Capítulo 10:
Opening 2:
¡Copia, copia, con velocidad!
¡Mucha ferocidad!
¡Ferocidad!
¡Como un rayo, métele!
¡Copia, copia, copia!
No hay nadie más bizarro,
No encontrarás otro más tonto y despistado,
¡Ellos enfrentan situaciones con mil complicaciones!
Con mucho estrés y desmotivaciones,
y sin dar explicaciones.
¡Ya ves! ¡Tal vez! ¡Tal vez! ¡Vez! ¡Vez!
¡Ellos son! ¡Ellos son!
[Invéntenle ustedes que no encontré rima]
¡Copia! ¡Copia! ¡Copia!
¡Copia! ¡Copia! ¡Copia!
¡Milo y Kanon!
(Son los mejores)
¡Milo y Kanon!
(Flores de campeones)
¡Milo y Kanon!
(No te agarrarán de la mano ¬w¬)
¡Velocidad!
(Milo y Kanon)
¡Velocidad!
(Son Milo y Kanon)
Como un rayo, ¡copia, copia, copia!
¡COPIA CON FUERZA!
¡Milo y Kanon X!
¡Como un rayo, métele!
¡Copia, copia, copia!
¡Milo y Kanon X!
Narrador: En el anterior capítulo de Milo y Kanon X... nuestros héroes llevaron a la enfermería a Sonic, pero como la enfermera no quiso atenderlo, entonces Aldebarán fue quien lo ayudó en su lugar ya que tenía un certificado veterinario, pero fue noqueado al poco de ayudar al erizo por Máscara de la muerte, de acá, Sonic regresó con ellos revitalizado. Sin embargo, la historia no quedó ahí, porque se enteraron que unas brujas estaban apoderándose de diferentes universos, y para detenerlas, los chicos estaban buscando ayuda de otros protagonistas, para así, hacer una unión. Al comienzo, Kanon iba a rechazarlos para ahorrársela, pero Aioria saltó y dijo que sí, al igual que Mu, quien fue cautivado por los ojitos de cachorro que le pusieron, por lo tanto, aceptaron, de todas formas, no tenían de otra. A todo esto, de repente, Dégel obtuvo el virus de la estupidez, de modo que Camus se vio obligado a congelarlo, aunque luego se arrepintió por las malas bromas de sus alumnos; a todo esto, al final fueron bajo tierra, encontrándose con cosas interesante, como una puerta de donde salía mucho frío, y la que, por obra del guion, cruzaron, es así cómo se encontraron con un mundo que era medio rancio. ¿Podrán escapar de esta nueva dimensión? ¿Los chicos dejarán de joder a Camus? ¿Camus no volverá a traicionarlos esta vez? ¿Las traiciones en esta serie terminarán? ¿Esta temporada será eterna? ¡Todo esto lo sabremos (no aseguro nada) en el capítulo de hoy!
Al fin habían terminado de deslizarse por la nieve hasta llegar a un terreno plano, en donde ya notaron el frío que allí había a pesar de las evidentes señales que antes vieron.
—¡Dios! ¡Me congelo! —aseguró Aioria abrazándose a sí mismo.
—Debimos traer los abrigos que estaban colgados —Mu se echaba de su propio aliento sobre las manos para poder calentarlas.
—Lo hubiéramos hecho de no ser porque alguien nos apresuró a salir de ahí ¬¬ —dijo Kanon mirando acusadoramente a Camus.
—Yo no sé porque se están quejando tanto, apenas hace algunos grados bajo cero —aseguró él de lo más pancho.
—¡Odio el invierno! ¡Este frío me destruirá mi hermoso cutis! —mencionó Afrodita, quien no se había traído ningún producto que pudiera serle de utilidad para ese clima tan detestable.
—Creo que nos moriremos congelados si no hacemos algo pronto —consideró Aldebarán, pues él también tiritaba.
