Capítulo 20.

OCTUBRE.

No era una jodida buena idea, para nada. Lo supe desde que Sussie me hizo la propuesta. Los ojos me ardían porque la pintura verde de mi rostro trataba de hacerse paso hasta ellos, el traje peludo del mismo color me daba un poco de comezón y el absurdo maquillaje de mi nariz y boca me estaban produciendo un poco de hiperventilación.

Era literalmente el Grinch esta noche y Sussie era un caliente elfo al que todos miraban.

—¡Sonríe un poco, Grinch, hasta estoy empezando a sentirme un poco mal por haberte invitado!—gritó por encima de la música mientras bailaba frente a mí.

Esta era la fiesta de disfraces del trabajo de Sussie, había sido invitada por sus compañeros y ella a su vez me invitó. Ella tenía grandes planes, usar disfraces relacionados a la navidad. Literalmente seríamos el Grinch y un elfo de Santa Claus.

—Solo estoy haciendo mi papel de Grinch—mentí viéndola bailar.

Sussie sonreía felizmente mientras sacudía su falda y sus botines de elfo. Algunos nos miraron extraño por nuestros disfraces, no era para nada común vestir de esta manera en Halloween. Mientras los tipos se vestían de deportistas, vampiros u hombres lobo yo estaba aquí vestido como el Grinch. Era igual con las mujeres, ellas preferían vestir como diablitas o angelitas, algunas como brujas sexys e incluso de alguna súper heroína, Sussie estaba aquí vestida como un elfo, haciéndole justicia a nuestros apodos.

De repente ella se quedó quieta dejando de bailar, cruzo los brazos en su pecho y me miró penetrante mientras alzaba una de sus finas cejas.

—Eres un mentiroso, Jeth—Arrojó sus brazos alrededor de mi cuello—. Si no te estás divirtiendo podemos irnos, te juro que no me enojaré.

—Me estoy divirtiendo—le dije juntando su cuerpo aún más cerca del mío.

No sabía de dónde había salido aquel acercamiento corporal entre nosotros pero... Me gustaba.

Tampoco sabía cómo sus labios pasaron a estar sobre los míos pero... También me gustaba.

No me di cuenta cuando su lengua acarició la mía y que chupé su labio inferior pero... Me recontra encantaba.

Besé a Sussie como quería hacerlo desde hace meses, podría jurar que todo a nuestro alrededor había desaparecido. No había música, no se escuchaba las voces de las personas aun cuando sabía que el bar estaba repleto de gente. Solo éramos ella y yo fundidos en el más apasionante beso.

No había sentido nada así desde Luna, nadie había logrado mover cada sentimiento fuera de mí. Solo Luna lo había hecho años atrás, ahora Sussie estaba reclamando su lugar.

Solo pasó eso por mi mente y fue suficiente para alejarme de ella. Los ojos de Sussie se abrieron lentamente, sus ojos estaban brillantes, llenos de emociones como seguramente igual estarían los míos. Solo que dentro de mi había algo más, preocupación.

—Yo, Jethro...

—Lo siento, no fue mi intención besarte—solté haciendo que la tristeza se posara en los bonitos ojos de Sussie. Seguí arruinándolo—. Solo fue el momento, no debí hacerlo.

—¿Solo fue el momento?—repitió ella muy ofendida. Se alejó de mí y sin más se dio la vuelta para salir del bar.

—Eres un idiota, Jethro Cavanagh—me dije a mi mismo para después seguir al Elfo. Sussie caminaba lo suficientemente rápido por lo que ya se había alejado unos cuantos metros. Grité detrás de ella—. ¡Sussie! ¡Sussie, detente!

—Déjame sola, Jethro.

—Yo lo lamento, no quise...

—¿Qué?—me encaró furiosa—. ¿No quisiste qué, Jethro?

—No pensé que te pusieras tan enojada. Fue solo un beso.

Eso, sigue cavando tu propia tumba, imbécil.

