23

Un atisbo de esperanza iluminó sus ojos al escuchar la noticia de que dos de los cinco niños fueron encontrados, su corazón se paró un segundo al ver el noticiero reportar que uno de estos estaba herido, quemaduras graves. Al ver las imágenes de todos los noticieros y los médicos militares llevar el cuerpo de una chiquita en una camilla con la mitad del rostro quemado mientras suspiraba de alegría por qué no era su niña. El otro niño fue capturado, aunque no es como que haya Sido así, si no que se entregó seguramente por el bien de la niña.

Se sirvió un vaso de whisky y se sentó en la escalera de su casa moviendo su pierna temblorosa cargada de impaciencia y preocupación. 

Aunque sus años de paternidad le habían ablandado, eso solo pasaba con su pequeña, no con los hijos de alguien más, le daba igual los demás mocosos que estaban siendo buscados, solo quería escuchar noticias de su hija.

—Te ves como si te hubiera arrollado un camión. —Dice Phinks, tomando asiento a su lado con un vaso de jugo. —Va a estar bien, es tu hija... Es fuerte. Sabes cómo salir de esta. —le dice tratando de calmarlo. —Parece que lo anárquico se hereda. —sonrie tomándole a su jugo de manzana.  —Ya que están dos críos, podemos ir a preguntarles sobre Mila. Iban juntos, ¿o crees que está siguiendo órdenes?

—Mi hija jamás seguiría órdenes de nadie. —dice orgullosamente, aunque no era el momento perfecto para demostrarlo. —Seguro orquesto el plan, pero, no entiendo por qué si cuando la fui a visitar, estaba todo bien y se veía perfecta, incluso un escuincle andaba atrás de ella como perro faldero.

Phinks mira fijamente a su jefe mientras termina su vaso

— Bueno, de algo de lo que estamos seguros es qué, Mila mato a personas. Y no intentes justificar, sabes bien, que es un ejemplo que debió haber aprendido de nosotros. Aunque la hayas intentado proteger, no podemos negar nuestra naturaleza ¿Quieres que ponga a los demás a buscar dónde está?

Chrollo asiente, sintiéndose derrotado. Se termina el vaso de whisky y se levanta yendo a cambiarse. Hacia muchos años que no usaba ropa de cuando aún existía la Brigada. Se desvistió, comenzó poniéndose los pantalones y ajustando bien su cinturon. Se colocó la chaqueta y  suspiro yendo al espejo a peinarse. Después de ponerse las botas bajo con tranquilidad.

Phinks lo miro y sonrió abriendo la puerta

—Se ve arrugado jefecito.

—¿Tú crees? Creo que he envejecido con gracia. —Le dice mientras sigue caminando por el vecindario y después comienza a correr. —Avisa a los demás que quiero un momento a solas con el niño que arrestaron. Que Machi y Shizuku ubiquen a la niña. Llévalo a la base. —Phinks acata órdenes. Deja solo a Chrollo y se va, este sigue corriendo en dirección al antiguo punto de reunión que tenían. Va concentrado en el camino, pero las palabras de su compañero le animaron un poco, sabe que su hija es muy capaz, pero aún así es su pequeña niña.

Después de un par de minutos llega al lugar. Toma aire y camina entre los escombros, se sienta y deja escapar el aire derrotado. Baja la mirada, y para si mismo piensa en disfrutar el momento a solas mientras sus compañeros trabajan. 

—¿y bien? —Pregunta Shizuku, a la espera de las órdenes de su jefe, como en los viejos tiempos. Eso le trai recuerdos. Ese lugar, esos escombros, dónde estaba sentando, los edificios cayéndose a pedazos. Se levantó y tomo aire, para agarrar el valor. Se giró a ver a sus compañeros.

—Phinks y Machi vayan a ver a los niños, y pregúntenles que pasa. Shizuku y Franklin vayan a buscar información con los militares donde donde creen que podrían estar. Feitan y yo iremos a seguir el rastro. — Ordenó Chrollo. — Ahora.. —Y todos se fueron corriendo rápidamente. Chrollo se giró hacia Feitan. Este lo miro fijamente.  —Me siento perdido.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top