Capítulo 6:
Opening:
En la universidad nos atrapaban siempre,
las cagadas nunca nos faltaban,
nos copiábamos sin pautas,
y director siempre nos congelaba.
¡Vamos! ¡Juntos!
¡Nos volveremos más tontos!
¿Listos? ¡Let's go! ¡Yugioh-gx! ¡Ah, ese no es!
¡Enciende! ¡Enciende! ¡Tus cosmos al máximo!
¡Enciende! ¡Enciende! ¡Las pocas neuronas que tienes!
[Instrumental fachera]
¡Por fin me copiaré!
¡Yugioh-Gx! ¡Oh no, otra vez!
¡Enciende! ¡Enciende! ¡Tus cosmos al máximo!
¡En la nueva temporada de Milo y Kanon X te tienes que encender!
Narrador: En el anterior capítulo de Milo y Kanon X... Nuestros protagonistas (a excepción de uno) estaban participando en una competencia por el honor de su universidad, pero, sin saberlo, los dos participantes, cayeron en diversas trampas, los que los ha dejado imposibilitados para seguir con la carrera, para colmo, Camus, el director de la escuela, tomó represalias por la ineptitud de sus alumnos después de ser detenido por Aioria, al que le encajó el examen, ahora dependían de los resultados de la competencia para evitar esto porque solo tenían 12 horas para terminarlo. Si todo lo anterior era malo, Atenea no ayudó mucho al ser atrapada también; ahora todos dependían de Milo, a excepción de Dohko, que estaba cayendo a una torre de excremento junto a su discípulo. ¿Podrán Milo remontar? ¿Qué pasará con la mosca gigante que andan cabalgando los otros dos? ¿Será que ese examen se volverá la perdición de Atenea y de los demás caballeros dorados? ¿Podrá Kanon recibir ayuda de una ambulancia? ¡Todo esto y más en el capítulo de hoy!
El verdadero reto empezaba ahora, y los chicos, desmayados como estaban, lo sabían desde su inconsciente, o por lo menos Radamanthys lo tenía en cuenta ya que era el único de los dos que seguía vivo y que daba vueltas indefinidamente en ese mar de política bizarra, hasta que, de pronto, empezó a escucharse el temazo de Alberto Fernández, imitando a los Palmeras, lo que hizo abrir los ojos de repente a ese espectro.
https://youtu.be/ng3i2PHoG4U
El tema había revivido al desgraciado, pero no de la buena manera, porque odiaba la cumbia, es por eso que sacó fuerzas de donde no tenía, y rompió con el ciclo de la bizarreada para así bajarse del carrito e ir hacia la salida de la casa de tauro lo más rápido posible antes de que fuera corrompido y empezara a cantar la canción.
—¡Uff! ¡Me salvé de pedo! —el peliverde se llevó una mano al pecho completamente tenso y agitado, pero una vez se calmó se enderezó—. Parece que ese bicho no ha llegado a pasarme —dijo al dar por sentado que el cosmos del escorpiano no se sentía por ningún lado—. Será mejor que me apure —y se puso a correr, mientras tanto, Shaka estaba mirándolo desde su bola de cristal.
—Che, ¿esto que estás haciendo no es ilegal? —preguntó Aioros.
—No sé si sea legal, probablemente no, pero aquí lo importante es que tenemos que buscar una forma de ayudar a Milo antes de que Radamanthys llegue a la última casa —comentó Aioria.
—Che, ¿no es mejor que repasen? —preguntó Afrodita con un libro en la mano—. Se los va a cargar el payaso si siguen vagueando; solo les queda unos 10 minutos —advirtió.
—¡No quiero hacer ese maldito examen! ¡Voy a reprobar! —declaró Máscara de la muerte frustrado.
—A ti nunca se te dieron bien los tes psicológicos —comentó el Pisciano.
—¿Por qué lo dices? —lo miró el Canceriano.
