Han pasado 2 meses desde que la única bala que guardaba habia acabado con la vida de Jongin, pero ya no hay tiempo para lamentarse. . . ni siquiera deseo hacerlo. Asesiné al hombre que la mujer de mis ojos ama, ella mismo me lo confirmó, no con sus palabras sino a través de sus actos. Ya ni siquiera me importa si la policía me atrapa, hasta ahora ha parecido como si fuera un suicidio, y nadie ha sospechado porque Jongin presentaba fuertes signos de depresión antes de lo sucedido. Es por eso que había estado suplicandole a la personas equivocada.

"La mujer que amo" un susurro escapó de mis labios.

La mujer que adoro ama a otro, la mujer que amo prefiere a otro, la mujer que amo daría la vida por un hombre. . . el cual no soy yo.

"¿Donde estabas?"

"¿Debería interesarte?"

"Por supuesto, eres mi esposa"

"No soy tal cosa, apenas nos comprometimos"

"¿Tal cosa?" repetí con mi sangre hirviendo. "¿Tal cosa? ¿eso es lo que significa nuestro laso?" la tomé bruscamente por los brazos "¿¡Quieres ser la perra de otro entonces!? ¿¡Quieres ser la perra de Jongin, ah!? ¡Pues lamento decirte que el esta muerto! ¡Yo mismo lo mate!" sentí como mi mejilla derecha ardía, recibí una cachetada. Me lo merezco.

"¡Maldito hijo de. . .!" ya no pudo hablar.

Mi puño se estrelló en su mejilla izquierda. Su mirada se tornó de temor, sorpresa y tristeza.

Una y otra vez, otra, otra, y otra vez mas mi puño terminó en su rostro. Trató de golpearme con su bolso pero se lo impedí y este salió volando quedando todo lo que contenía desparramado en el suelo.

"Chanyeol... amor"

"¿¡Amor!? ¡Ahora si soy tu amor, tu vida, eh!"

Mis manos se cerraban cada vez más al rededor de su delgado cuello, ya no controlaba mi cuerpo y mis manos cada vez hacían mas presión.

¿¡Que rayos estoy haciendo!? ¿¡En que maldito demonio me convertí!?

Ella pateaba y luchaba por un poco más de aire del cual no saldría con éxito.

"¡Si no me amas a mi entonces no amaras a nadie mas!" grite desde lo mas profundo de mi alma.

"Chanyeol amor, escúchame. . ." suplicaba entre cortada mente. "¡Yo te amo a ti, solo a ti!" su mirada todavía reflejaba el dolor y miedo. . . pero también esta su amor, su pizca de amor que llevaba siempre consigo. "Todavía no es tarde" ya ni siquiera se entendía lo que decía. "¿Tu me amas?" Asentí con la cabeza, mis manos se estaban aflojando pero luego el ruido de su celular sonando me hizo caer en la realidad. Todas eran puras mentiras, palabras sin sentimientos para caer nuevamente en su trampa. Mis manos otra vez ejercieron mas presión.

"Escúchame. . . dos personas están esperando por ti, yo. . ." tosía descontrolada mente. "Yo..."

Ahí fue donde todo termino, su ultimo suspiro quedo atrapado en mi rostro. . .

Mi vida y alma se fueron con ella.

"¿Que he hecho?" mire mis manos, mejor dicho las manos del monstruo en el que me había convertido.

El teléfono sonó por segunda vez, me arrastré perturbado y aterrorizado hasta este, lo tome y atendí sin siquiera saber quien era.

"Sta. Park ya se han confirmado sus exámenes, sera una linda niña. . ."