PRÓXIMAMENTE
El nacimiento.
Todo comenzó por allí, en la sala de un frío hospital, en la espera de que sus dos pequeños hijos estuviesen sanos y salvos.
Con el corazón en la boca y las lágrimas ya secas sobre su pálido rostro la espera lo estaba matando, pero era necesario aguardar un poco más.
Era el día número uno, y los dos bebés eran tal y como dos gotitas de agua. La única manera de poder diferenciarlos era por las prendas que llevaban puestas, siendo lo único que los cubría del helado ambiente.
Yoongi aún recuerda haber sostenido por primera vez el cuerpecito tan chiquito de Jeongguk, sin creer que de ahora en adelante tendría a una manada a quien cuidar.
Sabiendo que ahora serían solo ellos tres, solo serían tres.
Cuando los gemelos Min cumplieron una semana de nacidos tuvieron su primera pelea, ambos compartían miradas conflictivas y con justa razón. El ganador sería aquel que lograra hacer llorar primero a su señor papi, nada difícil.
Desde ese entonces, Yoongi a penas recuerda que debajo de sus ojos no había ningún oscurecimiento hasta la llegada de sus dos angelitos.
Ahora siempre se ve con ojeras.
Cuando los gemelos cumplieron 3 meses de nacidos ocasionaron la primera confusión.
¿Jungkook era el del lunar en la oreja o ese era Jeongguk? No tenía sentido, hasta que mágicamente floreció el instinto paterno de Yoongi, y en un dos por tres supo quién era quién.
Agradecía ser atento, era obvio que a Jeongguk nunca le gustó la manzana hecha puré.
Obviamente le costó aprender a tener aquel instinto, ese raro instinto que solo aparecía en las madres omegas y que, claramente, él jamás llegaría a tener por completo. Por culpa de aquello sus hijos lloraban más de lo usual.
No era su culpa, él no pidió nacer con un aroma intenso y territorial.
Cuando los pequeñines cumplieron un año de nacidos la primera niñera que Yoongi contrató renunció ese mismo día, aún no se sabe la razón, pero por lo poco que recuerda Yoongi, Jungkook estaba con el pañal en la cabeza.
Desde allí supo que algo muy raro e intelectual pasaba por la mente de sus dos hijitos.
Cuando los pequeños tenían dos casi tres añitos, Yoongi decidió darse una oportunidad con el amor. Buscó como pudo a alguien que pudiese aceptarlo con todo y bebés pero le era muy difícil.
Ningún omega parecía querer a un alfa con crías, por muy mal que suene eso.
Ni siquiera importaba el hecho de ser un dragón escupe fuego. No había excepciones.
Cuando los gemelos cumplieron 5 años pasaron por algunas complicaciones de salud, la falta de leche materna se hizo presente y lastimosamente, el aroma de un típico cachorro nunca apreció en ellos. Los gemelitos sufrieron altercados que hasta en la actualidad aún les precede.
A los siete años de los gemelos, Yoongi tuvo que lidiar con la transformación lobuna de Jungkook, y después, tuvo que calmar a un dragón de casi tres metros que amenazaba con destruir todas las verduras que habían en su refrigerador.
Fue difícil, claro que lo fue, hasta que encontró una manera de solucionar el problema.
Gracias a los avances tecnológicos Yoongi pudo comprar un spray parecido al olor que produce un omega cuando está en estado de embarazo. No era el mismo que el de un omega, pero era lo suficientemente efectivo para calmar aunque sea un poco a sus cachorros.
Ese spray le costó un riñón y medio hígado, pero valió la pena.
Cuando Jungkook y Jeongguk cumplieron diez años de vida el mundo cambió para ellos, volviéndose algo loco y sin sentido. ¿Dónde carajos estaba su mamá? No tenían idea, lo único que querían en ese momento era comer pollo frito, no estar aguantando a un montón de niños que solo se dedicaban a burlarse de ellos por no tener mamá.
No les importaba, aunque la curiosidad seguía allí.
Jungkook se caracteriza por ser alguien sentimental, no sería capaz de pegarse con alguien a menos de que sea su propio hermano, y por lo tanto eso hacía que fuese un blanco fácil de golpear.
