Capítulo O28

La sangre manchaba el pasto que había debajo de ellos, haciendo que todo se tornara de un rojo oscuro y pegajoso. Las imagenes fueran mas traumatizantes al entender que lo que tenia enterrado hasta el fondo de sus entrañas era un cuchillo de cocina. Al ver directo a sus ojos y notar que lo que alguna vez destilaba brillo, ahora estaba apagado y totalmente vacío me destruyó por completo.

Quise tomar su cuerpo interte, pero Yoongi no me lo permitió.

Sus ojos salidos de sus cuencas se encontraban en la escena del crimen, lo cual fue lo primero que los forenses guardaron entre tanta evidencia y yo, sentí que una parte de mí se moría con él.

Cuando me di cuenta de quien era, grité y lloré tanto que mi garganta y mis ojos se inflamaron. La mente me proyectó un fondo negro, en donde lo unico que oía eran mis profundos y mas desgarrados llantos. En donde lo unico que podía hacer era arrancarme la piel de la cara con las uñas, presa del panico que me habia envuelto ver con mis propios ojos como mi mejor amigo habia muerto de la peor forma posible.

Sus gritos ahora silenciados ya no podían ser oídos por nadie. Ni ahora ni nunca.

No recuerdo que fue lo siguiente que pasó, lo unico que sé es que termine en un hospital, donde una doctora intentaba repetirme cosas intentando que yo hablara, sin embargo no lo hice. Me limite a mirar el suelo, sintiendome muerta en vida.

No podia concentrarme en otra cosa que no fuera mi dolor. Y en las ganas que tenía de que solo fuera una pesadilla y acabara en ese mismo instante.

—Lalisa, vuelve conmigo. ¿Podrías hacerlo? Hay una persona que desea verte.

Parpadeé asimilando la información, sin embargo no dije palabra alguna. De pronto una muchacha de estatura mediana se acercó hasta a mi y me abrazo con fuerza.

No reconocí su vestimenta: parecía tener un sobretodo negro y un pañuelo en la cabeza junto a unos lentes en los ojos que tapaban todo rastro de su identidad. Parecía no querer ser identificada y me pareció extraño por sobre todas las cosas.

Creí que iba a hacer o decir algo terrible, pero en cambio se quitó los lentes dejandome pasmada.

—Jennie...—mis ojos se llenaron de lagrimas sin derramar desde la camilla de hospital. Jennie limpió mis lagrimas rápidamente y sonrió con tristeza.

—Lisa te amo, siento todo lo que te hice pasar. Siento que nuestra relación haya terminado así—susurró, acariciando mi despeinado cabello—eres la persona que mas amo en este mundo, y ahora tienes que luchar.

Al oirla decir eso, sabía que sea lo que dijera no me gustaría nada.

—Estoy muriendo, amiga mía.—sus ojos se llenaron de lagrimas e inevitablemente negué con la cabeza volviendo a sentir como las lagrimas quemaban en mis ojos.

—No... por favor te lo suplico, no te vayas.--rogué desesperada, volviendo a llorar con fuerza—¡te necesito conmigo!

—Pusieron veneno en mi té. Lo siento...—negó con la cabeza intentando encontrar el aire y las palabras para decir lo siguiente—no confíes en nadie, el asesino nos hizo esto, me hizo esto. —comenzó a decir desesperada— es su culpa que bambam y yo terminemos asi, pero tu puedes luchar Lisa. Puedes demostrarle que no se saldra con la suya facilmente.

Yo estaba pasmada, intentando aguantarme las lagrimas que quemaban en mi garganta mientras asentía firmemente oyendo a Jennie.

—Quiero que te quedes esto.—de pronto, me entregó un papel—aqui hay una dirección importante, no puedes confiar nisiquiera en la policía. ¿me estas entendiendo?—susurró con panico y terror absoluto en su mirada. Su pecho subía y bajaba de la adrenalina—debes resolver esto tu sola. Eres inteligente, se que podrás hacerlo.

—¿Podré volverte a ver?—susurré entre aires temblorosos.

—Eso lo averiguaremos pronto. Yo estoy siguiendo a alguien, y si confirmo lo que sospecho te lo haré saber.

Asentí.

—Ten mucho cuidado.

—Lo tendré.

Ambas nos apretamos fuerte las manos, expresando todos los sentimientos guardados que teníamos adentro.

De pronto sus manos y su presencia se fueron, y yo quedé mas sola que nunca. Con un papel entre las manos que sabía que sera mi proxima perdición.

La doctora me reviso en los días siguientes y afirmó que necesitaba atención terapeutica. Por supuesto que después de todo lo vivido ese era el ultimo de mis problemas. Mi mente estaba enfocada en las palabras de Jennie, y en pensar como debía actuar para comenzar a investigar por mi misma todo lo que había pasado.

Antes de que me dieran el alta médica, Jungkook, Taehyung y Yoongi vinieron a visitarme. Todos me quisieron hacer preguntas pero no respondí ninguna, mi silencio fue mi gran compañero en el hospital para analizar toda la situación y comenzar a dar pasos lentos pero seguros.

Lo primero que pensé fue que todos eran sospechosos. Si Jennie tenía razón, cosa que no lo dudaba, en la policía habia realmente alguien que no estaba haciendo bien su trabajo. Me imaginaba que tal vez el presunto asesino lo tendría amenazado o que eran colegas desde hace mucho tiempo. Aún no entendía como Jennie lo habia descubierto, pero imaginaba que la dirección en el papel me daría una pista sobre ello.

