Capítulo 6

—...Anne, te sientes bien...

—Qué pasó Dorian, nunca me dejas dormir hasta tarde— respondo con un susurro de voz mientras me tapo la cabeza con la almohada.

—¿Qué no te dejo dormir hasta tarde? Por Dios mujer mira la hora, son las dos de la tarde y ni siquiera fuiste al colegio...

—Cómo que colegio, hoy es domingo Dori— pobre de mi hermano ya hasta los días los confunde.

No me responde nada, solo se estira y coge mi celular, enciende la pantalla y efectivamente, hoy es lunes.

—¿Esto no puede ser es una broma, cierto? —¿me pongo de pie y me dirijo al baño- No puede ser que hoy sea lunes sí cuando me acosté era domingo en la madrugada, y se supone que ya amaneció entonces debería ser domingo en la tarde. Estoy en lo cierto Dorian, hoy es domingo.

—Cálmate, ven siéntate ¿por qué estas temblando? —dice a la vez que me abraza—No llores, Anne. Que te pasa por qué te pones así.

—Te parece poco, que haya dormido casi 36 horas...si dormí tanto tiempo es porque estoy sufriendo de nuevo de narcolepsia— me separo de Dorian y voy en busca de mis medicamentos, mientras los busco tiro todo lo que se encuentra a mi paso. Lo busco en el primer cajón de la mesa de noche y no están.

Los tengo que encontrar, no puedo estar sufriendo de narcolepsia otra vez, otra vez no.

—¡Anne tranquila! Escúchame— acuna mi rostro entre sus manos mientras me quita el cabello de la cara—No has dormido 36 horas...

—Pero entonces...

—Tranquila sólo has dormido 10 horas cosa que es normal después del día y la noche que pasaste— de que habla, pero...como es posible que solo hayan sido 10 horas. No, simplemente no puede ser.

—No te estoy entendiendo— digo ya más tranquila—explícame una cosa, ¿qué día fue cuando me dejaste en la playa, que hice el domingo y porque no me acuerdo?

—Ese día era sábado en la noche, eran como las once y media, si no me equivoco- concuerda con lo que recuerdo —Querrás decir que no hiciste ayer y tal vez no te acuerdas porque bebiste mucho o sabrá Dios que mierda te fumaste- se ríe y me mira con descaro.

Analizo por unos minutos sus palabras y no termina de encajar. No creo que el alcohol me borre la memoria desde el domingo en la madrugada hasta lunes en la tarde. Y una droga, mucho menos ¿o sí?

—Deja de burlarte y mejor dime.

—Esto parece "¿Qué Pasó Ayer?" — dice entre risas, pensándolo bien, si tiene sentido. —Voy a comenzar desde el principio, ósea el domingo en la madrugada. Cuando entramos, te pusiste muy nerviosa, me dijiste que te estabas enloqueciendo, te acurrucaste a un lado de la pared y comenzaste a llorar y a temblar. Te levanté y te llevé en mis brazos, me disponía a llevarte hasta tu habitación, pero comenzaste a gritar, a removerte, darme puños y mientras abría la puerta te me caíste, justo en la entrada de la habitación— hace una pausa para mostrarme el lugar y un moretón que me quedo en el brazo —Todo el cabello te cayó en la cara y cuando te lo quitaste...

Lo interrumpe la caída de uno vaso que tenía en la mesa de noche y me recorre por todo el cuerpo un escalofrío que me hiela la sangre. Ambos nos volteamos a mirar al tiempo y después al vaso.

—Al parecer alguien no quiere que cuente tus fechorías- dice acostándose en la cama, y riéndose.

—Sigue, más tarde limpio los restos y por favor intenta no pisar la sábana o quítate los zapatos.

—OK, como te iba diciendo. Cuando te quitaste el cabello de la cara, te quedaste mirando en dirección a las penumbras de tu habitación con los ojos muy abiertos, parecías de verdad a Anabelle, luego comenzaste a decir— se aclara la garanta y procede a imitar mi voz —"Vete, vete déjame en paz, ya no más sal de mis sueños, no eres real vete", de ahí saliste corriendo y te tumbaste al lado del ascensor....