—Me parece que es el turno de Tails para salvar la situación. ¿Traes algo contigo que nos pueda servir? —preguntó Sonic, ya que, a su vez, como los demás, estaba cagado de frío.
—Sí, afortunadamente sí traje algo conmigo; el transportador que nos permitió entrar a la dimensión de los caballeros, nos puede dar esto también —apretó su reloj de muñeca y trasportó una pila de abrigos que cayeron todos sobre Camus, lo que hizo sonreír a la mayoría, pero al parecer, las coordenadas transportaron a su vez un refri que le cayó igualmente encima.
—Bueno, no es como si su personaje nos hiciera falta para continuar con la trama -w- —aseguró Kanon agarrando uno de los abrigos.
—Bah, tiene razón -w- —dijo Milo agarrando también su abrigo, del cual sacó una paleta de chocolate del bolsillo y se la llevó a la boca.
—Al menos nadie más salió herido —dio a entender Sonic, quien se arropó junto al resto, y de repente, fue derribado por una bola de nieve, la cual lo dejó tirado con los pies para arriba.
—¡Sonic! —gritó Tails.
—¡Estoy bien! ¡Pero viejo, que duras que son esas bolas de nieve! —comentó luego de acariciarse la cabeza porque le había salido un chichón, y ahí vio que había una piedra en el montículo; por lo visto, la tenía en su interior.
—Parece que no estamos solos chicos -w- —advirtió Kanon.
—¡Allí! —gritó Aioria, y desde el pueblo que no estaba muy alejado, empezaron a ver acercarse los habitantes con muchas bolas de nieve mientras estaban carcajeando, además, los encabezaba el Guasón. ¿Qué hacía ese tipo ahí? ¿Qué no era de otra serie?
—¡Ataquen mis compañeros de manicomio! ¡Hahahah! —señaló el bufón y entonces todos empezaron a arrojarles piedras.
—¡Muro de cristal! —hizo un escudo Mu para protegerlos—. ¡Busquen un refugió, yo los entretendré un rato! —aseguró el Ariano.
—¡Gracias cabrita! -w- ¡Vamos! —agradeció Kanon y los demás se empezaron a ir corriendo del lugar, menos Aioria, quien se quedó con él.
—¡Yo seré tu ofensiva! —aseguró.
—Oh, gracias —respondió feliz, y luego vio que se les venían encima—. ¡Cuidado!
—¡Rayos de plasma! —e hizo volar a todos por los aires.
Mientras que los muchachos se ocupaban de protegerles las espaldas, los demás encontraron un viejo molino en donde lograron ocultarse, por lo menos de forma temporal.
—¡No puedo creer que en esta parte también hayan sido infectados! —comentó Tail asustado—. ¡Todos terminaremos igual que ellos si seguimos así!
—Debe de haber una forma de contrarrestar esta epidemia! —aseveró Sonic.
—Mmm... —los implicados se quedaron pensando, a excepción de los protagonistas, quienes no parecían tener intensiones de colaborar.
—¿Y ustedes no van a aportar a la situación? —preguntó Shura—. La vida de todos y del universo peligra.
—No es como si no quisiéramos, pero también podemos hacer de vagos de vez en cuando -w- —aclaró Kanon.
—Sí, siempre ocurre algo mágico que saca a los protagonistas de sus malas situaciones, así que no debería de haber problemas, aparte, ¿acaso esperan que nos encarguemos de todo? Ya me cansé de tanto correr por mi cuenta las doce casas, por lo que me estoy tomando un descanso —dijo saboreando lo que le quedaba de su paleta helada.
—Bien, si nadie tiene idea, puedo entonces usar plantas para hacer un antídoto —aconsejó Afrodita.
—¿Y cómo las administraremos? —consultó Aldebarán.
—Puedo usar mis flechas mágicas —dio como idea Aioros.
—¡Excelente! ¡Eso servirá! Yo te ayudaré entonces con eso —hizo entender Tails.
