Capítulo 5
Opening:
♫ Volvemos a empezar, la historia se escribirá de nuevo.
A poca velocidad, lo sabemos bien.
Teñirse tú veras de rojo las nalgas de Milo y Kanon,
Salvarlos todos debemos, con valor. ♫
♫ Paraíso nunca fue, los 12 templos ya debes conocer.
Llevamos adentro, un putazo dormido.
¡Disfrútalooooooo!
♫ Atravesemos con decisión,
Los anos de los Dioses,
Difícil será sin perder,
¡No nos tienen que coger!
Y los putazos en acción,
Deja que te conmuevan el corazón,
Aquel mañana que se olvidó,
Volvamos todos a recordar,
En la nueva temporada que va a iniciar. ♫
Narrador: ¡En el anterior capítulo de Milo y Kanon XX!... Nuestros amigos llegaron a salvo a ambas dimensiones, y en conjunto explicaron a los héroes sus circunstancias, bueno, casi todos, porque el grupo de Milo tuvo la mala suerte de ser considerados enfermos mentales. Mientras tanto, en el grupo de Kanon, Adrien y Marinette mostraban claras dudas respecto a la historia de ellos. ¿Lograran escapar de la policía? ¿Podrán hacer Kanon y Aioria que les crean? ¿Cómo lograran hacer Milo y Mu para que ese héroe se sume a ellos? ¡Todo esto y más, en el nuevo capítulo de hoy!
(Sintoniza la canción de Benny Hill)
Milo y Mu se encontraban escapando de un lugar a otro de una manada de policías bien armados con garrotes, quienes no les daban el más mínimo respiro.
—¡Esto es tú culpa Milo! —gritaba Mu mientras corría con él.
—¡Cállate, esto no hubiera pasado si no fueras un bromista! —alegó él, luego giraron en una esquina—. Menos mal que tenemos mucha experiencia corriendo, sino ya me hubiera cansado -3- —sin embargo, aunque tenían esa habilidad desarrollada, quedaron atrapados en un callejón sin salida.
—¡Mierda! —gritó Mu al ver la pared.
—-w- ... puta madre —ambos giraron hacia donde estaban los policías.
—¿Ahora qué hacemos? —dijo desesperadamente.
—No me queda de otra —Milo se puso en posición de pelea.
—¿Los enfrentaras?
—Voy a usar mi nueva técnica —mencionó.
—¿? ¿De qué mierda hablas? ¬¬U
—¡Esto no lo sabe ni dios, pero he dominado este gran poder! —los policías que los estaban persiguiendo, y que también se encontraban cerca de apresarlos, observaron cómo Milo tomaba la capa de Mu, y la colocaba enfrente de éste—. ¡Observen mi nueva técnica! —retiró la capa y ahora el de cabello violáceo estaba desnudo—. ¡Se llama el empelotado!
—¡A la mierda! —gritó Mu al ver que estaba desnudo, y se cubrió sus partes—. ¡¿Qué crees que haces?! —aun así los policías no se detuvieron, es más, se indignaron.
—-w-U Pensé que funcionaría...
—¡Eso hubiera sido efectivo en la anterior temporada! —le reclamó—. ¡Regrésame mi ropa y armadura! —en medio de la acalorada discusión, los policías logran esposarlos— ¡Mierda!
—-w-U x2
Mientras tanto...
Marinette estaba cruzada de brazos dudando mucho de lo que decían estos dos chicos en armadura, aunque bueno, no era la única persona que lo hacía, sino que Adrien también.
—Chicos no quiero ofenderlos, pero... —su voz cambió de una suave a pasar a los gritos, ya que se habían comido más de lo que deberían—. Tenemos dos razones para no aceptar su oferta. Una, no tiene sentido lo que dicen, y segundo, ¡se están comiendo todo lo que hay en la panadería de mis padres! ¡Ahora estaré en problemas! —dijo alarmada la pelinegra en lo que se despeinaba a sí misma.
—Tranquila, tranquila, por unas cuantas medialunas no se darán cuenta -w- —aseguró el peliazul en lo que rodaba por el piso.
