Capítulo 12
Opening:
♫ Una botella turuturu turu turu
♫ Una botella turuturuuu Una botella turuturuturuuu Una botella ♫
♫ Botellazo Tururururu Botellazo tutututututrruruuuuu Botellazo tururu Botellazo♫
♫ Milo y Kanon turutururu se van de joda tururu se van de joda turururu y se van de joda♫
A la verga todos tururururu a la verga turururu a la verga tutururururu a la verga♫
Si ves dos Milo y Kanon, por favor, no los violes.
Narrador: En el anterior capítulo de Milo y Kanon XX... Nuestros amigos por fin realizaron la tan añorada fiesta que se proponían. Sin embargo, los caballeros de la negrada ingresaron erróneamente a la casa de Acuario por culpa de la ineficacia de Mu, y la estupidez de Aldebarán. Pero no fue lo único que sucedió, sino que a momentos de haber comenzado la velada, Aioria se apareció con la idea de hacer que todo se prendiera fuego en parte, bueno, más bien, dejó mal parado a Mu, de ahí que éste se lo llevara para hablar a un lugar apartado. Como no tuvieron demasiado protagonismo en ese capítulo Milo y Kanon, iremos directamente a los cuestionamientos. ¿Podrán Milo y Kanon tener más relevancia en este capítulo? ¿Llegará Mu a dar el brazo a torcer? ¿Aioria dejará de ser virgen? ¿Afrodita no tiene vergüenza respecto a lo que dice? ¿Shun se dará cuenta de que lo que hace es incestuoso aunque no haya acercamientos comprometedores? ¡Todo esto y más en el episodio de hoy!
Como era de esperarse con la fiesta ya en auge, Aldebarán ya no tenía mucho que hacer en la entrada, especialmente porque no venía nadie, así que decidió perder el tiempo haciendo burbujas de jabón. Mientras tanto, los chicos aún estaban dentro de la fiesta, y Mu se encontraba en un rincón hablando ahora con Aioria.
—¿Se puede saber qué es lo que te pasa? —preguntó con el ceño fruncido el pelirosado.
—¿Qué que me pasa? ¡¿Qué me pasa?¡ —repetía el Leonino con un semblante serio.
—¿Aioria? —el caballero de Aries empezaba a tener algo de miedo—. ¿Estás bien?
—¡Es que te amo! —se lanzó a los brazos de Mu, quien lo atrapó por amabilidad, y acto seguido, el caballero de Leo comenzó a llorar—. ¡Amameeeee CTM!
—Ya, ya —el Ariano estaba estresado, pero aun así abrazó al castaño, por mientras miró de reojo al grupo que había abandonado, quienes ahora les hacían señas para que se animara a hacer algo más con él.
—¡Aprovéchate, inútil! —gritaba Afrodita haciendo señas. Del otro lado estaba Shun mostrando un cartel que decía, "¡Tócale el culo!". Y en lo que se daba esta loca situación, Shaka aprovechó para escaparse.
—Ugh —el rostro de Mu se puso azul al mismo tiempo que soltaba aquella queja, y luego miró al pobre de Aioria, quien seguía sufriendo por él. Por piedad a su amigo, decidió darle una oportunidad—. Bien, lo haré.
—¿Qué? —a Aioria casi se le pasa la borrachera al escuchar las palabras de Mu—. ¿¡Enserio!? —gritó emocionado separándose de su amigo del alma.
—Síp, pero tendrás que hacer lo que yo te diga —dijo el caballero de Aries, quien ponía una expresión llena de malevolencia, y aunque el Leonino no lo entendía, decidió aceptar de todas maneras.
—¡Está bien! —exclamó con mucha felicidad.
—Bien, entonces sígueme —Mu, quien no era nada tonto, se llevó a Aioria consigo para hacer Dios sabe qué cosa.
Aquí aparece Camus:
—¡La concha bien de tu madre, Milo! —se quejaba el Acuariano en lo que enfriaba las bebidas con Hyoga, pero además, estaba disfrazado de un pez dorado—. ¿Por qué tengo que vestir de esta forma tan ridícula?
—Es parte de la temática de esta zona de la casa —le explicó Hyoga, quien aún tenía su traje de copo de nieve.
—¡No tiene nada que ver un copo de nieve con un acuario! —remarcó Camus al levantarse de repente y tirar la mesa a la mierda—. ¡Estoy harto! —luego señaló el decorado—. ¡Ni siquiera esos peces de papel están bien pintados!