El acosador de mis sueños

—Enserio Dorian, estas seguro de lo que me dices, porque yo no me acuerdo de nada— todavía me cuesta creer que yo haya hecho semejante show y todavía ver despierta al acosador de mis sueños. —Y tú que hiciste, que pensabas.

—Primero, si estoy seguro de lo que digo y de lo que vi. Segundo, lo que hice fue prender la luz de la habitación y buscar lo que veías y no lo encontré. Tercero, pensé muchas cosas; pensé que te estabas enloqueciendo, que estabas en shock, que habías mezclado alcohol con drogas y hasta pensé que te habías fumando algo nuevo y no me invitaste. Después de eso te fui a buscar y me dijiste que no ibas a entrar porque te daba mucho miedo— me mira y me da un apretón en la mano —Lo decías entre llantos hermanita, hubieras visto tu cara dabas miedo y lastima.

Me suelto de su apretón y me llevo las manos a la cabeza. Esto se está saliendo de control, no sé qué me pasó y que me está pasando...ya no sé qué hacer conmigo.

—Pero no te pongas así Anabelle— dice y me abraza por detrás- ¿Quieres que continúe?

—Dale, pero no seas tan dramático y no me vuelvas a llamar ''Anabelle", me da miedo—digo y le doy un codazo en el estómago.

—Vale, ya calmada, logre que entrarás a la casa, pero no quisiste dormir en tu habitación sino en el sofá. Al otro día, te desperté a la una de la tarde porque llegó Johnny. Te arreglaste y te fuiste con él a su apartamento disque a tomar el té y no sé a qué horas volviste porque yo salí y cuando llegue ya estabas aquí...

Me acuerdo que había quedado con Johnny en ir a tomar algo, pero no de lo que hice. ¿Y sí se quiso o pasó de la raya o sí yo me pase con él?. Nota mental: hablar lo antes posible con Johnny.

—...después nos fuimos con Alan y los demás a una fiesta, una súper fiesta— se sienta y comienza a hablar en voz baja, aquí viene el drama —La fiesta fue en el depa que queda un piso arriba el de Patrick, en la del frente— apunta hacia la torre de apartamentos vecina.

—Ni idea de quien sea el tal Patrick.

—Luego te lo presento, la fiesta estuvo de lujo, había tragos, drogas y mujeres por doquier. Yo creo que fue ahí donde te drogaste o si no, fue cuando te deje en la playa. No me interrumpas. Está bien habla.

—¿Quiénes estaban, sólo era esos?, sigue.

—Dirás quienes no estaban. Estaban todos nuestro conocidos y amigos. ¿Los nombro uno por uno? —niego con la cabeza —En fin, nos la pasamos de maravilla, hasta donde te estuve vigilando, hiciste de todo, bailaste, hiciste karaoke, hasta jugaste verdad o reto, después no sé qué hiciste. Volví a saber de ti cuando estabas discutiendo con Alan- ¿Qué discutí con Alan, porque habría yo de hacer eso? —De ahí te pusiste llorona y decías: ''Alan quien te crees para controlarme, yo hago lo que se me dé la gana, me largo" y te fuiste llorando.

—¿Por qué discutí con Alan? que yo recuerde el sábado estábamos bien.

—No sé, no soy tu niñera, pregúntaselo a él. Eso es todo lo que te puedo decir, o quieres saber que hice yo.

—No hace falta—me imagino que cochinadas habrá hecho.

—¿Te puedo pedir un favor?

—Depende y de una vez te digo que no voy a ir a la droguería a comprar preservativos- con él toca limitar las cosas ya que de tanto que he ido de compras a la droguería ya me miran raro.

—No, no es eso. Solo es que me gusta una compañera de tu clase de religión, Rachel McPhee, si no me equivoco, y pues quiero que me ayudes con ella. Ya sabes que la invites y... —A él todas le gustan.

—Ya entendí, pero...

—Ya se, nada es gratis. Que quieres.

—Prepárame algo de comer, ya sabes lo que a mí me gusta —Me mira y asiente con la cabeza y sale de la habitación.

