Capítulo O24


—Estoy bien, mamá. No me pasó nada grave.—mentí.

Mi madre llamó preocupada luego de enterarse que invadieron e hicieron pedazos mi pequeño departamento. Se enteró gracias al encargado del edificio, quien era un buen amigo de mi tío Jae. Por esa razón y en un principio mis padres accedieron a dejarme salir de la casa. A pesar de tener la edad suficiente para hacerme responsable, al menos legalmente, por mis cosas, ellos creían que no estaba lista aún para enfrentar al mundo sola. Quizás tenían razón después de todo.

—No me digas que no ha pasado nada grave. Un ladrón entró a tu casa.

—Pero ya estoy bien.—repetí casi fastidiada.—terminaré la escuela y luego me mudaré para estudiar. ¿Recuerdas? Ni tu ni nadie me lo impedirá.

—Lo se, mientras tanto necesito que alguien se haga cargo de ti. Enviare a Bambam a ese pueblucho de segunda para hacerte compañía.

—¡Mamá! ¿¡Que demonios estás haciendo!?—chillé furiosa. No quería a Bambam aquí luego de todo lo que estaba sucediendo, sin embargo, también parecía una buena oportunidad para preguntarle por Jiwoo y todo ese asunto que aun resultaba extraño en mi cabeza.

Pero no quería ponerlo en peligro. Si algo le sucedía yo jamás me lo perdonaría.

—¿Por cierto porqué me pediste los papeles de tu condición?

—Es para algo importante. Un simple trámite, no importa.—soné borde, pero no podía importarme menos.

—Ten mucho cuidado con lo que haces, Lisa.—comentó con un tono que me hizo estremecer. Mi madre usaba su tono serio en raras ocasiones, solamente en las más importantes. Y de todas formas no entendía su advertencia.

—Adiós.

Corté la llamada y suspiré mirando a Taehyung, quien me miraba curioso desde su lugar.

—¿Tan mal estuvo?—preguntó a lo que me rei negando con la cabeza.

—Estuvo como siempre, supongo.—me encogí de hombros. Ese día estaba particularmente cansada.

Hace una semana que estaba dentro de la casa sin hacer demasiado. Taehyung había acordado turnarse con Yoongi y Jungkook dependiendo lo que yo quisiera hacer. Los tres me harían compañía mientras que algún que otro oficial rondaría cerca de mí por si las cosas se ponían feas. No era necesario que Taehyung ni que Jungkook hicieran nada por mi, pero ellos lo habían decidido así.

Mientras tanto la escuela había quedado en puntos suspensivos gracias a mi condición de vida o muerte.

Las cosas no podían ir peor.

—¿Qué quieres hacer hoy?

Miré a Taehyung y fruncí el entrecejo con extrañeza.

--¿A que te refieres?

—Podemos ver películas, si quieres podemos subir a la terraza, hay mucha comida de sobra por aquí.—se encogió de hombros—quiero que mi invitada la pase bien.

Sonrió al decirlo, sabia que era una broma. Pero de repente, no se sintió bien porque recordé a Hana.

—¿Y que tal todo con Hana?—indagué, revolviendo con mi cuchara el pequeño té que Taehyung preparó para mí.

—Las cosas van bien.—se limitó a decir, entonces, me miró por arriba de su hombro—¿Por qué la pregunta?

—Ya no me cuentas las cosas como antes.—no quería reprocharle nada, pero sin embargo lo hacía.—y sales mucho con ella.

—¿Cómo te das cuenta, si no estas aquí cuando salimos?

Sostuve mi mejilla sobre mi mano derecha y rodé los ojos.

—No soy tonta, te conozco como para saber que tú y ella salen.

—¿A que viene todo esto?

—Lo que quiero decir es... que tal vez estoy celosa porque ya no me das tanta atención. ¿Suena tonto?

Y últimamente tengo mas ganas de besarte que nunca. Quise decir pero me contuve, eso era lo peor que podía decirle. Creería que era una niña tonta que no tenía en claro sus sentimientos, y aunque era así, él no tenía porque saberlo. Estaba muy celosa de Hana y extrañaba no tenerlo todos los días conmigo. Fue en ese momento que me di cuenta que Taehyhung me gustaba de verdad y que no era un pasatiempo como tanto me empeñe en demostrarmelo.

—Pues lo siento pero...¡Auch!—chilló de repente Taehyung. Alcé la mirada alarmada y maldecí al darme cuenta de que se había cortado la mano en un intento de cortar tomate.

