Capítulo 3
Opening:
♫ Volvemos a empezar, la historia se escribirá de nuevo.
A poca velocidad, lo sabemos bien.
Teñirse tú veras de rojo las nalgas de Milo y Kanon,
Salvarlos todos debemos, con valor. ♫
♫ Paraíso nunca fue, los 12 templos ya debes conocer.
Llevamos adentro, un putazo dormido.
¡Disfrútalooooooo!
♫ Atravesemos con decisión,
Los anos de los Dioses,
Difícil será sin perder,
¡No nos tienen que coger!
Y los putazos en acción,
Deja que te conmuevan el corazón,
Aquel mañana que se olvidó,
Volvamos todos a recordar,
En la nueva temporada que va a iniciar. ♫
Narrador: En el anterior capítulo de Milo y Kanon XX... nuestros héroes se vieron enredados en una pelea épica por sus derechos humanos como caballeros, pero no se esperaron que Abel (el otro Dios chanta) se apareciera de repente y los enfrentara con sus nuevas habilidades letales. Los caballeros de oro lucharon valientemente al frente, pero aun así todos terminaron sucumbiendo ante la pelea, quedando nada más que Mu y Aioria en pie. Más tarde, los caballeros caídos fueron reanimados y controlados por Apolo, quien los mandó a destrozar los culos que quedaban. A todo eso, Mu y Aioria se fueron con Kanon en busca de ayuda, pero él no parecía realmente querer brindárselas. ¿Podrán Mu, Aioria, y Milo salir de ésta? ¿Los caballeros regresaran a la normalidad? ¿Podrán obtener los sueldos que les corresponden? ¿O sus culos se verán seriamente afectados por los caballeros de oro? ¡Todo esto y más en este capítulo de Milo y Kanon XX!
Mu estaba resistiendo como podía el peso de los caballeros de oro, pero su barrera empezaba a ceder poco a poco, lo cual metía en apuros a nuestros héroes.
—¡Kanon, ayúdanos! ¡Mu no resistirá más! —exclamó el León, pero esta vez con severidad.
—¡Les dije que estoy ocupado! ¡Qué pesados que son! —dijo él al girarse hacia ellos, pero sorpresivamente, la llama que llama se levantó, y atrajo la atención tanto de Aioria como de Kanon.
—Yo los ayudaré —mencionó el pomposo animal, y abrió mágicamente la puerta; al parecer, no necesitaron nunca una llave. Aioria no perdió tiempo, y tomó del cuello de la armadura a Mu para luego jalarlo dentro de la celda del cabo consigo junto a Milo, al cual tomó para cargarlo sobre su hombro—. ¡Rápido! —gritó la llama, y luego cuando los chicos estuvieron con ellos, cerró nuevamente las rejas, quedando ahora los cinco encerrados. Mientras tanto, los dorados zombis se chocaron contra los barrotes, pero no lograron alcanzarlos por suerte. De repente todo se calmó, pero principalmente gracias a que habían sido transportados mágicamente a otro lugar, el cual parecía ser una casa humilde bien decorada.
—¡La ostia tío! —Aioria dejó caer a Milo que estaba aún inconsciente.
—¿Dónde estamos? —preguntó Mu.
—¡Eh! ¡Tramposo, dejaste el juego porque te estaba ganando! —le reclamó Kanon, quien luego se dio cuenta de que estaban en otro lugar—. ¿Esto es un almacén? —preguntó.
—No, es mi casa. Están ahora en la dimensión de la llama que llama —les informó.
—No lo entiendo —Mu se veía confundido al igual que Kanon.
—¿Entonces esto es otra de esas dimensiones? ¿Qué hacemos aquí? ¡Acaso esos hongos tienen ese poder además de crear alucinaciones! —exclamó sorprendido el Geminiano.
—Es sencillo, su amigo parece necesitar ayuda, además, no creo que las rejas de la celda hubieran aguantado mucho, y no, no son causa de los hongos que te comiste —la llama había puesto un buen punto. Sin embargo, fue interrumpido por los gritos de Milo, quien estaba a punto de ser poseído por ese pene.
—¡AGGG! —gritaba Milo, quien sentía cómo su concha protectora intentaba salvarlo, pero ésta se estaba rompiendo.
—¡A la mierda, se va a volver puto! —exclamó Kanon.
