Capítulo O32
—¡Jungkook! ¿Estas bien? ¿¡me oyes!?
Jungkook no parecía escucharme. Estaba muy adolorido como para responder
Taehyung al ver esta situación, sujetó en un puño el flequillo de Jungkook, para luego arrojar su cabeza hacia atrás con violencia.
—La señorita te hizo una pregunta.
—¡Dejalo, Taehyung!
—Tiene que responder. Es simple educación.
Jungkook respiraba pesado.
—Estoy bien.—soltó, como si esas simples palabras le hubieran costado un infierno.
—Nada de que preocuparse ¿ves?—Taehyung se dirigió a mi soltandolo bruscamente—este hijo de perra lo unico que ha hecho es entrometerse entre nosotros. Y ahora es tu turno de actuar.
Lo miré confundida, frunciendo el entrecejo.
—¿Actuar? ¿De que hablas?
Taehyung entonces, sacó de una mesada un gran cuchillo afilado. Desató las cuerdas de mis manos y me lo entregó sin dudarlo, yo comencé a temblar de miedo.
—Quiero que lo apuñales, Lalisa.
Sus ojos se oscurecieron varios tonos al mismo tiempo que su rostro se tornaba mas aterrador.
Lagrimas gruesas y pesadas comenzaron a salir de mis ojos. Mi corazón comenzó a latir tan fuerte que temia que saliera corriendo por mi garganta.
—No puedo hacerlo Taehyung, por favor no le obligues a hacer esto...—rogué sintiendome impotente.
—Si no haces lo que te digo Lalisa—Taehyung apuntó un arma directo en la cabeza de Jungkook. Grité horrorizada, comenzando a llorar fuerte—¡SI NO LO HACES, EL MORIRÁ MAS RAPIDO CON UNA BALA ENTRE LAS CEJAS! ¿¡ESO QUIERES!?
—P-puedo matarlo con una puñalada de todas formas. No lo haré.
—Pero... pero hay mas chances contigo.—susurró Jungkook en un tono cansino, mirandome a traves de su ojos magullados.
Las lagrimas volvieron a agolparse en mis ojos.
—Oh, Jungkook...
Fue entonces, cuando Jungkook hizo un movimiento de labios, rapido y simple, pero que me dejó congelada.
Lo volvió a hacer y esta vez lo leí bien.
"pulmón"
Sujete el cuchillo con fuerza ante la mirada expectante de Taehyung, quien podia ver que se sentia ansioso y emocionado por verme hacerlo. Trague duro y miré a Jungkook, notando donde según mis clases de Biología, se encontraria su pulmón.
Antes de hacerlo, le pedí perdon a Jungkook con mi mirada. E incluso volvi a asegurarme de que era el lugar correcto.
No queria hacerlo...
Uno.
Un paso erroneo y podría matarlo...
Dos.
Pero no tenía opción...
Tres.
Vi la mirada adolorida de Jungkook, y eso fue suficiente para que quisiera parar. El mordió su labio, y dos lagrimas salieron de sus ojos a medida que el cuchillo fue entrando a su zona. Algo parecido a un ataque de ansiedad me abordó y comencé a sentir que todo a mi alrededor daba vueltas, mientras que intentaba encontrar el aire y no lo hacía.
Taehyung celebró la acción, mientras apretaba mis manos por encima del cuchillo y profundizaba la herida. Ya para entonces yo queria sacar las manos y le pedia a Taehyung que se detenga, pero se veia tan divertido para el que no queria escucharme.
Cuando por fin Taehyung decidió dejar respirar a Jungkook, yo sentí que le había quitado años de vida. Jungkook casi no se movia, y su respiración iba siendo cada vez mas dificultosa.
—Fue una grata sorpresa, amor.—Taehyung se dirigió a mi y me propinó un beso en los labios. Yo aún seguia perturbada por lo que acababa de hacer.
Miré a Jungkook, al menos respiraba. Menos que antes, pero lo hacía.
No podía quedarme parada esperando que Taehyung cediera a dejarlo ir.
—Taehyung, deja ir a Jungkook. Te lo ruego. Mirame.
Taehyung fingia no oirme.
—Si el muere aquí yo moriré también, tarde o temprano encontraré la forma de hacerlo y creeme que no dudaré Taehyung.—sonaba amenazante, y era justo lo que quería—tú no quieres que yo muera, quieres que viva para estar contigo. ¿¡no!?
No era una pregunta, sabia que si se trataba de mi, Taehyung al menos lo pensaría dos veces.
—¿Tu vida vale lo mismo que la de este desgraciado?—inquirió con rabia, como si no pudiera creerlo.
Sus fosas nasales se abrieron y cerraron repentinamente, mientras que comenzó a mirar a Jungkook con un odio que jamás había visto en su rostro.
—Te amo Taehyung.—susurré, eso hizo que llamara su atención—pero no quiero ver morir a nadie mas, por favor. No lo soportaría.
—Que ironía...—Taehyung se acercó a Jungkook y comenzó a desatarlo bruscamente.—a quien mas queria verle los sesos colgando era a ti, Jungkook.
Frunci los labios cuando me di cuenta que las cuerdas de Jungkook estaban ensagrentadas, al igual que sus muñecas debido a la presion que habia ejercido en ellas.
Jungkook cayó al suelo debilitado. Taehyung lo pateó para que se levantara, pero solo pudo gemir de dolor en el suelo.
Taehyung volvio a rodar los ojos y con un asco notorio, lo llevo a las afueras de aquella casa. No sin antes volverme a atar con las cuerdas, por supuesto.
Una vez que se fue, yo comence a saltar y a arrastrarme en mi silla de la forma mas accesible que pude hasta llegar a la mesada, donde varios cuchillos desfilaban en este. Con mi mentón empujé uno hasta mis manos intentando cortar la soga. Debido a mi nerviosismo y miedo las manos me sudaban y temblaba, pero trate de ser lo mas efectiva posible.
Una vez que logre hacerlo, comencé a cortar las sogas de mis pies. Estaban tan bien atados a las patas de la silla que no pude evitar cortar la carne de mis tobillos en el proceso. Mordí mi labio sintiendo el ardor y el dolor de la herida llegar hasta mi cerebro.
Cuando finalmente me liberé, intenté encontrar algo con que defenderme en el camino, pero nada era convincente. Solo aquellos cuchillos y un trapo ensangrentado que no me servirian mas que para tapar una herida...
Una herida como la de Jungkook.
Decidí no perder mas tiempo y comenzar a caminar lejos de donde sea que estuviera. Agarre el trapo y el cuchillo y comence a caminar lentamente hasta la entrada.
Pero fue de pronto, cuando creí que podría escapar, que vi un cuerpo imponente visualizarse frente a mi.
Me quedé enmudecida viendo que se trataba del sheriff.
—¿A donde crees que vas?
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