Capítulo 18
"A veces me sumerjo en el hoyo de la soledad, para intentar escapar del suburbio de la realidad ¿A caso es tan majestuoso vivir con una ceguera idiotizante? ¿A caso es imposible mirar al cielo, sin razones para impresionarse?
Caminando voy con mis pensamientos, como un peregrino que por su fe es guiado hacia su destino. Miles de maldiciones aceptaría, si la razón y la conciencia no batallaran con mi vida ¡Quiero correr en un laberinto y perderme con una mente tonta y vacía!
Puedo ser diferente y un poco incoherente, cuando comprendo que mis sueños no son el reflejo de lo que quiero. La gran lámpara que ilumina mis madrugadas, me acompaña cuando me pierdo entre el todo y la nada.
Dios fue testigo cuando la respuesta intentaba buscar, pero no se me fue permitido enfrentarme con la realidad. Solo intento vivir sobre un mar de inconciencia e intento buscar una respuesta para adaptarme a la existencia".
Diego Ramírez
Leo una y otra vez el poema de este chico e intento comprender que me está pasando y no logro mi objetivo. No sé cuántos días llevo aquí encerrada, porque no me da sueño, ni hambre o ganas de ir al baño y no sale el sol. No hay ningún ciclo que me permita saber cuánto tiempo ha pasado...todo permanece igual que el mismo día que me desperté. Pero, si mi intuición no falla han pasado tres días. Todo este tiempo me la he pasado llorando, rezando y aunque parezca increíble, leyendo. Es impresionante que pueda leer en esta oscuridad. Se sabe que no soy muy creyente en Dios, pero en estos momentos necesito algo a que aferrarme para no perder la cordura, necesito repuesta y él es el único que me las puede dar.
Otra cosa que hice, fue intentar quitarme la vida. Busqué unas tijeras y me corté las venas, sentí mucho dolor y sangré durante mucho tiempo, mas ni un mareo me dio, así que simplemente cubrí las heridas y más tarde ya estaban cerradas... Como si nada hubiese pasado.
Dejó el libro sobre la cama y me dirijo al sofá que esta junto a la ventana. Me acomodo en este y me pongo a jugar con mis uñas que han crecido bastante. Paso la mano por mi cabello y sale un mechón enredado en mis dedos, hace tiempo que note que se me cayendo.
Desde el momento que caí en la cuenta de que todo se parece mucho a mis pesadillas, he estado atenta a cualquier signo paranormal pero no ha sucedido nada. Estoy aburrida, ya no sé qué más hacer, extraño tanto a mi familia. ¿Qué estará haciendo Dorian en este momento? me parte el corazón pensar que debe de estar sufriendo por mi ausencia... Y Louis, cuanto desearía poderle decir que lo amo una vez más... Besarlo por última vez.
Todo este tiempo he evitado pensar en ellos para no deprimirme, pero es casi imposible. Dejo de pensar en ellos y me pongo a jugar con el mechón que se me acaba de caer, lo hago una bolita y lo lanzo al otro lado de la habitación. Veo que justo donde cayó algo resplandece, dudo en ir a averiguar de qué se trata, pero al final lo algo... Ya no tengo nada que perder.
Voy hasta allá y noto que es un papel-como el de los anónimos que recibía-Lo cojo y le doy besos, nunca antes había estado tan feliz de recibir este anónimo. Limpio una curiosa lagrima que se asoma y procedo a leerlo. "No estás sola" es lo único que dice y me desánimo por completo, esperaba algo más profético, más... Al fin de cuantas no sé porque me pongo así, si estas cartas nunca han dicho algo bueno.
- ¡¿No tienes algo mejor que escribir?, patético de mierda! -grito enojado y vuelvo a mi lugar. -"No estás sola, no temas, aunque parezca distante siempre estoy presente"-repito con un tono de voz grave, haciendo comillas con los dedos. -¿Que cobarde se esconde detrás de éstas palabras tan estúpidas? definitivamente tiene que ser alguien...
Me callo al recordar que Patrick me dijo que esos anónimos tenían energía demoníaca. En ese momento mi mente comienza a sacar miles de ideas.
Y si el sueño que tuve fue real.
Y si escuchaste mal lo que dijo Charlotte.
Y si me ofrecieron a mí en vez de a mi madre.
Y si es Lucifer quien me está mandando eso anónimos.
Y si estoy en el infierno.
Paso ambas manos por el poco cabello que me queda y comienzo a dar vueltas por la habitación.
- ¡No, no, no, no! No puede ser cierto lo que dijo Patrick, de seguro es una broma. Solo fue una broma.
Sonrió al recordar que tengo algo guardado en el tocador.
-Como no se me ocurrió antes. Que bruta eres Anne.
Susurro mientras voy hasta el tocador. Comienzo a sacar todos los implementos de maquillaje rápidamente y no hay nada, saco todo el contenido de los otros tres cajones hasta que encuentro lo que ando buscando. No me molesto en recoger lo que tire, simplemente me tiro en paloma sobre la cama con una sonrisa triunfal en el rostro.
-¡Esto dirá si estoy muerta o no!
Grito eufórica jugando con la pequeña caja.
Dorian
"Te esperamos en la casa de Louis" Escucho el llamado de Rimini y me dirijo rápidamente hasta el lugar.
Desde las escaleras se comienza a sentir unas vibraciones en el suelo y el ambiente pesado.
"Abran, estoy afuera" le comunico, ya que hay una runa que impide que abran la puerta desde afuera.
Al abrirse lo primero que veo es el gran pentagrama inverso que está dibujando sobre la sala. En la estancia se encuentra Louis, Patrick, Rimini y una femenina que ni conozco, todos nos encontramos con nuestras armaduras de combate.