Regresando ahora con las brujas...
En una jaula llena de globitos, y vestidos de payasos, se encontraban Dohko y su discípulo observando a las brujas mirando una bola de cristal muy mal humoradas, a excepción de una, la cual estaba dándoles de comer unos pasteles de queso extremadamente deliciosos.
—Esos idiotas ya encontraron la manera de revertir nuestro hechizo —informó Sabrina.
—Esta clase de cosas pasan cuando le dejas el trabajo a gente poco profesional —alegó Zelda, quien se dirigió luego a su hermana—. Gilda, tendrás que hacer tú esta parte del trabajo, porque los inútiles a los que embrujaste no sirven para nada.
—Oh, ¿y quién le dará de comer a estos chicos? ¡Están tan delgados! —se enderezó la rubia.
—Supongo... que Sabrina lo hará hasta que vuelvas —hizo entender.
—Por favor... no quiero más... —refutó Dohko, pues estaba empezando a ganar algunos kilos demás—. Perderé lo que más me distingue de mis amigos.
—Yo tampoco podré quitarme la camisa si me siguen alimentando así. ¿Por quién babearan las señoritas de nuestra serie luego? ¡Tengan piedad! —rogó el ciego; sí, por algún motivo Shiryu estaba ciego de nuevo.
—Oh querido, como se nota que no has visto que todos tus amigos están bien dotados y hasta algunos mejor que tú —lo despreció Zelda—. Como sea, ve de una vez hermana, y déjales en claro cuál es su lugar.
—Sí, hermana —hizo una leve reverencia y ella desapareció al atravesar un espejo que estaba justo ahí en el comedor.
Luego de que los chicos se encargaran de los zombis de la villa...
—¡Ese resumen detrás de cámaras fue realmente rápido! ¡Fua! —expresó Sonic limpiándose la sien con su brazo, luego señaló elocuente a su mejor amigo—. ¡Pero no más que yo! ¡Je!
—Sí, y nosotros seguimos sin salir de nuestro papel de personajes de relleno —aclaró Tails medio mal humorado.
De la nada misma, todos fueron testigos de cómo arribó a su encuentro desde un espejo una mujer rellenita con un aspecto gentil, la cual, casualmente, estaba hecha de 8 bits, y por obvias razones, todos se le quedaron mirando con el ojo cuadrado.
—¡Hola! Lamento si he interrumpido su reunión, pero... he venido a importunarlos con mi magia. ¡Woow! —expresó muy tiernamente lo último con una agradable sonrisa, a lo que Sonic ni lo pensó, y entonces se volvió una bola azul saltándole encima. Lo que pasó a continuación fue que la mujer explotó, liberó animalitos y dejó de existir.
—Eso fue fácil —dio a entender Tails sobrecogido.
—Ahí tenés tu participación en la trama, bien hecho -w- —lo alagó Kanon.
—¡Oh viejo, eso fue rápido y... triste! —aseguró el erizo desmoralizado.
Y otra vez con los villanos...
Las chicas observaron anonadadas cómo un miembro de su familia terminaba siendo restos de pixeles, que luego se perdían en un universo de qué sabe qué.
—¡Cómo puede ser que haya fallado tan rápido! ¡Esto es inaudito! —anunció Zelda golpeando la mesa frustrada.
—Quizás se equivocó en la parte de anunciarse cuando apenas apareció —aconsejó Dohko ahora más gordinflón que hace un rato.
—¡No es solo eso! ¿Cómo es posible que haya aparecido como un pixel apenas llegó a ese mundo? —preguntó desconcertada Sabrina.
—Puede que sea algo de las dimensiones —aseguró Zelda—. Pero yo no voy a cometer el mismo error —aseguró, y dando a entender que sería la siguiente en viajar.
—¿Vas a ir? —indagó Sabrina.