—¡Oigan, se están aprovechando de la amabilidad de Marinette! ¡Si realmente quieren que los ayudemos entonces será mejor que repongan todo lo que innecesariamente se comieron! —los increpó Adrían, quien no le gustaba tampoco la situación—. ¡Muestren un poco más de gratitud con ella!
—¡Pero estábamos cagados de hambre, y no tenemos la culpa que seamos pobres en el santuario! ¡Ni unos pansitos nos podemos comprar por la inflación que hay en Grecia! —se excusó Kanon.
—¡Lo siento mucho! —dijo entre lágrimas Aioria, quien era su fiel fan—. ¡Vamos a ayudarlos a cocinar para reponer! ¡Así que apresúrate Kanon! —el León se vio tan emocionado que sacó un delantal con forma de corazón junto a unas orejas de gato y se las puso.
—¿Me viste cara de cocinero o qué? —preguntó Kanon dejando de rodar—. ¿Y para qué carajos son esas orejas?
—Son para poner más caliente el ambiente —mencionó el Leo haciendo una pose sensual.
—¡No les cobraré por lo que hicieron ya que sé que son pobres, pero si me ayudan a reponer, prometo ir con ustedes! —la pelinegra bajó la cabeza y juntó sus manos en forma de ruego—. ¡Por favor, por favor, por favor! —mientras tanto, Adrien miraba con un ojo cuadrado toda la situación.
—¿Aun así quieres ayudar a estos raros? —preguntó el rubio, y ella levantó la cabeza para mirarlo con una sonrisa.
—¡Sí!, es decir, bueno... ellos vinieron desde tan lejos sólo por nosotros, no podemos decepcionarlos, pero claro, tendrán que hacernos al menos ese favor —ella volvió hacia los dos caballeros, y Kanon suspiró levantándose del suelo.
—Bueno, si es solamente eso... —pero entonces, a Kanon se le ocurrió una no tan brillante idea—. ¡Lo tengo! ¡Voy a traerlos a esta dimensión! —exclamó él haciendo uso de su poder, el cual, en lugar de atraer pasteles como tenía pensado, trajo consigo a unos pitufos azules que empezaron a cantar alegremente.
https://youtu.be/iG5XQ9_PgHk
"Laaaa lalalalalaa~ ♫"
—¡Kyaaaaa! ¿Qué son esas cosas? —gritó Marinette asustada por los duendecillos.
—¡No sé, aunque no parecen ser desagradables! —también estaba impresionado Adrien.
—Aun así, hay que quitarlos de la casa, no sabemos qué puedan hacer mis padres —mencionó alarmada la pelinegra—. ¡Rápido chicos, atrápenlos! —les pidió ayuda a los caballeros también.
En lo que los otros peleaban con los duendes, Milo y Mu ahora se encontraban en la cárcel.
Mu, quien estaba cubierto aún con su capa, se encontraba tristemente lamentándose por lo ocurrido.
—Yo, uno de los caballeros más decentes de Atenea estoy hoy encerrado con Milo de Escorpio, quien ha demostrado ser un pedófilo, pero además, fui acusado de exhibicionismo —se sopló con un pañuelo la nariz—. ¡No tengo la culpa de ser tan atractivo, ni tampoco sé porque me usan solamente para hacer fanservice tanto de yaoi como ecchi! —exclamó frente a una cámara imaginaría. Milo, quien se estaba sujetándose de las rejas de la celda, miró a Mu por sobre su hombro.
—Detente, o nos mandaran a un manicomio por tu culpa —le indicó al otro.
—¡Pero es que... es que...! ¡Hubiera preferido ser violado por el perturbado de Aioria antes de perder mi dignidad! —Mu estaba llorando a mares.
—Aunque ya la habías perdido desde la primera temporada -w-. Como sea, hay que salir de aquí —mencionó Milo.
—Primero regrésame mi ropa ¬¬
—No sé cómo hacerlo -w-
—¿Me estás jodiendo?
—No -w-
—¡Ya basta de bromas, Milo! ¡Enserio, voy a terminar enfermándome con esto! —rogó el caballero de Aries.
—Si me prometes un pastel de chocolate por un mes, entonces puede que recuerde algo -w- —Milo chantajeando a la gente desde el primer capítulo de la nueva temporada.