—Bueno... Shiryu hizo lo que pudo cuando se cortó las venas para pintarlos —mencionó el caballero del cisne mirando como chorreaban sangre de los pescaditos de colores.
—¡Y para colmo carecen de neuronas, subnormales! —gruñó él por la respuesta que recibió, y luego empezó a irse de ahí.
—¡¿A dónde va Maestro?! —se puso de pie también el caballero de bronce.
—¡A vos que te importa, y no soy tu maestro! —le dijo, y es así cómo el caballero de oro entró a la fiesta.
En la casa se veía toda clase de caballeros: dorados, de bronce, incluso los de plata, y algunos Dioses que quizás no se esperaría ver ahí, pero en especial se encontraba los caballeros negros que destacaban en número. Cuando el frízer con patas vio todo esto, puso muy mala cara.
—¡Está lleno de negros! —dijo disgustado. Mientras tanto, Milo detectó algo, es por eso que su armadura empezó a brillar.
—¡Siento algo! —exclamó el Escorpiano.
—Sí, lo veo. Te está brillando la poron** —censurado para los más chicos.
—¡No es eso, es mi armadura! ¡Ha detectado peligro! —clavó la cuchara sobre su helado a medio comer, al cual luego le arrojó encima un poco de la bebida que había preparado.
—¡Uh, boludo, si mezclas eso te va a hacer para el ojete! —entre cerró los ojos Kanon con algo de asco.
—No te preocupes, lo dulce con lo dulce no mata —dijo confiado Milo.
—Eso no mata, ¡pero yo sí! —gritó Camus detrás de Milo, y Kanon sufrió un infarto por el susto, por lo que cayó a un lado agarrándose el pecho.
—¡Mira lo que le hiciste! —gritó Milo después de Camus haciendo el re drama.
—¡Joder, yo no sabía que ese bipolar tenía problemas del corazón! —mencionó preocupado Camus. Sin embargo, el fanático de los dulces aprovechó la situación y le inyectó con una jeringa el elixir que había preparado a su mejor amigo.
—¡¿Qué hiciste?! —e inmediatamente Camus se puso en pedo.
—Ya está, con eso zafamos -w- —se sentó correctamente Kanon luego de hacerse el muerto, y Milo se puso a comer el helado que le había echado a su bebida, pero entonces, él también se emborrachó, lo raro, es que a Kanon no le afectaba el dichoso coctel. Pero de repente se escuchó que Milo empezaba a cantar la canción que viene a continuación.
https://youtu.be/sma_Cp6VFbM
—¡Vamos a bailar, toda la noche! ♫—se puso a bailar Milo.
—¿Qué carajos te pasa? —le preguntó Kanon mirando a su amigo con los ojos en blanco, y luego Camus lo tomó del hombro a Milo para cantar con él.
—¡VAMOS A BAILAR, TODA LA NOCHE, HASTA QUE EXPLOTE! —gritaba con entusiasmo.
—-w- Ya están re tomados —y siguió bebiendo mientras veía cómo ellos se alejaban de él cantando y bailando, pero entonces, la atmosfera festiva de ellos fue interrumpida por la aparición de Ikki en ropa interior de guepardo en un escenario de cartón.
—¡Hey, gatitas, prepárense! —todos los allí presentes, menos los más gays de los caballeros, empezaron a sangrar de los ojos, pero eso no le importó a Ikki, quien empezó a menearse y hacer movimiento sugerentes sobre el escenario, pero además, iba acompañado de los gritos de Afrodita y algunas chicas.
—¡Estás bien bueno papuuuu! —exclamó el caballero de Piscis.
—¡Ay! ¡Qué bello que es mi hermano! ¡Hermosoooo! —de Shun salían corazones mientras que todos los demás ahora convulsionaban como pescados en el suelo.
El horroroso espectáculo duro apenas un par de horas, por otro lado, el caballero de Fénix había logrado conseguir una buena ganancia de los allí presentes que disfrutaron del show, lo cual significaba un pequeño bono para él.
—¡Hasta la próxima, gatitas! ¡Grrr! —gruñó de forma sensual el caballero de bronce, y desapareció entre unos efectos del escenario, aunque casi prende todo fuego, por eso Hyoga tuvo que apagar todo con sus poderes.