—¡Hay que ayudarlo rápido! —mencionó Mu, quien lo tomó de los hombros.
—Tráiganlo conmigo enseguida, el poder de Telecom 2012 lo salvará —para el que no conoce que es eso, es una empresa argentina telefónica.
Prontamente Mu y Aioria fueron los que se encargaron de llevar a Milo con Telecom, quien era un logo con ojos. Y al llegar a la tienda donde se encontraba el susodicho que ayudaría a Milo, éste usó sus cables en forma de tentáculos para extirpar el órgano reproductor que hacía peligrar la virginidad del Escorpiano.
—Con esto, su amigo estará a salvo —mencionó el logotipo.
—Muchas gracias soberano de las llamas —inclinó la cabeza el animal.
—Gracias... supongo —mencionó Mu evidentemente incomodo por la absurda situación.
—Bueno, ¿y ahora qué hacemos? —preguntó Aioria.
—No parece que Milo vaya a despertar pronto —dijo Kanon cruzado de brazos.
—Ustedes, mortales —se dirigió a ellos el logotipo, y todos miraron a la extraña criatura, pero no con miedo, debido a que ya se habían acostumbrado a las cosas raras—. No podrán enfrentarse a sus nuevos enemigos sin ayuda.
—¿Entonces que sugieres? —le comentó el Geminiano.
—Tendrán que ir en busca de otros héroes, y para ello, volverán a caminar entre dimensiones —les informó el bicho ese en lo que levantaba uno de sus cables para señalarlos.
—La autora se está quedando nuevamente sin ideas —notificó Mu susurrando con una gota en la mejilla.
—Y que lo digas —dijo por lo bajo Aioria para que la criatura no lo escuchase.
—¿Otra vez? —levantó una ceja el del pelo azul, y pronunció aquello de una forma impertinente—. ¿Tenemos que ir de nuevo a buscar a esos extraterrestres?
—No, no se trata de eso, serán nuevos héroes. ¡Verdaderos héroes! —gritó extasiado el bicho.
—Me chupa un huevo, no voy a ir a ningún lado. ¿Vos te crees que me voy a ir a romperme el culo como Milo? ¡Ni empedo! —exclamó el caballero de Géminis mientras salía de la tienda.
—¡Espera Kanon! ¿Vas a dejar así a los otros caballeros? ¡Seguro que ahora todos están sangrando de sus anos por lo que les hizo Abel! —lo reprochó el Leonino al ver que Kanon se iba importándole todo un carajo.
—¿Y a mí qué importa? —otra vez estaba de tsundere Kanon—. ¡Este guacho se hizo el gil, y no me regresó lo que me quedaba de los ahorros de mis padres! —se refería a la llama, la cual tosió.
—¡AHHHH! —de repente todos se cagaron en las patas al escuchar el repentino grito de Milo, quien apenas había despertado—. ¡Dios mío, sólo fue una pesadilla! —mencionó el Escorpiano tembloroso.
—¿Estás bien Milo? —se acercó Mu para cerciorarse de su estado.
—¿Mu? Sí, creo que sí, sólo tuve una terrible pesadilla —su rostro expresaba el puro terror al recordar de qué se trataba.
—¿De qué era? —indagó Mu.
—¡Cambiaban el significado de las equis de la serie y nos volvíamos yaoi hard! —se llevó sus manos al rostro con pánico.
—No estamos muy lejos de que pase eso —mencionó Kanon con una gota en su mejilla.
—¡Por eso tenemos que evitarlo, Kanon! —gritó Aioria con vehemencia, volviendo a insistir. Y el Geminiano ya podrido del asunto, dijo lo siguiente.
—¡Bien, está bien! Pero si las cosas salen mal no va a ser mi culpa —mencionó—. ¡Va a ser de Milo!
—¿Y yo por qué? —exclamó él confundido.
—Porque ahora te toca a vos; a mí en la anterior temporada me echaban la culpa por lo de las dimensiones; ahora que te jodan a vos —lo señaló acusadoramente.
—Chicos, chicos, dejen de pelear —dijo Mu.
—El afeminado tiene razón, no lograrán recobrar sus sueldos, ni la virginidad de sus amigos si siguen así —dijo el logotipo.
—Sería más sabio elegir el camino que les proponemos —anunció la llama.