—Sí, y no lo haré sola —le echó un ojo a los muchachos—. Hay que darles un uso a estos chicos; no hay que desperdiciar los últimos pasteles de Gilda.
Ahorita sí, cambio de escena para los dorados:
Cuando ocurrió el traslado de cámara, los chicos ya tenían resuelta casi toda la trama de la serie, ya que se encargaron del virus, se deshicieron de una de las brujas y ahora... solo faltaba detener a las otras dos, o al menos eso pensaban.
—¿Qué hacemos ahora? Ya hemos creado el antídoto para la estupidez, y nos cargamos a una de las brujas —resumió Aioria.
—Sí, y nosotros ya podemos retirarnos a nuestro mundo a repartir el antídoto —anunció Tails muy agradecido.
—Fue un placer chicos —Sonic empezó a saludarlos a todos.
—El placer fue nuestro —aseguró Afrodita estrechando su mano con la de él.
—Yo creo que lo único que nos falta, es derrotar a las otras dos, y también encontrar a Dohko y Shiryu, quienes aún no han llegado a la universidad —dio por hecho Mu.
—Casi me olvido de ellos -w- —dio a entender Kanon mientras detrás de él se iban el zorro y el erizo por un portal en forma de anillo que, por cierto, los anillos de Sonic no funcionan así, por lo tanto, la película que sacaron en 2020 está mal realizada; como sea, sigamos...
—¿Y cómo los encontramos? ¿Ahora no estamos en otro tipo de dimensión? —consultó Aldebarán.
—Cierto —asintió Aioros.
—Yo puedo ayudar —levantó la mano Shaka sacando de su abrigo la bola de cristal que se había olvidado de usar lo que quedaba de la trama—. Yo... puedo verlos; y aquí están —en la bola de cristal se podía discernir un par de barritas de chocolate sobre una mesa, rodeada así también de una soga como trampa.
—Parece una jugada muy mal hecha -w- —dio a entender Kanon.
—En realidad son ellos... —notificó el rubio algo ofendido.
—-w-U Entonces hay que tener cuidado, en especial tú Milo, que tienes la manía de comer cosas del suelo —avisó Kanon, pero ya al buscarlo no lo encontró.
—Parece que tu advertencia llegó tarde —mencionó Aioria—. ¡Escorpio no está!
—¡Gracias por decir lo obvio! ¡Ahora vamos a buscarlo! —y aunque a todos les diera por las bolas que Kanon les ordenara, le hicieron caso porque aún faltaba volver de esa dimensión desconocida.
Muy pronto los chicos ya se encontraban en un pequeño altar atrapando con las manos en la masa a Milo, quien estaba a unos pocos cm de comerse a las barritas de chocolate que resultaban ser sus amigos.
—¡Detente Milo! ¡Esos son Dohko y Shiryu! ¡No puedes comértelos! —le dijo Kanon, y aquí fue cuando ese caballero se quedó quieto ante las posibilidades que anunciaba su mejor amigo.
—Mmm -w- ... —se había quedado pensando en lo probable, por eso es que observó más a detalle el envoltorio, y vio que tenían una especie de pintada animada de los dos mencionados en ella—. Bueno, puede que tengas razón... aun así hay que rescatarlos —dio por hecho.
—¡NOOOO! —cuando Milo le puso las manos encima a las dos barritas, la cuerda trampa que estaba a su alrededor se activó y lo agarró del pie, obligándolo a soltar los dulces.
—¡Hahahaha! ¡Tenían que ser tan ilusos! ¡Su amigo ha sido víctima de mi impecable trampa! —anunció la bruja: Zelda. Ella se mostró digna como siempre, aunque con un traje bastante extraño en su porte.
—¿Qué es ese ridículo traje? -w- —preguntó Kanon al verla que estaba vestida como una astronauta.
—Es para evitar la lluvia acida y que me conviertan en pixel —aclaró.