—¡Agg! ¡Ni siquiera sabes si saldremos de aquí! —se negó a su chantaje y se ató la capa a la cintura—. Entonces crearé una salida —Mu levantó su mano, y gritó a todo pulmón—. ¡Revolución de polvo estelar! —rompió la pared, y le indicó al otro que lo siguiera. Fue así cómo Mu y Milo lograron salir de la cárcel, pero al poco tiempo sonó la alarma de escape, y tuvieron que correr a hasta un callejón.
—¡Alto ahí! —gritó uno de los policías.
—Ese tipo dejó polvo por todos lados. ¡Tenía también Drogas! —otro de los policías decía aquello sobre Mu.
—¡Qué no son Drogas! —el del pelo violáceo ahogó su queja con un puño cerrado, pero entonces, Milo lo tomó del hombro con su mano.
—Tenemos que irnos Mu. Iremos a la casa de ese chiquillo.
—¿A su casa? ¿Sabes dónde queda? —Milo asintió.
—Sí, la realidad es que esa vieja de mierda de los gatos me dio un mapa con la dirección, eso fue cuando se hizo pasar por la carcelaria en la prisión —le muestra el mapa de los famosos.
—A la mierda, para algo te sirve ese cutis que tienes —le dijo el Ariano—. ¡Vamos! —ambos asintieron y se trasladaron a la dichosa casa en la que tendrían su añorada "cita".
Al llegar al lugar, los dos caballeros ingresaron a una propiedad privada con piscina integrada y todo eso.
—El pibe está forrado en gita —murmuró Mu desde unos arbustos junto a Milo.
—¿Te imaginas toda la clase de dulces que me podría comprar vendiendo todo esto? —sonrió de lado el Escorpiano en lo que comía un cien pies de gomita de colores.
—Y yo quizás podría comprarle un montón de juguetes de gato a Aioria, y hacer que así me dejara de joder —se dio cuenta de la tontería que dijo y agitó su cabeza para quitarse la estupidez de encima—. Mejor hagamos esto rápido; tu idiotez se me está pegando —el Escorpiano asintió y empezaron a ingresar un poco más profundamente a la propiedad, y para su fortuna, se encontraron con una ventana abierta.
—Entremos —mencionó Mu, y por fin lograron acceder.
—Mira, ahí está —indicó Milo, quien divisó a Oliver dormido, y se puso del lado contrario del lecho en el que estaba parado su amigo—. Va a haber que secuestrarlo, otra no nos queda.
—¿De qué mierda hablas? ¿No vinimos para convencerlo? —le bajó una gota de la cabeza a Mu.
—¿Sos boludo? Ya me tachó de pedófilo; como si fuera a aceptar lo que le digamos, y así nomás a venir con nosotros después de lo que pasó —de repente, el niño quien escuchaba las voces, se despertó, y todo asustado se cubrió a medias la cara con las sábanas.
—¡¿Qué hacen aquí?! —mencionó el chico, y por alguna razón mágica, Milo estaba desnudo.
—Vinimos a vengarnos de ti —Mu se quedó con los ojos cuadrados al ver a Milo, o sea, el caso de Mu era justificable, pero el suyo no.
—¡¿Qué haces tarado sin ropa?! —de repente el niño empezó a gritar—. ¡Cállate pendejo! —le gritó Mu—. ¡Bien hecho idiota! —felicitó angustiado al Escorpiano por su inconsciente acción.
—¡Ah! ¡Era una broma, era una broma! —dijo el peliazul con pánico mientras se colocaba la ropa apresuradamente.
Narrador: Por lo visto, Milo no deja de cagarla, ni tampoco Kanon. Sin embargo, nuestros héroes por fin están en el punto exacto, es decir, ya consiguieron toda la aceptación de Ladybug, Chat noir y Oliver, bueno, en realidad el otro no contaba, ya que secuestrar a alguien es un delito. ¿Podrán nuestros héroes resolver el tema de los enanos? ¿Mu se volverá más idiota? ¿Aioria hará cosplay para conquistar a Mu? ¡Todo esto y más en el siguiente capítulo de Milo y Kanon XX!
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