—Porque siempre te han resultado para el psiquiátrico —sentenció Afrodita; de repente, Shaka los interrumpió.
—Yo iré a buscar a Milo, él está muerto... otra vez —dio a entender.
—¿Y cómo lo sabes? —preguntó Mu.
—Soy el hombre que araña y mi sentido arácnido me ha ayudado a saberlo —comentó Shaka estando ahora de cabeza.
—Para, ¿de dónde sacaste la máscara? —preguntó Máscara de la muerte—. ¡Y no puedes usar eso! ¡El único que puede tener un seudónimo soy yo! ¡El público se confundiría!
—Estoy de acuerdo con mascarita —afirmó Afrodita.
—Estoy bromeando —dijo Shaka sacándose la máscara y tirándola—. La encontré cerca de un muelle —de repente, Kanon se levantó ya vendado de pies a cabeza.
—¡Alto ahí! —todos voltearon de manera dramática a ver al Geminiano—. Yo seré el que vaya a buscar a Milo, porque es mi amigo.
—Esperen un segundo, ¿esto no es hacer trampa? —comentó Aioria por lo bajo.
—No, es para equilibrar la balanza, ellos ya han hecho trampa varias veces, y solo vamos a darle un empujón a Milo para que regrese a la carrera —dio a entender Aioros.
—¿Y qué hay de Atenea? —preguntó Afrodita reclinándose en la silla—. Camus dijo que ella estaba en peligro si no aprobábamos.
—Pero si Saga se fue a buscarla hace rato —indicó Aldebarán despertando, a lo que todos lo miraron; estuvo dormido todo ese rato para ahorrar el maneje de personajes.
—Se la fue a empomar, a mí no me engaña -w- —se sinceró Kanon—. Como sea, ¡mándame al inframundo!
—Pero si te puedes ir solito al abrir un portal a otra dimensión —le dijo Shaka mirándolo.
—Ah, cierto -w- —se mandó tal cual, y entonces, al llegar, vio el cuerpo de Milo tirado entre las finas almohadas, entonces, lo sentó para enderezarle el cuello, el cual hizo un sonoro "crack", reviviendo posteriormente a su amigo—. Eso fue rápido.
—¡Qué pasó! ¡Oh, no! ¡Mis chocolates! —dijo alarmado mientras recogía sus cosas.
—De nada -w-
—Oh, Kanon, eres tú -w- ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en las gradas viendo cómo gano?
—No pude hacer eso porque te rompiste el cuello cayendo acá en el inframundo, inútil -w- ¿Ves que no puedes hacer nada si no estamos los dos? —le dio una palmada en la espalda después de haberlo humillado.
—Es que somos todo un equipo -w-... ¡Espera un momento! ¿Me dijiste inútil? ¬¬
—¡Estás mal interpretándolo como Máscara de la muerte!
—Ah, ya decía -w- —se metió un caramelo a la boca—. Sigamos entonces, tengo que retomar la carrera —como la última vez tuvieron que hacer toda una odisea para salir del inframundo, y a la autora le daba paja escribir sobre cómo lo hacían, se la ingenió y solo puso unas escaleras que tenían un cartel que decía: "salida del inframundo hacia la casa de Leo", y así llegaron los dos al mundo que les correspondía de nuevo.
—Che, la verdad que podrían poner un elevador acá también; harto de subir escaleras —dio a entender Kanon comenzando a entrar a la casa de Leo con Milo.
—Pero había uno en la casa de Piscis antes; lo habrán sacado —le recordó, hasta que frenaron.
—¡Ah! ¡Para! ¡Se me olvidaba que viajamos al pasado! -w- ¡Aguanta otra vez! ¿Qué es eso? —una música muy contagiosa empezó a manifestarse, y claro que Kanon la conocía pues era muy escuchada en su infancia, y la canción se trataba de la poderosa voz de Cecilia Cruz, quien cantaba: "La vida es un Carnaval", además, justo dentro, se veía a Radamanthys bailando y cantando la canción.
https://youtu.be/Gk5j_DCAP70
—¡Hey! ¡Rada, qué hay! —lo llamó Milo con toda la onda, pero en cuanto él le llamó, el espectro agarró y se concentró en ellos dejando de bailar como de cantar.
