11.1
Mila se levanto muy contenta esa mañana, pues como no, era viernes, y para una adolescente de trece años eran lo mejor del mundo. Podría dormir hasta tarde jugando videojuegos o leyendo libros, comics e incluso mangas. Alisto su mochila y después puso su uniforme, botón por botón y con mucha paciencia. Cepillo su cabello y lo ató a una coleta alta y puso su listo color rojo sobre la goma de pelo.
Desayuno y fue a la escuela como un día normal, todo era normal hasta que se peleo con su mejor amiga. Eso le amaego el día. Salió sin ánimos de la escuela, subió a la camioneta junto a su padre y puso el cinturon de seguridad.
- Mila, Te gusta Metallica, ¿No? - Ella asintió, Chrollo se inclino hacia ella y de la guantera saco dos papeles. - Pues nos vamos a un concierto de ellos en dos semanas. - Mila la miro y grito de la emoción, abrazo a su padre, de un momento a otro lo que paso con su amiga ese día lo olvido. Saco su teléfono y puso canciones de su grupo favorito. Ella cantaba con toda la actitud, mientras Chrollo la seguía con algunos leves tarareos. Chrollo se desvío del camino, Mila se dio cuenta varios minutos después, ya no estaban en la ciudad.
- ¿Papá..?
- Nos vamos de fin de semana... Visitare a unos amigos por el trabajo. - Milagro aun no sabia cual era el trabajo de su padre en sí, y esta era la primera vez que él viajaba, ya que normalmente siempre estaba en la ciudad.
- ¿Y adonde vamos? - Ellos vivían en Padokia, y a Mila le gustaban los campos que habían ahí.
- A York. - ¡Eso estaba al otro lado del mundo!
- ¿Y las maletas?
- En la cochera. Ahora vamos al aeropuerto, ya sabe, esta lejos.
York... York.... Nunca había estado en York. Se mantuvo optimista.
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