para que lo mirara y lo hubiera besado, de esa forma tan estúpidamente dulce y suave, como si él pudiera romperse en cualquier momento.

Los labios de ambos se movían en un ritmo lento con Jeongguk tomándolo del rostro suavemente y Taehyung con sus manos sobre su pecho, tomando en puños la remera del contrario. Para cuando se separaron por la falta de aire, sus frentes se encontraban juntas y Gguk acariciaba con sus pulgares las mejillas de Tae. Se sentían tan suaves bajo su tacto que se dijo que no importaba lo que dijeran los demás, Taehyung parecía ser un lugar sumamente seguro.

— ¿Por qué haces esto?—Susurró Kim no queriendo mirarlo a los ojos.

—Porque tal vez no soy tan hetero como creía—Jeongguk besó la frente del mayor y luego sonrió—. Sí, no lo soy.

Fue lo último que dijeron antes de quedarse juntitos, mirando el paisaje. De vez en cuando hablarían, pero parecían estar muy cómodos como para arruinar el ambiente con alguna conversación. Dieron las nueve de la noche y ambos supieron que debían de volver a sus lugares antes de que anocheciera más. Y porque también seguramente el hermano de Taehyung patearia su culo cuando se enterara que se había llevado a su hermanito por tanto tiempo porque el mayor le había comentado algunas cosas y también le había dicho la forma en que Namjoon lo celaba.

— ¿Paso por ti mañana?—Preguntó cuando bajó del auto y abrió la puerta de Tae quien a pesar de que parecía estar volando en una nube, tenía una mirada de confusión porque Jeongguk ahora lo estaba besando de nuevo y se había ofrecido a pasar por él para ir al evento.

— ¡¿Qué le sucede a ese imbécil?! ¡¿Quién se cree que es?!—Gritó Hoseok llamando la atención de más de una persona en la recepción del hotel mientras veía como Tae y Jeongguk hablaban, pero ese idiota que se hacía llamar hetero estaba tocando a su mejor amigo demás.

— ¿Qué mierda?—Y Namjoon estaba más que molesto porque Taehyung no había contestado sus mensajes en todo el día y ahora llegaba como si nada y encima estaba besándose con ese niño rata de mierda—. Tiene 25 años, Namjoon. Tiene 25 años, Namjoon. Tiene 25 años, Namjoon—Se murmuraba a sí mismo, pero de igual forma sus pies se movían solos.

No quería armar un escándalo, pero eso es lo que estaba a punto de hacer. Jeongguk lo había visto llegar y le había dicho a su hermanito porque este se había dado vuelta muy rápidamente y tenía sus ojos abiertos de par en par.

—Nos vemos—Dijo y antes de que pudiera salir a correr, Jeon lo tomó de la muñeca y dejó un beso sobre sus labios—. Vamos, vamos a nuestra habitación—Soltó Tae mientras movía la bolsa a su antebrazo y colocaba sus manos en el pecho de su hermano para que caminara hacia adentro del hotel. Parecía un adolescente de 15 años y Namjoon el estúpido y celoso hermano mayor.

—Métete dentro del hotel—Y aunque intentara pararlo, no podría hacer nada—. Espera ahí y no te vayas—Le dijo en un tono bajo y brusco a Jeongguk.

—Lo siento, Gguk—Dijo Tae antes de meterse dentro del hotel en donde sabía le esperaba una larga charla porque Hoseok estaba dentro con la mandíbula apretada, su ceño fruncido, sus brazos cruzados sobre su pecho y su pie derecho golpeando el suelo del lugar.

—Te voy a decir una sola maldita cosa—Murmuró muy cerca del muchacho, tomándolo del cuello de su remera y un poco más estampandolo contra su camioneta—. Si te la quieres dar de heterocurioso para sacarte la puta duda de si te van las vaginas o los penes y estás usando a mi hermano como tu estúpido experimento, cuando todo esto termine, será mejor que no lo lastimes porque si lo haces, maldito estúpido, será mejor que te exilies del país porque no me voy a cansar de buscarte hasta que te encuentre y verte ahogarte con un maldito pene hasta tu muerte. Imbécil—Lo soltó con una fuerza que hizo a Jeongguk hacer una mueca y que un molesto dolor se instalara en su espalda.

—Taehyung ya es mayor—Tenía que cerrar su boca porque estaba más que seguro que Namjoon lo golpearía hasta la muerte—. Ya toma sus propias decisiones y por más amenazas que me hagas, no voy a alejarme de él.

—Ya tienes mi palabra, Jeon. No arruines a mi hermano más de lo que ya lo está.

Y a pesar de que no quería prestarle mucha atención, esas palabras habían quedado en su cabeza durante todo el camino hasta su departamento y también al momento de tratar de dormir.

Holaaa, ah que intenso el final ahre Namjoon y Hoseok son como los padres de Taehyung a pesar de que ya tiene 25 y es responsable de sus actos, y también de que Hobi es tremendo paki. Bueno, igual hay razones por las cuales ellos son así.

Nada espero que les guste el capítulo.

Gracias por todo el apoyo♡

El outfit que me imaginé en los chicos: