10. Problemático.


Eran las siete de la mañana cuando Junmyeon se estacionó fuera del edificio. Llamó a Yixing, pero este no respondió, así que decidió bajar del auto y tocar su puerta. De nuevo, Yixing no atendió. 

Ese temor que nacía en su pecho cada vez que le perdía el rastro al embarazado, empezó a crecer.

Esperó por algunos minutos, pero nada. Salió del edificio y se metió al jardín, para ver por las ventanas, una de ellas daba a la habitación de Yixing. Junmyeon sintió una ráfaga de alivio y a la vez de irritación al encontrarse con la imagen del embarazado profundamente dormido.

Abrió la ventana francesa, que por suerte no estaba asegurada, y esperando que ningún vecino llegara verlo, entró al departamento por ahí. Entrar es un decir, porque Junmyeon calculó mal la altura y terminó cayendo dentro de la habitación como un costal de papas.

Yixing no despertó, ni siquiera se movió.

Junmyeon se levantó del suelo y cerró la ventana con seguro, ahora que sabía lo fácil que era irrumpir en el hogar, no iba a vivir tranquilo mientras no se asegurara de que Yixing cerrara todo con llave antes de irse a dormir.

¿Pero qué hacía dormido todavía? Tenían una cita con Jongdae en menos de una hora.

Se acercó para despertarlo, pero dudó. No quería asustarlo o, peor aún, hacerlo enojar. Mientras se debatía, lo observó. A pesar del frío, Yixing no tenía puesta una camisa y su vientre, que parecía haber crecido mucho en los últimos días, estaba expuesto. De hecho, seguro dormía en ropa interior ya que la sábana blanca cubría más parte del suelo que del propio Yixing y sus largas y musculosas piernas también estaban a la vista. Junmyeon, desvió la mirada de su cuerpo y se concentró en su rostro. Su gesto mientras dormía era tan pacífico que casi parecía otra persona, tal vez alguien mayor. A Junmyeon también le alegró notar que sus mejillas estaban un poco más rellenas y coloridas, al igual que sus sonrosados labios. Atraído por su belleza, Junmyeon se arrodilló frente a la cama y puso una mano sobre su pálida mejilla; la acarició suavemente y lo notó suspirar.

—Yixing, despierta —susurró.

—Junmyeon no ha llegado —Yixing murmuró con sus ojos cerrados.

Junmyeon sonrió.

—Yixing, estoy aquí, no digas incoherencias.

—Entonces duérmete.

—Yixing —Junmyeon insistió—. Tenemos una cita con Jongdae.

—Cita... —Yixing musitó. Abrió los ojos lentamente y frunció el ceño al verlo—. ¿Qué haces aquí?

—Intento despertarte.

Yixing parpadeó confundido.

—¿Cómo entraste?

—Por la ventana

—¿Por la ventana? ¿Te crees vampiro?

—Es que no despertabas, estuve llamándote y tocando la puerta, pero duermes como piedra.

Yixing buscó el móvil bajo la almohada y notó las llamadas perdidas.

—No tiene sonido —murmuró en medio de un bostezo y se giró, dándole la espalda a Junmyeon.

Se acurrucó contra una almohada e intentó dormirse de nuevo. 

—Yixing levántate, vamos a llegar tarde —Junmyeon insistió haciendo un silencioso conteo de los lunares que podía ver en sus hombros.

Yixing gruñó y se giró de nuevo.

—De acuerdo, pero hay que comer algo antes de ir —murmuró mientras salía por el otro lado de la cama—. Quiero un sándwich... y huevos con jamón. ¿Sabes hacer eso?

—¿Por qué clase de inútil me tomas? —Junmyeon preguntó con el ceño fruncido mientras se ponía de pie.

—¿La clase de inútil que come tortas con cubiertos? —Yixing replicó sarcásticamente y una sonrisa se dibujó sobre su rostro adormilado.

Bueno, al menos no estaba enojado. Junmyeon se cruzó de brazos y lo miró. Su intención era mirarlo a la cara, pero sus ojos decidieron vagar por el cuerpo casi desnudo del embarazado.

Yixing tomó una toalla y se cubrió con ella.

—Acosador —murmuró molesto—. Voy a darme una ducha, tú intenta hacer un sándwich sin incendiar mi casa.

—Deja de decir que te acoso, ni siquiera eres mi tipo, solo estoy aquí por mi hijo.

—Ajá —Yixing bostezó y salió de la habitación.

Junmyeon se quedó unos segundos de pie en medio de la habitación, intentando deshacerse de la imagen de Yixing en ropa interior. No estaba acosándolo.

Fue a la cocina, saludó a los dioses y diosas de la cultura egipcia y buscó los ingredientes necesarios para el desayuno en el frigorífico y en la alacena. Después de hacerse un espacio en el comedor se puso manos a la obra. Mientras cocinaba pensó en Yixing respecto a su casa. El lugar siempre parecía limpio, pero todo el tiempo habían cosas regadas o apiladas por todas partes; no estaba seguro de si Yixing era el dios y señor del desorden o si ese era el orden real de las cosas. Pensándolo un poco mejor, todo ese caos parecía un reflejo de sus emociones.

Yixing apareció justo cuando terminaba, completamente vestido y con el cabello húmedo. Junmyeon intentó no mirarlo demasiado mientras le ofrecía el plato con un enorme sándwich relleno de huevos revueltos con jamón.

—¿No hiciste algo para ti? —Yixing preguntó frunciendo el entrecejo.

—Estoy bien —Junmyeon negó.

Yixing fue a la alacena, tomó un plato y un cuchillo y partió su sándwich justo por la mitad.

—No se come frente a una persona que no está comiendo —Yixing dijo solemnemente y puso la mitad de su desayuno en el plato que después deslizó hacia Junmyeon—. Además, si lo envenenaste, moriremos los dos —añadió con una sonrisa.

Junmyeon también sonrió y tomó el sándwich con sus manos para llevárselo a la boca.

—Esto está bueno —Yixing murmuró sorprendido mientras masticaba.

—Sé cocinar —Junmyeon aclaró—. Incluso tengo un diploma en pastelería.

—¿De verdad? —Yixing se mostró entusiasmado—. Tienes que prepararme algo.

—Solo hasta que te retractes, usar cubiertos no me hace un inútil.

—De acuerdo, no eres un inútil, es más, si me haces una tarta de fresa prometo dejarte usar cubiertos con lo que quieras y no volver a molestarte por eso.


🌸


—Buenos días, Yixing, Junmyeon —Jongdae los saludó y clavó su mirada en el rostro de Yixing—. Luces radiante, ¿Junmyeon ha estado cuidándote bien o sigue siendo un dolor de trasero?

—Un poco de las dos —Yixing respondió con una sonrisa.

Jongdae también sonrió.

—Ven aquí, voy a pesarte.

Yixing se subió a la báscula y esperó.

—Te felicito, has recuperado peso —el médico anunció mirando a Yixing aunque su mano se posó sobre el hombro de Junmyeon para presionarlo suavemente.

Jongdae se tomó su tiempo para hacer una evaluación completa y después de ayudar a Yixing a bajarse de la camilla buscó su mirada.

—Ahora veamos si el bebé quiere que sepamos si es un él o una ella.

Yixing asintió emocionado. Los tres fueron a otra habitación en donde las persianas corridas mantenían la oscuridad.

Jongdae midió todas las partes del pequeño que crecía dentro de su vientre, al igual que la vez anterior, y les explicó que todo parecía marchar bien, pero frunció su ceño y empezó a parecer un poco frustrado cuando buscaba saber el género del bebé.

—¿Sucede algo malo? —Junmyeon preguntó al notar el semblante de su amigo.

Jongdae negó.

—No puedo ver... el cordón está entre sus piernas y lo cubre.

Junmyeon fijó su mirada acusadora en Yixing.

—¿Qué? —el embarazado preguntó alzando sus cejas.

—Es tan problemático como tú —Junmyeon acusó.

Yixing sonrió abiertamente.

—Y seguramente también será físicamente idéntico a mí.

—Que horror —Junmyeon bromeó.

Jongdae los miró con curiosidad e intentó reprimir una sonrisa.

—Lo intentaremos en la siguiente cita —prometió—, seguro estará en una mejor posición también.


🌸


—Deme dos, el bebé también quiere —Yixing le dijo al encargado.

El hombre de los hotdogs sonrió y asintió fervientemente.

—¿Algo para su esposo?

Yixing miró a Junmyeon por un instante.

—No es mi esposo —aclaró.

—Perdón, pensé que era el papá del bebé —el encargado se disculpó.

—No, es mi chofer, pero dele uno y una coca.

No era algo que Junmyeon acostumbrara a comer, pero mientras conducía hacia el lavado de autos, Yixing había notado el puesto a la orilla de la carretera y le pidió que se detuviera, alegando que, ya que tuvo que darle la mitad de su desayuno, su estómago estaba medio vacío. Junmyeon había intentado convencerlo de ir a algún restaurante en el que pudiera comer algo más saludable que unas salchichas de dudosa procedencia, pero al ver las lágrimas (seguramente falsas) asomando por los ojos del embarazado no tuvo más opción. 

Se sentaron en la banqueta y tomaron su segundo desayuno viendo los autos pasar. Junmyeon notó la insana cantidad de salsa picante que Yixing le agregaba a su hotdog extragrande y arrugó la nariz.

—Tal vez no deberías comer tanta...

—No te metas en mi vida —Yixing balbuceó con la boca llena, interrumpiendo su sugerencia.

Pero Junmyeon lo ignoró.

—Y deja de decir que el niño no es mío o se va a parecer tanto a mí que incluso si escapas vas a tener que ver mi rostro por el resto de tu vida —amenazó.

—Dios, que castigo —Yixing murmuró con un gesto de desagrado—. Pero estoy seguro de que se va a parecer a mí.

Junmyeon arrugó la nariz. Llevó la mirada hacia la carretera y notó que uno de los autos que pasaban a su lado se parecía al de su esposa. Imaginó que si esta llegara a verlo comiendo en un lugar como aquel seguro pasaría de largo y fingiría que no lo conocía. Sonrió ante el pensamiento y le dio otra mordida a su hotdog. 

—Oye —Yixing llamó su atención después de un rato—. ¿De verdad te molestaría mucho que el bebé se parezca a mí?

Junmyeon observó a Yixing y la pequeña mancha de mostaza en su grueso labio inferior captó su atención

—La verdad no —admitió con una sonrisa y se inclinó hacia él para limpiarlo con su propia servilleta—, tienes un rostro muy bonito.

Yixing no sabía qué respuesta esperar, pero definitivamente, no esa.

Junmyeon observó las mejillas de Yixing tornarse rojas y su sonrisa se congeló. Por supuesto que no tenía problemas con un rostro tan bello y adorable como ese, pero no tendría que habérselo dicho. Desvió su mirada y se bebió el último trago de su soda.



🌸

Gracias por leer!

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