Capítulo 14

Narra Louis

Una vez que Anne se ha dormido aprovecho para salir de la habitación, ya que hace rato hay alguien que me espera.

Antes de irme le dejo un beso en la frente y limpio una lágrima que está sobre su mejilla. Mi intención no era hacerle recordar todo aquello que pasó por mí culpa hace dos años, pero no le puedo decir los verdaderos motivos por los que desaparecí... Lo que ella no sabe es que siempre estuve ahí, en cada momento incluso cuándo se intentó suicidar. De hecho, yo fui quién la salvo, de no ser por mí estaría en el infierno.

Ya fuera de la habitación, dibujo una runa sobre la puerta para que no pueda salir mientras hablo con el peculiar intruso. Me acerco a la barra y lo percibo a unos cuantos metros de mí frente al ventanal. Hace aproximadamente treinta minutos que sentí su presencia al llegar, pero calmar a Anne era lo primordial.

—¿Que quieres? — inquiero y este se acerca, por toda la energía que emana, sé que está ansioso.

—Quiero que vuelvas a tu hueco y controles a tus diablos, están llegando al límite, cada vez hay más fuera del infierno. Por si no lo entiendes ellos necesitan un líder, necesitan a alguien más poderoso que ese tal Biltrix... Te necesitan a ti, tienes que volver de una u otra forma, si no me veré obligado a...

—¿Te verás obligado a qué? A notificarle a Gabrielle para que le envié un mensaje a los príncipes en reproche de mí actitud tan descuidada para con mis legiones. Pues déjame decirte que no va ser necesario, ya que dentro de poco regresaré y con Nafghel, gústele a quién le guste—al terminar esas palabras percibo un olor a azufre y sé que es Biltrix.

—¿Alguien me invocó? Si fuiste tú déjame decirte pequeña luciérnaga, que lo hiciste en el peor momento, está a punto de hacer un trío con gemelas-. Se dirige a Rimini y este adopta posición de combate.

—Ves Bismillah, ¿crees que este es el comportamiento para un comandante de legiones tan dependientes como las tuyas? Te va a causar problemas y muy serios. Por otro lado, como es eso de que te vas a llevar a Anne, habíamos quedado en que sólo si ella lo deseaba o en cuestión de vida o muerte y hasta donde yo sé, no está es riesgo.

Antes de que pueda responder a su cuestionario Biltrix se adelanta y argumenta—Como así que Anne está aquí, que le hiciste no puedo percibir su energía o tu si luciérnaga.

Rimini niega con la cabeza y aprovecho el silencio para hablar.

—No pueden sentir su presencia porque guardián la está ocultando para que no la encuentren y antes de que pregunten, está durmiendo y Anne no está en riesgo, pero lo va a desear, ya lo vi...

—Confío en ti Bismillah, cuídala ya sabrás que de ella depende la supuesta "paz". De no ser más, me voy, pero como siempre, estaré cerca vigilándolos.

Camina hacia la ventana, ya fuera del recinto despliega sus alas bañadas con una intensa aura azul.

—Una cosa más Rimini ¿por qué le diste tu nombre real a Nafghel? —desde que supe que la había visto en la cafetería y que le había dicho su nombre real, me entró la curiosidad de saber el porqué, ya que los seres divinos no acostumbramos a revelar nuestros verdaderos nombres, por el simple hecho de no ser invocados por cualquier individuo.

Ríe por lo bajo y luego argumenta.

—Porque soy su nuevo ángel guardián.- y emprende vuelo.

—Me cae bien esa luciérnaga—dice Biltrix ya con una copa en la mano.

—Ve a acabar tu faena con las gemelas y luego ve a la casa de Ana y dibuja las runas de réplica en la habitación de Anne. Lo harás en las puertas, ventanas, piso, techo y paredes, incluyendo el baño y su clóset. Luego haz lo mismo en una de las cavernas y no te olvides de acompañar las runas con los símbolos que te enseñe la vez pasada. También controla a esos desordenados que se están saliendo.

—Entendido, estará listo mañana al mediodía.

Y así como llegó se marcha.

Aunque muchos critiquen mí decisión de haberlo puesto como líder de mis legiones no lo cambio, ya que es un ser muy efectivo, aunque hayan veces en la que se deje llevar por los placeres.

Me dirijo hacia la habitación en la cual Nafghel se encuentra descansando y deshago la runa. Mientras lo hago, puedo ver lo que está soñando a través de los ojos de Guardián, en este caso, sueña con su hermano cosa poco interesante.

Cuando ingreso, guardián sale y me siento a observarla mientras duerme. Se ve tan inocente y débil que me entran ganas de escabullirme en sus sueños inocentes y cambiarlos por cosas no tan sanas.

En vez de meterme en sus sueños, me acerco y comienzo a darle besos con la intensión de despertarla. Al sentir mis labios sobre su piel, se me estremece todo el cuerpo dejándome una sensación de renovación, siento como todo el poder que poseo de agita dentro de mí y de ella.

