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— ¡Una más muchachos! —Grita Mila con alegría — doscientos elefantes, se columpiaban sobre la tela de una araña~ como veían que resistía fueron a llamar a otro elefante. Doscientos y un elefante se columpiaban, sobre la tela...
—¡YA BASTA! —Grita Kenji. —Ya me tienes harto con esa canción. Deja de ir al frente como si supieras el camino y ayúdame a llevar a Alice. — le dice mientras le señala la camilla improvisada que hicieron con troncos delgados y las chaquetas de sus uniformes. Alice había alcanzada por el fuego de la explosión. Con quemaduras graves en al menos la mitad del cuerpo. Mila mira a Kenji y se ríe.
—Te gusta Alice, ¿verdad? —bromea. Todos observan esta actitud errática por parte de Mila, perturbados por su sonrisa. Tywin interviene.
—¿Que estás diciendo? Si estás tratando de hacer que nos relajemos solo estás provocando que querramos patearte la cara. —Le dice acercandose a ella, completamente colerico.
Ryan se interpone.
—Hay que seguir a Mila, seguro está también en shock, no sabíamos que iba a explotar tanto, y que apenas lograriamos salir—Mira las quemaduras de Alice quien sigue inconsciente. —. Seguro tienes un plan, ¿verdad? —pregunra Ryan, Mila los observa fijamente, algo en su mirar los inquieta a todos. — ¿¡Verdad!? — al no obtener una respuesta concreta mira a sus demás amigos. — Vamos a tomarnos un descanso, hemos estado caminando por horas. Enfríen otra vez las quemaduras de Alice, iré a hablar con Mila.
Los demás muchachos asienten, mientras dejan suavemente a Alice sobre el suelo para comenzar con las curaciones rudimentarias de sus quemaduras. Ryan se aleja con Mila a unos cuantos metros de distancia .
—¿Que diablos te pasa? Haz estado rara desde... Desde hace días, no solo después de la explosión, ¿Que sucedió? —la sujeta por los hombros con firmeza mirandola a los ojos.
Mila sigue disociando, parece que todos estos días corren como una cinta de películas baratas, escena. Mira su rifle y suspira sentandose en el suelo sonrea un árbol.
—No es de tu incumbencia. Ve a atender a Alice. — Dice. Lo que a su vez cierra los ojos.
—¿vas a sacar esas cosas?
—Tengo que conseguir que comer, ¿o que más pueden hacer ustedes? —dice con desdén. —Ahora vete, tengo que concentrarme. —Ryan suspira mientras se aleja para ayudar a las curaciones de Alice y armar un campamento improvisado. Mira a Mila de vez en cuando, ser rodeada por pequeños seres. Diminutos, con alas. Army Fairy, un montón de hadas que su única misión es recolectar cosas. Estás comienzan a amontonarse alrededor de Mila trayendo desde pequeñas bayas y moras hasta pescados. Claro, son pequeñas, así que entre varias cargan las cosas más pesadas. Dice Mila que pronto, las hará como hormigas, que puedan cargar hasta 50 veces su peso. Ryan suspira y mira Alice, lamentándose por lo que ocurrió.
Mientras toma las cosas que la habilidad Nen de Mila le dan, comienza a cocinar para todos. Hace una fogata, con la leña más seca para que no suelte tanto humo. Y cocina las cosas empalandolas, ya que no cuentan con alguna sartén, salieron sin nada en las manos.
Kenji se acerca a Ryan y se sienta a su lado. —No pedido seguir con esto. —confieza. —mirando fijamente a Mila. —Me voy a entregar, total la culpa no es mía. Me llevaré a Alice, a que la atiendan, si seguimos haciendo sus curaciones nosotros seguro le dará una infección. Incluso si nos arrestan deben asegurarse de nuestra salud, ¿Verdad?
Ryan se encuentra en un dilema. Por un lado está la seguridad de sus amigos, incluyendo a Mila, y por otro los objetivos para nada claros de esta. Ryan entiende la opinión de Kenji, y sus deseos de mantener a salvó a todos, incluso a su propio pellejo. Pero, sabe que debe haber algo más grande que Mila planea. No sabe que es, pero quiere seguirla para averiguar que piensa. Traga saliva amargamente, mirando como se quemó la mitad del rostro de Alice, parte de cráneo y mira fijamente y oreja achicharrada, sabe que está mal, y que de vez en cuando habla, pero solo son quejidos de dolor y frases incompletas.
—Nos quedaremos aquí, los escuadrones de búsqueda no deberán tardar en encontrarnos.— Ryan asiente, frustrado e incapaz de hacer algo más. Su mirada se corre hacia Mila, quien sigue concentrada trayendo a las hadas de un lado a otro, ajena a lo que sucede. Ryan asiente.
—Si mis padres les preguntan algo, díganles que estoy huyendo por qué tengo miedo a que me castiguen. —Se ríe. Aunque no son más que risas vacías.
Todos se dedican a comer en silencio.
Para la mañana siguiente Ryan empaca las pocas cosas y se dirige a Mila quien duerme sentada en el suelo, como la noche anterior. La sacude.
—Tenemos que irnos. — le dice. Está abre los ojos atontada por el sueño, se levanta y comienza a caminar. Pero está vez con dos personas menos.
Después de un par de horas caminando se gira hacia los dos muchachos que la siguen.
—¿Crees que ya los hayan encontrado?— pregunta.
—Pense que ni cuenta te habías dado de que nos faltan dos. —Dice Tywin. Tratando de aligerar el ambiente. — ¿ya nos dirás que planeas?
—La verdad es que voy sin rumbo, no tengo un plan, más que escapar. Quizá por aquí encuentre a uno de mis tíos. Encontrarme con Feitan o Shizuku... Si... Ellos me podrían ayudar. —Murmura.
Tywin nota el individualismo en sus palabras y su corazón se apretuja contra su pecho. "¿Estamos sin rumbo?" Piensa. "entonces, ¿por qué la seguimos?, ¿por qué nos enseñó nen?, ¿por qué le disparó a todos y los embarró?"
Mila estaba sembrando la duda en la mente de todos. Uno decidió quedarse para proteger al más débil. Y ahora Tywin, está sin algún propósito claro. Aún así, sigue caminando.
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