—¿Se puede recobrar la virginidad? —se le escuchó decir al Leonsito, quien ahora le brillaban los ojos mirando a Mu con una amplia sonrisa, pues imaginaba todas las posibilidades.
—¡Anda a un psicólogo Aioria! —le dijo Mu al darse cuenta de sus pensamientos mundanos.
—Tendrán tres mundos para elegir, y de ese trio, deberán escoger dos —mencionó el logotipo, y abrió uno de los mundos, el primero se escuchaba una canción que sonaba de esta forma: "Barney es un dinosaurio...", y seguía la canción. En la que le sobrevino, se escuchaba algo como... "Gran diversión, hay en Paris. Mi historia difícil es..." y seguía también. Por último, y no menos importante, en el tercer portal, sonaba otra canción: "Pongan atención, pues se acercan ya...".
—¿Qué diablos son esas canciones? —preguntó Kanon elevando una ceja. Por alguna razón, esa música que venía de los portales, no le inspiraban confianza.
—Algunas me suenan familiares —dijo Mu frotándose la barbilla.
—¡Uh, uh! ¡Yo elijó la segunda! —mencionó emocionado Aioria anticipándose a sus compañeros, y por lo que se veía, ya sabía de quienes eran los héroes del segundo portal.
—Bien, entonces serán ellos —señaló la llama refiriéndose al segundo portal. Mientras tanto, Milo dejó que sus compañeros de grupo hicieran las elecciones, en lo que él se degustaba con un caramelo típico de la región llamanica: un trozo de césped envuelto en un palito y bañado en caramelo. Seguro que para cualquier tipo de persona esto hubiera sido asqueroso, pero no para Milo, quien amaba todo tipo de dulces, especialmente el chocolate. En cuanto a la siguiente decisión, la tomó Kanon, quien eligió la tercera opción.
—Bueno, ya elegimos, ¿ahora qué debemos hacer? —preguntó el Gemelo.
—¡Esto! —de repente, un grupo de llamas empujó a Milo y a Mu en el tercer portal, mientras que en el segundo, fueron echados Kanon y Aioria. Ahora que los grupos estaban completamente destruidos, o más bien, modificados, esto traería consigo resultados bastante elocuentes, y quién sabe, pero quizás no llegarían a completar su misión, la cual también desconocían. Los portales se cerraron detrás de ellos, y prontamente llegaron a sitios diferentes.
Mientras tanto, en el grupo de Kanon y Aioria...
Ambos aparecieron suspendido en el aire, y como la gravedad no perdona a nadie, empezaron a caer.
—¡La puta madre, nos vamos a estampar contra el suelo! —gritó Kanon viendo la altura.
—¡Desde acá se ve la torre Eiffel! —señaló con su dedo Aioria mientras caía.
—¡Déjate de joder boludo! ¿no ves que nos caemos?
—Ah, tienes razón —cuando el Leonino cayó en la cuenta empezó a gritar como loco—. ¡AHHHH! ¡AUXILIOOO! ¡ASDSADASDAS!
—¡Cómo si alguien nos fuera a rescatar! —gritó Kanon sabiendo el golpazo que les esperaba. Pero entonces, pasó lo inimaginable, dos personas, una vestida de negro, y otra de rojo, los atraparon a ambos en pleno aire, y los depositaron de forma segura en el suelo.
—Buena atrapada, My Lady —se le escuchó decir al chico que acompañaba a la muchacha vestida como mariquita.
—No es nada Gatito —mencionó la chica que sostenía a Aioria.
—¡Es- es- esssss! —al León le faltaba el aire; no podía con esto, pues conocía a los héroes que los habían salvado de una muerte segura.
—¿Quiénes diablos son ustedes? —preguntó Kanon, quien se baja de entre los brazos del chico enmascarado. Y antes de saber quiénes eran, nuestro capítulo termina aquí.
Narrador: Otra vez nuestros héroes se ven obligados a viajar entre dimensiones para salvar a su mundo del cruel partido político de Abel y Atenea. ¿Acaso podremos saber quiénes son estos nuevos personajes invitados? ¿Podría la serie tornarse más bizarra? ¿Quizás algún día veremos coherencia en esta historia? ¿Podrá la autora actualizar más rápido en algún momento? ¡Todo esto y más, en el siguiente capítulo de Milo y Kanon XX, no se lo pierdan!
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