Capítulo 025
Narra Taehyung.
Caminé con seguridad con Cafe en mis brazos dandole de comer las galletas que le habia preparado. La ira no me cabia en el cuerpo, quería matarlo. Quería ahorcarlo y asfixiarlo para ver como la vida se iba de sus ojos.
Nadie tocaba lo que era mio.
Sin embargo, apenas toqué el timbre y escuche la puerta abrirse, supe que esos pensamientos no eran adecuados ahora.
Sonreí con boca cerrada. Jungkook al verme se colocó tieso de repente, sorprendido e incomodo de verme. Llevaba un delantal de cocina. Al parecer al imbécil se le había ocurrido creerse un chef.
—Hola, Jungkook. Siento importunar.—me disculpé. Sus ojos por unos segundos se movieron hacia el suelo, sabia perfectamente que estaba pensando que deberia hacer y porque yo estaba ahi.
—No... no importunas.—respondió, y miró hacia adentro de su hogar.—¿quieres pasar?
—Sí. Gracias.—accedí. Jungkook vió a Café en mis manos y al parecer se sintió un poco aliviado, como si aquella perra común y corriente le hubiera dado el animo suficiente para afrontar la vida. Patetico.
Una vez que entré me senté en el sofá y dejé a Café explorar la zona.
Jungkook me enfrentó y suspiró desde su lugar en la sala.
—Sé el motivo por el que debes estar aquí. Taehyung, yo...
—Sé que lo hiciste sin saber que Lisa estaba conmigo. Eres demasiado bueno para hacerlo a conciencia.—expliqué.—solo vine a advertirte que esta es la unica vez que te perdonaré algo así. No soy rencoroso, sin embargo tampoco puedo ignorar este tipo de errores.
—Sí, sera la ultima vez.—respondió Jungkook endureciendo la mandíbula. Había algo que quería decirme y no se animaba a hacerlo.
—Eres un buen chico, Jungkook, me agradas. Lamentablemente gracias a Lisa no podemos ser amigos, pero me hubiera gustado serlo.
Jungkook no dijo nada, no sabía a donde quería llegar.
—Recuerda eso por mí. ¿bien? Linda charla, Jungkook.
Dicho eso me levanté, dejando a Jungkook mas confundido que nunca. Llamé a Café y Jungkook me abrio la puerta de inmediato.
Al cruzar la calle, me di cuenta que Jennie venía corriendo, muy linda con su traje deportivo y sus audífonos a todo volumen. Al verme, se congeló por completo. Se quitó los audífonos y se acercó a mí con violencia.
—¿Que demonios haces tú aquí?—Jennie miró mas de la cuenta el perro entre mis manos. Entonces, frunció el entrecejo.
—Oh si, linda perra la que tu ex le regaló a mi novia.—ironice—vine a ver a Jungkook. ¿Sabías que tuvo el descaro de besar a Lisa? A fin de cuentas, no era mentira que a Lisa le gusta jugar con todos ¿no? lastima que no me creíste. Si hubieras sido mas inteligente, tal vez Jungkook seguiría contigo.
Jennie se vió realmente herida. No sabía si por Lisa o por Jungkook. De todas formas no podía importarme menos.
—¿Porque demonios estas con ella si tan perra es?—encaró observandome justo cuando yo la pasaba de largo dispuesto a irme. Entonces, me detuve en seco y la miré.
—La amo.—respondí, como si no fuera obvio. Dejé a Jennie aún mas confundida.
Me largué sin decir nada más.
(...)
Narra Lisa.
Bambam me reconoció al instante entre las personas a pesar de la distancia que ambos teníamos. Al mirarme, asomo su gran sonrisa y solo en ese momento pude darme cuenta de lo mucho que lo había extrañado. Fue entonces cuando Bambam corrió hasta mi y terminó por abrazarme. Yo chille de alegría en sus brazos.
—¡Bambam! ¡Te extrañé tanto!
—Y yo a ti, tontita.—me dijo, antes de desordenarme el cabello como cuando pequeños.--¿Dónde estas viviendo, eh? Por Skype me contaste de un misterioso chico.
—Ah sí, Kim Taehyung.—recordé, pero tan solo pensar en él y en nuestra discusión aquella mañana me dieron escalofríos—pero no hablemos de mí, cuéntame que estuviste haciendo todo este tiempo.
Bambam entonces sin darse cuenta de mis intenciones comenzó a hablar. Gracias a eso supe que encontró trabajo y también que estaba estudiando. Quiere ser arquitecto de casas. Y al parecer le estaba yendo de maravilla. Incluso había conocido a una chica de la cual estaba muy enamorado. Era lindo saberlo.
—Luego de enterarme que te robaron en este pueblo, tu madre se puso como loca. ¿sabes?—informó, a lo que hice una mueca.
—Hablando de eso...—Bambam me miró con atención y yo suspiré agotada—no fue exactamente un robo. Tengo mucho que contarte, presta atención.
Fue así entonces, que empecé a contarle todo lo sucedido camino a la casa de Taehyung, ignorando que Yoongi y algún compañero suyo no seguían por detrás con la guardia alta a la espera de cualquier ataque. Bambam entonces entendió muchas cosas, una de ellas fue porque "mis amigos" me seguían por detrás como tales guardaespaldas como si me protegieran de algo. Y como cualquier persona normal y corriente, se asustó por él mismo y por mí.
—¿Y si nos llega a suceder algo mas ahora que estoy aquí? Deberiamos irnos lejos, Lisa.—me aconsejó haciéndome detener en seco.
—No. Creo que a donde sea que vaya esta persona me seguirá, no es conveniente afectar a todos mis seres queridos por una idea tonta, Bam.—aconsejé a lo que el asintió, sin embargo no dejaba de estar asustado. Y lo entendía.
También sabia aún así que aunque le hubiera explicado la situación por teléfono, el habría venido de todas formas a verme. No era de esos amigos que se quedaban en sus casas haciendo buen uso de su cobardía. Bambam era un gran amigo. El mejor que tenía, en realidad.
Deje que Bambam digiriera la situación durante todo el camino a casa. Taehyung ese día había desaparecido por completo. Noté más tarde también que Café no estaba. Imagine que lo había sacado a pasear. Pero conforme pasaba el tiempo comencé a preocuparme.
—Entonces, ¿para qué me quieres aquí?—inquirió Bambam confundido.
Lo hice sentarse en el sofá mas cercano mientras le mostraba el álbum de fotos con la foto en la que se encontraba Jiwoo. Fue entonces cuando entrecerró los ojos observando.
—Cielos, me había olvidado por completo de Nathan. ¿Como esta ahora?
—Esta muerto.—solté haciéndolo abrir los ojos de par en par, incapaz de creerlo. Suspiré—lo sé, Bam. Es horrible saberlo, incluso aunque no lo recuerde por esa estúpida rama del árbol.
Bambam calló. Esta vez se puso totalmente serio, incluso crei verlo tragar en seco mientras observaba la foto.
—El es Jiwoo...—comentó en un hilo de voz.
—Jugabamos juntos de pequeños ¿cierto?
—Más bien... tú jugabas con él, Lisa.
Frunci el entrecejo.
—¿Cómo?
Bambam me observó, su rostro me hacía saber al instante que no era una broma.
—El chico era raro. No hablaba mucho, siempre iba al bosque... tu jugabas con él. Yo raras ocasiones lo hacía, pero jamás dejó de darme una vibra extraña.
Yoongi, quien hasta ese momento permaneció callado y al margen de la situación comenzó a hablar.
—¿A que te refieres con extraño?
Bambam frunció los labios.
—No era del pueblo. Nadie sabia exactamente quien era ni en donde vivía. Lisa, tu madre apenas se enteró de tu amistad con ese niño se asusto mucho y decidió sacarte de allí. Por él te fuiste del pueblo, así que no es algo que tomaría a la ligera.
—De todas formas ese niño esta muerto.—Yoongi acotó y ambos lo observamos—esta su lapida en el bosque. La encontraron esta mañana. Y debajo de ella hay un ataúd viejo y pequeño. Yo diría que esta ahí hace mas de 10 años.
Yo había conocido a ese niño a los 8. Así que probablemente murió poco después de conocerlo.
—¿Muerto? Entonces esta información no nos sirve ya.—comenté resignada.—sin embargo eso no explica porque la madre de Nathan nos mentiría de esa forma. Lo dijo con demasiada seguridad, estoy segura que ella lo conocía.
—Pocas personas conocían a Jiwoo además de tu y yo.—terció Bambam.—deberían volver a la casa de la señora Lee y hablar con su esposo. Sé muy bien lo mucho que amaba a Nathan.
—¿La señora Lee no lo hacía?—pregunté confundida.
—Lo hacía. Pero Nathan siempre decía que él no era el preferido de la familia. Es decir, que había alguien más a quien la señora Lee quería más que a Nathan.
Entonces, volqué mi vista hacia Yoongi sintiendo el corazón latirme mas rápido.
—Entonces la familia Lee convivió con alguien mas.—concluí sorprendida.
Yoongi miró hacia abajo analítico.
Fue entonces cuando, de repente, oímos la puerta abrirse. Yoongi de inmediato tomó el álbum de fotos de las manos de Bambam y lo escondió en su campera negra. Me sorprendí, ya que al entrar Taehyung a la instancia no se vio sorprendido ni aliviado. Con ese movimiento me di cuenta que Yoongi no confiaba ni siquiera en Tae.
Apenas lo vi me recorrió un escalofrío. El estaba sonriente como siempre, ajeno a la incomodidad que causó en la estancia. En sus manos venía Café que seguía moviendo la cola y ladrándole a Bambam, ya que no lo conocía. Taehyung me observó y yo sonreí incómoda.
—Hola.
—Hola, bonita.—se acerco e ignorando a los demás, me dio un beso en los labios. Dicho eso me entregó a Café. Luego se dirigió a Bam y ofreció su mano—un gusto conocerte. Soy Taehyung, el novio de Lisa.
Bambam entonces, se quedó unos instantes sin responder, mirando aquella mano larga y fría que tenía Taehyung. Al cabo de un rato la estrechó y sonrió.
—Kunpimook. Puedes decirme Bambam.
—Seguro.—concluyó Taehyung mirando al resto--¿interrumpí algo importante?
—Creemos que el asesino se fue del pueblo, pero no lo sabemos porque esta mañana encontramos otro cuerpo. Luego te digo los detalles.—dijo Yoongi con una credibilidad que incluso Taehyung no pudo evitar no confiar. Eso me preocupó mucho, porque el simple hecho de que Yoongi desconfiara de Taehyung no era bueno. Además, era molesto que fuera capaz de creer que él estaba involucrado en ello.
Entonces, escenas de hoy a la mañana vinieron a mi mente y el miedo volvió a recorrerme. Taehyung en aquella faceta enojada era alguien totalmente desconocido para mi cerebro. ¿Habria mas sorpresas en el camino? Esperaba que no fuera asi. De todas formas no podía exagerar su reacción e inculparlo como un asesino, eso era muy grave. Solo tuvo un mal día, todos lo tenemos. Solo se salió de sus casillas y se descargó con lo primero que tenía frente a el: yo.
—Entonces hare algo para tomar.—concluyó Taehyung yendo a la cocina.
Yo miré a Café durmiendo sobre mis piernas mientras la acariciaba.
—Te extrañé mucho, bonita.—le dije e intenté hacerles cosquillas en la pansita.
De pronto, vi que no se movía.
Mi sonrisa desapareció mientras volvía a tocarla asustada. Mi respiración comenzó a ser dificultosa cuando me di cuenta que no solo no contestaba a mis llamados, si no que no respiraba.
—¿Café?—susurre comenzando a sentir mis ojos nublados, al mismo tiempo que alarmaba a todos.—¡¿CAFÉ?!
La agite. No respondía.
Estaba muerta.
Grité, desconsolada cubriéndome la boca. Y luego comencé a llorar mientras me incorporaba asustada y arrojaba su débil cuerpito al sofá, aterrada de saber que había muerto en mis brazos y no me había dado cuenta.
Bambam me abrazó intentando darme consuelo, mientras Yoongi y su amigo me miraban sin entender como demonios había ocurrido eso. Taehyung por otro lado se quedó estatico en su lugar, con un café a medio tomar entre sus labios, mirando como el corazón se me partía a la mitad.
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