—¿Por qué estás con Kanon? —le consultó.
—¡Dejaste de cantar y bailar, tendrás que empezar de nuevo! —resolvió la señora y lo desplazó hacia afuera al pegarle con una maraca; el aterrizaje fue brutal, y se raspó todo.
—Supongo que dura lo suficiente la canción como para poder pasar hacia el otro lado -w- —dedujo Kanon.
—¡Desgraciados! ¡Si no fuera por ustedes ya hubiera pasado a la siguiente etapa! ¡Ah! ¡Ahora me arde todo! —les reprochó el peliverde al ponerse de pie mientras se soplaba los raspones.
—¡Un momento! Si tengo que cantar entonces esto significa... ¡¿Qué no podré comer mis dulces?! —dijo alarmado Milo.
—Eso parece -w- igual son dos minutos, no es como si te fueras a morir por no comer nada —le dio unas palmadas en la espalda.
—No lo entiendes, soy como los perritos, dentro de cada golosina hay pastillas para mi ansiedad, así que, si no las tomo durante menos de 5 segundos, voy a tener un ataque de pánico ¬¬
—Para... ¿entonces nos estuviste drogando a todos desde un comienzo? —levantó las cejas Kanon.
—Eso explicaría porque todos estamos teniendo esta clase de aventuras tan bizarras... —dio a entender Radamanthys.
—No, de eso se encarga Mu con su polvo estelar -w- —mientras estaban charlando, ya se había apagado unos 5 fueguitos del reloj de las casas.
—Che, mejor vamos a meternos en el papel; yo te cubro Milo —le aseguró Kanon.
—Para, eso es trampa, se supone que Milo es el que está compitiendo conmigo, ¿vos qué haces acá? —levantó una ceja Radamanthys.
—Soy protagonista y eso me da la potestad de meterme -w- así que... te me callas.
—Suena coherente para mí. Bien, vamos —Kanon agarró a Milo para cargarlo en su espalda, y entonces volvieron con el reto, en donde bailaron al ritmo del Carnaval mientras lo cantaban, de ahí pasaron por fortuna a la siguiente casa, aunque ya para este punto estaban demasiado agotados.
—Estoy hecho bosta -w-U —aseguró Kanon dejando a Milo en el suelo, quien estaba completamente bien comiéndose una barrita de chocolate.
—¿Y ahora qué sigue? —preguntó el Escorpiano.
—La casa de Virgo —estaba mirando el mapa el peliverde.
—¿No te sabes las doce casas de memoria? -w- —preguntó Kanon mirando el mapa.
—No es que no me las sepa...
—No te preocupes que yo tampoco me sé las calles -w- —le dio unas palmaditas.
—Vamos adentro, que me está esperando mi adorada KitKat —aseguró el Escorpiano poniéndose en marcha, pero apenas llegaron, se encontraron con un juego de supervivencia, el cual decía que debían evitar a una bestia hambrienta de... sexo.
—¿Quién va primero? —consultó Radamanthys.
—Yo no —aseguraron en conjunto Géminis y Escorpio.
—¡YO NO ME VOY A METER SOLO! ¡NI LOCO! —agarró a los otros dos de sus uniformes y empezó a arrastrarlos con él adentro.
—¡NOOOOOOOOO! —gritaron a la larga los chicos, desapareciendo dentro de las penumbrosas sombras de Libra... no, esperen, quise decir de Virgo.
Mientras tanto...
Afrodita se había cansado de estudiar y dejó caer el libro que estaba sosteniendo; había querido parecer re fachero, pero al final no logró nada, porque los temas no los entendía por el hecho de no haberlos dado.