—Eres un torpe.—dije viendo su mano y colocándola debajo del grifo de la cocina. Yo quede detrás de Taehyung, de tal modo que apoyé mi cara en su hombro debido a lo pequeña que era en comparación. Taehyung entonces a pesar de haberse cortado me miró. Yo lo imité, confundida. Y al verlo tan cerca de mí me puse nerviosa sin poder evitarlo. Taehyung era un chico muy lindo. Sobre todo al ver sus ojos con reflejos a la luz del sol. Era hipnotizante.

—No recordaba que fueras tan bonita de cerca.—susurró y mi corazón comenzó a aletear.

—No digas esas cosas.—lo regañé—tienes novia.

—Hana no es mi novia.—aclaró—no aún al menos, así que no estoy haciendo nada malo.

Sin embargo no se movió de su lugar al decirlo. Solo siguió allí, mirándome, haciendo que el mundo dejara de importar un poco.

De pronto, me vi envuelta en el y lo que me hacía sentir, y miré sus labios, tentada a besarlos. Él por otro lado notó el gesto y expreso un brillo de sorpresa en su mirada.

Fue entonces cuando terminé impulsándome para besarlo sin importarme las consecuencias.

Fue lento, fue calido y fue una explosión de emociones para mí. El por otro lado me tomó con su mano sana y bajó a mi cintura, apretándome más contra el.

—No juegues conmigo.—pidió, una vez que nos separamos.

--No lo haré.—aseguré, sonriente. Pero entonces, baje la sonrisa--¿Esto significa que quieres aun estar conmigo verdad?—él sonrió y asintió lentamente luego--¿Qué pasara con Hana?

—Creo que en realidad es lesbiana de todas formas.—bromeó y yo solté una carcajada.

(...)

Los días siguientes fueron increíbles con Taehyung a mi lado. Muchos de esos días jugueteábamos y encontrábamos formas de matar el tiempo, y otros hacíamos el amor hasta que nuestros cuerpos pedían basta. La verdad es que nunca imaginé que estar a su lado seria tan encantador. El hacia que mis miedos no fueran miedos, me ayudaba y me hacía sentir segura a su lado. Nunca había conocido a alguien tan atento y lindo como el en toda mi vda, y era tan maravilloso como peligroso, porque yo estaba enamorándome.

Cuando salía con Jungkook también era divertido por otro lado, mirábamos películas, jugábamos videojuegos y comíamos sin parar. Aquellos días le tocaban a él, por lo que había ido a su casa y habíamos pedido pizza. Yoongi vendría a buscarme al día siguiente, al parecer su padre y otras personas decían que sería conveniente enviarme a la escuela otra vez.

—¿Qué quieres hacer ahora?—me había preguntado aquel dia Jungkook. Yo para ese entonces tenía mucha confianza con él, me senté en su sofá y bostece al mismo tiempo que me estiraba.

—No lo sé, Kookie. ¿Quieres empezar un nuevo dorama?—propuse. Jungkook también vivía solo en su casa, sus padres le habían comprado para su cumpleaños numero 18 un departamento. Lo envidiaba.

—De acuerdo. ¿Quieres ver...?—su teléfono, que estaba en la pequeña mesa ratona frente a nosotros, comenzó a vibrar. El nombre de "Jennie" comenzó a encenderse en pantalla. Jungkook rechazó la llamada de inmediato

—¿Acaso no planeas contestar?—indagué confundida. El se encogió de hombros. —¿Hace cuanto tiempo esta llamando y no me lo has dicho?

—Hace 3 días.—hizo una mueca—antes de eso me envió un mensaje, dice que quiere hablar conmigo, que me.. extraña.

—¿Y no esta bien eso? Quizás sea tu oportunidad para arreglar las cosas. Sé lo mucho que la extrañabas los primeros días.

Jungkook se rascó la nuca nervioso.

—Yo... Es mas complicado que eso, Lisa.—no le agradaba hablar del tema, lo supe por su tono—ya dejé de amar a Jennie hace un tiempo.

Abrí los ojos con sorpresa.

—¿De verdad? ¿Cómo?

—Me gusta alguien más.—soltó.

—Ya veo. Me alegro por ti, deberías decírselo a esa chica ¿sabes? Estoy segura que te corresponderá. Eres encantador.

—¿De verdad piensas eso?—preguntó y me dio ternura ver que mostrara su lado inseguro conmigo.

—Claro. Creo que cualquier chica moriría por haber estado en el lugar de Jennie. Eres el capitán del equipo en la escuela, el mas inteligente de tu clase, derrites de amor a las chicas...