Por otro lado estaba Jeongguk, un ser con mucha energía por dentro aunque por fuera era igual a pereza y ganas de dormir en tooooodo el día. PERO SI ALGUIEN GOLPEABA A SU HERMANITO Y NO ERA ÉL PROBABLEMENTE NECESITARÍA UN PARAMÉDICO, PORQUE LE DESTROZARIA LA CARA HASTA EL PUNTO EN EL QUE SUS ANCESTROS LE PEDIRÍAN PIEDAD Y EL ESCUPIRÍA SOBRE TODAS SUS PUTAS TUMBAS.
Uff, como decía, Jeongguk es alguien pacífico hasta cierto punto uwu.
Ahm, creo que Yoongi aún recuerda la vez en la que Jeongguk le hizo calzón chino a un niñito de por ahí.
Cuando los gemelos cumplieron sus doce años, su primer teléfono celular se les fue entregado. Uno para cada uno, siendo la única cosa que ambos no compartían y lo tenían como suyo propio.
Ese día estaban felices, muy contentos a decir verdad.
Tenían lo que otros niños también tenían, y ahora ellos estaban a la moda.
Rápidamente cada uno se hizo una cuenta en Twitter y en Instagram, aunque ese último casi nunca usaban.
Empezaron a publicar, y a publicar, y a pelear, y a publicar. Para ellos era divertido y era lo mejor de lo mejor. En especial en esos tiempos en donde su papá se iba casi todo el día por el trabajo.
En el decimocuarto cumpleaños de los fetos algo muy genial pasó. Empezaron a tener seguidores en sus cuentas, e ibteractuaban en sus peleas como si fuesen propias.
Al principio fue muy raro, pero ahora era tan divertido ver como un ejército parecía combatir. Es genial que aún siga siendo así.
Por otro lado estaba el jefesote, el cual había aceptado el currículum de un bonito omega de mejillas regordetas para que fuese su asistente personal.
Llegaron prontamente los 15 años de los clones, y la felicidad no se hizo esperar. Si, eran adolescentes desde los catorce, pero ahora era más oficial.
Y justo ese día, ESE BENDITO DÍA, habían roto un florero.
Un florero sumamente costoso, el cual fue un regalo heredado de la bisabuela.
Ese día, exactamente a las siete y media de la noche, vistieron con un traje de gala rosa y una tiara.
Normal.
Hasta que bailaron el vals con Jisoo en el jardín.
A los dieciséis años les llegó el estirón, y ganaron musculatura al ritmo de sus actividades extraescolares.
Como por ejemplo el boxeo y la natación, entre otros.
Rápidamente el cuerpo de ambos cambió drásticamente, y a la vista de Yoongi sus pequeños ya llevaban el título de alfas, desde hace muuucho tiempo.
Les tenía fe desde sus adentros, no se crean.
Los gemelos, no tan pequeños, se dieron cuenta de ese detalle. Su papá solo iba con ellos, les daba de comer, les cuidaba y les daba tres litros de cariño, y luego se iba a trabajar.
Solo hacía eso, trabajar y trabajar.
Poco a poco el roedor en sus mentes empezó a girar como si fuese una carrera mundial.
Ambos llegaron a una intención.
El hacer feliz a su padre les era suficiente, y ellos se encargaron de hacerlo realidad, claro que si.
Fue cuestión de tiempo, risas y lágrimas para que ahora ellos se encontrasen en una muy complicada situación...
O en donde Min Jungkook y Min Jeongguk son unos gemelos revoltosos que lograron encontrar la felicidad de su padre. Y ahora, ya teniendo la edad suficiente, buscan la manera de entrar a la nueva fase de sus vidas.
La Universidad.
Bien hasta allí, aunque pensándolo mejor...¿Qué pasará cuando un nuevo integrante se una a la pequeña familia?
💛💛💛
Espero que les guste, perdón si ven algún error. No está del todo editada 😔👍
¿Qué les pareció?
¿Preguntas?
Nfjdje la segunda temporada mood on, ahre. No se olviden de comentar y votar un montón porque esta historia será actualizada si o si XD
Pronto hablaremos más de la madre de los gemelos pero por ahora se me cuidan.
¡Muchas gracias por todo, espero que esta temporada les guste!
Sempai❤
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