Yoongi... si bien Yoongi me ayudó mucho en cuanto a mi seguridad se refería, dejé de confiar en él también. Si bien no formaba parte del equipo de su padre, si tenía contactos. Eso me tenía mas alerta que nunca.

Detestaba pensar que Jungkook podría estar incluido, pero sabiendo que la vida de mi mejor amigo tuvo un costo caro aquí, nisiquiera tenia la capacidad de crear una excusa tonta para contradecir las palabras de Jennie. El era sospechoso tambien hasta que se demostrara lo contrario.

Jungkook estuvo implicado en cada caso y vivió cada momento conmigo. Tenia sospechas de sobra hacia él.

Y por ultimo, Taehyung.

Nuestra relación se habia vuelto mas tormentosa de lo que habría pensado. Y a pesar de que el nunca me hizo nada malo, si parecia querer intentarlo. Varias veces. Intentó golpearme, me gritó... parecía tener ataques de ira que estaban más allá de su control y eso también lo volvia otro sospechoso.

Manten cerca a tus amigos, pero mantén aún mas cerca a tus enemigos.

Cuando la doctora finalmente me dió el alta, le agradecí. Le dije que no quería que nadie se enterase de mi salida por cuestiones personales y ella acepto mi respuesta sin muchos problemas.

Aquel día, caminé sola por la acera llevando mis pertenencias en una bolsa. Fui hasta el edificio en donde vivía y me dirigí a mi puerta.

Una vez ahí me detuve. Lo que estaba por hacer era quizás arriesgarme a que Taehyung desconfiara de mi, pero no veia otra manera de hacer esto sin sentir que me perseguiría a dónde vaya.

Abrí la puerta de inmediato y fingí cansancio bostezando. Eso llamo su atención al instante, que se acercó a la entrada tan rapido como pudo y me abrazo sin pensarlo.

—¿Que haces aqui? Deberías habernos avisado que saliste.

—No quise preocuparlos.-—me encogí de hombros—Jungkook fue muy dulce, me acompañó hasta aquí.

Su mirada cambió. Era algo que me esperaba de todas formas, Taehyung a fin de cuentas nunca fue tan receptivo con respecto a Jungkook y aunque tenía sus razones, nada lo justificaba.

—Necesitamos hablar lo que dejamos pendiente la vez pasada.

Su cuerpo se tensó de inmediato mientras comenzó a mirarme con cierta cautela.

—¿Que dejamos pendiente exactamente?

—Taehyung... ya no te quiero como antes.-—confesé sin muchos rodeos haciendo que su mandibula se endureciera.

De pronto, sonrió.

—-Lisa, no me gustan este tipo de bromas.

—-No es una broma Taehyung. Tú lo sabes—susurré.

De pronto, su sonrisa se fue borrando poco a poco hasta dejar una fina linea. Se alejó unos pasos y su pecho comenzo a subir y bajar de manera alarmante, pero no me detuve.

—Amo a otra persona, lo siento—fingí una voz temblorosa, digna de mí.

—No... no lo digas.—susurró dando pasos hacia atrás.

—Solo pasó. Solo paso y...

—¡BASTA!—de pronto, tomo mi camisa entre sus manos hechas puños y yo me preparé para lo siguiente— ¿Es el maldito hijo de perra de Jungkook, cierto?

Comencé a negar freneticamente.

—¿Como crees que...?

—¿CREES QUE NO TE VI HACIENDOLE OJITOS A ESA RATA ASQUEROSA?

Gritó en mi oído haciendome ensordecer.

—Y SI FUERA EL ¿QUÉ?

Sin embargo no pude terminar la oración, ya que sentí como Taehyung con su mano grande y pesada me daba vuelta la cara de un golpe y caía de bruces al suelo, raspandome mis codos.

Me habia dado una piña que reventó mi labio inferior.

Me incorporé rápidamente y corrí hasta la habitación mas cercana y me encerré ahí.

—Lisa, mierda lo siento. Podemos hablar de esto...

Llame al número de atención contra violencia de género y le di mis datos.

--Si señor, quiero hacer una denuncia.

(...)

Taehyung, hasta que se pudiera aclarar que pasó conmigo, estaria retenido en la comisaría. Me parecía justo ya que si él no estaba en el medio, las cosas serían mas faciles.

Habia pensado en evitar todo esto desde un principio, y aunque cierta parte de mi se sentia angustiada por aprovecharse de la situacion, no me detuve. Necesitaba entrar a la casa para buscar mis cosas y prepararme, y evitar que Taehyung estuviera en la casa era una opción muy arriesgada y casi imposible. El tiempo corría y las opciones eran pocas.

Me coloqué mis joggins negros y una campera del mismo color. Mis tennis también, traté de que fueran lo mas sobrio posible y por ultimo me ate el pelo en una coleta desordenada. Sujeté una mochila y saque de unos estantes un cuchillo de cocina, puse varias latas de comida enlatada y mi teléfono y un cargador portátil. Lo necesitaría.

Luego de terminar de poner una muda de ropa más, me puse en marcha a la dirección donde Jennie me indicó. Y no me importó que fueran las 10 de la noche. Ahora el cazador sería mi presa.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top