El emperador Min había estado anhelando obtener la descendencia que tanto deseaba; sin embargo, no fue hasta que tomó a Min Eylül como su nueva esposa que esto se hizo posible.

Eylül era su concubina preferida, y el anuncio de su inminente maternidad, junto con el trágico e inesperado fallecimiento de su esposa, llevó al emperador a decidirse a contraer matrimonio.

Ella dio a luz a tres mellizos, todos eran un fiel reflejo de su padre. Los crió con el propósito de gobernar el país y los instruyó en el arte de la guerra. Cada uno se especializó en diferentes modalidades de lucha: Agust, el mayor, sobresalía en el arte de la katana, y nadie podía rivalizar con él al empuñarla; Yoongi, por su parte, era experto en el uso de armas de fuego, dominando la pólvora a la perfección; en las guerras por territorio, no había enemigo grande que no se debilitara al caer en sus trampas.

Finalmente, el más pequeño, Suga, no solo era hábil con armas de corto alcance, sino que su presencia misma era una amenaza en el campo de batalla. Su destreza e ingenio para convertir cualquier objeto en un arma letal lo convirtieron en un maestro del arte del shibumi.

Cuando ambos alcanzaron la mayoría de edad, su padre, debido a sus problemas de salud, debía asegurarse de dejar el reino en manos de Agust, el mayor de los tres. Sin embargo, también tenía que velar por el futuro de los otros dos para mantener la prosperidad y las alianzas del reino.

Para su hijo mayor, se esforzó en encontrar la mejor alianza entre reinos, proponiéndole un matrimonio con la primogénita del Imperio Kim. Aunque al principio él se mostró reacio, se vio obligado a aceptar, ya que de lo contrario el reino podría entrar en guerra. Este acuerdo era un matrimonio no deseado, pero inevitable.

En contraste a su hermano mayor, Yoongi, sí amaba a la primogénita del Imperio Kim, aunque estaba destinado a casarse con otra persona. Era un doncel de nombre Park Jimin que conocía desde hacía tiempo, pero nunca había considerado una relación matrimonial, ya que su corazón pertenecía a alguien más. Aunque sabía que su amor por Kim Jennie era prohibido, no desistiría en su empeño de estar a su lado.

En el caso de Min Suga, la situación era completamente distinta, ya que no tenía la libertad de elegir con quién casarse. Sin embargo, logró persuadir a cada uno de los pretendientes que su padre le proponía, lo que le permitió continuar siendo un Min. Esto se debía a que, a diferencia de sus hermanos, él poseía una naturaleza diferente; era un doncel y, a pesar de haber sido criado por igual junto a sus hermanos; él solo servía como moneda de cambio con el Imperio que lo aceptase, por ese motivo se empeñaba en no cotraer matrimonio.

Él nunca abandonaría su empeño, ya que tenía un motivo de peso para nunca casarse: un amor secreto, más bien un amor imposible, del cual jamás podría desprenderse. Nadie lo sabía, ni siquiera la persona amada; sin embargo, él no dudaría en luchar por su libertad, aunque eso significara pelear con su padre.

Los días pasaron y los eventos se desarrollaron; se encontraban en una ceremonia que nadie deseaba, simulando una felicidad que no era auténtica. En ese lugar, había tres corazones rotos, atados a la infelicidad en nombre del bienestar del reino.

Por un lado, Agust se casaba con alguien a quien no amaba, mientras su amor secreto lo observaba; por otro, Yoongi contemplaba cómo su amada se unía en matrimonio, consciente de que en pocos días él también estaría en esa situación, casándose con un doncel al que no deseaba; y, finalmente, Suga compartía la misma tristeza de Yoongi, viendo a su querido hermano casarse con alguien que no era él.