—¿Solo un beso?—Los ojos de Sussie esta vez brillaron de la furia—. ¡Eres el hombre más tonto que he conocido en este mundo, Jethro Cavanagh!

—¿Perdón?—pregunté ofendido.

—Te acompaño a todos lados, me encanta pasar tiempo contigo, escribirte o llamarte, te horneo galletas de chocolate, te he contado más cosas que de las que le dicho a mi madre—numeró frustrada—. ¡Te mando un montón de jodidas señales y tú todavía no lo entiendes!

—¿Qué no entiendo?—pregunté confundido.

—¡Dios! ¡Estúpido cabeza de chorlito!—exclamé hacia el cielo y después me miró derramando algunas lágrimas por sus mejillas—. ¡Me gustas, Jethro! Ahí está, lo dije, me gustas. Te amo y tú todavía no lo captas.

Mi corazón se detiene, Sussie realmente se estaba confesando en medio de la acera ambos vestidos estúpidamente de personajes navideños.

—Yo... Yo...

No sabía qué decir. Ella también me gustaba, desde hace tiempo mi corazón latía diferente con tan solo escucharla u observar como sonreía. Cada minuto me enamoraba de Sussie Ralston y ella de alguna manera se sentía de la misma manera.

¡¿Por qué coño no podía hablar?! ¡¿Por qué estaba mudo?!

—Sussie yo... No... Yo...

—Lo entiendo, Jhetro—sonrió tristemente mientras secaba sus mejillas humedecidas—. Sé que no estás listo, sé que todavía piensas en ella y sé también que no puedo hacer nada para cambiarlo, eso lo tienes que hacer tu solo.

—Esto no se trata sobre Luna.

—Todo se trata sobre Luna, Jeth—froto sus ojos con fuerza—. No te permites vivir la vida al máximo porque sientes que fue tu culpa no haberla salvado. Jeth, nadie podía salvarla, ella ya se fue hace casi más de diez años.

—No lo entiendes.

—No Jethro, no lo entiendo. No entiendo cómo puedes seguir siendo tan inseguro con las personas, no entiendo como ya no pasas tiempo con tu familia en navidad porque las fiestas te dan miedo, jodidamente no entiendo como si quiera hayas dejado la navidad de lado solo porque ella murió en esas fechas. No conocí a Luna, es más, estoy segura de que no me parezco en nada a ella, pero de lo que si estoy segura es que estaría muy decepcionada de ver cómo has dejado en segundo lugar tu vida y has puesto su recuerdo en el primer lugar. No digo que la olvides, te pido que dejes de meter tu cabeza en tu trasero y pienses más en ti, en tu familia, en aquellos pocos amigos que has conseguido en los últimos meses. Luna ya no está aquí, el que sigue vivo en este mundo de tragedias y de felicidades eres tú.

La observé en silencio, aún sin saber que decir. Sussie me preguntaba sobre Luna, a veces me guardaba algunas cosas para mí, pero la verdad es que todavía la extrañaba y eso lo demostraba con mis palabras.

—Tú fuiste la que dijo que todos superamos las cosas a nuestro tiempo.

—Sí, así lo pienso. Pero es bueno que de vez en cuando las personas que te quieren te saquen de ese hoyo que tú solito has estado cavando—Mordió su labio inferior y se acercó a mi tomando mi mano—. Nunca seré Luna, pero estaré aquí para ti cuando resuelvas todas las cosas que están pasando por tu cabeza, Jethro. ¿Sabes por qué? Porque realmente te amo.

Ella sonrió, soltó mi mano y antes de darse la vuelta dijo:

—¡Ah! Y yo fui quien te besó primero, no te lleves todo el crédito.

¡Habemus beso!

Sé que a veces odian a Jethro pero... traten de ponerse en su lugar :)

Mi pregunta de hoy es: ¿Se disfrazan en Halloween?

Dedicado a Isabella, espero y te haya gustado :)

Nos leemos mañana.

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