—¿Cómo que la lluvia acida? ¿Y qué con eso otro? —levantó una ceja Aioria.
—¡Sí! ¡Esta! —y empezó a cantar—. ¡Qué llueva, qué llueva, la bruja está en la cueva, los pajaritos cantan, la bruja se levanta! ¡Qué sí, qué no...!
—¡Oh, no! ¡Debemos cubrirnos! ¡Mi muro no será efectivo porque no tiene techo! —advirtió Mu alarmado.
—¡Maldita pobreza! —gritó Milo llevándose las manos a la cabeza, aunque esto no tuviera nada que ver lo uno con lo otro.
Es así como comenzó a llover, pero como Afrodita se rescató, hizo crecer hojas gigantes del suelo para usarlas como refugio para sus amigos, logrando que los muchachos lo alabaran.
—Por fin usas tus habilidades de jardinero. Pero ¿por qué no las usaste cuando pasó lo de Abel? —indagó Milo—. Podríamos habernos ahorrado ese mal trago.
—Deja de spoilear las otras temporadas. ¿No podés entender que hay gente colgada que puede estar leyendo este primero antes que las otras? —le reprochó Afrodita.
—¿Realmente cuenta el orden? —indagó Kanon.
—Bueno... —se puso en duda Afrodita.
—¡Malditos! ¡Ya van a ver que yo no soy tan fácil como la idiota de mi hermana! —los señaló con su mano—. ¡Abracadabra! —es aquí que muchos rayos salieron de sus manos hacia los chicos, los cuales debieron esquivar mientras sus uniformes eran empapados por la lluvia acida, comenzando a derretir sus ropas.
—¡Oh, no! ¡No nos van a dar otro uniforme hasta el año que viene! —se dijo Shura mirándose.
—¡Hay que buscar una forma de detenerla! —dio a entender Aioria mientras esquivaba los rayos con los demás.
—¡Ya sé! —comentó Milo, quien dando una vuelta carnera, atrapó con una mano la barrita de chocolate que tenía la forma de Dohko, y entonces la lanzó contra la bruja, a la cual le pegó en la frente, y entonces la noqueó de una forma impresionante, haciendo que así dejara de llover.
—¡Wow! ¡Eso no me lo vi venir! —comentó Aioria.
—Bueno, no es como si las cosas que pasaran aquí fueran predecibles -w- —expresó Kanon quitándose el polvo del uniforme y acercándose a la mujer, a la cual maniataron todos con algo para suprimir sus poderes, y luego Kanon la mandó a otra dimensión—. Problema resuelto -w-
—¿Y a dónde la mandaste? —consultó Mu.
—No tengo idea, pero como es una villana, no debería haber problemas...
En un lugar muy lejano...
La mujer había llegado al planeta de los tentáculos con chocolate, y gritaba desesperada.
—¡QUÉ ALGUIEN ME AYUDE!
Y ese fue el final para la mina, por lo que volviendo con los chicos...
—En esta saga hubo más cortes que nunca -w- —habló Kanon, mientras tanto, los chicos que habían sido convertidos en barrita de chocolate regresaron a la normalidad, pero inconscientes.
—¿Y cómo es que pudiste derribarla con una barrita de chocolate? —se inclinó Aioros a ver a Dohko y a su discípulo.
—Supuse que como era el caballero de Libra, todas las armas que tenía encima le pesarían y dado eso, seguro que sería una de las barritas más incomibles del mundo, así que, se la arroje -w- —explicó Milo.
—Tiene sentido —asintió varias veces Aldebarán.
—Pero a mí me llama más la atención el hecho de que pudieras servirnos de apoyo a pesar de estar colgando de un pie -w- Alto hueco argumental -w- —aclaró Kanon.
—Tú lo has dicho -w- —le dio la razón Milo asintiendo varias veces.
—Bueno, ya que está todo resuelto, ¿vamos a casa? —consultó Mu.