—Esto no tiene sentido, y solo quedan alrededor de 5 minutos antes del examen, ¿qué haremos? —preguntó el de la rosa.
—Solo nos queda seguir estudiando —avisó Saga con un divino ojo morado.
—¿Y a ti qué te pasó? ¿Cuándo llegaste? —lo miró con curiosidad Aioria.
—Me golpeó... el amor... —aseguró.
—¿Qué? —dijo sin entender.
—Atenea lo golpeó cuando intentó besarla apenas la rescató —aseguró Shura también con un ojo morado.
—Veo que también volviste. ¿Te arrepentiste? —le consultó Mu.
—No, me crucé a Saga luego de haber hecho la audición, y me corrieron por no ser 3D.
—¿Cómo es que te lo cruzaste si fuiste a hacer la audición a otro lado? ¿Te agredieron después o qué? —dijo Mu desconcertado.
—Lo que pasa es que estaba volviendo, entré por la ventana, vi a Saga acosando a Atenea, y de un momento a otro también al ligué yo —aseguró—. Voló un cachetazo, hizo efecto de rebote, y me pegó a mí también. Para cuando me desperté, ya teníamos el examen encima, así que no nos quedó de otra que venir hasta aquí.
—Sí... —expresó deprimido el Geminiano.
—Qué mala suerte, esta versión de Atenea al final era una del hombre elástico —comentó Mu.
—No lo digas así, que lo peor es que a la autora se le ocurra cambiarle el género —dio a entender Saga, de repente, alguien tocó la puerta del salón (sí, ya no estaban en el patio).
—Yo voy —avisó Aioria, y entonces abrió la puerta mostrando a una Atenea machota con globos—. ¿Y tú qué haces aquí?
—Me cambiaron de sexo apenas lo mencionaron —canturreó.
Volviendo con Dohko y Shiryu...
Los chicos iban en picada a su perdición, aun así, de alguna forma las cosas tomaron otro rumbo y un viento huracanado los salvó de su cruel destino. Al aterrizar gracias a unos remolinos que hacían las hojas, se toparon por fin con su salvador.
—¡Oh! ¡Señor! ¡Le agradezco mucho que haya salvado nuestras vidas! —le agradeció Dohko, pero se detuvo a medio camino porque algo le llamó la atención, y era lo chichón que era el tipo.
—No tiene que agradecer, solo estaba teniendo un paseo casual entre dimensiones y justo los encontré en medio de esta tempestad... —se interrumpió, y lo miró entre cerrando los ojos—. ¿Por qué me mira así señor?
—¡Tienes más pectorales que yo! —señaló frustrado.
—¿De qué está hablando? —consultó el chico.
—¡Lo que oíste!
—¿Por casualidad usted es Alhaitham? ¿El hombre que hizo nacer la referencia de los hombres "chichones"? —consultó Shiryu.
—Sí soy... pero no sé, no estoy seguro de lo último que dijiste...
—¡No me voy a quedar de brazos cruzados viendo cómo alguien como tú me intenta superar! —se quita la camiseta y luego agarra una cinta de medir empieza a medirle el pecho al peliplateado—. ¡Yo seré el que te derrote en este combate!
—¿??? —Alhaitham lo miró desconcertado, mientras que Shiryu lo hacía con una vergüenza abrumante.
Narrador: Y este fue otro capítulo de Milo y Kanon X en la universidad. ¿Qué es lo que pasará con el examen una vez comience en la ausencia de nuestros protagonistas? ¿Llegarán a superar las 12 casas o será demasiado tarde para cuando las puntas de los lápices caigan sobre las hojas? ¿Será que Dohko superará las medidas de Alhaitham? Pero lo más importante... ¿por fin volverá el yaoi a esta trama con Atenea como dominante y Saga como pasivo? ¡Todo esto y más en el siguiente capítulo!
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