-Te convoque porque necesitamos tu visto bueno-. Hago un gesto para que prosiga, pero Bishop toma la palabra.
-Quiero dibujarle una runa a Milufer...
-Anne-le corrijo, mientras siga siendo humana será Anne.
-... Para que se acelere su cambio, ya que es muy arriesgado mantener a un humano bautizado en el infierno sin que atraiga diablos y demonios.
Ya lo venía venir, sabía que este momento llegaría, pero todavía no estoy preparado para verla cambiar.
-¿Tenemos otra opción?-digo mientras camino con cuidado para no pisar el pentagrama.
-Devolverla de nuevo a la tierra; en otras palabras, no hay más opciones. -contesta Rimini.
Tiene razón, es mejor tenerla en el infierno protegida por las legiones de Bishop, puesto que aquí en la tierra no tenemos apoyo de Miguel Arcángel por lo que no podemos luchar contra Lilith. Lo podríamos hacer sin permiso, pero lo que menos queremos es echarnos de enemigos al líder de las legiones angelicales.
-No nos queda de otra.
Digo con resignación, sé que esta es la mejor opción y además no cambiará mucho, seguirá siendo la misma pero esta vez será la híbrida que siempre fue...que fuimos.
Lo que pasa es que, al ser hijos de Lucifer, un ángel caído que se convirtió en el demonio más poderoso de averno y de una humana, tenemos un lado demoníaco y/o angelical que se mantiene dormido gracias a que fuimos bautizados por un guía espiritual, además de que se nos dibujó una runa para reforzar. Lo que la runa que hará la runa que Louis quiere dibujarle a Anne será despertar este lado, reprimiendo su humanidad.
-Podemos hablar...-digo acercándome a Bishop. -En privado.
Este asiente y nos dirigimos a una habitación ubicada en la planta superior. Una vez ahí, observo su apariencia con total detenimiento. Desde que regresó del infierno se ve mejor, ya no está demacrado y se ve más fuerte... Sé que dejó de practicar la magia diabólica porque en el lugar donde deberían de estar sus ojos, sólo hay agujeros negros que si se mira por mucho tiempo parece ahondarse.
-Quieres ver a Anne, sí no me equivoco.
-No te equívocas.
Se aleja y segundos después regresa con un gran espejo y lo posa en medio de un pentagrama.
-Te tocará mirar desde lejos...
-Oh si claro, no hay problema.
Los seres celestiales somos alérgicos a los pentagramas; nos queman la piel, las alas y nos mantienen prisioneros sí es dibujado por un demonio mayor.
Hace un gesto para que me acerque y lo hago, pero con mucho cuidado.
-Mira fijamente hasta que se abra el portal.
Hago lo que dice y después de varios minutos el espejo se empieza a nublar y comienza a tomar forma la habitación donde se encuentra mi hermana.
La busco con la mirada y la encuentro sentada en el suelo, esta pálida y delgada. Me da tristeza verla así, pero es por su bien...
-¿Se está inyectando?-pregunto asombrado, no lo puedo creer.
-Si, al parecer tenía drogas escondidas.
-Haz algo, ¡mira! Es heroína.
-No seas aburrido, déjala. Lleva un mes ahí encerrada, está aburrida y necesita algo que la distraiga. Además, no le hará efecto.
Intento no verlo a los ojos, pero le lanzó una mirada asesina, él solo ríe. Anne en el pasado tuvo varios problemas con las drogas y aunque al perder parte de su humanidad las drogas no dañaran su sistema, de igual forma me preocupa...
Le doy un vistazo más a Anne.
-¿Por qué no le haces compañía? Se ve desesperada.
-Está algo histérica y no quiero estresarme. -dice mirándome fijamente a los ojos.
-¿Cuándo le haríamos la runa?
-Cuanto antes mejor, ya viste que está algo delgada y si baja más de peso le sería más difícil aguantar el dolor que causan las runas y ni hablar de las alas.
No le respondo, sólo miro como Anne se acuesta en el suelo con los pies sobre la cama.
«Dorian ven por favor». Percibo el llamado de Rimini.
-Tienes razón- avanzamos hacia la puerta en completo silencio. -¿Cuándo le dirás que eres tú quién la mantiene prisionera?
-Ya llegará el momento.
-Que no se te olvide que el sexo es la solución para la histeria.
-Esas cosas nunca se olvidan, pero dudo que tu hermana quiera tener sexo con demonio de más de dos metros.
Rio y le doy una palmada de consolación en la espalda.
Una vez en el salón, Rimini nos dice que se comunicó con Gabriel Arcángel y que aceptó reunirse con nosotros para tratar el tema de Anne, ya que no podemos convertirla sin tener argumentos válidos además de demostrar que pone en riesgo a la humanidad y que es un peligro para el mundo oculto.
-Antes de reunirnos tenemos que contactar con los demás guardianes de Anne. Así que nosotros nos vamos, tenemos que buscar al Guía espiritual y al otro ángel guardián de Anne.
-¿Y su maestro?-pregunta la femenina.
-¿Crees que si tuviera su kit básico completo, ustedes se habrían acercado a ella?-inquiere Rimini con un tono severo.
-De igual todos ustedes son unos inútiles, buenos para nada, no son capaces ni de proteger a los suyos, ratas asquerosas...
-¡Naziffi!-grita Bishop.
Con que ella es Naziffi, he escuchado que sirvió durante muchos años a Lucifer, que fue una de sus mejores comandantes de sus legiones aire y que este la nombró su escolta personal, se podría decir que tenían una relación como si de primos se tratase y ahora esta con Bishop. Que pequeño es el mundo.
La miro y simplemente no puedo evitar sonreír.
Ya sé quién me dará información sobre mi otro hermano...el tercer hijo de Lucifer.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top