~¤~

—¡Anne, ya está lista tu ración! ¡Anne se enfría ven rápido!

—Aquí estoy no grites, ¿Sabes dónde dejé un zapato que me puse ayer y una media? —digo mientras me acomodo en el comedor después de darme una gran ducha —¿Y Cómo fui vestida a la fiesta?

Desde que entre al baño he tenido esa duda ya que cuando me desperté sólo lleva un camisón y una media con un solo zapato.

—Llevabas un mini vestido rojo, con medias de maya negras hasta las rodillas y los zapatos que te regale para tu cumpleaños— se me acelera el corazón de solo escuchar su voz.

—Alan...

—Hola preciosa como estas- dice mientras me da un beso en la mejilla.

—Eh...bien creo que bien. Yo...yo... ¿Por qué discutimos ayer?, es que no me acuerdo... —me mira poco convencido, siento como comienza a arder mi cara, que vergüenza- De verdad. No me acuerdo de nada.

—Oh ya veo, pues fue por... una estupidez. Olvida...

—Se cabreo porque te vio besando a otro— Interrumpe alguien a mi espalda, volteo y veo a un chico alto de ojos negros, piel morena y cuerpo de infarto. Es guapo, incluso un poquito más que Alan, pero solo un poquito. Nunca lo había visto.

—¿Y tú eres...?

—Soy Demin preste servicio con Dorian y Alan. Es un placer conocerte me han hablado mucho de ti.

—El placer es mío- digo y lo miro anonadada, cuando me doy cuenta en el comedor se encuentran Chloe, Trixie, Jason y una rubia que no reconozco.

—Espero que no te moleste, los invite a ver películas, y será que le puedes escribir a Rachel invitándola—me susurra al oído.

—Vale, pero trae mi agenda y saca a todos estos de aquí menos a Alan.

—Vamos, dejemos que la princesa como tranquila- le hace señas a Alan para que no se vaya.

—Para que soy bueno- me dice cuando todos ya se han ido.

—Para muchas cosas, ven siéntate comamos juntos, pero dime cómo es eso de que me besé con alguien, como te dije, no recuerdo nada— digo ofreciéndole unos palillos.

—¿Por qué comes spaghetti a la Napolitana con palitos chinos?

—Una más de mis manías— ¿Verdad Anne porqué comes las pastas napolitanas con palitos?... no se.

—Respecto a lo que me preguntaste... te estabas besando con un amigo de Patrick, no le vi la cara y pues discutimos porque te separé de él, es que ya estabas ebria y tú sabes que los caballeros somos pocos.

—Gracias, te puedo abrazar— no espero respuesta y me lanzo entre sus cálidos brazos, como los extrañaba, nos quedamos un buen rato así, hasta que...

—Perdón por interrumpir su emotiva reconciliación, pero aquí está la libreta.

—Mmm si la libreta— no me quiero despegar de Alan, pero toca- ¿Amigos? — le susurro antes de que se vaya.

—Hoy y siempre— dice antes de salir.

—Oye rápido.

—Si ya voy, gracias por encontrar su número. Y mi celular- no responde si no que me lo extiende— Gracias corazón.

"Hola Rachel, vamos a ver pelis, comer, y pasarla rico en el apartamento de Dorian y nos gustaría que nos acompañaras. Sabes donde vive Dorian, así que tú decides.

Anne Peppers".

Después de dos minutos llega su respuesta.

"Lo que sea por no ayudarle a mi padre a revisar las evaluaciones. En veinte estoy ahí".

—Que en veinte llega y no me des las gracias.

—Gracias mocosa eres la mejor. Te nos unes, nos vamos a ver la nueva de "La noche del Demonio".

—Paso.

—Bueno entonces que duermas bien y no olvides de recibir a Rachel. Mmm y tu zapato y la media de pronto quedaron en la habitación de Louis Donovan.

Sin decir más se marcha y me deja con la intriga de saber quién es Louis Donovan y porque mis cosas deben estar en su habitación.

Que hiciste Anne, mejor dicho, que hicimos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top