Fue entonces cuando Jungkook me miró particularmente mas tiempo del necesario. Yo también lo hice, me encontré de repente confundida por su reacción extraña.

—Lisa...—susurró—¿esta mal si te digo quien es esa persona?

Parpadeé con sopresa. Entonces, asentí confundida.

—Claro, puedes decírmelo...

Fue entonces cuando mi mundo se detuvo.

Jungkook me miro fijo, pero fue de otra manera. No fue con picardía o malicia como casi siempre lo hacíamos cada vez que nos echábamos alguna que otra broma. Esta vez fue algo diferente, sus ojos brillaban.

Entonces, sin esperar más, Jungkook se inclino hacia mi y yo sorprendida lo observé en silencio. Debido a que estaba con la espalda contra el sofá no pude hacer nada para evitar su cercanía, nisiquiera cuando tomó mi rostro con sus dos manos y me dio un beso en los labios.

Mi primer impulso fue alejarlo. Lo viera por donde lo viera, eso estaba mal. No solo por Jennie, si no por Taehyung. No quería entristecerlo una vez más.

Pero hubo algo diferente en el beso de Jungkook a comparación de Taehyung que no supe descifrar que fue. Estaba mal, pero no lo alejé. Jungkook afianzó su agarre sobre mi cara y comenzó a mover con mas experiencia sus labios sobre los mios, como si lo hubiera estado deseando hace mucho tiempo.

Fue entonces, cuando decidi hacer acopio de toda mi voluntad y alejarme por mucho que ese beso estuviera despertando algo oculto en mí. Jungkook se vió casi herido, pero luego accedió y me preguntó.

—¿Que ocurre? ¿Acaso hice algo mal?

—No, es solo que...—cerré fuertemente los ojos mientras mordía mi labio, observando un punto fijo en el suelo—estoy saliendo con Taehyung, Jungkook.

Eso parecio ser como un bofetazo a su cara. El mismo que probablemente recibí yo cuando me entere que Jennie tenía una relación con el. Que ironia.

—Lo siento. No lo sabia...—había vergüenza en su rostro. Se sentía el ser mas tonto de todos.

—Vamos de forma lenta, pero lo hacemos.—expliqué, algo incómoda.—no debiste hacer eso ahora Jungkook...—me lamenté—no puedes venir y besarme luego de que me costó tanto superarte. Demonios.

Me incorporé y él me imitó de inmediato.

—¿A que te refieres con eso?—preguntó, mirándome expectante.

—Yo te quería mucho, Jungkook.—empecé a hablar presa de los nervios, no podía parar de pensar en Taehyung y en lo mucho que se enfurecería si lo supiera—te quería, me gustaste mucho desde el primer momento en que te vi pero Jennie te amaba también. No podía ser esa clase de amiga ¿entiendes? entonces, simplemente intenté ignorar lo que sentía por ti. Pero ahora... es confuso.—susurré.

—Siento haberte confundido de esta manera. Malinterpreté toda la situación, de haber sabido que tú y Taehyung...—no se animó a completar la frase. Me miró y frunció los labios—simplemente hubiera mantenido en secreto mis sentimientos.

—Lo siento, pero quiero a Taehyung y... ya no hay espacio para algo mas. —terminé susurrando. El asintió, mas no se sentía feliz y lo sabía.

—Lo siento de verdad Lisa. Quiero que seas feliz y si lo eres con él, no me pondré mas en el medio.—aseguró, y eso rompió mi corazón, porque lo vi herido.

(...)

Más tarde, volvi a reunirme con Taehyung. La verdad era que mientras el preparaba la comida, no encontraba como decirle lo que había pasado. Lo veía feliz, como usualmente lo noté estos últimos días. Y me gustaba. Me gustaba convivir con él. Pero sabia también que debía decírselo y no me iba a gustar para nada su reacción, que probablemente seria querer darle una golpiza a Jungkook.

Pero debia decirselo. Una relacion tenia que ser honesta. No podia ocultarle algo asi por mucho que lo quisiera.

Asi que respiré hondo.

—Tae, cariño...—lo llamé, él me observó.

—¿Si, bonita? Preparare algo rico para ti hoy, ya lo verás.—su entusiasmo me dio mas nerviosismo. Sin embargo no me permití desistir.

—Tengo algo que decirte. Es importante, se trata de Jungkook.

Fue entonces, cuando dejó las cosas y me miró.

—¿Si?—y ahí estaba de nuevo, ese tono cauteloso, uno que me gritaba que lo que sea que pasara no sería bueno.

Respiré hondo.