—¡Estos guachos casi me dejan chicato como al gil ese! —se quejó el caballero negro que imitaba a Seiya. A lo lejos, se veía cómo Shiryu otra vez se había quedado ciego.
—Aquí todo casual —mencionó el caballero Dragón en lo que caminaba con los ojos cerrados y ensangrentados.
—¡Shiryu, tenemos que vendarte otra vez, así que apúrate! —mencionó Seiya con el vestido de Rapunzel y la peluca.
—No puedo tomarte enserio con esas pintas —aclaró su amigo.
—¿Por qué? —dijo confundido.
—Porque te ves demasiado ridículo —aseguró él.
—Pero estás ciego —se puso serio Seiya.
—Ahora puedo usar visión de rayos equis —este tipo de cosas sólo suceden en esta historia.
De cualquier forma, Shiryu recibió la ayuda de Pegaso, quien lo llevó a un lugar de primeros auxilios, pero en lo que caminaban cerca de ese sitio, escucharon unos gritos desgarradores, bueno, al menos eso parecía.
—¿Qué rayos es eso? —levantó la cabeza el castaño mirando a sus alrededores.
—Parece como si estuvieran quemando un gato —mencionó el Dragón.
—¿Aioria? —levantó una ceja.
—Ni idea —movió los hombros el pelinegro, y siguieron ambos su camino.
Mientras tanto, Kanon buscaba el baño alocadamente, pues había bebido demasiado.
—¡El baño, EL BAÑO! —decía desesperado, pero no encontraba el camino debido a lo grande que era el lugar—. Joder, debí preguntarle a Camus antes de dejar que se fuera con Milo. ¿Ahora qué hago?
Entre tanta pendejada junta, y de exploraciones que él mismo tuvo que hacer por su cuenta a falta de un guía, llegó a una parte de la casa de Acuario en donde parecían haber montado una selva de cartón.
—¿Qué carajos es esto? —se dijo a sí mismo el caballero de Géminis.
—Es otra dimensión —mencionó Shaka que apareció de una forma salvaje al lado de Kanon.
—¿Qué?
—Bueno, no, pero es una especie de laberinto que hicieron los chicos —le informó Shaka—. Allí se encuentra el baño.
—¡¿EL BAÑO?! —mencionó sorprendido.
—Sí... El baño —lo dijo con un tono misterioso, y además, entrecerró los ojos aunque ya los tenía cerrados.
—¡Gracias! —y así fue cómo se fue corriendo Kanon para adentrarse en la odisea de encontrarse con su destino.
Mientras su vejiga empezaba a poner algo de resistencia a los llamados inmundos de la naturaleza, en el primer tramo de la jungla de cartón, Kanon fue sorprendido por un chico disfrazado de tigre, quien sin dudar esquivó.
—¡Ah, la puta madre! —se corrió a un lado.
—Grawrrr —le gruñó el chico, quien al voltearse, dejaba ver que era Milo disfrazado.
—¿Ah? —expresó Kanon en su confusión mientras una gota bajaba por su mejilla.
—¡En esta jungla encontrarás muchos animales salvajes! —el Escorpiano imitó al animal que fingía ser, pero estaba tan tomado, que en lugar de rugir ladró.
—Salvaje me vas a poner vos a mí como no dejes de boludear —le amenazó Kanon con una venita en la frente—. ¡Casi me meo por tu culpa! —le reclamó.
—Oh, lo siento -w-
—De todas maneras, ¿dónde está Camus? ¿No estabas con él? —miró a los alrededores.
—No sé; no tengo recuerdos de las últimas tres horas que pasé con él —mencionó el otro en lo que sacaba una bolsita con chupetines, y se ponía a comerlos.
—Cuando no vos con los dulces —suspiró el gemelo, y empezó a caminar.
—¿A dónde vas? —preguntó Milo.
—Voy al baño —le informó al otro.
—¡Yo te acompaño!
Narrador: Y es así como la fiesta tiene un ritmo que hasta ahora no hemos podido evitar bailar todos juntos, ¡hasta YO! Bueno en realidad no porque no soy corpóreo, pero eso no es lo que importa aquí. ¿Podrá Kanon encontrar el baño? ¿Qué habrán escuchado Seiya y Shiryu? ¿Qué le habrá hecho Mu a Aioria? ¿Nuestra shipp se habrá vuelto canon? ¿Qué habrá pasado con Camus? ¡Todo esto lo sabremos en el siguiente capítulo si Dios quiere!
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