Poco a poco voy subiendo hasta sus labios y paso de largo hasta su nariz dónde depósito un beso. Ella, está tan dormida que sólo suelta un leve gemido y decido acostarme a su lado. Ella al sentir mí cuerpo junto al suyo susurra "abrázame" y lo hago. Antes de dormirme le digo "perdón".

Le pido perdón por todas esas noches que se levantó llorando por culpa de las pesadillas que le causaba, por no estar pendiente de ella y por lo que mis hombres sombra le hicieron en el pasado y por lo que va a tener que pasar por ser mí Milufer.

Me despierto a los pocos minutos de haberme dormido. Durante ese corto lapso tuve una visión relacionada con lo que le ordené hacer a Biltrix. Lo que vi fue que ya hay unas runas dibujadas y yo no ordené hacerlas, así que le envió un mensaje a Biltrix cancelando la misión.

Dejo de lado ese asunto y me quedo observando a Anne mientras duerme.

Se ve tan hermosa y angelical, pero sé que en sí interior tiene un lado muy demoníaco, que estoy ansioso por descubrir. Faltando pocos segundos para las tres de la madrugada, Anne comienza a dar vueltas, hasta que estira una de sus manos y agarra su celular, el cual reposa sobre la mesa de noche. Sin reparar en que estoy despierto.

Veo que enciende un momento la pantalla y vuelve a déjalo en su lugar, posteriormente regresa a su postura inicial pero esta vez deja de darme la espalda.

—¡Por Dios me asustaste! Pensé que estabas dormido—habla llevándose una mano al pecho.

—Disculpa, mi intención no era asustarla señorita. ¿Qué haces despierta a estás horas? —mientras le hablo, ella simplemente sonríe y me ve como si yo fuese su mundo entero, cosa que me enaltece.

La tengo justamente como esperaba, ahora sí puedo hacer con ella lo que quiera, ahora si van a ver las consecuencias de no cumplir con el pacto.

—No podía dormir y tú qué haces despierto.

—Te ves tan radiante dormida, que tu brillo me despertó y no me podía resistir a observarte.

—Si quiera usted señor prepotente que ve en esta oscuridad. Enséñame el secreto.

Lo usaste al darte cuenta de que está despierto, cualquier humano ordinario no lo hubiese podido ver, ya que el cuarto está realmente oscuro.

—Cuando quieras, ¿y porque no podías dormir? —dependiendo de su repuesta voy a saber si en verdad puedo confiar en ella.

—Debe de ser el hábito, ya que desde hace casi tres meses y medio he venido teniendo unas pesadillas, más o menos entre las 03:00am hasta las 04:00am. Antes de que preguntes, siempre sueño lo mismo, el sujeto, mi habitación, el olor a azufre...es algo de locos.

Me encanta su sinceridad. Un punto más a favor.

—¿Y qué sientes? ¿qué piensas acerca de eso? —la pregunta viene a que siempre he querido saber cómo ella se siente, porque por mi parte, me siento muy bien haciéndola sufrir.

—Siento mucho miedo, ansiedad, claustrofobia, y pues respecto al ser que no se ha dejado ver, siento curiosidad por saber que es y que quiere— dice y baja la mirada, mejor dejo las preguntas de lado, porque no quiero hacerla llorar de nuevo.

Llego la hora de divertirnos un poco.

—No soy psicólogo, ni se de psicología, pero lo que usted necesitas es un sexorcismo, para que cada vez que se despierte después de una pesadilla se acuerde de lo bien que la pasamos durante esa hora. Con su permiso señorita, voy a sacarle el demonio que lleva dentro.

Sin esperar su repuesta, me siento a horcajas sobre su esbelta cintura. Aprisiono sus manos a sus costados y comienzo a besar y a morder levemente su cuello. Voy descendiendo y ella intenta liberarse de mi seguranza, pero se lo impido.

—Oye... Enciende la lámpara, te...quiero ver, ¡Ay Dios! — exclama entre gemidos. En un ágil movimiento la enciendo y continuó.

Está vez, no me molesto en quitarle la ropa, se la arranco. Al principio parece sorprendida con mi salvajismo, pero cuando comienzo a lamer sus senos se relaja. Sabe tan bien, que podría convertir esto en mi hobby.

Inicio el descenso hasta su sexo y ahí es cuando se me borra la sonrisa, ya que me encuentro de lleno con una runa justo al lado izquierdo de su cadera, la observó y llego a la conclusión de que se trata de una ruta que borra y oculta vestigios.

-Este tatto me lo hice en honor a mi bisabuela.

Apunta a la runa, desde luego, no sabe que se trata de una runa. Seguramente es obra de la bruja de su madre, pero ese simple dibujito no va a impedir que descubra lo que me quieren ocultar.

—¿Estás lista? Espero que tengas buena resistencia porque tendremos sexo hasta que salga el sol.

—No sabes cuanta.

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