La noche del gran banquete, Jennie, luciendo un impresionante atuendo que realzaba su belleza, se acercó a Agust con una actitud conciliadora. Le ofreció una copa para sellar la paz entre ambos y así poder dialogar como un verdadero matrimonio.

— Hola, Agust, me gustaría que pudiéramos hablar con calma, dejando de lado nuestros problemas— Jennie notaba cómo Suga lo observaba, pero eso solo le daba más confianza para continuar con su plan— Sé que no hay amor en nuestro matrimonio, pero durante este tiempo que estemos juntos hasta mi regreso a mi reino, deseo que todo mejore, para que nuestra amistad y las relaciones de nuestros reinos sigan por muchos años más.

A pesar de su desconfianza, Agust aceptó la copa que le ofrecieron. Sabía que, en el pasado, había sido amigo de Jennie y que ella se había enamorado de él más tarde. Sin embargo, para él, nunca hubo nadie más que Suga.

— Salud, por la amistad que nos ha unido. Te deseo que encuestres a alguien que realmente te ame, yo no he podido por ese motivo te he respetado mientras has estado aquí, ya que solo te puedo ver como una amiga que se ha criado con la familia Min— Agust terminó su copa, su mirada como de costumbre estaba en Suga; él siempre lo amó en secreto y nunca quiso serle hipócrita a sus sentiminetos— debes amar a la persona adecuada, no dejes que decidan los demás por tí.

— Que no te quepa la menor duda Agust, nadie decidirá que haré de ahora en adelante.

Jennie salió de la sala con una sonrisa, había adulterado la bebida de Agust, en unos minutos este iría al dormitorio con el fin de mojar su rostro debido al calor que su cuerpo presentaba. Ella lo esperaría y lo tendría únicamente para para seguir con su plan. Jiennie nunca había amado a ningún Min, solo los usaba para sus propios beneficios. Una vez se diera la noticia de su embarazo, Agust no la devolvería a su reino y ella no debería casarse con otro emperador; además una vez alumbrase al primogénito de los Min, ella podría hacer pasar la muerte de Min Agust por un accidente. Por otra parte que Yoongi se quedara solo como su amante le convenía para que no se pusiera en duda que tenía un verdadero herederon Min, si su primer plan fallaba; además si la descendencia de los Min solo radicaba en su hijo nunca podrían quitarlo del poder. Ella lo tenía todo tan calculado desde hace años que ningún cabo suelto podía aparecer en el último momento.

Como lo tenía calculado a los pocos minutos de ella salir del convite excusándose en su repentino cansancio, Agust ingresó en la habitación iba tambaleandose de un lado al otro sin poder fijar bien su rumbo; Jennie aprovechó para acercarse, aunque ya estaba caliente por la droga, él no quería tocarla, por lo que tuvo que sujetarlo para que no pudiera resistirse. Los besos por parte de ella no tardaron en llegar, tratando de desnudarlo con poco éxito ya que perdió el conocimiento en dos minutos. Al despertarse con un dolor de cabeza se encontraba con la ropa quitada y con Agust a su lado, sabía que su misión no había fallado así que esperó pacientemente a que este despertara para hacerse también la sorprendida.

Al despertar plácidamente, Agust abrazó a la persona que tenía al lado, sentía que había vuelto a dormir con su amado concubino pero al notar que las dimensiones y el sonido de su voz había cambiado abrió los ojos sorprendido; ver a su esposa sin ropa a su lado era la peor de todas las noticias, él le había sido infiel a Suga con una mujer que no amaba. Rápidamente se puso en pie para vestirse, debía salir de ese dormitorio y tratar de recordar lo ocurrido.