11
Mila estaba en la oficina de la directora, balanceaba sus piernas en la silla ya que sus pies no tocaban el piso, miraba el suelo concentrada como si lo que hizo no hubiera pasado y como si su castigo no fuera la gran cosa. Abrieron la puerta bruscamenre, ya sabia que era él, ni se inmuto ante su presencia. Tenia su ceño fruncido y la venda de su frente mal acomodada, sus labios arqueados hacia abajo en señal de molestia y total confusión.
- Señor Lucilfer, ¿Sabe del por que lo citamos? - Pregunto la maestra mientras la directora los miraba.
- No, no sabe, por eso vino. Y viene enojado. - Contesto antes de que su padre pudiera hacerlo. El tono de sarcasmo era mas que notorio.
- Su hija.... - La maestra miro a Mila.
- Mejor le digo yo. Golpeé a la maestra y uno de mis compañeros, fin de la historia espero el castigo.
- ¡Milagro! - Grito la directora. - ¿¡Como puedes decir eso así!?, ¿Que no te sientes mal?
- No, no me siento mal ni me arrepiento. - La directora apretó los dientes, la había hecho enfurecer.
- Bien, Milagro Lucilfer queda expulsada de esta institución. Prepararé sus papeles, venga por ellos mañana. Buenas tardes señor. - La rabia de Chrollo era mas que notoria en esos momentos, asintió a la mujer y tomó de la muñeca sin cuidado a Mila, la comenzó a jalar. Milagro aprendió a no quejarse por ello, le dolía, pero las peleas callejeras en las que se metía dolían mucho más que un simple jalón. Chrollo la lanzo a la parte de pasajeros de la camioneta y azoto la puerta entro al asiento del piloto y comenzó a conducir. Estaba mas que molesto, se notaba por como apretaba el volante y chasqueaba la lengua.
- Papá...
- Cállate, no me hables que estoy mas que molesto y decepcionado de ti. Estas en serios problemas, no tendrás tu teléfono, y ni creas que te daré mínimo los libros. No. Estas loca. Estarás en tu cuarto todo el día reflexionando en lo que hiciste y sin ni un solo pero. Comerás cuando te diga, saldrás cuando te diga y harás todo lo que yo te diga. ¿¡Entendido!?
- Si...
- Ahora, te comportaras. ¡Y VAS A DEJAR DE JODERME HOY Y TODA LA SEMANA!, Tendré que encontrar otra escuela donde te quieran. Si quieres algo tu lo comprarlas por que solo te comprare lo que necesites en la escuela. De ahí en mas ya nada. No sé por que razón lo hiciste pero me vale un carajo. ¡¿CUANDO VAS A MADURAR?!, ¡LA VIDA NO ES UN PUTO JUEGO MILA! - Chrollo golpeo el volante en señal de frustración.
Milagro comprendió, que las palabras a veces dolían mas que los golpes. Su rostro se empapo de lágrimas, un nudo se formó en su garganta, y no pudo siquiera hablar.
- ¿¡Que te falta!?, ¿DIME QUE TE FALTA O QUE NO TE DOY?, DIMELO YA.
- N... Na... Nada... -Titubeo.
- Bien, por que te vas a la escuela militar. haber si cambias la asquerosa actitud que te estas formando. Yo no te crié así. ¿Por que me pagas así?
Silencio fue lo que Chrollo obtuvo.
Silencio.
Silencio.
El peor de los silencios para Milagro.
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