—Espera, que hay que resolver una cosa más —aseguró Kanon.
—Por cierto, ¿dónde quedó Saga? —indagó Shura, quien miraba a los alrededores—. Hace rato que no aparece en escena —aseguró.
—No tengo la más pálida idea... —dio a entender Afrodita encogiéndose de hombros confuso.
De pronto, de la nada misma surgió un remolino de fuego que dejó boquiabiertos a todos, menos a Kanon, que estaba más relajado que nunca.
—No sé ya ni de qué se sorprenden -w- —mencionó ese descarado del prota, divisando justo después, a la bruja que faltaba, la cual se trataba de Sabrina.
—¡Ustedes! —los señaló ella con el dedo—. ¡Mejor que estén preparados para sentir mi ira por lo que les hicieron a mis tías!
—Sería mejor que tú te prepararas para encarar a tu padre por las travesuras que has hecho -w- —Kanon se hizo a un lado, y dejó ver a Hades.
—¡Y ese quién es! —exclamó aún molesta la rubia—. ¡Mi padre no tiene el cabello largo!
—Prácticamente es tu padre; Hades es el Dios del inframundo, o sea, el Satanás de la mitología griega —informó Mu acomodando sus lentes, los cuales no usaba, pero se los pidió prestados a un vagabundo que pasaba por ahí.
—¡Qué! ¡No! ¡Esperen! —estiró ella su mano en busca de piedad, pero ésta le fue sujetada por Hades.
—Nada de peros. Estás castigada por tratar de perpetrar esta dimensión junto a tus tías —aseguró el pelinegro, quien no tenía ganas de lidiar con esta gente hasta la siguiente temporada—. Ahora nos vamos —le dijo a Kanon y a Milo pasando justo delante de ellos mientras se llevaba a la chica que no dejaba de hacer pataletas como la adolescente que era.
—Terribles son estos chicos de ahora -w- —anunció Milo llevándose una barrita de chocolate a la boca, la cual estaba cubierta con pastillas para la ansiedad como si se trataran de chispitas, en lo que Hades se perdía por un portal junto a su hija.
—¡Volveré! ¡Juro que volveré y tendré mi venganza! —aseguró la chica antes de desaparecer por ese agujero dimensional.
—Y así es cómo terminó esta trama -w- —resolvió Kanon.
—Bueno... —el León se veía incómodo, aun así, soltó lo que quería decir—. Aunque digas eso, tío, aún falta regresar a nuestra dimensión.
—¡Oh! ¡Me había olvidado de eso! Podemos consultar a Camus —todos voltearon al aplastado Camus, a quien solo le divisaron las patitas asomadas por debajo del refrigerador que lo había aplastado—. Tal vez debamos llamar de nuevo a Hades para que nos saque de aquí -w-U
—Muy tarde, me comí el teléfono de chocolate con el que lo llamaste -w- —avisó Milo, y así ni había cómo.
—Entonces tendremos que probar la vieja confiable -w- —advirtió Kanon levantando las manos.
—¡Ni se te ocurra! ¡Vamos a parar a cualquier lado! —aseguró Afrodita a punto de putear a Kanon cuando éste ya había usado sus poderes.
—¡Los enviaré... a otra dimensión!
Narrador: Y así, fue como terminó esta nueva temporada, dejando a todos colgados por el final abierto. ¿Podrás nuestros héroes regresar a su dimensión? ¿Será que la última parte de la temporada veremos algo más serio? ¿Se le volteará la sexualidad a Mu apenas vuelva a aparecer por tanto estar moviéndose entre dimensiones? ¿Ya para la siguiente temporada, la autora ya no estará resfriada y tendrá excelentes ideas para el cierre? ¿Volveremos a ver pectorales sabrosones como los de Dohko y Alhaitham de nuevo? ¡Todo esto y más en la última temporada que falta de Milo y Kanon X! ¡Hasta la siguiente!
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