Capítulo 15.

MAYO.

No estaba celoso, era lo que me repetía una y otra vez mientras veía fijamente a Sussie sonreírle a un tipo totalmente encantada. Su sonrisa brillante no se la estaba dando a él, sino a alguien más.

Igual no estaba celoso.

Aun cuando Sussie colocaba sus manos bajo la barbilla completamente interesada de lo que el hombre le decía. Incluso podía ver cómo le hacía ojitos al tipo del otro lado de la barra.

No, olvídalo, no estaba celoso.

Pero Sussie se veía tan increíblemente encantada, como si el hombre que estaba frente a ella fuera la última coca cola del desierto. A ella le gustaba o esa era mi impresión.

Si, tal vez estaba un poco celoso.

Mi ritual de siempre antes de entrar a la tienda de Charlie era mirar a escondidas a Sussie desde el otro lado del cristal principal. Sussie siempre estaba ahí, con su cabello castaño cubriéndole los hombros y la espalda, con su sonrisa especial en su rostro y atendiendo a uno que otro cliente como ella sola sabía hacerlo. Me gustaba verla igual que un acosador, solo que no con la mente morbosa de ellos, solo... me sentía en paz con solo verla ahí, feliz y tranquila.

Las cosas fueron diferentes esta tarde, apenas me detuve frente a la tienda. Sussie atendía a un cliente, pero no era uno más. Podría jurar que ambos tenían historia y eso no me gustaba.

Un poco no, estaba muy celoso porque la verdad era que Sussie me gustaba cada día más.

Al parecer Sussie sintió mi mirada porque desvió sus ojos del tipo hacia el ventanal. Una sonrisa más brillante se dibujó en sus labios y con gestos—para nada discretos—, me pidió que entrara a la tienda.

Lo cual hice con la sonrisa más falsa que pude haber formado en toda mi vida. Trataba de hacer el esfuerzo pero el tipo en cuestión no era de mi mayor agrado y quería demostrarlo. Cualquier cosa tendría mí siempre excusa de que no me gustaba conocer a personas nuevas.

—¡Grinch, viniste!—saludó ella con su particular manera de ser—. ¡Hoy hice unas galletas bue-ni-si-mas, te chuparas los dedos!

—Si son de chocolate me llevaré tres docenas de ellas.

—¡Adivinaste! Hice muchas de chocolate solo para ti—una verdadera sonrisa se dibujó en mis labios, realmente Sussie tenía aquel don—. Las guardé en la cocina, solo dame un momento.

—Dime que tienes algunas para mí también, necesito un poco de chocolate en mi sistema—De inmediato, el tipo me quita los pocos ánimos que Sussie me había dado. Esas eran mis galletas. El tipo se dio cuenta de que le observando y se encogió de hombros sonriéndome un poco apenado—. Lo siento amigo, solo que las galletas de Sussie son impresionantes.

—Tampoco es para tanto—Sussie se sonrojó mientras mordía su labio inferior algo nerviosa—. Solo hay que hornearlas con mucho amor.

—Y a ti te sobra el amor para dar, ¿Verdad?

¿El tipo estaba coqueteando con ella o eran ideas mías?

—Yo creo que sí, horneo todos los días y mi amor sigue creciendo para hornear al día siguiente—Sussie por un momento se olvidó de mi presencia, por lo que aclaré mi garganta para hacerme notar—. ¡Dios, pero que maleducada soy! Jethro, te presento a Tristan alias el intocable McDugents. Tristan, te presento a Jethro alias el Grinch Cavanagh.

Le estreché la mano al tipo, me enojaba aún más que Sussie le tuviera un apodo, cosa que me reafirmaba de que estos dos tenían historia.

—¿Grinch? ¿Qué hiciste para que Sussie te diera tal apodo?

—Me dijo que no le gustaba la Navidad y que se consideraba un Grinch, ahora el apodo de quedó—Sussie se encogió de hombros—. Vuelvo en un segundo. Ustedes dos... Conózcanse.

Sussie nos dejó en un silencio incómodo que tuve que romper aunque me diera un poco de fastidio hablar con el hombre.

—¿Y por qué Sussie te apodó el intocable?—Realmente no me importaba, pero estaba colaborando un poco para que el silencio se disipara.

—Porque soy un intocable—Al ver mi rostro confundido, me explicó—. Es una cosa algo antigua en realidad. Algo de amistad. En el instituto tenía mi grupo de amigos, nos hacíamos llamar los intocables. Cuando mi esposa le contó a Sussie la historia ella no pudo evitar llamarme el intocable Tristan por semanas.

¿Dijo que tiene esposa?

—¿Tu esposa también conoce a Sussie?—Era realmente lo único que me importaba preguntar.

—Hace unos dos años que se conocen. Actualmente residimos en Francia pero de vez en cuando venimos por trabajo o a visitar a la familia—explicó felizmente y créanme, yo también estaba feliz—. Se hicieron amigas luego de que Sussie diseñara la página web de nuestro pequeño emprendimiento.

—Y Sophie quedó tan enamorada de mi trabajo que me lo agradeció de la mejor manera, con una botella de champán que estaba deliciosa—dijo Sussie volviendo con dos platos de galletas para nosotros, los dejó frente a cada uno—. La extraño y ya quiero conocer a la bebé Lucy, las fotos que me envió Sophie son tan hermosas.

Así que esta es la cosa: El tipo a mi lado estaba casado, más que enamorado de su esposa por la manera que se expresaba de ella, una hija que adoraba y solo estaba de paso en Canadá por unos días.

No Jethro, no estaban coqueteando, lo malinterpretaste todo y eres un idiota celoso de la que consideras tu mejor amiga actualmente. No metas la pata con Sussie, Jethro, no seas tan tonto.

Sussie tuvo que dejarnos por un momento para atender a otros clientes, por lo que Tristan y yo nos quedamos sentados en nuestros lugares hablando cómodamente sobre nuestros trabajos. Al parecer con la cosa de sociabilizar me estaba yendo muchísimo mejor.

—Ella te gusta—afirmó pillándome por tercera vez ver en dirección a Sussie.

—Es complicado.

—Excusas, nada es complicado. Te lo digo yo que puse esa excusa por años hasta finalmente salir con mi esposa—Tomó la última galleta de su plato y la llevó a su boca, después de tragar dijo—: Te daré un consejo, deja de decir que es complicado, nosotros lo hacemos complicado. Solo ponte tus pantalones de valentía e invítala a salir, no como un amigo, sino como tú cita.

—No creo estar listo.

—Nunca nos sentimos listos, lo hacemos cuando ya es demasiado tarde. Tik tok, tik tok, Grinch, alguien va a tomar tu lugar, será fácil considerando que Sussie es una mujer maravillosa. Arriésgate, hermano, solo deja de pensar y hazlo.

Tristan me pidió aparecer y pues le dije que si :3 Yo no puedo resistirme a ellos.

Para las viejas lectoras les serán increíble ver a un bebé intocable por aquí. Pueden pedir alguna copia de ellos para navidad, le diré a Santa que se los lleven.

Mi pregunta de hoy es: ¿Son de ver películas o series navideñas?

Dedicado a Meybelin <3

Nos leemos mañana :)

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