Y simplemente lo solte.

—Jungkook y yo nos besamos, Taehyung.—entonces, su mirada felina y llena de rabia se volcó contra mí.—pero yo no le correspondí y el no sabia que yo estaba contigo, simplemente...

—Voy a matarlo.—susurró, sus manos apretaron el borde de la mesa de cocina y yo comencé a sentirme asustada—voy a matar a ese hijo de puta, Lalisa.

—¡No hagas nada! ¡El no sabia que estaba contigo! Prometió no meterse entre nosotros, tú sabes que esa no es su inten...

—¿Y TÚ QUÉ?—gritó de vuelta, esta vez me miró directo a los ojos, sujetó un vaso de vidrio de la mesa y lo arrojó al suelo haciéndome chillar cuando sus fragmentos picaron mis piernas—¿CREES ACASO QUE SOY IDIOTA Y QUE NO SÉ QUE ESTABAS COMPLETAMENTE LOCA POR ESE IMBECIL? ¿CREES QUE NO SOPORTE MESES QUE LO VIERAS A ÉL Y NO A MI? ¡SEGURO LO DISFRUTASTE!

Sus manos tomaron mis hombros y apretaron con fuerza contra la pared. Comence a chillar.

—¡Sueltame, para! ¡Estoy asustada!

—Eso me pasó por perderlos de vista unos días ¡Demonios!—volvió a gruñir, agitandome una ultima vez.

Entonces, me soltó.

Para ese instante, yo comencé a llorar. Volví a recordar su mirada, volví a recordar su rabia y como parecía que en cualquier momento de verdad mataría a alguien. Jamás lo había visto asi, y realmente me aterraba.

Taehyung por otro lado, mientras yo lloraba del miedo, intentaba calmar su respiración mientras se tomaba el puente de la nariz.

Fue entonces, cuando lo último que dijo resonó en mi mente hasta que pude procesarlo totalmente.

Eso me pasó por perderlos de vista unos días.

—T-Taehyung...—susurré, no dejaba de temblar. Apenas podía modular--¿Tú...? ¿Tú acaso me seguiste? ¿Espiabas lo que hacía con Jungkook?

Entonces, su cuerpo se congeló. Sus hombros detuvieron esa respiración inestable y se quedó tan quieto, que por un momento creí que le había pasado algo.

—¡Contesta!—grité. Mas enojada que asustada ahora. —¿¡Cómo demonios se te ocurre espiarme!? ¿¡Es que acaso estas mal de la cabeza!? ¿Tan poco confías en mí?

—Lo siento. No quería decirte esas cosas.—dijo. Entonces, tomó su abrigo que descansaba en una silla y se largó sin decir más.

Yo contuve la respiración hasta que Taehyung salió de la instancia. Fue entonces, cuando volvi a llorar con fuerza.

¿Qué demonios le sucedía? ¿Por qué ese ataque de locura extrema?

De repente, el teléfono celular comenzó a sonar. Era Yoongi. Intenté calmar mi respiración y limpié mis lagrimas con el sueter que llevaba puesto. En otra ocasión no hubiera contestado, pero sabia que si llamaba, era porque sucedió algo importante.

—¿Lisa? ¿Estas bien?—preguntó al instante, de repente frunci el entrecejo.

—Sí, lo estoy.—intenté que mi voz no saliera tan débil, pero al parecer fallé.

—Me acaban de llamar, Oyeron gritos. ¿Ese era Taehyung?

—Sí, lo siento. Discutimos por algo. ¿Solo para eso llamabas?

—No.—respondió, casi resignado—resulta ser que ya me notificaron que Bambam, tu amigo, llegó al pueblo. Lo irán a buscar para que lo veas. Intenta estar bien.—dijo eso ultimo en voz baja y casi cariñosa. Por alguna razón la sentí agradable.

—De acuerdo. Gracias.

Entonces, corté y me arrojé al suelo y apoyé mi espalda en la pared mas cercana, incapaz de mantenerme de pie por mis propios medios.

Con la llegada de Bambam, podría preguntar mejor quien era ese Jiwoo y porque en aquella foto había aparecido detrás de mi y de Nathan escondido cerca de un árbol. Era como si hubiera querido ser nuestro amigo, como si quisiera haber estado cerca de Nathan y nunca hubiera tenido la oportunidad realmente. Quizas me equivocaba, quizás no era nada. Pero era mejor estar segura de ello.

Por otro lado, Taehyung me había dado mucho miedo. No estaba segura de poder verlo a la cara luego de lo que acababa de suceder.

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